Vio
en el estante superior, lo que era su más valiosa posesión, el avión a control
remoto que su padre le había regalado antes de irse.
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Encontré algo_ dijo Flor distrayendo su atención
Avanzó
en dirección a ella, vio una pequeña caja de madera que la mujer sostenía en
sus manos. En el interior había diversas fotografías y dibujos. Fotos de esa
mujer y su padre besándose.
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¿Es tu mamá?_ cuestionó ella
_
No, no lo es_ respondió molesto
Después
otra foto de esa mujer, su padre y una bebé. Vio debajo un dibujo infantil de
una niña y su padre, debajo estaba escrito con crayolas. “Te quiero papá. Atte:
Mariza”
_
Mi papá tenía otra familia_ dijo sorprendido
_
Tincho…
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¡Por eso se fue!_ gritó enojado _ ¿Te diste cuenta que el diario en el que
anunciaban su muerte era español?... ¡él se fue a España!... Y mira lo que
tiene escrito esta foto al reverso_ dijo apuntando _ ¡Madrid, España!... Me
abandonó para irse con ellas_
Para
ese punto le era imposible detener las lágrimas. Su padre, su héroe, se
desmoronaba rápidamente.
Sintió
que Florencia lo abrazaba, quiso alejarla, pero finalmente terminó
devolviéndole el abrazo.
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Debe haber otra explicación_ le dijo ella
_
¡No la hay!... ¡Tuvo otra hija y se fue a vivir con ella!_ exclamó con lágrimas
en los ojos _ Vámonos_ dijo saliendo del lugar.
Subió
al auto sintiendo como su mundo entero se desmoronaba, estaba tan acabado como
su vieja casa.
Se
encontraban en la cafetería sentados, comiendo juntos. Rodeados por el barullo
de los estudiantes que comían su almuerzo y les ayudaba a ignorar el incómodo
silencio que existía entre ellos.
_
Tendremos que hablar de esto en algún momento_ comentó Sara
Lo
sabía, pero no tenía idea de cómo empezar o qué decir.
_
Lo sé, pero justo ahora no quiero hablar del tema_
_
Es raro que estemos comiendo juntos, ¿No?_
_
Iré con Chaim_ concluyó levantándose de la mesa
El camino fue completamente silencioso. Se
detuvo frente a un local de comida.
_
Tincho, lo lamento_ dijo mirando al niño
_
No importa_ respondió indiferente
_
Vamos a comer un poco_ le indicó
_
Flor, en verdad no quiero_ respondió con tristeza _ ¡No puedo creer que mi
padre tuviera otra familia!_
Desabrochó
su cinturón de seguridad y se inclinó para abrazarlo.
_
Te invito una hamburguesa, ¿Si?_
El
niño asintió y finalmente bajó del auto.
Se
sentaron en una mesa, en un restaurante a la orilla de la carretera.
_
¿Quiere hablar?_
_
Creo que no… ¡Mi papá era mi héroe!... ¡Ahora no es un héroe y tampoco está
vivo!_ exclamó al borde del llanto
_
Quizá no conoces la historia completa, podemos volver a la casa de tu padre y…
_
¡No quiero saber nada más!_ dijo limpiando las lágrimas con su suéter _ Por
favor, promete que no le dirás a nadie_
_
Te lo prometo, solo si respondes una pregunta_
_
Bien_ respondió resignado
_
¿Por qué el aprendiz de Mau tiene toda esa información sobre ustedes?_
El
niño sorbió de su malteada.
_
Somos enemigos… solo quiere fastidiarme_
_
¿Mau lo sabe?_ preguntó
_
No, ¿Puedes guardar ese otro secreto?_ pidió dando la primera mordida a su
hamburguesa
_
Tincho, lo lamento, pero no puedo… Mau debe saber de esto… ¡No está bien que
ese sujeto tenga toda esa información de ustedes!... ¡Es extraño!... Y
sinceramente me hace pensar que el sujeto es peligroso_
_
Solo es fastidioso_ comentó el niño
La
observaba jugar, era sin duda la mejor de todo el equipo. Seguramente el
próximo año se convertiría en la capitana. Él la esperaba como hacía siempre,
se sentaba en las gradas a ver el entrenamiento.
