martes, 2 de octubre de 2018

Capítulo 19: CONFUSIÓN


_ Buenas noches, Estrella_ la saludó Mauricio
_ Buenas noches_ respondió con una sonrisa
_ Si espera a su novio, puede esperarlo afuera_
_ Ya no es mi novio_ confesó
Mauricio la miró asombrado.
_ ¿Por qué?... Digo, es un idiota, pero se veían felices_
_ Porque sigo enamorada de usted_ dijo mirándolo a los ojos
Mauricio quedó en blanco al escuchar esas palabras, pues no esperaba que ella las dijera. Habían pasado ya algunos meses desde su ruptura y él había decidido volver a comprometerse, había dejado su historia con Estrella enterrada en el pasado.
_ Buenas noches_ repitió y se retiró lo más rápido que pudo

Sergio subió al elevador con una caja en las manos, habían pasado toda la tarde moviendo sus pertenencias en la nueva suite. Al llegar al siguiente piso, cuando la puerta del ascensor se abrió, se encontró con Candela. Ella le gustaba, esa era la verdad, pero debía mantenerse alejado de ella.
_ Hola_ saludo la chica castaña con una sonrisa
_ ¿Qué haces aquí?_ cuestionó saliendo del ascensor
_ Ayudo a Sara_ respondió _ ¿Sabes?... He estado pensando, ¿Qué tal si vamos al cine o a tomar un helado?_
_ Ya te dije que no le haré esto a Arturo_
_ ¡Tú me besaste!_ exclamó
_ Porque no sabía quién eras… mira, me gustas… pero no pasara_ dijo esquivándola

Arturo despertó a la mañana siguiente al escuchar la alarma. En su nueva suite había espacio suficiente para poder levantarse sin pisar a nadie. Se puso de pie y caminó hacía su armario.
Asombrado se encontró frente a toda su ropa rota. Sabía muy bien quienes eran los responsables de aquel crimen. Furioso caminó hacia la puerta contigua y entró sin anunciarse, avanzando directo a Oscar.
_ ¡Esto es demasiado!_ gritó mostrando su playera favorita hecha trizas
_ Bueno… demasiado es besar a la chica que le gusta a tus hermanos_ dijo Ezequiel desde su cama
_ Esta me la pagan_ comentó avanzando hacia el menor de los Lagos
Se encontraba a punto de golpearlo cuando Mauricio apareció en la escena, evitando que desquitara su furia.
_ Parece que no entienden_ argumentó su tutor _ Tincho, toma todas tus cosas, te mudarás con Leo y Sergio. Arturo, te presento tu nueva habitación_
_ ¿Qué?_ exclamaron él y Martín a la par
_ ¡Estoy harto de sus peleas!_ gritó Mauricio _ Si quieren pelear, bien… pero pelearan aquí, encerrados, porque los tres están castigados lo que resta del mes_ sentenció
_ Son ellos los que me hacen una tras otra_ se quejo
_ Pero estoy cansado… Ninguno de los tres saldrá de este cuarto más que para comer, bañarse e ir a clases, ¿Fui claro?_
Todos guardaron silencio, claramente molestos por las órdenes de su tutor.
_ ¿FUI CLARO?_ repitió Mauricio
_ Si_ respondieron a coro
_ Ahora ve y ponte algo de Sergio_
_ Pero… ¿Qué hay con mi trabajo con el señor Palacios?_ cuestionó acercándose a su tutor
_ Te tomaras vacaciones_

