Seis
meses junto a Sara y ya nueve meses desde el momento que la vio por primera
vez, del encuentro en el aeropuerto y el juego del admirador secreto. Recordó
todas sus idas y venidas, la carta en la que le confesó sus sentimientos y el
lapso en el que intentó convivir con Arturo para que ella lo aceptará. Su
primer beso. Todos esos mágicos momentos.
La
esperaba ansioso en el lobby del hotel.
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Disculpa, ¿Sabes dónde queda el elevador?_ escuchó que alguien pregunta detrás
suyo
Se
giró para responder, encontrándose con una chica de su pasado.
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¿Leo?_ exclamó ella para después rodearlo en un abrazo
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¡Olivia!, ¿Qué haces aquí?_ preguntó sorprendido
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Acompaño a mi padre y su novia en un viaje de negocios… parece que estaré un
tiempo aquí… tal vez podríamos salir o hacer algo_ sonrió _ No creí que aún
vivieras en el hotel… Ha pasado demasiado tiempo_
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¿De qué cosa?_ los interrumpió Sara
Llevaba
puesto un vestido rojo y no parecía muy feliz de verlo hablar con esa chica de
ojos azules y perfectas curvas.
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Desde que Leo y yo fuimos novios… ¿Cuánto ha pasado?, ¿Tres años?_
Sara
hizo una mueca de desagrado.
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¡Oh vaya!... ¡Tú debes ser la novia en turno!, Lo lamento_ exclamó Olivia son
una sonrisa _ Tienes suerte de estar con Lagos, nunca te aburres con él, lo
recuerdo muy bien_
La
situación comenzaba a tornarse incomoda y era momento de huir.
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Tenemos que irnos, iremos a cenar_ dijo
_
Adiós, me ha encantado volver a verte_ comentó abrazándolo _ Un gusto
conocerte, cariño_ le dijo a Sara _ Las relaciones con Leonardo no duran mucho,
pero en verdad se disfrutan_
Tomó
a Sara y se dirigieron a la salida lo más rápido que les fue posible.
Los
últimos días lo había notado extraño, triste y sin demasiadas ganas de hacer
cualquier cosa. Retiró el plato de su cena, la cual seguía intacta.
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¿Qué tienes, enano?_ le preguntó
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Nada_ respondió cabizbajo
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Vamos, dime, ¿Qué tienes?_
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¿Me dejarías de querer si me encariño de Agus?_
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¡No!... Enano, ¿Por qué preguntas eso?_
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Rodrigo me dijo que si yo encontraba a mi familia tú y Mau me dejarían de
querer_ respondió
_
¿Cuándo te dijo eso?_ preguntó enojada
_
Antes de que me dijeran que Agus es mi hermano, dijo que si yo llegara a
encontrar a mi familia ustedes no me iban a querer más, porque nadie quiere al
hijo de otros_
Sintió
deseos de golpear a ese hombre, pero también pudo entender porque Julián se
mostraba tan reticente a convivir con su hermano. Solo tenía miedo de perder su
cariño.
Lo
abrazó con fuerza.
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Ni Mau ni yo te vamos a dejar de querer nunca_
_
¿Me lo prometes?_
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¡Te lo prometo, enano!_
Al
día siguiente se encontraba platicando con sus amigas durante uno de los
recesos en la escuela, les contaba de la cena de la noche anterior y lo bien
que la había pasado con Leo.
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¿Y la chica?_ preguntó Kía
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Su ex novia_ respondió molesta _ No pregunté más sobre ella_
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Hace años que vivo en el hotel y no recuerdo a la tal Olivia_ comentó Candela
_
¿No te contó nada?_ insistió Kía
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Nada_
Y
la verdad es que no quería saber, nunca antes se había preocupado por el pasado
amoroso de Leonardo, o no lo había hecho hasta que esa chica apareció.
Adorable.
Esa era la única palabra que se le ocurría para describirla en ese momento. La
veía molesta mientras hablaba, pero seguía pareciendo adorable.
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¡Deja de reírte!, ¡Tenemos que hacer algo!_ exclamó Flor cruzándose de brazos
_
Lo lamento, es que verte así por defender al enano me parece… increíble_
confesó
_
¿Podrías concentrarte?, ¡Te estoy contando lo que hizo ese enfermo De la
Cruz!... ¿Qué clase de persona le dice algo así a un niño de cinco años?_
_
Flor, Flor, tranquila. Sé que no Rodrigo es una persona un tanto retorcida,
pero ya salió de nuestras vidas_ explicó _ ¿Sabes una cosa?, Me encanta que
cuides a los chicos_ sonrió
Ellos
ensayaban cada tarde, sin falta y ella los escuchaba en el marco de la puerta.
Arturo se parecía cada vez más a su padre, a medida que su cabello crecía y las
marcas de sus peleas anteriores desaparecían, podía notar la clara herencia
genética del hombre que alguna vez amo.
_
¿Qué te pareció?_ preguntó el quinceañero con una sonrisa
_
Creo que ganaran_ dijo acercándose a ellos _ Son excelentes_
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Esmeralda, saldré hoy_ anunció Leonardo desde la puerta
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¿Verás a Sara?_ cuestionó Ezequiel
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No exactamente_ respondió el rubio
_
¿Saldrás con la tal Olivia?_ exclamó Arturo molesto
_
¿Cómo sabes de ella?_
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Sara es como mi hermana y te advierto que si la haces llorar, ¡Te mataré!_
amenazó colocándose frente a Leonardo
_
Olivia es solo una vieja amiga, hablaremos un poco, nada más_
_
¡Te lo advierto, Lagos!, ¡La haces sufrir y te asesino!_
_
¡No me molestes, callejerito!_
_
¡No me digas así!_ gritó Arturo empujándolo
_
¡Basta, los dos!_ intervino Ezequiel colocándose en medio de ellos
_
Llegaré antes de las diez_ concluyó Leo para después retirarse
_
Iré a guardar la guitarra_ dijo Arturo saliendo también
_
¡Nunca puedes frenarlos!_ le gritó Ezequiel molesto _ Sabes que siempre pelean
y si no los frenas, terminan golpeándose, por eso Fernández interfiere antes de
que sus disputas suban de nivel_ dijo antes de retirarse también
Era
cierto, no tenía idea de cómo controlar a los dos adolescentes, tampoco tenía
idea de lo que pasaba en la vida de los Lagos o de su propio hijo. Siempre que
alguno de ellos tenía un problema acudían al señor Fernández o a su novia. ¿Qué
hacía entonces ella ahí?
Estar
con ella era extraño. Había sido su primer amor, su romance secreto a los
catorce años y aunque no funcionó, le dejó una huella en la memoria y el
corazón. Ahora buscaba solo su amistad, o eso se decía a sí mismo.
_
Lagos, en verdad no puedo creer que sigas tan guapo_ comentó ella con una
sonrisa
_
¿Y que ha sido de tu vida?_ preguntó
_
Viajar, viajar mucho_ respondió _ Recuerdo que tú también viajabas mucho cuando
éramos niños_
Se
conocían desde muy pequeños, encontrándose en diversas ocasiones durante los
viajes de sus padres. Sin embargo después de la muerte de su padre, se acabaron
los viajes, se estableció en el hotel y no creyó volver a verla. Después ella
llego al Royal y ahí surgió su amor. Terminó porque empezó a interesarse en
otras chicas y eventualmente ella se fue.
_
Extraño esos tiempos_ confesó
_
Podemos revivir esa época_ sonrió ella
Los
observó, intentando que la ira que sentía no se apoderara de ella, pues ver a
Leo con esa rubia le hacía hervir la sangre.