Tuvo que salir de la suite pues Flor y Mau habían pedido
que salieran para hablar con Sergio y Julián a solas. Por eso decidió ir a su
segundo lugar favorito: la suite del señor Palacios. Se dirigió al ascensor y
presionó el botón.
_ Tenemos que hablar contigo_ dijo Ezequiel empujándolo
contra la pared del pasillo
_ Si, tenemos una conversación muy seria pendiente_
añadió Oscar
_ Calma chicos_
_ Nos traicionaste_ comentó Ezequiel
_ Y pagaras por ello_
El elevador abrió sus puertas y entró de inmediato, sus
dos amigos lo siguieron.
_ No intentes escapar_ dijo el menor de los Lagos
_ Compartimos habitación, así que más vale que te cuides_
Las puertas se abrieron y salió corriendo hacía la suite
del señor Palacios. Adoraba a esos dos chicos, pero ahora lo estaban asustando.
Casi un año de conocerlo, lo había visto triste muchas
veces, pero ese era un caso especial. Julián no paraba de llorar. Sentía que se
le partía el alma al verlo de esa forma.
_ Enano, tranquilo_ dijo tratando de parar su llanto
_ No quería que se muriera_ sollozó
_ Julián, tú no hiciste nada malo_ acarició su cabello
_ Estaba enojado con él y no quise hablarle_ lloró aún
más
La puerta del cuarto de los varones se abrió y por ella
salieron Flor y Sergio.
_ Ya está resuelto, Sergio llamará a sus padres, mientras
tanto puede quedarse aquí_ explicó Flor
_ Si, mañana llamaré a mi padre_
Flor notó a Julián llorando y de inmediato corrió a
abrazarlo. El niño se aferró a ella con fuerza.
_ Iré con Arturo_ comentó el adolescente dejándolos solos
_ Enano… ya hablamos de esto_ comentó plantando un beso
sobre la frente del infante
_ Quiero ver a mi hermano_ dijo Julián entre llantos _
Soy un mal hermano_
_ Julián… no eres mal hermano… lo que pasó con Agus no
fue tu culpa, no fue culpa de nadie_
_ ¡Hola familia!_ exclamó Eddy entrando a la suite
Se puso de pie y tomó al hermano de Guillermo del brazo.
_ Primero que nada, esta no es tu familia… segundo, no
eres bienvenido y tercero, ¡Te quiero lejos del hotel!_ gritó sacando al
muchacho
_ ¿Emi está aquí?_
_ No_
_ Bien, me voy… ¡Nos vemos luego, hermanito!_ se despidió
Cerró la puerta furioso y volvió al sillón junto a su
novia y el más pequeño de sus chicos.
Al caer la noche llegó un poco de paz a la suite, pero
solo hasta después de media noche, después de que Paula y Tincho pelearan por
quien se bañaría primero, después de que Leonardo maldijera a todos por tener
que vivir ahí, después de que Oscar y Ezequiel atacaran a Arturo y después de
que Sara y Emi discutieran por la falta de espacio en su armario. Esa era una
noche normal en su hogar.
_ ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?_ preguntó Flor
_ Dale tiempo, fue una pérdida muy dolorosa para él_
explicó _ ¿Quieres que te acompañe?_
_ No, no quiero que dejes a los chicos solos…
_ ¡Me encanta como has cambiado!_ dijo rodeándola por la
cintura
Comenzó a besar su cuello, pero ella se apartó de
inmediato.
_ ¿Qué ocurre?_ cuestionó
_ ¡Hay once chicos aquí!_ exclamó _ Debo irme_ añadió
cargando a su hijo
_ Te veré mañana_ la besó nuevamente
La vio marcharse y se sorprendió a sí mismo al darse
cuenta lo enamorado que estaba de ella.
Despertó al escuchar su alarma sonar. Se desprendió de su
cobija en un solo movimiento y bajó de su cama de un salto, procurando no
aplastar a Sergio al caer. Tal vez Leonardo tenía razón, su cuarto era
demasiado pequeño. Aprovechando que los demás dormían, corrió al baño antes de
que alguien más pudiera ganarle el lugar.
Se lavó la cara y se miró al espejo, fue entonces que un
grito salió de lo más profundo de su garganta.
