viernes, 23 de junio de 2017

Capítulo 93: CHARLAS DE HERMANOS

Lanzó un suspiro al aire. Les había causado mucho daño, a todos ellos y era momento de repararlo.

Había llegado el momento de contarle a su hermano todo lo ocurrido desde el fin de semana en el bosque, aun cuando sabía que él enfurecería, le pidió hablar en el restaurante del hotel. Así al menos podría recurrir al Chef Pablo si algo salía mal.
_ ¿Entonces fueron novios una semana?_ preguntó cuándo ella terminó de hablar
_ Si_ asintió nerviosa
_ ¿Y Amanda lo besó?_
_ Así es_
Oscar cerró los puños y golpeó la mesa con fuerza.
_ ¡Le gustan todos menos yo!_ exclamó indignado
_ ¿En verdad eso es lo que te molesta?, ¿No el hecho de que haya salido con Ezequiel a escondidas?_
Él se encogió de hombros.
_ Sabía que al final no te quedarías con él, son grandes amigos pero como pareja… ¡Vamos!... ¡No tienen esa química!... Además a ti te gusta Matías_
_ Tal vez si no fuera tan insoportable podría gustarme_ respondió
Pero lo cierto era que Matías le parecía atractivo y esa necedad suya estaba empezando a rendir frutos.

Siempre le había sido complicado hablar sobre temas profundos con otra persona, sin embargo con Arturo no parecía demasiado difícil, quizá porque el quinceañero sabía escuchar, cosa que nadie en su familia tenía conocimiento.
_ ¡No puedo creer que tú y Emi salieran por una semana y nadie lo notó!_ exclamó Arturo
_ ¿Qué cosa?_ preguntó Leo entrando a la habitación
_ Le contaba que Emi y yo fuimos novios una semana en secreto_ explicó
_ ¿Y quién fue la chica que te besó?_  preguntó el quinceañero
_ ¿Una chica te besó?_ exclamó Leonardo con sorpresa
_ Si, pero esa información prefiero guardármela_ dijo sonriendo _ Así que escúchame: los mejores amigos seguimos siendo siempre los mejores amigos_
_ Es distinto, tú y Emi son amigos por así lo decidieron… se confundieron, pero su amistad es verdadera. Yo me hice amigo de Cande porque ella me gusta… solo que me canse de fingir… nunca quise ser su amigo_
_ Se complican demasiado, yo nunca fui el amigo de Sara, siempre fui directo con ella_
_ Claro, “príncipe hotelero”_ dijo Ezequiel con ironía

Ella los observaba desde el marco de la puerta, era la primera vez que los veía a los tres juntos sin intentar asesinarse. En un acto casi involuntario llevo su mano derecha a su vientre, otra vida estaba creciendo dentro suyo y la necesitaría.
Vio a Arturo, sonriente platicando con los hermanos Lagos. Él también la necesitó, pero no estuvo y él había sabido arreglárselas sin ella, aún ahora que estaban juntos, seguía librando la batalla sin necesidad de que ella interviniera.
Quizá no era lo que esos tres chicos necesitaban en sus vidas, pues apenas podía con la suya propia.

A la mañana siguiente apareció puntual en el restaurante del hotel, no sabía porque Franco los había citado ahí tan temprano. Entró y saludó a Guillermo y al Chef Pablo, tomando asiento al lado de su mejor amigo.
_ ¿Por qué nos pidió venir?_ preguntó confundido
_ Ni idea, tal vez quiera hablar sobre algún evento en el hotel_
Analizó la posibilidad, pero el evento más próximo era la fiesta de fin de año y faltaba un mes para ello.
_ ¡Bienvenidos, caballeros!_ dijo Franco uniéndose a ellos
_ ¿Cuál es el motivo de esta reunión?_ cuestionó Guillermo
_ ¡Me casaré!_ exclamó Franco con una sonrisa
_ ¿Con Almita?_ preguntó el Chef alegre
_ ¡Por supuesto!... Le pediré matrimonio en la fiesta de fin de año y quiero que ustedes me ayuden a planear todo_
Se puso de pie y rodeó a su amigo en un abrazo, ahora eran todos unos hombres de familia.

Ella mejoraba cada día, sus movimientos se volvían más precisos y aumentaba su destreza para saltar, se movía con elegancia y gracia. Se sentía orgullosa de ella.
La vio deslizarse sobre el hielo y dar un salto, dando una vuelta en el aire, pero al bajar, cayó de golpe sobre la pista.
_ ¿Estás bien?_ preguntó corriendo a auxiliarla
_ Si, pero ese giro me está costando mucho_ respondió Paula _ Así nunca me tomaran en cuenta para las regionales_ reprochó _ ¿Me ayudas a practicar?_
No solía patinar mucho últimamente, pero le gustaba volver al hielo.
_ Si_ respondió yendo a buscar un par de patines
_ ¿Tú y Mau se casaran?_ preguntó la niña cuando entraba en la pista
_ No lo sé, ¿Por qué?_
_ Me agrada tenerte como hermana mayor_ sonrió Paula
Ella también sonrió, realmente disfrutaba también de ser parte de esa familia.

Cuando llegó con una bicicleta nueva, Lucía y Benjamín habían estallado de felicidad, pero Julián no. Él solo permaneció viendo el regalo con cierta indiferencia. Al final los otros dos niños lo habían convencido de probarla y ahora su hermano menor volvía con un raspón en la pierna.
_ ¡Duele!_ exclamó el niño cuando colocó un algodón con alcohol sobre su herida
Vio entonces el tatuaje en el tobillo de Julián, inundándose de culpa.
_ ¿Recuerdas cuando te lo hicieron?_ preguntó
Al instante notó como Mauricio se tensaba en clara intención de atacarlo, le agradaba que cuidara tanto de su hermano.
_ No_ negó el pequeño
_ Te desmayaste. Te dolió tanto que te desmayaste y yo casi mató a César por llevarte_ explicó
Nunca fue un secreto que tenía una debilidad por él. En su estancia en el hogar, jamás lo castigo ni lo trató con la rudeza que utilizaba con los otros chicos.
_ Recuerdo que César me llevó por intentar escaparme_ comentó Julián
_ Si, siempre intentabas volver con El lobo_
_ Por cierto, ¿Ya lo viste?, Está trabajando como vallet parking_ los interrumpió Mauricio
_ Iré con él_ dijo el niño poniéndose de pie para después salir de la suite
_ Si lo llegas a lastimar a él o algún otro de los chicos, juro que te mataré_ sentenció el gerente del hotel
_ Lo que menos quiero es dañarlos, y menos a Julián… estoy intentando reparar todo el daño que les hice_ explicó
_ Pero yo no confió en ti… así que recuerda que te estoy vigilando_

 Cuando se es adolescente, seis meses pueden parecer un lapso de tiempo bastante grande y por eso un aniversario de medio año de relación se convierte en toda una ocasión, un motivo de festejo extremo y razón suficiente para gastar la mitad de sus ahorros en una cena en el mejor restaurante de la ciudad.
Seis meses junto a Sara y ya nueve meses desde el momento que la vio por primera vez, del encuentro en el aeropuerto y el juego del admirador secreto. Recordó todas sus idas y venidas, la carta en la que le confesó sus sentimientos y el lapso en el que intentó convivir con Arturo para que ella lo aceptará. Su primer beso. Todos esos mágicos momentos.
La esperaba ansioso en el lobby del hotel.
_ Disculpa, ¿Sabes dónde queda el elevador?_ escuchó que alguien pregunta detrás suyo
Se giró para responder, encontrándose con una chica de su pasado.


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