Le había costado trabajo armarse de valor, pero finalmente lo había conseguido. Esa mañana salió de su apartamento y caminó directo a la casa de Kía, la invitaría a una cita. Sabía que no estaba siendo justo con su compañero de cuarto, pero ¿No se suponía que todo vale en la guerra y el amor?
_ Buenos días, señora Vélez_ saludó al ver a la madre de Kía
_ ¡Hola, Chaim!_ lo recibió con una sonrisa _ Toma asiento, ya la llamo_
Siempre había sido bienvenido en esa casa. Se sentía completamente a gusto con esa familia. A los pocos minutos ella bajó, aún en pijama.
_ ¿Qué haces aquí, principito?_ cuestionó Kía mirándolo fijamente
_ Nunca te agradecí por el regalo, ¡Me encanto!_ dijo nervioso
_ De nada… ¿Eso es todo?_
_ No… quiero… quiero invitarte a salir… ¿Qué tal mañana antes de mi trabajo?_
La chica lo miraba perpleja, analizándolo.
_ Bien. Te veo mañana_ respondió seca
Quizá actuaba con indiferencia, pero al menos tenían una cita.
_ ¿Te quedas a desayunar, Chaim?_ los interrumpió la señora Vélez
Miró a Kía, ella asintió. Él sonrió y aceptó la invitación.

Apenas había podido dormir después de escuchar las palabras de Estrella, esa frase se repetía en su cabeza una y otra vez. Ella seguía enamorada… ¿Y él?
_ Le estás dando muchas vueltas_ comentó Guillermo
_ Si, pensé que ese tema ya estaba cerrado_ añadió Franco
_ Yo también… les juro que estoy fenomenal con Flor… es solo que no me lo esperaba_
_ Estrella estuvo enamorada de ti durante dos años… ¡No iba a olvidarlo tan fácil!_ exclamó su mejor amigo
_ Además, ¿No dijiste que le pedirás matrimonio a Flor?_ cuestionó Franco
_ Si vuelves a comprometerte y le pones el cuerno con Estrella de nuevo, creo que esta vez si te mata_
_ Ya sé, Memo… además… ¡Ahora somos una familia!... Es solo que no quiero lastimarla_ explicó
_ Si te pones así, quizá lo mejor sea que no te comprometas todavía_ señaló Franco _ Sabes que tu relación también implica a los chicos, no creo que sea sano para ellos ver que te comprometes con una, la engañas con otra, vuelven, y repites todo el ciclo_
_ ¡Ya sé!_ exclamó _ Solo… solo… necesito procesarlo_
Quería creer que todo lo que necesitaba era tiempo, quería creer que todo estaba bien.

Sara terminó su sesión de fotos, pronto la campaña daría fin, aunque ya tenía otro trabajo en puerta con otra línea de ropa, al parecer su trabajo era bueno. Se despidió de sus compañeros, dedicando una sonrisa especial a Daniel, y se dirigió a la oficina de Flor.
_ ¿Cuándo le dirás a Mau?_ la cuestionó Florencia
_ Pronto… si no lo hago yo, lo hará Tincho_ explicó
_ Entre más tardes, más se molestara… y se molestara también conmigo por encubrirte_
Tocaron a la puerta, la secretaria indicó a Florencia que la buscaban. Se asomó discretamente detrás de la puerta, logrando distinguir a un hombre con uniforme de intendencia. La novia de su primo salió un momento y volvió con ella.
_ ¿Quién era ese?_ preguntó
_ César, un viejo amigo_
Analizó a Flor con una ceja levantada.
_ ¿César?, ¿No es el loco que maltrataba a los chicos?, ¿El que secuestro a los enanos?_
_ Es un viejo amigo… vino rogando trabajo_
_ Parece que no soy la única que le oculta secretos a Mau_ se cruzó de brazos
_ No le contaré nada sobre lo tuyo, ni tú le dirás de esto, ¿Ok?_
_ Bien… pero mantelo lejos de los chicos_

Decidió ir por lo poco que quedaba en la vieja suite mientras los chicos comían, después de todo, ese era su momento libre durante la tarde antes de volver a sus labores en el hotel. Tomó un par de cajas con las últimas pertenecías que quedaban, después de todo, tener una familia grande era una ventaja a la hora de mudarse, si todos trabajaban, era mucho más rápido.
Abrió la puerta con dificultad, pues tenía las manos llenas.
_ Buenas tardes señor Fernández_ escuchó una voz conocida

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