_ ¿Qué ocurre?_ preguntó Mauricio
Su tutor quedó perplejo al verlo.
_ ¿Qué te hiciste?_ cuestionó Sara detrás de Mau
_ ¡Yo no hice nada!_ exclamó furioso
_ ¿Qué pasa?, ¿Acaso perdiste tu encanto?_ se burló
Ezequiel
_ ¡Fuiste tú!_ dijo amenazándolo con el puño
_ En realidad fuimos los dos_ aclaró Oscar llegando a la
escena
Dio un paso atrás y volvió a mirar su reflejo. Su cabello
que tanto había tardado en volver a su
tamaño normal, ahora lucía de un horrible tono verde amarillento.
_ ¡Los mataré!_ gritó llevándose las manos a la cabeza
_ Ustedes dos_ señaló Mauricio a los autores de tal
crimen _ Están castigados: Nada de piano ni salidas, nada de amigos y me
entregan sus celulares_ sentenció
_ Valió la pena_ sonrió Ezequiel
_ Y tú, ven conmigo_ dijo tomándolo del brazo _ Te
castigaran todo el siguiente semestre si vas así a la escuela_
El salón Real se había convertido en su santuario, esa
semana estaban disfrutando demasiado el hecho de que ellas siguieran de
vacaciones mientras el resto de los chicos estaban en la escuela.
_ ¿Cuándo piensas contarle a tu primo?_ preguntó Kía a
Sara
_ Pronto… No sé cómo vaya a tomarlo… Por cierto, gracias
por cubrirme_ respondió la chica
_ Basta de hablar de eso… ¡Tenemos que ponernos al día!_
exclamó _ Así que empiecen a hablar chicas_
_ Saben que conmigo está todo mal… Debo aguantar al
traidor de mi exnovio en mi propia casa_ se quejó Sara _ ¿Qué hay de ustedes?_
_ ¡Besé a El lobo en año nuevo!_ gritó Kía con gran
emoción
Comenzaron a abuchear a su amiga.
_ Cuenta más_ suplicó impaciente _ ¿Ya son novios?_
_ Aun no… es complicado… por Chaim_
_ ¡No resisto más!... ¡Chicas, yo también besé a un chico
en año nuevo!_ confesó emocionada
_ ¿A quién?_ cuestionó Sara
_ ¡Sergio!_
Sus amigas soltaron un grito y voltearon a verla de inmediato
_ No sabía que era amigo de Arturo… mucho menos que se
quedaría con ustedes… solo estaba triste y encontré un chico atractivo que
pidió besarme_ explicó
_ ¿Por qué no sales con él?... Digo Arturo ya tiene
novia_ comentó Sara
La noticia la dejó perpleja. ¡No podía ser!... El
quinceañero estaba enamorado de ella, siempre había sido así y no había motivo
alguno por el cual las cosas fueran diferentes.
_ ¿La de secundaria?_ cuestionó Kía
_ ¿Qué le ve a esa niña?_ dijo con tono despectivo
_ ¡Estás celosa!_ exclamó Sara
No quería admitirlo, pero era así. Estaba celosa. No
podía existir un mundo en el cual Arturo no le dedicara canciones, o estuviera
para escucharla al hablar de sus problemas.
La primera semana de clases había transcurrido
rápidamente, sin embargo no significaba que fuera sencillo. Las peleas de los
chicos se habían multiplicado, en el transcurso de los últimos días había
tenido que pintar el cabello de Arturo, frenar a Sergio de golpear a Ezequiel y
Oscar cuando intentaron atacar a Arturo nuevamente.
_ ¡Los voy a matar!_ exclamó el quinceañero entrando a su
oficina
_ ¿Qué pasó ahora?_ cuestionó ya un poco cansado
_ Me atacaron con globos de agua cuando regresé de mi
cita con Amanda_ explicó
Levantó la mirada, efectivamente el chico se encontraba
empapado de pies a cabeza. A pesar de que ya había castigado a los dos
adolescentes, parecían estar empeñados en atacar a Arturo.
_ ¿Has pensado en dejarla… o al menos disculparte con
ellos?_
_ ¡Nunca!... Los tres hicimos nuestro intento por
conquistarla y yo gané…
_ Siéntate, hablaremos de tus problemas amorosos luego…
ahora tengo algo que contarte_ indicó