_ Buenas noches, Estrella_ la saludó Mauricio
_ Buenas noches_ respondió con una sonrisa
_ Si espera a su novio, puede esperarlo afuera_
_ Ya no es mi novio_ confesó
Mauricio la miró asombrado.
_ ¿Por qué?... Digo, es un idiota, pero se veían felices_
_ Porque sigo enamorada de usted_ dijo mirándolo a los
ojos
Mauricio quedó en blanco al escuchar esas palabras, pues
no esperaba que ella las dijera. Habían pasado ya algunos meses desde su
ruptura y él había decidido volver a comprometerse, había dejado su historia
con Estrella enterrada en el pasado.
_ Buenas noches_ repitió y se retiró lo más rápido que
pudo
Sergio subió al elevador con una caja en las manos,
habían pasado toda la tarde moviendo sus pertenencias en la nueva suite. Al
llegar al siguiente piso, cuando la puerta del ascensor se abrió, se encontró
con Candela. Ella le gustaba, esa era la verdad, pero debía mantenerse alejado
de ella.
_ Hola_ saludo la chica castaña con una sonrisa
_ ¿Qué haces aquí?_ cuestionó saliendo del ascensor
_ Ayudo a Sara_ respondió _ ¿Sabes?... He estado
pensando, ¿Qué tal si vamos al cine o a tomar un helado?_
_ Ya te dije que no le haré esto a Arturo_
_ ¡Tú me besaste!_ exclamó
_ Porque no sabía quién eras… mira, me gustas… pero no
pasara_ dijo esquivándola
Arturo despertó a la mañana siguiente al escuchar la
alarma. En su nueva suite había espacio suficiente para poder levantarse sin
pisar a nadie. Se puso de pie y caminó hacía su armario.
Asombrado se encontró frente a toda su ropa rota. Sabía
muy bien quienes eran los responsables de aquel crimen. Furioso caminó hacia la
puerta contigua y entró sin anunciarse, avanzando directo a Oscar.
_ ¡Esto es demasiado!_ gritó mostrando su playera
favorita hecha trizas
_ Bueno… demasiado es besar a la chica que le gusta a tus
hermanos_ dijo Ezequiel desde su cama
_ Esta me la pagan_ comentó avanzando hacia el menor de
los Lagos
Se encontraba a punto de golpearlo cuando Mauricio
apareció en la escena, evitando que desquitara su furia.
_ Parece que no entienden_ argumentó su tutor _ Tincho,
toma todas tus cosas, te mudarás con Leo y Sergio. Arturo, te presento tu nueva
habitación_
_ ¿Qué?_ exclamaron él y Martín a la par
_ ¡Estoy harto de sus peleas!_ gritó Mauricio _ Si
quieren pelear, bien… pero pelearan aquí, encerrados, porque los tres están
castigados lo que resta del mes_ sentenció
_ Son ellos los que me hacen una tras otra_ se quejo
_ Pero estoy cansado… Ninguno de los tres saldrá de este
cuarto más que para comer, bañarse e ir a clases, ¿Fui claro?_
Todos guardaron silencio, claramente molestos por las
órdenes de su tutor.
_ ¿FUI CLARO?_ repitió Mauricio
_ Si_ respondieron a coro
_ Ahora ve y ponte algo de Sergio_
_ Pero… ¿Qué hay con mi trabajo con el señor Palacios?_
cuestionó acercándose a su tutor
_ Te tomaras vacaciones_
Le había costado trabajo armarse de valor, pero
finalmente lo había conseguido. Esa mañana salió de su apartamento y caminó
directo a la casa de Kía, la invitaría a una cita. Sabía que no estaba siendo
justo con su compañero de cuarto, pero ¿No se suponía que todo vale en la
guerra y el amor?
_ Buenos días, señora Vélez_ saludó al ver a la madre de
Kía
_ ¡Hola, Chaim!_ lo recibió con una sonrisa _ Toma
asiento, ya la llamo_
Siempre había sido bienvenido en esa casa. Se sentía
completamente a gusto con esa familia. A los pocos minutos ella bajó, aún en
pijama.
