miércoles, 28 de junio de 2017

Capítulo 94: LA COMPETENCIA DE SARA

Seis meses junto a Sara y ya nueve meses desde el momento que la vio por primera vez, del encuentro en el aeropuerto y el juego del admirador secreto. Recordó todas sus idas y venidas, la carta en la que le confesó sus sentimientos y el lapso en el que intentó convivir con Arturo para que ella lo aceptará. Su primer beso. Todos esos mágicos momentos.
La esperaba ansioso en el lobby del hotel.
_ Disculpa, ¿Sabes dónde queda el elevador?_ escuchó que alguien pregunta detrás suyo
Se giró para responder, encontrándose con una chica de su pasado.
_ ¿Leo?_ exclamó ella para después rodearlo en un abrazo
_ ¡Olivia!, ¿Qué haces aquí?_ preguntó sorprendido
_ Acompaño a mi padre y su novia en un viaje de negocios… parece que estaré un tiempo aquí… tal vez podríamos salir o hacer algo_ sonrió _ No creí que aún vivieras en el hotel… Ha pasado demasiado tiempo_
_ ¿De qué cosa?_ los interrumpió Sara
Llevaba puesto un vestido rojo y no parecía muy feliz de verlo hablar con esa chica de ojos azules y perfectas curvas.
_ Desde que Leo y yo fuimos novios… ¿Cuánto ha pasado?, ¿Tres años?_
Sara hizo una mueca de desagrado.
_ ¡Oh vaya!... ¡Tú debes ser la novia en turno!, Lo lamento_ exclamó Olivia son una sonrisa _ Tienes suerte de estar con Lagos, nunca te aburres con él, lo recuerdo muy bien_
La situación comenzaba a tornarse incomoda y era momento de huir.
_ Tenemos que irnos, iremos a cenar_ dijo
_ Adiós, me ha encantado volver a verte_ comentó abrazándolo _ Un gusto conocerte, cariño_ le dijo a Sara _ Las relaciones con Leonardo no duran mucho, pero en verdad se disfrutan_
Tomó a Sara y se dirigieron a la salida lo más rápido que les fue posible.

Los últimos días lo había notado extraño, triste y sin demasiadas ganas de hacer cualquier cosa. Retiró el plato de su cena, la cual seguía intacta.
_ ¿Qué tienes, enano?_ le preguntó
_ Nada_ respondió cabizbajo
_ Vamos, dime, ¿Qué tienes?_
_ ¿Me dejarías de querer si me encariño de Agus?_
_ ¡No!... Enano, ¿Por qué preguntas eso?_
_ Rodrigo me dijo que si yo encontraba a mi familia tú y Mau me dejarían de querer_ respondió
_ ¿Cuándo te dijo eso?_ preguntó enojada
_ Antes de que me dijeran que Agus es mi hermano, dijo que si yo llegara a encontrar a mi familia ustedes no me iban a querer más, porque nadie quiere al hijo de otros_
Sintió deseos de golpear a ese hombre, pero también pudo entender porque Julián se mostraba tan reticente a convivir con su hermano. Solo tenía miedo de perder su cariño.
Lo abrazó con fuerza.
_ Ni Mau ni yo te vamos a dejar de querer nunca_
_ ¿Me lo prometes?_
_ ¡Te lo prometo, enano!_

Al día siguiente se encontraba platicando con sus amigas durante uno de los recesos en la escuela, les contaba de la cena de la noche anterior y lo bien que la había pasado con Leo.
_ ¿Y la chica?_ preguntó Kía
_ Su ex novia_ respondió molesta _ No pregunté más sobre ella_
_ Hace años que vivo en el hotel y no recuerdo a la tal Olivia_ comentó Candela
_ ¿No te contó nada?_ insistió Kía
_ Nada_
Y la verdad es que no quería saber, nunca antes se había preocupado por el pasado amoroso de Leonardo, o no lo había hecho hasta que esa chica apareció.

