_ ¡No puede ser!_ exclamó poniéndose de pie
_ ¿Qué ocurre?_ preguntó Nico volteando en la misma
dirección que su amiga
_ ¿Qué haces aquí, bombón?_ corrió al encuentro del
aprendiz de Mauricio
Rodrigo llevaba una maleta en la mano izquierda y
avanzaba a través del lobby.
_ Voy a mudarme al Royal_
El rostro de Paula se iluminó al escucharlo, por otro
lado, Nico frunció el ceño, completamente celoso.
_ Me instalaré en la habitación 2 15_ comentó Rodrigo
_ ¡Esa era nuestra habitación antes!, ¿Podríamos ayudarte
a instalarte?_ ofreció la niña
_ Sería un placer, linda_
Nicolás sintió que lo odiaba, en especial cuando le pidió
ayuda para cargar su bolso.
Oscar empujo la puerta para evitar que su hermana saliera
de su cuarto. Esa era su única oportunidad de disfrutar una cena especial con
Amanda y no pensaba desaprovecharla.
_ ¡Ni lo sueñes Os!, ¡No pasaré la noche distrayendo al
machito para que estés con Amanda!_ exclamó Emi con enojo
_ No estarás sola_ comentó Ezequiel levantándose del poof
del cuarto de las chicas _ Yo te ayudaré a resistir la velada_ sonrío
_ Por primera vez me alegro de oírte, Lagos_ dijo el
adolescente
_ Ustedes están concordando mucho hoy. Y creo que lo
odio_ bufó la chica
_ Será divertido, lo harás ver su suerte_ insistió Eze
Emilia sonrío, la ida era buena. De hecho, era excelente.
_ Está bien, pero no acepto reclamos si el machito sale
herido_
Mauricio aparcó el auto junto al complejo de
departamentos. Miro a su novia, esperando averiguar su reacción. Estrella no
parecía emocionada con la idea de convertir su velada romántica en una visita a
Florencia.
_ No puedes dejar a los chicos solos_ dijo ella
_ Solo quiero saber cómo está el enano, después
volveremos al hotel_ respondió
Estrella asintió. Ella también quería ver a Julián
después de todo.
Matías entró a la suite, examinando detalladamente el
lugar. Avanzó hacia el sillón más grande de la sala y se tumbó sobre él.
Parecía un lugar agradable.
_ Emi vendrá en un momento_ dijo Oscar mientras salía en
dirección a su ansiada cita
El chico paso su mano por su cabello castaño,
acomodándolo un poco. Emilia salió de uno de los cuartos, vestía una bermuda de
mezclilla, unos vans rojos y una playera holgada del mismo color.
_ ¿No tienes ropa de mujer acaso?_ se burló Matías
_ ¿Acaso nunca dejas de ser tan idiota?_ respondió ella a
la defensiva
_ Si, pero adoro hacerte enojar, nena_
Odiaba que la llamará de ese modo. Era tan machista
cuando él lo decía.
_ Mejor acostúmbrate, estaremos solos toda la noche_
sonrío arrogante
_ Pon la tv en el canal 10, hoy habrá maratón películas_
dijo Ezequiel entrando a la sala
_ ¿Puedo ver la tv con ustedes?_ preguntó Martín saliendo
de su cuarto
Estrella miro la pantalla de su teléfono celular, ya era
tarde. Su cena para dos se había
convertido en una velada en la casa de Florencia. Julián bostezó, dejando ver
uno de sus dientes que se encontraba flojo. Estaba por perder su primer diente.
_ Es hora de que vayas a dormir, enano_ comentó Flor
_ Yo lo llevó_ se ofreció Mauricio cargando al niño en
sus brazos
_ Su pijama está en el… oh, ¡Mejor te acompaño!_ dijo la
anfitriona guiando a su ex novio a la habitación del niño
Estrella se quedó sola en la mesa, deseando estar en
cualquier otro lugar.
Nico cerró la maleta de un golpe, ya habían desempacado
todas las pertenencias del insoportable Rodrigo. Era hora de marcharse.
_ Es grandioso que vivas aquí_ dijo Paula con una enorme
sonrisa
_ Es hora de irnos_ comentó Nicolás _ Debo ver a mi madre
en el lobby_
_ Nos veremos pronto, bombón_
Rodrigo le dedico una sonrisa amplia a la preadolescente.
Paula lo amo. Nico lo odio más que nunca. Ese hombre de ojos verdes había
arruinado su velada para dos.
La pantalla
reflejaba una imagen en blanco y negro de una película demasiado vieja como
para que alguien pudiera reconocerla, en realidad era aburrida, tanto que
Martín había optado por irse a dormir.
_ ¿Crees que haya tenido suficiente?_ susurró Ezequiel a
su mejor amiga
_ ¡No!_
Se puso de pie, llevando una película en la mano.
_ Basta de películas antiguas_ dijo introduciendo el
disco en el reproductor de DVD
_ ¡Gracias al cielo!_ exclamó Matías
_ Veremos: ¡Una chica en apuros!_ exclamó ella
_ Genial, una película sobre una chica que se hace pasar
por su hermano gemelo para jugar futbol… es casi como tú… solo que ella es
sexy_ comentó enojado
_ Y tú eres igual al protagonista, solo que sin ser
guapo, atlético, sensible o divertido_ sentenció
Arturo entró al hotel, había pasado al menos una hora
dando vueltas en el parque, pensando como acercarse a su madre. Finalmente lo
resolvió y volvió a su hogar. Atravesó el lobby y vio cómo su amigo Oscar salía
del restaurante con una enorme sonrisa, acompañado de una bella chica. Se
alegró de verlo tan feliz. Subió al ascensor y ellos no tardaron en entrar
también.
_ Hola Arturo, ¿Dónde estuviste toda la tarde?_ preguntó
Oscar
_ Ya te estás pareciendo a Fernández_ espetó el
quinceañero
_ ¿Lo conoces?_ exclamó Amanda sorprendida
_ Es como mi hermano mayor, vivimos juntos_
Oscar presionó el número 3 en la tabla del ascensor, el
cual empezó a subir.
_ Soy Amanda, es un placer conocerte_ se presentó la
chica con gran emoción
_ Arturo…
_ Sé quién eres: estrella de baloncesto y codiciado
soltero de preparatoria_
Apenas se abrió la puerta, Arturo salió apresurado, se
sentía incómodo en aquella situación.
_ ¡No puedo creer que vivas con ese perfecto atleta!_
exclamó Amanda mientras avanzaba por el pasillo del tercer piso _ Es el hombre
perfecto_
Esas palabras le dolieron. No era que hubiera dejado en
claro que esa cena era con intensión romántica, pero estaba seguro de haber
demostrado que tampoco era una simple cena entre amigos. Su magnífica velada
para dos había sido destruida en solo tres minutos, el mismo tiempo que tardaba
el elevador en ir del lobby al tercer piso.
_ Es hora de irnos
Matt_ anunció la chica entrando a la suite _ Solo pasaré al tocador y nos
vamos_
Ezequiel y Emi lo miraron expectantes.
_ No pregunten_ gruñó Oscar
_ Bueno… Debo irme_ dijo Ezequiel escapando a la
incomodidad del momento _ Te veré mañana_
Emi se despidió de él con una especie de saludo secreto
con las manos.
_ Voy por un suéter_ anunció Oscar entrando a su cuarto.
Matías soltó un bufido de fastidio.
_ ¿Acaso no ye divertiste, machito?_ preguntó Emi
altanera
_ ¡No!, ¡Porque yo quería un velada solo para los dos!_