miércoles, 29 de marzo de 2017

Capítulo 80: DESPEDIDO

_ Ya vuelvo_ comentó a Estrella para después seguir al gerente
Entraron juntos a la oficina y tomaron asiento.
_ Rodrigo, no sé cómo decirte esto, así que simplemente seré directo: estás despedido_ decretó
_ ¿QUÉ?_
_ Aquí tienes un pago equivalente a un mes de trabajo_ explicó extendiéndole un sobre _ Tienes 24 horas para desocupar tu suite_
_ ¿Despedido?_ exclamó indignado _ ¿Por qué?... ¿Acaso no soportas verme con tu ex, Fernández?_
_ No tengo problema con que salgas con Estrella, pero si con que te metas con mis chicos_
_ ¿De qué hablas?_
_ De tu cuarto secreto lleno de información sobre ellos_
Intentó hablar para defenderse, pero Mauricio lo interrumpió
_ Y ni te preocupes por el Sr. Palacios, ya hable con él: está completamente de acuerdo con esta decisión_ sentenció con firmeza_ Tienes 24 horas_ repitió y salió de la oficina

La interceptó en la entrada del hotel, era momento de comenzar a ser diferente, a actuar diferente.
_ Sara, espera_ la detuvo tomándola del brazo _ Quiero hablar contigo_
Ella lo miró, había algo extraño en sus ojos: una mezcla de dolor y odio.
_ No tengo nada que hablar contigo_ espetó Sara zafándose de su agarre
¿Ese era el camino correcto?, ¿Tenía que remar para llegar nuevamente a ella?

Regresaba de la escuela en compañía de los chicos, solo que esa tarde no se encontraba de ánimos para seguir las bromas de los mellizos o pelear con Paula, estaba devastado por sus hallazgos.
_ Ven acá, mocoso_ exclamó Rodrigo jalándolo del brazo
Esta vez no puso resistencia, ni para eso tenía fuerzas.
_ Suéltame_ dijo con desánimo
_ ¿Entraste a mi suite?_ preguntó
_ Ahora no, De la Cruz_ intentó esquivarlo
Rodrigo lo sujetó con fuerza del cuello de su camisa escolar.
_ Responde, mocoso: ¿Entraste a mi suite?_ gritó
_ Si, entré… y descubrí que mi papá…
No pudo completar la frase, pues se le había formado un enorme nudo en la garganta.
_ ¡Así que fuiste tú!, ¡Tú le contaste todo a Fernández!, ¡Por tu culpa me despidieron, mocoso!_
Lo sujetaba con más fuerza, gritándole justo en el rostro.
_ ¡Me las pagaras!_ exclamó soltándolo finalmente, con tanta fuerza que lo hizo caer al piso.

Llegó a la suite muy emocionada, al fin tenía todos los modelos para la siguiente temporada, ahora solo necesitaba convencer a los chicos de participar en la pasarela.
_ ¿Qué les parece?_ preguntó señalando sus diseños que se exhibían sobre la mesa de centro.
_ ¡Son hermosos!_ exclamó Paula _ ¡Este tiene que ser para mí!_ señaló
_ ¡Esa falda es muy corta para ti!_ la interrumpió Mauricio _ ¿No tienes algo más adecuado para su edad?_
_ Mau no seas pesado_ dijo ella _ Pau se verá hermosa_
_ ¿Nos podemos quedar con la ropa después del desfile?_ preguntó Sara con emoción
_ Claro que si_
_ ¿Ven?, Mi mamá es genial_ comentó Julián abrazándola
Esa era la vida que deseaba tener, curiosamente la que menos imaginó y ahora la hacía sentir tan plena.
_ Bueno, podemos dejar lo de los diseños para después… Te recuerdo que nosotros tenemos una cita esta noche_ le dijo Mauricio con una sonrisa
Los chicos no tardaron mucho en comenzar a lanzar comentarios sobre su historia de amor, haciéndola sonrojar.