Adorable. Esa era la única palabra que se le ocurría para describirla en ese momento. La veía molesta mientras hablaba, pero seguía pareciendo adorable.
_ ¡Deja de reírte!, ¡Tenemos que hacer algo!_ exclamó Flor cruzándose de brazos
_ Lo lamento, es que verte así por defender al enano me parece… increíble_ confesó
_ ¿Podrías concentrarte?, ¡Te estoy contando lo que hizo ese enfermo De la Cruz!... ¿Qué clase de persona le dice algo así a un niño de cinco años?_
_ Flor, Flor, tranquila. Sé que no Rodrigo es una persona un tanto retorcida, pero ya salió de nuestras vidas_ explicó _ ¿Sabes una cosa?, Me encanta que cuides a los chicos_ sonrió

Ellos ensayaban cada tarde, sin falta y ella los escuchaba en el marco de la puerta. Arturo se parecía cada vez más a su padre, a medida que su cabello crecía y las marcas de sus peleas anteriores desaparecían, podía notar la clara herencia genética del hombre que alguna vez amo.
_ ¿Qué te pareció?_ preguntó el quinceañero con una sonrisa
_ Creo que ganaran_ dijo acercándose a ellos _ Son excelentes_
_ Esmeralda, saldré hoy_ anunció Leonardo desde la puerta
_ ¿Verás a Sara?_ cuestionó Ezequiel
_ No exactamente_ respondió el rubio
_ ¿Saldrás con la tal Olivia?_ exclamó Arturo molesto
_ ¿Cómo sabes de ella?_
_ Sara es como mi hermana y te advierto que si la haces llorar, ¡Te mataré!_ amenazó colocándose frente a Leonardo
_ Olivia es solo una vieja amiga, hablaremos un poco, nada más_
_ ¡Te lo advierto, Lagos!, ¡La haces sufrir y te asesino!_
_ ¡No me molestes, callejerito!_
_ ¡No me digas así!_ gritó Arturo empujándolo
_ ¡Basta, los dos!_ intervino Ezequiel colocándose en medio de ellos  
_ Llegaré antes de las diez_ concluyó Leo para después retirarse
_ Iré a guardar la guitarra_ dijo Arturo saliendo también
_ ¡Nunca puedes frenarlos!_ le gritó Ezequiel molesto _ Sabes que siempre pelean y si no los frenas, terminan golpeándose, por eso Fernández interfiere antes de que sus disputas suban de nivel_ dijo antes de retirarse también
Era cierto, no tenía idea de cómo controlar a los dos adolescentes, tampoco tenía idea de lo que pasaba en la vida de los Lagos o de su propio hijo. Siempre que alguno de ellos tenía un problema acudían al señor Fernández o a su novia. ¿Qué hacía entonces ella ahí?

Estar con ella era extraño. Había sido su primer amor, su romance secreto a los catorce años y aunque no funcionó, le dejó una huella en la memoria y el corazón. Ahora buscaba solo su amistad, o eso se decía a sí mismo.
_ Lagos, en verdad no puedo creer que sigas tan guapo_ comentó ella con una sonrisa
_ ¿Y que ha sido de tu vida?_ preguntó
_ Viajar, viajar mucho_ respondió _ Recuerdo que tú también viajabas mucho cuando éramos niños_  
Se conocían desde muy pequeños, encontrándose en diversas ocasiones durante los viajes de sus padres. Sin embargo después de la muerte de su padre, se acabaron los viajes, se estableció en el hotel y no creyó volver a verla. Después ella llego al Royal y ahí surgió su amor. Terminó porque empezó a interesarse en otras chicas y eventualmente ella se fue.
_ Extraño esos tiempos_ confesó
_ Podemos revivir esa época_ sonrió ella

Los observó, intentando que la ira que sentía no se apoderara de ella, pues ver a Leo con esa rubia le hacía hervir la sangre.

viernes, 23 de junio de 2017

Capítulo 93: CHARLAS DE HERMANOS

Lanzó un suspiro al aire. Les había causado mucho daño, a todos ellos y era momento de repararlo.