Le
gustaba ver como pasaba hábilmente el balón a sus compañeras, como detenía los
pases y la forma en que dominaba el balón esquivando a sus contrincantes.
El
silbato del entrenador sonó y vio a las chicas dispersarse. Ella era la más
linda del equipo. Sonrió y se puso de pie para alcanzarla.
Su
sonrisa se borró al ver que Matías acercarse a ella. Los vio conversar y tuvo
deseos de asesinar al chico de los ojos verdes.
La
estaba perdiendo y no estaba dispuesto a perderla sin luchar.
Regresaron
al Royal. Cuando se estacionó, ella volteó a verlo. Ese había sido un día muy
extraño para él, aún estaba procesando la muerte de su padre e intentaba
asimilar el hecho de que tenía una media hermana en algún lugar de España.
Desabrochó
su cinturón de seguridad y simplemente la abrazó con fuerza.
_
Gracias_ dijo en voz baja
_No
hay de que_ respondió ella estrechándolo con fuerza
Ese
día había hecho muchos descubrimientos, pero el más importante sin duda era que
Flor no era tan terrible como pensaba.
Los
tres chicos se encontraban sentados en las escaleras del Royal en mitad de la
tarde compartiendo un refresco. Intentaba mantener la paz entre sus dos amigos,
aunque no parecía tan sencillo como esperaba.
_
¡Solo ve y habla con ella, riquillo!_ exclamó Arturo
_
No me molestes_ respondió el rubio
_
¿Podemos volver a mí?_ los interrumpió _ Kía me dijo que está bien que salgamos
con otras personas… ¡Es obvio que está interesada en otro!_
_
¡Eres un completo idiota!_ exclamó el quinceañero _ ¡Kía se está haciendo a un
lado para que salgas con otra chica!_
_
¿Qué chica?_ preguntó confundido
_
Cande, ¡Ella está enamorada de ti!_
_
¿Qué?_
_
Ella me lo dijo, ¡Está enamorada de ti!... Es por eso que discutí con ella, me
harté de escuchar sus historias
románticas y actuar como su amigo_ explicó dando un trago a su refresco
_
¡A mí no me interesa Cande!, ¡Es mi amiga!_
_
¿Qué creen que debería de hacer?_ interrumpió Leonardo
_
¡Habla con ella!_ gritaron Arturo y él a la par
Le
llevó toda la tarde, pero al fin había logrado armarse de valor. Se encontraban
juntos en el lobby del hotel realizando su tarea de matemáticas en compañía de
Oscar. Y lo primero que tenía que hacer era deshacerse del hermano molesto.
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¿Estrella está saliendo con el aprendiz?_ preguntó señalando a la mujer de la
recepción
_
Creo que si… Supongo que está bien, Mau está de nuevo con Flor_ respondió Emi
_
¿Aún prepararemos esa cena romántica para ellos?_
_
Si, sin duda será grandiosa_ sonrió ella
Al
instante escuchó que el cuaderno de Oscar se cerraba.
_
Terminaré mi tarea arriba_ dijo el chico
Sonrió.
Lo había logrado.
Al
fin estaban solos. Ese era el momento.
_
Emi_
Ella
volteó a verlo, sintió que sus manos sudaban y que el corazón le latía a máxima
velocidad.
_
¿Quieres ir al cine mañana?_ preguntó
_
Seguro, ¿Puedo invitar a Os?_
_
Emi, no te estoy invitando como una salida de amigos, ¡Es una cita!_
_
¿Una cita?_ preguntó confundida
_
¡Si!, ¡Decidí que no me rendiré!... Entonces, ¿Qué dices?_