_ ¿Qué haces aquí, principito?_ cuestionó Kía mirándolo
fijamente
_ Nunca te agradecí por el regalo, ¡Me encanto!_ dijo
nervioso
_ De nada… ¿Eso es todo?_
_ No… quiero… quiero invitarte a salir… ¿Qué tal mañana
antes de mi trabajo?_
La chica lo miraba perpleja, analizándolo.
_ Bien. Te veo mañana_ respondió seca
Quizá actuaba con indiferencia, pero al menos tenían una
cita.
_ ¿Te quedas a desayunar, Chaim?_ los interrumpió la
señora Vélez
Miró a Kía, ella asintió. Él sonrió y aceptó la
invitación.
Apenas había podido dormir después de escuchar las
palabras de Estrella, esa frase se repetía en su cabeza una y otra vez. Ella
seguía enamorada… ¿Y él?
_ Le estás dando muchas vueltas_ comentó Guillermo
_ Si, pensé que ese tema ya estaba cerrado_ añadió Franco
_ Yo también… les juro que estoy fenomenal con Flor… es
solo que no me lo esperaba_
_ Estrella estuvo enamorada de ti durante dos años… ¡No
iba a olvidarlo tan fácil!_ exclamó su mejor amigo
_ Además, ¿No dijiste que le pedirás matrimonio a Flor?_
cuestionó Franco
_ Si vuelves a comprometerte y le pones el cuerno con
Estrella de nuevo, creo que esta vez si te mata_
_ Ya sé, Memo… además… ¡Ahora somos una familia!... Es
solo que no quiero lastimarla_ explicó
_ Si te pones así, quizá lo mejor sea que no te
comprometas todavía_ señaló Franco _ Sabes que tu relación también implica a
los chicos, no creo que sea sano para ellos ver que te comprometes con una, la
engañas con otra, vuelven, y repites todo el ciclo_
_ ¡Ya sé!_ exclamó _ Solo… solo… necesito procesarlo_
Quería creer que todo lo que necesitaba era tiempo,
quería creer que todo estaba bien.
Sara terminó su sesión de fotos, pronto la campaña daría
fin, aunque ya tenía otro trabajo en puerta con otra línea de ropa, al parecer
su trabajo era bueno. Se despidió de sus compañeros, dedicando una sonrisa
especial a Daniel, y se dirigió a la oficina de Flor.
_ ¿Cuándo le dirás a Mau?_ la cuestionó Florencia
_ Pronto… si no lo hago yo, lo hará Tincho_ explicó
_ Entre más tardes, más se molestara… y se molestara
también conmigo por encubrirte_
Tocaron a la puerta, la secretaria indicó a Florencia que
la buscaban. Se asomó discretamente detrás de la puerta, logrando distinguir a
un hombre con uniforme de intendencia. La novia de su primo salió un momento y
volvió con ella.
_ ¿Quién era ese?_ preguntó
_ César, un viejo amigo_
Analizó a Flor con una ceja levantada.
_ ¿César?, ¿No es el loco que maltrataba a los chicos?,
¿El que secuestro a los enanos?_
_ Es un viejo amigo… vino rogando trabajo_
_ Parece que no soy la única que le oculta secretos a
Mau_ se cruzó de brazos
_ No le contaré nada sobre lo tuyo, ni tú le dirás de
esto, ¿Ok?_
_ Bien… pero mantelo lejos de los chicos_
Decidió ir por lo poco que quedaba en la vieja suite
mientras los chicos comían, después de todo, ese era su momento libre durante
la tarde antes de volver a sus labores en el hotel. Tomó un par de cajas con
las últimas pertenecías que quedaban, después de todo, tener una familia grande
era una ventaja a la hora de mudarse, si todos trabajaban, era mucho más rápido.
Abrió la puerta con dificultad, pues tenía las manos
llenas.
_
Buenas tardes señor Fernández_ escuchó una voz conocida
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