Estaba furioso, con ganas de golpear todo lo que se le pusiera enfrente. Acababa de cortar una llamada con Jacob Palacios, quien le había confirmado su despido.
_ ¿Puedo entrar?_ preguntó Estrella
_ Ahora no, amor… Me acaban de despedir_ espetó enojado
_ ¿Despedir?, ¿Por qué?_
_ Parece que tu ex está celoso_ respondió
_ ¿Qué?_
_ Si, por eso me despidió. No soportó verme contigo_
_ ¡Lo voy a matar!_ exclamó ella saliendo de la suite

Se encontraban en la sala de la suite, eligiendo la ropa que usarían en el su desfile, al parecer Paula y Sara eran las más entusiastas con la idea, mientras que el resto solo curioseaba las prendas que les llevó esa tarde.
_ ¡Esa es para mí!_ exclamó Emi al ver una sudadera color verde agua
_ Sabía que te gustaría_ sonrió satisfecha
_ Yo aún no sé si voy a participar en esto_ comentó Arturo
_ Con este conjunto las enamoras a todas_  dijo Sara señalando uno de los diseños
Escucharon que tocaban el timbre de la suite, al instante Lucia se levantó para abrir. Pocos segundos después regresó acompañada por Matías.
_ Emi, te buscan_ anunció la niña
La chica se puso de pie, tomó a Matías del brazo y salió de la suite.
_ Mi equipo va ganando la apuesta_ sonrió ella

En el pasillo del tercer piso del hotel, se encontraban ellos dos. No entendía que hacía él ahí, ¿Por qué era tan insistente?
_ ¿Y bien?, ¿Qué quieres?_ preguntó cruzándose de brazos
_ Verte_ respondió _ Emi, quiero cambiar de estrategia… Eso de competir, de llevarnos pesado y retarnos todo el tiempo es obvio que no está funcionando… ¿Qué tengo que hacer para acercarme a ti?_
_ ¡Dejar de ser tú!_ exclamó _ Machito, ¡No te soporto!_
Intentó darse media vuelta para marcharse pero él la aprisionó en un abrazo, haciendo que quedaran demasiado juntos.
Lo observo con detalle, sus ojos verdes parecían tener un brillo especial y su sonrisa ser cautivadora. Sentir sus brazos rodeándola generó una extraña sensación en su estomago
_ ¿Dónde está el señor Fernández?_ los interrumpió Estrella
_ En la suite_ señaló Emi
Vieron a Estrella seguir su camino.
_ ¡Ahora vete de aquí!_ dijo empujando al chico
_ Solo si aceptas ir conmigo a comer mañana_ sonrió
Esa sonrisa le parecía de pronto hermosa, y sintió nuevamente esas mariposillas en el estómago.
_ ¡Largo!_
_ Mañana a las 3 vengo por ti_ concluyó antes de marcharse

Seguían eligiendo los diseños que usarían en el desfile, ciertamente le divertía ver a los chicos tan emocionados con la idea de Flor y sobretodo le alegraba saber que esa noche tendrían una cita muy espacial.
_ Con esto quizá alguna chica me mire, ¿No?_ comentó Oscar señalando un saco sport
_ Con ese conjunto, conquistas a cualquiera_ respondió Flor
El timbre sonó y una vez más fue Luci quien abrió, sin embargo esta nueva visita no fue tan tranquila como la anterior.
_ ¿Se volvió loco?_ preguntó Estrella furiosa
_ ¿De qué hablas?_ exclamó confundido

No recibió una respuesta, en lugar de eso, sintió la palma de Estrella chocando directamente contra su mejilla.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Capítulo 79: LAS TONTERÍAS DE LEO