Había llegado el momento de contarle a su hermano todo lo ocurrido desde el fin de semana en el bosque, aun cuando sabía que él enfurecería, le pidió hablar en el restaurante del hotel. Así al menos podría recurrir al Chef Pablo si algo salía mal.
_ ¿Entonces fueron novios una semana?_ preguntó cuándo ella terminó de hablar
_ Si_ asintió nerviosa
_ ¿Y Amanda lo besó?_
_ Así es_
Oscar cerró los puños y golpeó la mesa con fuerza.
_ ¡Le gustan todos menos yo!_ exclamó indignado
_ ¿En verdad eso es lo que te molesta?, ¿No el hecho de que haya salido con Ezequiel a escondidas?_
Él se encogió de hombros.
_ Sabía que al final no te quedarías con él, son grandes amigos pero como pareja… ¡Vamos!... ¡No tienen esa química!... Además a ti te gusta Matías_
_ Tal vez si no fuera tan insoportable podría gustarme_ respondió
Pero lo cierto era que Matías le parecía atractivo y esa necedad suya estaba empezando a rendir frutos.

Siempre le había sido complicado hablar sobre temas profundos con otra persona, sin embargo con Arturo no parecía demasiado difícil, quizá porque el quinceañero sabía escuchar, cosa que nadie en su familia tenía conocimiento.
_ ¡No puedo creer que tú y Emi salieran por una semana y nadie lo notó!_ exclamó Arturo
_ ¿Qué cosa?_ preguntó Leo entrando a la habitación
_ Le contaba que Emi y yo fuimos novios una semana en secreto_ explicó
_ ¿Y quién fue la chica que te besó?_  preguntó el quinceañero
_ ¿Una chica te besó?_ exclamó Leonardo con sorpresa
_ Si, pero esa información prefiero guardármela_ dijo sonriendo _ Así que escúchame: los mejores amigos seguimos siendo siempre los mejores amigos_
_ Es distinto, tú y Emi son amigos por así lo decidieron… se confundieron, pero su amistad es verdadera. Yo me hice amigo de Cande porque ella me gusta… solo que me canse de fingir… nunca quise ser su amigo_
_ Se complican demasiado, yo nunca fui el amigo de Sara, siempre fui directo con ella_
_ Claro, “príncipe hotelero”_ dijo Ezequiel con ironía

Ella los observaba desde el marco de la puerta, era la primera vez que los veía a los tres juntos sin intentar asesinarse. En un acto casi involuntario llevo su mano derecha a su vientre, otra vida estaba creciendo dentro suyo y la necesitaría.
Vio a Arturo, sonriente platicando con los hermanos Lagos. Él también la necesitó, pero no estuvo y él había sabido arreglárselas sin ella, aún ahora que estaban juntos, seguía librando la batalla sin necesidad de que ella interviniera.
Quizá no era lo que esos tres chicos necesitaban en sus vidas, pues apenas podía con la suya propia.

A la mañana siguiente apareció puntual en el restaurante del hotel, no sabía porque Franco los había citado ahí tan temprano. Entró y saludó a Guillermo y al Chef Pablo, tomando asiento al lado de su mejor amigo.
_ ¿Por qué nos pidió venir?_ preguntó confundido
_ Ni idea, tal vez quiera hablar sobre algún evento en el hotel_
Analizó la posibilidad, pero el evento más próximo era la fiesta de fin de año y faltaba un mes para ello.
_ ¡Bienvenidos, caballeros!_ dijo Franco uniéndose a ellos
_ ¿Cuál es el motivo de esta reunión?_ cuestionó Guillermo
_ ¡Me casaré!_ exclamó Franco con una sonrisa
_ ¿Con Almita?_ preguntó el Chef alegre
_ ¡Por supuesto!... Le pediré matrimonio en la fiesta de fin de año y quiero que ustedes me ayuden a planear todo_
Se puso de pie y rodeó a su amigo en un abrazo, ahora eran todos unos hombres de familia.

