Se
aventuró a tomar su mano, rogando que ella no se asustara. No lo hizo, lo
sujeto también y sintió que su mundo estaba completo.
Se
olvidó de la muerte de su tío, del próximo nacimiento de su primo, de los
problemas con su hermano mayor, incluso se olvidó de la película que veían. Se
concentró solo en ella.
_
Te quiero_ dijo en voz baja
Ella
volteó a verlo.
_
También te quiero, Eze_ respondió tímida
Después
unos segundos de silencio y tal como si fueran dos imanes que se atraen con
fuerza, unieron sus labios en un beso.
Era
increíble como su vida había cambiado tanto en menos de un año. Recordaba lo
que hacía un año atrás, por esas fechas planeaba su segundo aniversario con
Flor y recibía el comunicado de la próxima visita del señor Palacios al hotel,
en ese momento esas eran sus mayores preocupaciones. Ahora se encontraba
cuidando de Martín que deseaba conocer las respuestas a sus preguntas y él
tenía que enfrentar a Rodrigo.
_
¿Podemos hablar?_ preguntó Flor entrando en su oficina
_
Si, adelante… Solo no hagas mucho ruido, Tincho se quedó dormido_ señaló
Se
sentó a su lado.
_
Me preocupa Julián… actúa muy extraño_
_
Lo sé, hablaremos con él después de cenar_ explicó _ Flor… ¿Sabes qué día es
mañana?_ preguntó observándola
Ella
formó una sonrisa.
_
Sería nuestro tercer aniversario_
_
Es nuestro tercer aniversario_ la corrigió _ Cometimos errores, los dos, pero
quisiera que eso quede en el pasado… Y retomar todo donde lo dejamos_
_
Sabes que no es posible… Mau, ahora están los chicos, yo tengo un hijo y tú
tienes a nueve chicos a tu cargo… Nada es como antes_
_
Pero es mejor_ la besó
_
Si, es mejor_ reiteró ella y lo besó de vuelta
_
Aún me debes una cita mañana_
_
Ahí estaré_
Después
de ese beso, todo parecía confuso, pero no de una forma caótica, sino más bien,
pacifica. No habían dicho una sola palabra después de besarse, solo
permanecieron tomados de la mano, viendo el resto del filme. Ahora salían del
cine, aún sin soltarse.
_
¿Qué sigue ahora?_ preguntó él _ ¿Somos novios?_
Ezequiel
la observaba detenidamente. Ella no sabía cómo actuar. ¿Se estaba enamorando de
su mejor amigo?... ¿Podía confiar en esa sensación de felicidad al estar con
él?
_
No lo sé_ respondió _ De verdad no te quiero perder_ confesó
_
Yo tampoco_ la miro de frente _ ¿Te parece bien si intentamos seguir con las
citas mientras averiguamos que nos pasa?... Y sin importar el resultado de esas
citas, prometemos seguir siendo amigos siempre_
Lo
abrazó al instante. Sin duda, él y su hermano eran las personas más valiosas
que tenía en la vida.
_
Me parece perfecto_ respondió
La noche empezaba a caer, poco a poco el
horizonte se llenaba de estrellas y luces de los edificios lejanos. Era una
tarde tranquila, por lo cual podía conversar con ellos sin muchas
preocupaciones.
_
¿Seguro que Kía no está interesada en otro chico?_ preguntó a su amigo por
millonésima vez
_
¡Muy seguro!... Te dijo todo eso por Candela_ reiteró Arturo
_
Quizá si Sara cambiara un par de cosas, todo mejoraría_ comentó Leo hablando
casi para sí mismo
Llevaba
toda la semana con el mismo tema, su pelea con Sara comenzaba a fastidiarlos.
_
¿No piensan hablar nunca?_ preguntó el quinceañero harto de escucharlo
_
¡No sé cómo hacerlo!.. ¡Nunca había peleado con una chica!... Al menos no con
una que me importara_
_
Cuando eso pasa, vas y hablas con la chica hasta que todo se resuelve_ dijo
molesto
_
A ti no te funcionó_ respondió el rubio
Era
cierto, no le había servido de mucho hablar con Kía, pero ¿Era realmente ese el
problema? Quizá no lo había intentado demasiado o no supo cómo hablar con ella.