_ Leo, ya casi es invierno, me estoy congelando… ¿No podríamos hablar mañana?_
_ No, Sara… Esto es complicado…
_ ¿Vamos a terminar?... Si es así, está bien, solo dilo_
Esas palabras le llegaron como cuchillos al corazón, parecía tan indiferente, tan fría al hablar, que simplemente parecía que no valía la pena luchar.
Olvidó todo lo que tenía para decirle, todas esas palabras sobre el amor y el perdón, las dejó de lado.
_ Si, quiero terminar_ soltó sin siquiera notar lo que estaba diciendo 
_ Bien, terminamos_ concluyó ella dando media vuelta
Quedó paralizado, viendo cómo se alejaba, quería decir algo, detenerla, pero no lo hizo. Solo la miro y cuando estuvo lo suficientemente lejos, se soltó a llorar lleno de tristeza y de ira, acababa de cometer la mayor tontería de su vida.

Bajaron al lobby para volver a casa después de cenar, sin embargo se detuvieron en el lobby sentando al niño justo en medio de ellos. Julián los observaba detenidamente, quizá tratando de averiguar lo que estaba ocurriendo.
_ Enano, sobre tu hermano…
_ No quiero hablar de eso_ lo interrumpió _ Mis papás murieron, nunca los voy a conocer y mi hermano me abandonó… No quiero saber nada más sobre los Garcés_
_ Julián, tu hermano no te abandonó_ dijo Flor
_ Se fue sin despedirse… me abandonó_
_ ¿No quieres saber nada de tu familia?_ insistió ella
El niño vaciló por unos segundos.
_ ¿Cuándo es mi cumpleaños?_
Flor se detuvo a recordar, acarició el cabello del pequeño y finalmente respondió.
_ 25 de diciembre, naciste en navidad_
_ ¿Por qué mi medallita decía “Julian. A” si se supone que me llamo Valentín?_
Flor sonrió.
_ Tu mamá se llamaba Juliana, esa medallita era suya y en la joyería escribieron mal su nombre_
_ ¿Cómo es que llegué al orfanato si mis padres murieron en el incendio?... El director me dijo que me encontraron en la puerta del orfanato_
_ Eso no lo sé, enano. No tengo todas las respuestas_
_ ¿Estás bien?_ preguntó
_ Si, no quiero saber más de ellos. Soy Julián y ustedes son mis papás… aunque es bueno tener un cumpleaños_ sonrió y los abrazó con fuerza
Se alegró de saber que no habían perdido su cariño, pues para él y para Flor, ese niño era su hijo.

Entró a su habitación lleno de rabia, su cobardía o quizá su falta de preparación para esas situaciones lo había hecho perder a la única novia real que había tenido. Estaba enojado consigo mismo. Sara era su apoyo en los momentos difíciles, su isla de paz en medio de la tempestad y acababa de perderla.
Golpeó con todas sus fuerzas la pared y lanzó por los aires los objetos que se encontraban sobre su cómoda.
_ ¿Te volviste loco, riquillo?_ preguntó Arturo entrando a su habitación
_ ¡Fuera de aquí!_ gritó lanzándole un almohadón de su cama
El quinceañero logró esquivar el proyectil y acercarse más a él.
_ ¿Quieres calmarte?, ¡Vas a romper todo!_ exclamó colocándose de frente a él
Era más alto que Arturo, sin duda podía vencerlo si intentaba pelear con él. No quería ver a nadie en ese momento, así que empujó al quinceañero.
_ ¿Qué te pasa?_ cuestionó el chico
No le prestó atención y siguió con su torbellino destructivo arrasando con todo en su habitación, al menos así fue hasta que sintió todo el peso de Arturo tacleándolo sobre su cama.
_ ¿Qué diablos te pasa?_ gritó el quinceañero enfurecido
_ ¡Corté con Sara!_ respondió con el mismo tono al tiempo que empujaba a su oponente para que cayera al suelo
_ ¿Por qué?_ cuestionó Arturo levantándose del piso
Hasta ese momento fue consciente de que había tirado al chico que tenía el brazo lastimado, pero no le dio importancia.
_ Porque soy un idiota_ respondió intentando contener las lagrimas
_ Concuerdo con eso, pero ¿Por qué terminaste con ella?_
Quiso golpearlo, pero sabía que tenía razón. Era un idiota y un cobarde.