Ella mejoraba cada día, sus movimientos se volvían más precisos y aumentaba su destreza para saltar, se movía con elegancia y gracia. Se sentía orgullosa de ella.
La vio deslizarse sobre el hielo y dar un salto, dando una vuelta en el aire, pero al bajar, cayó de golpe sobre la pista.
_ ¿Estás bien?_ preguntó corriendo a auxiliarla
_ Si, pero ese giro me está costando mucho_ respondió Paula _ Así nunca me tomaran en cuenta para las regionales_ reprochó _ ¿Me ayudas a practicar?_
No solía patinar mucho últimamente, pero le gustaba volver al hielo.
_ Si_ respondió yendo a buscar un par de patines
_ ¿Tú y Mau se casaran?_ preguntó la niña cuando entraba en la pista
_ No lo sé, ¿Por qué?_
_ Me agrada tenerte como hermana mayor_ sonrió Paula
Ella también sonrió, realmente disfrutaba también de ser parte de esa familia.

Cuando llegó con una bicicleta nueva, Lucía y Benjamín habían estallado de felicidad, pero Julián no. Él solo permaneció viendo el regalo con cierta indiferencia. Al final los otros dos niños lo habían convencido de probarla y ahora su hermano menor volvía con un raspón en la pierna.
_ ¡Duele!_ exclamó el niño cuando colocó un algodón con alcohol sobre su herida
Vio entonces el tatuaje en el tobillo de Julián, inundándose de culpa.
_ ¿Recuerdas cuando te lo hicieron?_ preguntó
Al instante notó como Mauricio se tensaba en clara intención de atacarlo, le agradaba que cuidara tanto de su hermano.
_ No_ negó el pequeño
_ Te desmayaste. Te dolió tanto que te desmayaste y yo casi mató a César por llevarte_ explicó
Nunca fue un secreto que tenía una debilidad por él. En su estancia en el hogar, jamás lo castigo ni lo trató con la rudeza que utilizaba con los otros chicos.
_ Recuerdo que César me llevó por intentar escaparme_ comentó Julián
_ Si, siempre intentabas volver con El lobo_
_ Por cierto, ¿Ya lo viste?, Está trabajando como vallet parking_ los interrumpió Mauricio
_ Iré con él_ dijo el niño poniéndose de pie para después salir de la suite
_ Si lo llegas a lastimar a él o algún otro de los chicos, juro que te mataré_ sentenció el gerente del hotel
_ Lo que menos quiero es dañarlos, y menos a Julián… estoy intentando reparar todo el daño que les hice_ explicó
_ Pero yo no confió en ti… así que recuerda que te estoy vigilando_

 Cuando se es adolescente, seis meses pueden parecer un lapso de tiempo bastante grande y por eso un aniversario de medio año de relación se convierte en toda una ocasión, un motivo de festejo extremo y razón suficiente para gastar la mitad de sus ahorros en una cena en el mejor restaurante de la ciudad.
Seis meses junto a Sara y ya nueve meses desde el momento que la vio por primera vez, del encuentro en el aeropuerto y el juego del admirador secreto. Recordó todas sus idas y venidas, la carta en la que le confesó sus sentimientos y el lapso en el que intentó convivir con Arturo para que ella lo aceptará. Su primer beso. Todos esos mágicos momentos.
La esperaba ansioso en el lobby del hotel.
_ Disculpa, ¿Sabes dónde queda el elevador?_ escuchó que alguien pregunta detrás suyo
Se giró para responder, encontrándose con una chica de su pasado.


martes, 20 de junio de 2017

Capítulo 92: EL DAÑO CAUSADO

_ ¿Me viste en la audición?_ preguntó ansioso
_ No, lo siento… No pude ir_ respondió evadiendo el contacto visual
_ Bueno, no importa… Me veras en el show_ sonrió _ Te dedicaré mi canción_
_ ¿Por qué insistes con eso de conquistarme?_
_ Porque sé que lo puedo logar_ dijo plantándole un beso en la mejilla, seguro de que estaba logrando su cometido.

