jueves, 2 de agosto de 2018

Capítulo 9: LOS REENCUENTROS DE AMANDA



_ ¡Dios!, ¿Puedes decir algo o es que como eres mujer me harás sufrir?_
Entonces reaccionó, ese seguía siendo el mismo Matías de siempre, aquel con el que adoraba competir, el machista del salón… Entonces su espíritu guerrero volvió.
_ No sé qué pasa entre nosotros… Y no creo que un beso lo defina_
Matías la miro confundido.
_ ¡Eres insoportable!, ¿No puedes por una vez en tu vida ser clara?_
_ ¿Y tú no puedes por una vez en tu vida ser educado?_ se cruzó de brazos _ No sé qué diablos somos… si quieres podemos averiguarlo… sino damos todo este asunto por terminado_ sentenció
El chico lanzó un suspiro de resignación.
_ Bien… lo averiguaremos. ¿Quieres ir a tomar algo después de clases?_
_ Bien_ respondió formando una pequeña sonrisa

Le emocionaba volver a clases, después de todo, sus vacaciones de invierno habían sido un desastre. Tuvo que aguantar a su hermano hablando de Emilia y su beso durante cinco días seguidos… un completo fastidio. En la escuela podía tomar un respiro de eso, ponerse al día con sus amigas fue su parte favorita del día, pues les contó sobre su beso con Arturo.
Durante el receso, se dirigió a la cafería a comprar un chocolate caliente, pues hacía un frío que calaba hasta los huesos, por lo que ninguna de sus amigas quiso dejar su aula y acompañarla.
Compró su chocolate y se dispuso a regresar al calor de su salón, sin embargo, cuando giró para retomar su camino, se encontró con Oscar.
_ Hola_ saludo apenada, pues casi tira su bebida sobre el chico
_ Hola_ respondió el chico cortante
_ ¿Qué tal tus vacaciones?_ sonrió
_ Bien. Debo ir por un vaso de chocolate_ dijo Oscar esquivándola
_ Si quieres puedo convidarte del mío_ sugirió
_ No, gracias_
No entendía porque la trataba de esa forma, siempre habían sido muy buenos amigos.
_ ¿Puedo visitarte hoy a la tarde?_ preguntó con la esperanza de que se disculpara
_ Estaré ocupado… además, solo te interesa buscar a Arturo… ¿Sabes?... Está en la escuela… por su castigo_
Su respuesta la indigno, haciendo que se molestara.
_ ¿Se puede saber qué te pasa?_ cuestionó tomando el brazo del chico
_ ¿Puedes responderme una pregunta?_
_ Si, seguro_
_ ¿Disfrutaste usándome para acercarte a Arturo?... Creí que éramos amigos, pero solo querías tener un pretexto para estar cerca de él… ¡Bueno!, parece que ya no me necesitas_ concluyó alejándose
Sus palabras le dolieron, le estrujaron el corazón de una forma que no creía posible, porque en realidad quería a Oscar y no deseaba que se alejara de su vida.

La clase de cuarto año parecía un poco más aburrida de lo normal, su profesora hablaba sobre el ciclo del agua, él lo conocía de memoria. De hecho, no era mal estudiante, era simplemente que le aburría escuchar aquello que ya sabía, por eso prefería ocupar el tiempo en cuestiones más productivas.
_ Ya tengo un plan_ comentó en voz baja
_ ¿Un plan?, ¿Para qué?_ cuestionó Nadia
_ Para llegar a Madrid_ sonrió
_ ¿Qué piensas hacer?_
_ Tengo que convertirme en el favorito del señor Palacios_ dijo
_ ¡Martín!, ¡Nadia!... ¡Presten atención!_ los regaño su profesora
Rodó los ojos y lanzó un suspiro de mala gana.