Era media noche, desde el regreso de los chicos tenía esa costumbre de levantarse a esa hora para ver cómo estaban. Quizá se estaba volviendo sobreprotector con ellos, o quizá solo le gustaba verlos dormir y pensar que podían llegar a ser tranquilos.
Abrió la puerta de su cuarto y se detuvo en el umbral, en la sala se encontraba Martín, sentado en el sillón con la mirada clavada en la ventana.
Se acercó en silencio, se sentó a su lado y lo abrazó con fuerza. El niño correspondió el abrazo, sujetándolo con fuerza, como aquella vez en que lo había ayudado a superar sus pesadillas.
_ No puedo creer que no lo veré nunca más_ sollozó sujetándolo con fuerza _ Siempre creí que volvería por mí_
Lo abrazó con más fuerza, se sentía devastado por verlo así.

Durante las últimas semanas acostumbraban llevar a Sara con ellos, pero ahora sentía brutalmente su ausencia al dirigirse a la escuela. Se preguntó si Chaim se sentiría de esa forma al ver a Kía, aun cuando sabía que sus situaciones eran distintas. Kía era quien había dejado a Chaim y por un motivo justificable, mientras que él, había dejado a Sara por mera cobardía.
_ Habla con ella_ le dijo Arturo cuando bajaron del auto
_ ¿Y qué le digo?_
_ La verdad: que eres un idiota_
Quería golpearlo, hacer que se tragara sus palabras, pero tenía toda la razón. ¿Tanto le costaba enfrentar una discusión que había preferido dejar a su primera novia formal?
Era momento de dejar de actuar como siempre lo hacía, de hacer las cosas diferentes, porque simple y sencillamente, Sara era una chica diferente.

Leo no era el único con asuntos pendientes por resolver: él también tenía que aclarar un tema con Candela. Le parecía tan absurdo encontrarse atrapado en medio de ese triángulo amoroso, siendo que la única persona que le interesaba era Kía.
_ ¿Puedo hablar contigo?_ preguntó acercándose a Candela
Ella asintió observándolo atentamente
Fueron a uno de los bancos de la escuela para poder platicar más tranquilos.
_ Cande… Hay algo que quiero preguntarte_ comenzó a decir _ Escuché que yo… bueno… que yo te gusto… ¿Es cierto?_
Ella se ruborizo y bajo la mirada.
_ Necesito saberlo, Cande, ¿Yo te gusto?_ insistió
_ Si_ respondió ella en voz baja _ Desde que llegaste al hotel_ confesó
Lanzó un suspiro.
_ Cande_ tomo su mano _ Yo te quiero, te adoro, pero no te veo de esa forma… tú eres mi amiga, nada más_ explicó
La vio bajar la mirada nuevamente.
_ Perdón que lo diga así, Cande, pero la única chica que me interesa es Kía… y quiero dejarlo muy claro… Tú eres mi amiga y espero podamos seguir así_

Esos días parecían marchar bastante bien para él, estaba iniciando una relación con la mujer más bella del hotel, además esa mañana había recibido una llamada del señor Palacios que lo alegró bastante. Se acercó a Estrella y le plantó un beso.
_ Perdón por interrumpirlos, pero necesito hablar contigo_ dijo Fernández tocando su hombro
_ Ya vuelvo_ comentó a Estrella para después seguir al gerente
Entraron juntos a la oficina y tomaron asiento.
_ Rodrigo, no sé cómo decirte esto, así que simplemente seré directo: estás despedido_ decretó
_ ¿QUÉ?_



NOTA: Estos días no he escrito tanto como me gustaría, tengo demasiadas ocupaciones y vivo a prisa, pero procuro no abandonar esta historia y estoy trabajando en los capítulos finales. Con el propósito de tenerlos listos (y muy bien hechos) haré otro corte en la historia, en el capítulo 85 y volveré con los últimos capítulos en Mayo.