El hecho de que Lucía lo perdonará le daba una pequeña esperanza de poder remediar todo ese daño que había hecho en el pasado, especialmente porque deseaba tener la consciencia tranquila, solo por si acaso.
Vio a Arturo platicando con aquella chica, se le veía feliz. Recordó entonces la primera vez que lo vio, seis años atrás.
_ ¿Crees que nos servirá?_ preguntó a César
_ Si, es hábil_ respondió
_ ¿Cuál es tu nombre?_
_ A-A-Ar-Arturo_ tartamudeó el niño asustado
Por aquel entonces era nada más que huesos, delgado y con el cabello cortado en mechones dispares. Desde ese momento lo detestó, no parecía encajar entre el resto de sus chicos. Y cuando intentó escapar la primera noche, enfureció por completo.
Fue así como surgió la idea de los tatuajes, la solución perfecta para intimidar a todos sus internos, y razón suficiente para que el resto de los chicos odiara a Arturo desde entonces.

Avanzó por el lobby, dejando atrás al quinceañero en su intento de conquista, recordando todas las veces que lo castigó injustamente o que lo obligó a realizar algún robo que se negaba a llevar a cabo. Cuando Arturo tenía once años, los castigos parecían ya no ser tan efectivos, comenzaba a aflorar su naturaleza rebelde y se veía obligado a buscar nuevos métodos disciplinarios, especialmente porque aquellos que antes ejercían presión interna habían cumplido la mayoría de edad y abandonaron el hogar. Fue entonces que aparecieron los mellizos.
_ Los acaban de atrapar anoche_ comentó César
_ ¿Saben algo del negocio?_ cuestionó mirando a los dos infantes
_ No mucho, pero aprenderán_ respondió su compañero
Un niño tímido, oculto detrás de su hermana que apenas podía mantenerse de pie. Eran demasiado jóvenes, pero también bastante moldeables. Terminó por aceptarlos en su hogar y para su fortuna se convirtieron en fieles amigos de Arturo, quien pronto se autodenominó su protector. Así podía mantenerlo a raya, solo bastaba con amenazarlo con dañar a los mellizos y él obedecía en seguida.

Caminaba por las calles haciendo memoria de las múltiples ocasiones que hizo a Arturo robar a algún transfunde inocente amenazándolo con que si no lo hacía Emilia pasaría una semana sin comer, o las palizas que recibía cuando Oscar llegaba sin su cuota diaria y pedía ser castigado en lugar de que lo fuera su amigo.
Los tres formaron una alianza y se defendían de los chicos mayores, a los cuales tenía controlados del todo. Después llegó Kía.
_ Es buena, la iban a enviar a un reformatorio por robo de autopartes_ explicó César _ Puede sernos muy útil_
Cuando la vio por primera vez, no tenía nada que ver con la chica alegre que ahora visitaba el hotel de tanto en tanto. No, en aquel entonces Kía era un revoltijo de cabello castaño y malhumor, siempre a la defensiva.
_ Si voy a robar, más vale que gané algo_ fue lo primero que dijo al verlo
Otro espíritu rebelde, solo que con mayor edad, al principio no parecía un problema, pero pronto empezó a organizar a sus compañeros para que se rebelaran. Tuvo que buscar nuevas estrategias para controlarla, la solución fue hacerla más unida con los pequeños del hogar, así podía mantenerla al margen del mismo modo que hacía con Arturo.

Se detuvo frente a su edificio trayendo a su mente la imagen de aquella fotografía con la que los señores Vélez buscaban con desesperación a su hija y la forma en que borró toda evidencia de que esa hija era Kía.
A los pocos meses de la llegada de la adolescente, llegó otro interno: Martín.
_ ¿Realmente crees que podrá sustituir a Seba?_ preguntó, pues su interno estrella acaba de cumplir la mayoría de edad
_ Solo ha robado comida, pero con la instrucción necesaria, pronto aprenderá_
Levantó una ceja al observar al desnutrido niño lleno de mugre en la ropa, cabello y piel. Si robaba comida, seguramente no era muy bueno, pero Arturo y los mellizos no tardaron en encariñarse de él. Ahora tenía una nueva arma.

