El
trabajo en el hotel Castillo no parecía ser exactamente el empleo de sus
sueños, ganaba menos que en el Royal y tenía una menor jerarquía, pero le
permitía mantenerse en su rumbo.
_
¿Ya sabes lo que haremos con los mocosos?_ preguntó a César
_
Claro que si, conozco perfectamente sus puntos débiles… Soy su fantasma,
¿Recuerdas?_
Eso
era verdad, él era su fantasma, quien conocía todos sus temores y sin duda era
su mejor aliado.
Usualmente
se paseaba por el gimnasio de la escuela, le parecía un bien lugar para pensar
y con algo de suerte, encontrarse con él. Pero seguramente ese día no pasaría,
igualmente se sentía feliz de poder estar en su ambiente.
Sonrió
al ver que estaba ahí, lanzando el balón al aro una y otra vez.
_
Pensé que los de preparatoria estaban ya de vacaciones_ comentó bajando las
gradas
_
Estoy castigado, así que tengo que seguir viniendo por un tiempo_
_
¿Por pelearte con Fernando?_ preguntó
_
Creo que todos lo saben, le partí la cara a ese idiota_ comentó con una sonrisa
_
La verdad no lo entiendo, tú y Fernando podrían tener a cualquier chica de la
escuela y los dos se pelean por la misma chica infantil_ se quejó
_
Bueno, uno no elige de quien se enamora_
Tenía
tanta razón, ella no había elegido enamorarse de él. Intentaba mantener la
calma, era la primera vez que tenía una conversación real con Arturo.
_
¡Méndez!_ los interrumpió la directora _ El intendente está buscándote_
_
Debo irme_ se disculpó
_
¡Espera!_ lo frenó _ Dame tu brazo_ pidió tomando el yeso y sacando un marcador
_ Es mi número, así seguimos en contacto_ sonrió
Paula
miraba con atención una revista sobre organización de bodas, estaba obsesionada
con el tema de la boda entre Franco y Alma. Él, por otro lado, estaba ocupado
preparando la cena, la cual se suponía debían preparar juntos.
_
¡Trajimos helado!_ exclamó Julián entrando a la suite
_
Y un poco de pollo también_ añadió Flor _ ¿Por qué no salen un rato y yo
terminó de preparar la cena con Mau?_
_
¡Si!, Tengo que ver a Franco para comentarle sobre estas ideas_ dijo Paula
saliendo con su revista
_
Yo llevaré a pasear a Mike_ comentó Julián abrazando a su cachorro
_
Ahora estamos solos_ sonrió abrazándola para después besar su cuello
_
¡Mau!... Los chicos…
_
Estamos solos_ repitió besándola nuevamente
_
¡No, Lagos!, ¡No puedes venir y cenar aquí cada vez que quieres!_ gritó Oscar
entrando a la suite, seguido por Emi y Ezequiel
_
Yo lo invité_ puntualizó Emi
_
Ya no es tu novio… ¡Ya no tienes que pasar tiempo con él!_ exclamó
_
¿Novio?_ cuestionó sorprendido
_
Ya no son novios_ puntualizó Oscar
_
¿Lo fueron?... Significa que ¡Gané la apuesta!_
_
¿Qué apuesta?_ preguntaron Emi y Ezequiel a la par
_
No importa, ya no son novios_ interrumpió Flor _ Ahora vayan a buscar a los
demás y cenaremos_
Después
de cenar decidió llevarlos a su apartamento. Con Julián dormido, podrían tener
un poco de tiempo para ellos, así que ni bien dejó al niño en su habitación,
empezó a besarla.
_
¡Mau!_ exclamó ella _ No podemos hacer esto_
_
Claro que si_ dijo derribándola sobre el sofá sin dejar de besarla
Colocó
sus manos bajo la blusa de su amada.