La última clase del día era el taller optativo, pero no le apetecía demasiado escuchar a su profesora hablando de sus vacaciones, por lo cual había decido llegar un poco tarde y ahorrarse esa aburrida introducción.
_ ¿No piensas entrar a clases?_ preguntó Ezequiel mientras pasaba a su lado
_ ¡Espera!_ lo frenó
_ Voy tarde_ respondió _ Además, no quiero hablar contigo_ añadió sin dejar de avanzar
_ ¿Por qué?_ preguntó deteniéndolo del brazo
_ Me besaste y después vas y te enredas con Arturo, ¿Te parece poco?_ cuestionó zafándose bruscamente _ Me voy a clase, deberías hacer lo mismo_ concluyó retomando su camino
Lo sintió como una puñalada, si bien Ezequiel nunca había sido cercano a ella, admitía que se no se comportó de la mejor manera con él. Estaba segura que su beso no había significado nada para ninguno de los dos, pero al parecer se equivocó.

Con el regreso a clases, todo parecía más en calma. Las familias habían dejado el hotel, quedando solo los habituales huéspedes ejecutivos, aquellos que llegaban de noche y se marchaban durante las primeras horas de la mañana. El día era tranquilo y a pesar de ello estaban recibiendo buenas propinas.
_  Parece que hoy cenaremos bien, principito_ comentó El Lobo
Debía admitir que en el tiempo que llevaba trabajando en el Royal, había mejorado mucho su forma de expresarse, quizá también influía el que vivieran juntos, después de todo, él tenía un gran léxico.
_ ¿Puedo hacerte una pregunta?_
_ ¡Segurolas!_
Quizá no había mejorado tanto como creía.
_ ¿Qué pasa entre tú y Kía?_ preguntó sin rodeos
El lobo llevo sus manos a su abundante cabello negro.
_ Es complicado, supongo que estamos averiguándolo_ respondió
Se sintió confundido, agradecía el hecho de que no fueran pareja, pero a la vez sintió tristeza y enojo al saber que si ocurría algo entre ellos.
_ Es raro hablar de esto contigo… vivimos juntos y Kía…
<< Es el amor de mi vida>> pensó
_ Ha salido con los dos_ completó El lobo
Los celos aparecieron al instante, su compañero de casa había sido el primer amor de Kía, compartían recuerdos, su primer beso y un crecimiento paralelo. ¿Lo suyo era tan importante acaso?

No había sido un buen día, después de todo, apenas era el primer día de clases de ese nuevo año y ya tenía a dos de sus amigos ahora en su contra. Se sentía terrible por ello y su malestar aumentó cuando fue a buscar a su hermano para regresar a casa y él le dijo que no la acompañaría, al parecer tenía una cita.
_ ¿Qué haces aquí?_ le preguntó Arturo acercándose a ella
Fue entonces que notó que sin darse cuenta había llegado a la cancha de baloncesto de la escuela, seguramente había sido mera inercia, después de todo, era un sitio que frecuentaba demasiado.
_ Pensaba_ respondió formando una sonrisa
El recuerdo de su beso en la noche de año nuevo llegó a su mente, haciendo que su corazón se acelerara a máxima velocidad.
_ ¿Qué pensabas?_ insistió el quinceañero sin dejar de mirarla
Rogó que su corazón calmara un poco la velocidad, pues estaba a punto de entrar en un terreno peligroso.
_ En nosotros_
Arturo puso un semblante serio.
_ Hablamos muy poco después de la fiesta_
_ Bueno, tú y tu familia salieron de viaje y creo que no tenías mucha señal_ se justificó
_ Arturo_ lo miro directo a los ojos _ ¿Qué sigue?_
_ ¿De qué?_
_ Después del beso… ¿Ahora qué?_ cuestionó con seriedad
El chico no dijo nada.
_ ¿Es todo?, ¿Un beso y ya?_
Se dio cuenta que era exactamente lo que había hecho con Ezequiel y se sintió fatal.
_ ¿Qué pasara ahora con nosotros?_ insistió antes de que la culpa se apoderara de su ser 

No hay comentarios:

Publicar un comentario