Subió las escaleras recordando aquella ocasión en que obligó a Arturo a allanar una residencia encerrando a Martín en el sótano, amenazando con dejarlo ahí hasta que no le llevara el anillo de oro de la señora que ahí habitaba.
En el transcurso de esos meses perdió a dos internos más que cumplieron 18 y tomaron su propio rumbo, debía buscar nuevos reclutas. Y pronto apareció Lucía.
_ Era toda una pandilla, los separaron y nos mandaron a ella_ explicó César
_ Servirá para los trabajos sencillos_ comentó observando a la niña
Lucía era pequeña, delgada y sumamente callada. Perfecta para labores de máxima discreción, además, por ser la más pequeña, el resto la defendía y hacía lo posible por rescatarla de los castigos, llevando a cabo los trabajos que él les pidiera.

Entró a su apartamento, pensando en ese fatal día, cuando su mundo comenzó a derrumbarse. El trabajador social había indicado que los chicos necesitaban una figura materna y les ordenó contratar a una mujer para trabajar con ellos. La idea era conseguir a alguien que pasara medio día ahí y cansarla rápidamente con tareas absurdas y el supuesto mal comportamiento de los chicos. Pero Mónica apareció y César se enamoró.
Pronto Mónica era una presencia constante en el hogar y entre más tiempo pasaba ahí, más descubría sobre el el funcionamiento del lugar.
Sin darse cuenta, empezó a organizarse con los chicos para destruir su pequeña corporación.
Con esas ideas liberales, comenzó a despertar la rebeldía de Kía, quien se unió a su plan.

Se dejó caer sobre el sillón.
Cuando la rebeldía de Kía fue insostenible, fue él mismo quien la entregó con sus padres, no sin antes advertirle que si contaba algo de lo ocurrido en sus años con él, sus amigos pagarían las consecuencias.
Al parecer con eso y el despido de Mónica, se acababan sus problemas, pero entonces Paula llegó con toda su actitud caprichosa de niña mimada y Mónica consiguió empleo en la tienda a un lado del hogar.
_ ¡La quiero lejos!_ gritó enfadado
_ Lo sé, la estoy convenciendo de tomar otro empleo_ comentó César
Pero nunca la convenció. Ella siguió en contacto con los chicos y pronto logró convencer no solo a Paula, sino también a Martín y los mellizos de rebelarse.
Cada vez que ellos desobedecían sus órdenes, Arturo salía a su rescate, recibiendo infinidad de castigos por sus amigos, parecía imposible que él se revelara.

Cerró los ojos, dejándose inundar por completo por los recuerdos. El hogar iba ya en picada cuando lo encontró.
_ Eso no es tuyo_ dijo aprisionando la pequeña mano que intentaba hurtar su cartera en medio de la plaza
Se detuvo en seco al notar las facciones del infante, era extremadamente parecido a él cuando era pequeño y además llevaba un curioso objeto colgado al cuello.
_ ¿Cómo te llamas?_
_ Julián_ respondió intentando zafarse de su agarre
_ ¡Suéltelo!_ exclamó El lobo interponiéndose entre ellos
_ ¡Intentó robarme!_ exclamó _ O viene conmigo o desarmó a toda tu pandilla_
Conocía a El lobo y su cuadrilla, pero no se metía con ese grupo de adolescentes. Era una especie de pacto, pero quería a ese niño en su hogar, sin duda alguna.
_ Si para mañana no está en mi hogar, todos acabaran en el reformatorio. Y sabes que no estoy jugando_
El lobo se mantuvo firme en su decisión, pero sus compañeros; que conocían bastante bien su poder; lo obligaron a dejar ir al pequeño.
Desde entonces ya sospechaba la verdadera identidad del menor.
_ ¡No!, ¡No, no y no!_ gritó César al ver a Julián _ ¡Nos llevará a la perdición!... Mándalo a un orfanato_
_ Es bueno robando_ se justificó
_ Pero no me agrada, ¡Llévatelo!_
Se negó y terminó conservando a Julián en el hogar. Y el resto no necesitaba recordarlo, lo sabía muy bien.