_
¡Mamá!_ los interrumpió el gritó de Julián
_
Debo ir_ se levantó dejándolo con deseos de más _ Mau, yo también quisiera un
momento a solas contigo, pero debemos aceptar que en nuestra nueva vida no
tenemos privacidad_ concluyó Flor
Siempre
le agradaba recibir visitas en el trabajo, salvo cuando se encontraba tan
ocupada como ese día. Se encontraba ajetreada por el próximo desfile.
_
¿Llevarás al enano mañana al apartamento?_ preguntó Agustín
_
Si, si _ dijo sin despegar la vista de su ordenador
_
Me puedo ir si gustas_ comentó
_
Lo siento Agus, pero estoy un poco ajetreada… entre el desfile, la casa, el
enano, los chicos y Mau… estoy repleta_
_
Hablando de Mau, ¿Cómo van las cosas con él?_
_
No me siento a gusto hablando de él contigo… aunque no te mentiré, las cosas
son un poco extrañas ahora… Con los chicos es difícil tener… privacidad_
_
Podría cuidar al enano una noche, eso les dará un poco de espacio_
_
Ni lo pienses. No tienes permitido estar a solas con él_
_
Mi oferta seguirá en pie_
Se
encontraba tratando de componer una nueva canción, sin embargo le era imposible
concentrarse cuando el teléfono de su acompañante no paraba de sonar.
_
¡Basta!_ gritó molesto _ ¿Podrías al menos ponerlo en vibrador?_
_
Lo siento, me perdí en la conversación_ se disculpó Amanda
_
¿Con quién te escribes?_ cuestionó
_
Arturo _ respondió alegre _ Tuvimos nuestra primera conversación real ayer.
Estoy feliz por eso, ya es un pequeño avance_
_
¡Besaste a Lagos y le coqueteas a Arturo!_ exclamó indignado
_
Lo de Ezequiel fue solo para separarlo de Emi_ explicó _ A mí no me interesa en
absoluto_
_
¿Cómo puedes besar a alguien sin sentir nada por él?_
_
Se llama actuación y soy buena en ellos_ sonrió
_
¡Eres una terrible persona!_ concluyó tomando sus partituras
Manejar
la ruptura era aún más complicado de lo que esperaba, especialmente porque la
relación con Rodrigo no marchaba muy bien. Iba pensando en su última
conversación con su novio, parecía que había sido hacía demasiado tiempo.
Entró
a la oficina sin tocar, iba demasiado ensimismada como para recordarlo.
_
¡Estrella!_ exclamó Mauricio al verla
El
gerente se encontraba recostado sobre Florencia en el sillón de su oficina.
Estaban enredados en un abrazo y Mauricio tenía la camisa desabotonada.
_
Lo lamento… le traía los informes mensuales, creo que volveré en otro momento_
dijo
_
¡Estrella!_ la frenó Mau cerrando la puerta detrás suyo _ Lamento mucho que
vieras eso, es solo que Flor y yo no tenemos mucha privacidad y…
_
Entiendo_
_
Esto es muy incómodo considerando lo que hubo entre nosotros…
_
En verdad lo entiendo… solo que este no es el lugar indicado para…
_
Si, lo cambiaré_ concluyó entrando nuevamente a su oficina
Ellos
dos nunca habían tenido un momento así. Se sentía fatal por la ruptura, especialmente
porque Mau parecía haberlo superado por completo.
Había
notado que algo extraño pasaba con los Lagos y Arturo, solo que aún no había
logrado descifrar de que se trataba, por eso estaba decidida a averiguarlo.
_No
creo que Esmeralda esté de acuerdo con eso_
_
¿Por qué no?_ cuestionó
_ ¡Eres una chica!, ¡No puedes quedarte en una
casa llena de muchachos!_ exclamó Ezequiel
_
Bien, entonces llevaré a Paula y a Oscar… ¡Esta noche tendremos una pijamada!_
_
¡No…
Dejó
de escuchar a su amigo pues llamó su atención una caja que se encontraba justo
frente a la puerta de su suite.