_
Sentarte aquí a hablar de tus problemas no te ayudara… ¡Además, si siquiera
sabemos por qué pelearon!_ exclamó Arturo
_
Creo que no es feliz conmigo_
Estallaron
en una carcajada.
_
Pareces una chica hablando así_ comentó el quinceañero
_
¡Por eso no les cuento!_ gritó Leo enojado _ Necesito hacer algo_
_
¡Habla con ella!_ exclamaron Arturo y él a la par
Vieron
como el chico rubio se alejaba, aparentemente indignado.
La
vio entrar a la suite con una sonrisa enorme en el rostro, esa no parecía ser
una buena señal. Su hermana se estaba enamorando de su peor enemigo y no
pensaba permitirlo.
_
¿Ya son novios?_ preguntó Lucía llena de curiosidad
_
No, solo acordamos seguir saliendo para averiguar que pasa_ respondió ella
Sintió
alivio al saber que aún no concretaban una relación formal.
_
¿Saldrás con Matías?_ preguntó
_
¡No!... No tolero al machito_
_
Quiero invitar a Amanda al salir, pero no irá a menos que lleve a su hermano…
Ayúdame con esto, ¿Si?_ suplicó
_
Bien, pero solo por ti_
Su
hermana entró a su habitación y él sonrió feliz de haber logrado su objetivo.
_
Ella se quedara con Ezequiel_ comentó Lucía _ Están siempre juntos y se nota
que se gustan_
_
Nada de eso, elegirá a Matías… ¡El chico tiene unos hermosos ojos verdes!_ dijo
Paula _ Además, Ezequiel solo es su amigo_
_
Concuerdo con Paula_ comentó Sara _ Adoro a Eze, pero el otro chico parece
llevar la delantera_
_
¿Estás bromeando?_ interrumpió Arturo _ ¡Ezequiel va ganando!, ¡Ya la ha
besado… Y varias veces! _
_
Desearía no saber eso_ dijo Mauricio _ Pero estoy de acuerdo, Eze tiene más
oportunidades… además así podría vigilarlos_
_
Matías también la besó_ argumentó Flor _ Y su rivalidad la está enamorando_
_
Se quedara con Matías_ asintió Martín
_
¡Con Eze!_ exclamó Julián
_
Eso es, enano_ lo animó Mauricio
_
Son tan ciegos en cuestiones del amor_ comentó Paula _ ¿Quieren apostar?_
En
cuestión de segundos, la casa se encontraba dividida entre los que apoyaban a
Ezequiel y los que apoyaban a Matías.
_
Si, el equipo perdedor preparara la cena todo el mes_ dijo Mauricio
_
¡Trato hecho!_ exclamó Flor
Nunca
en su vida había hecho algo así, estaba acostumbrado a las relaciones cortas,
fugaces y sin mucho sentido. Eran pocas las novias que había tenido a lo largo
de su vida, pero en su experiencia, los noviazgos terminaban con la primera
pelea.
Pero
con Sara todo parecía ser diferente, desde el principio, la forma en que la
había conquistado por medio de los chats en internet y todo lo que había pasado
para confesarle su amor. Sin duda nunca hizo nada siquiera parecido por otra
chica, probablemente no lo haría tampoco en un futuro.
_
Es tarde_ comentó ella al llegar _ Leo, ya casi es invierno, me estoy congelando…
¿No podríamos hablar mañana?_
_
No, Sara… Esto es complicado…
_
¿Vamos a terminar?... Si es así, está bien, solo dilo_
Esas
palabras le llegaron como cuchillos al corazón, parecía tan indiferente, tan
fría al hablar, que simplemente parecía que no valía la pena luchar.
Olvidó
todo lo que tenía para decirle, todas esas palabras sobre el amor y el perdón,
las dejó de lado.
_
Si, quiero terminar_ soltó sin siquiera notar lo que estaba diciendo
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