Lanzó un suspiro al aire. Les había causado mucho daño, a todos ellos y era momento de repararlo.

jueves, 15 de junio de 2017

Capítulo 91: AUDICIÓN

Después de su charla con Flor ella lo acompañó a ver a Emi, les dijo que tenían que hablar y fue con ellos hasta la fuente del hotel.
_ Ustedes dos tienen algunos secretos que contarse_ les indicó _ Los dejó para que hablen tranquilos_ concluyó alejándose
Quedaron solos, en la misma fuente que habían mantenido su primera conversación real, ahí donde nació su amistad e inició su historia.
_ Tengo algo que contarte_ dijo armándose de valor
_ Yo también tengo algo que contarte_ comentó Emi sentándose a la orilla de la fuente _ Yo besé… bueno, Matías me besó ayer antes del partido_
Sintió un dolor en el pecho y pudo notar como un nudo se formaba en su garganta, aunque no sabía si era por lo que acaba de escuchar o por lo que estaba a punto de decir.
_ Ayer Amanda me besó antes del partido_ confesó _ Y creo que me gustó ese beso_
_ ¿En serio?_ preguntó ella sin rasgos de enfado _ ¡Es genial!... No pensé que ella gustara de ti pero…
_ ¡Emi!_ la interrumpió _ Te acabó de decir, a ti; mi novia; que besé a otra chica, ¿Y reaccionas así?_
_ Es que estoy contenta por ti_ dijo sinceramente
_ ¿A ti te gusto el beso de Matías?_
Su semblante cambió, no necesito su respuesta.
_ Creo que no funcionamos bien como novios_ comentó con dificultad _ Te quiero Emi, lo sabes. Te quiero mucho_
_ Y yo a ti… eres de las personas más importantes en mi vida_
_ Pero no creo que debamos ser novios… ¿Eso afectará nuestra amistad?_ preguntó preocupado
_ ¡Nunca!_ respondió ella _ Eres mi mejor amigo, eso no cambiará jamás_
_ Te quiero mucho_ la abrazó sabiendo que ese era el final de su romance
_ Y yo a ti, Eze_ lo abrazó con fuerza.

Escuchó atento al joven que se encontraba en su oficina, tratando de seguir el ritmo de sus palabras, aunque le costaba un poco comprender del todo su forma de expresarse.
_ Básicamente me estás pidiendo trabajo, ¿Cierto?_ preguntó después de que terminó de hablar
_ Simón, necesito una chamba_ respondió El lobo
_ Mira, es un poco complicado… ¿Sabes manejar?_
_ Clarín, desde morrito_
_ Tengo una vacante para vallet parkin, ¿Te interesa?_
_ Yo no sé bailar ballet_ exclamó El lobo
Él rio claramente divertido.
_ Serás acomodador de autos, aunque debo advertirte que si dañas alguno, los gastos correrán por tu cuenta… ¿Estás de acuerdo?_
_ Segurolas patrón, ¿Cuándo empiezo?_
_ Mañana preséntate en mi oficina a las dos de la tarde_
_ ¡Gracias, Don!... ¡No se arrepentirá!_ sonrió
Él sonrió de vuelta, esperando realmente no arrepentirse.

Al día siguiente se llevaban a cabo las audiciones para el show de talento en el auditorio de la escuela. Él había optado por participar junto a Emi tocando una canción que sus padres incluían en su primer y único disco.
_ Vamos después de Arturo y Eze_ comentó Emi dándole un pedazo de cartón con un número escrito
Vio subir a Arturo y Ezequiel al escenario, también notó el efecto que el quinceañero generaba en el auditorio. Todas las chicas comenzaron a amotinarse hacía la parte frontal del escenario, incluyendo a Amanda.
Lanzó un suspiro de resignación, ¿Podía competir realmente con Arturo?
_ Esto será interesante_ dijo su hermana fijando la vista en el menor de los Lagos
_ ¿Pasa algo entre Ezequiel y tú?_ cuestionó
_ Ya te contaré todo_ respondió ella _ Ahora vamos a escucharlos_

Desde el primer día de clases, Arturo le había parecido el chico más maravilloso de la escuela. Lo vio por primera vez en los pasillos de la escuela, con ese corte al estilo militar y un par de moratones en el rostro, un rebelde, o eso parecía. Después investigó un poco y descubrió que en realidad era un deportista con toques de trovador, eso la cautivo aún más.
Y luego formó amistad con Oscar, el pseudo hermano menor del atractivo quinceañero. Estaba decidida a conquistarlo, porque ese chico tan guapo, si o si tenía que ser su novio.

Nunca había visto a Amanda como una opción romántica, después de todo, desde el primer día de clases había quedado claro que Oscar se interesaba en ella y tomando en cuenta su experiencia en el pasado, consideraba que no era buena idea involucrarse en otro triángulo amoroso con él.
Además sus sentimientos por Emi se volvían cada vez más intensos y confusos. Ahora sabía que la quería, pero de una manera diferente, sin embargo sus sentimientos por Amanda después de ese beso eran un tanto confusos.
_ Perfecto_ dijo el profesor una vez que terminaron su presentación _ Aprovecho para informarles que mañana se publicará la lista de los seleccionados para el show_ indicó _ Ahora suban los siguientes_
Se colgó su guitarra al hombro y le dedicó una sonrisa a Amanda, ella sonrió de vuelta, aunque parecía un poco distraída.
_ Buena suerte_ le dijo a Emi cuando ella subía al escenario.

Observaba las fotografías con detenimiento, esa era su historia familiar. Era verdad que se parecía a su padre, sin embargo no sentía que las personas de esas imágenes fueran su familia.
_ Ella era tu mamá_ señaló Agustín
_ ¿No era también tú mamá?_ cuestionó
_ No, ella era mi madrastra… somos medios hermanos_ explicó
Él asintió.
_ ¿Puedo ir a jugar con Lucí y Benja?_ preguntó mirando a Flor
_ Si_ respondió ella
Se levantó del sofá y salió a encontrarse con sus amigos.

La indiferencia de Julián ante su historia lo inquietaba, especialmente porque desde que lo conoció siempre había expresado su interés por saber de su familia, pero ahora parecía completamente indiferente a ella.
_ No le importa_ comentó cuando el niño dejó la suite
_ No lo presiones_ indicó Flor _ Dale tiempo de procesar todo, ya es un avance que aceptara verte hoy_
Eso era cierto, pero deseaba acercarse más a él, que pudiera conocerlo en verdad.

Acomodo los puños de su camisa, le gustaba lucir impecable aun cuando estuviera en el trabajo, quizá por la educación que había recibido o simplemente ya era parte de su personalidad.
_ Hola Chaim_ saludo el señor Fernández
_ Hola señor_ respondió con diplomacia
_ Te presento a Tiburcio, tu nuevo compañero_
Observó al chico, era moreno, con el cabello negro lleno de fijador y llevaba puesto un uniforme nuevo, muy mal combinado con unos zapatos desgastados.
_ Por favor, dime Lobo_ dijo el muchacho extendiendo su mano
Respondió el saludo con desconfianza, ese sujeto parecía ser su clara contraparte y probablemente no congeniaría con él en muchas cosas.

La vio entrando al hotel aun con su uniforme escolar y sin dudarlo corrió a su encuentro. Desde el momento en que le había confesado sus sentimientos, estaba decidido a no dejar pasar ni una sola oportunidad para estar con ella.
_ ¿Me viste en la audición?_ preguntó ansioso
_ No, lo siento… No pude ir_ respondió evadiendo el contacto visual
_ Bueno, no importa… Me veras en el show_ sonrió _ Te dedicaré mi canción_
_ ¿Por qué insistes con eso de conquistarme?_

_ Porque sé que lo puedo logar_ dijo plantándole un beso en la mejilla, seguro de que estaba logrando su cometido.