lunes, 20 de febrero de 2017

Capítulo 74: VIAJE AL PASADO

_ Esta es la suite de Rodrigo_
_ Gracias por la información obvia_ respondió sarcástico mientras avanzaban por la sala
Tomó al niño por los hombros, lo hizo dar media vuelta y se hincó para poder verlo frente a frente.
_ ¿Qué haces entrando aquí?... Pensé que Mau había hablado contigo para que dejaras de entrar a sitios sin permiso_
_ ¡No te metas!_ volvió a exclamar _ ¡Vete, este no es asunto tuyo!_
Martín se liberó y siguió con su camino. Ella lo siguió.
El niño avanzó a la que había sido su habitación, abrió la puerta y entonces se encontraron con una gran sorpresa. Las paredes del cuarto se encontraban tapizadas por cientos de fotografías y recortes de periódicos.
Se acercaron a observar, pronto se dio cuenta que toda esa información era sobre los chicos, información sobre Sara, Arturo, Oscar, Emilia, Paula, Lucía y Julián, pero sobre todo de Martín.
_ ¿Qué es todo esto?_ preguntó
_ Tiene que ser mentira_ escuchó que decía Martín
Se acercó a él y entonces vio la terrible noticia que leía el niño. “Cae avioneta en mitad del océano. Piloto muere”
Leyó la nota. Después notó como los ojos del niño se llenaban de lágrimas, en automático lo rodeo con el brazo.
_ ¡Es mentira!, ¡Mi papá no puede estar muerto!_ gritó enojado
_ ¿Es él?_ preguntó señalando una fotografía
_ S-s-s-si_ respondió _ Pero… ¿Quiénes son ellas?_
En la fotografía aparecía el padre de Martín al lado de una mujer y cargando a una niña de unos cuatro años que sonreía divertida.
_ Tincho, tenemos que irnos_ dijo abrazándolo _ No podemos estar aquí_
El niño asintió en silencio.
Salieron de la suite sin decir una sola palabra.
_ ¡No le digas nada de esto a nadie!_ exclamó Martín
_ Pero, Tincho…
_ ¡Martín!_ gritó _ ¡Y te pido que guardes este secreto como hiciste con el secreto de Arturo y con la identidad del enano!_
Una vez más esa punzada de culpa. Seguramente por eso terminó accediendo.

Estaba en su cuarto revisando las cuentas, con su empleo no sería capaz de continuar pagando la renta de la suite. Pero esa era la menor de sus preocupaciones, le estaba costando más de lo esperado el lidiar con tres adolescentes, especialmente cuando dos de ellos pasaban gran parte del día peleando.
_ La cena está lista_ le informó Arturo
Lo siguió hasta el comedor, donde los hermanos Lagos se encontraban ya sentados.
_ El callejerito cocinó, espero que no nos enfermemos_ comentó Leonardo
_ Al menos se cocinar y no tengo que ocupar diario el servicio al cuarto_ respondió el quinceañero
_ ¿Podrían solo sentarse y comer?_ dijo Ezequiel con fastidio
_ Solo tomo mis precauciones… Me preocupa una infección estomacal_ dijo Leo
_ Deberías preocuparte por arreglar las cosas con Sara_ contraatacó Arturo _ ¡Ve y habla con ella!_
_ ¡No te metas en mi vida, callejerito!_ gritó Leo _ Sigue molestando y te romperé el otro brazo_
_ Aun con el brazo roto, puedo hacerte papilla, riquillo_
Los dos adolescentes se encontraban con miradas retadoras y a  punto de atacarse entre ellos.
_ ¡Basta!, ¡Vayan los dos a su cuarto!_ exclamó ella completamente harta de sus peleas

A la mañana siguiente ella se ofreció a llevar a los chicos a la escuela. Apenas cabían en su auto, por suerte Mau le había prestado el suyo.
_ ¿Cómo van las cosas con Leo?_ le preguntó a Sara que viajaba en el asiento del copiloto
_ No quiero hablar de ello_ respondió la chica
_ Entiendo… Llegamos chicos_ indicó aparcando frente al colegio
Ellos empezaron a bajar.
_ Tincho, espera_ dijo antes de que el niño se alejara
_ ¿Te esperamos?_ preguntó Lucía
_ Adelántense, tengo que arreglar un asunto con Tincho_ les indicó
Ellos se encogieron de hombros y entraron al colegio.
_ ¿Qué quieres, bruja?_ dijo con fastidio
_ Sube al auto_
Hizo una mueca y subió al asiento del copiloto.
_ Ahora, vámonos_
_ ¿Estás loca?... ¡Tengo que ir a clase!_
_ Sé que no irás a clase hoy… Planeas ir a la vieja casa de tu padre_ comentó poniendo el auto en marcha _ Así que yo te llevaré_
_ ¡Bájame de aquí, bruja!... ¡Yo pensaba ir a clases!_
Volteó a verlo.
_ ¿Cómo lo supiste?_ cuestionó el niño
_ Eres muy obstinado, y te encanta investigar… Mira prefiero acompañarte y asegurarme que estarás bien a que le mientas a Mau y te metas en problemas_ explicó
Martín se encogió de hombros y se acomodó en el asiento.

Conocer los sentimientos de su amiga por su exnovio había despertado en ella sentimientos encontrados, quería a Chaim, eso era imposible de negar, pero no podía estar con él, esa era otra verdad contundente. Quizá debería dejarlo ir.
Aprovecho el cambio de clase para hablar con él.
_ Chaim… solo quiero decirte algo_ comentó armándose de valor
_ ¿Quieres volver conmigo?_ preguntó ilusionado
_ ¡No!... Solo quería decirte que tal vez es momento de que empecemos a salir con otras personas_ dijo con seguridad _ Así que si alguno de los dos tiene una cita, está todo bien_
_ De acuerdo_ respondió con extrañeza
Sin duda sus sentimientos por él seguían ahí, lo supo al descubrir que deseaba besarlo justo en ese momento. Pero se detuvo, ese joven y apuesto príncipe no era para ella.

Después de hora y media de viaje y varias vueltas equivocadas, finalmente llegaron a su antigua casa.    Le parecía completamente extraño estar nuevamente ahí, no había regresado desde aquella ocasión en la que huyó de los del consejo tutelar.
_ ¿Es aquí?_ preguntó ella
Asintió.
Solo que esa casa no parecía estar bastante descuidada. ¿Tanto se había deteriorado su hogar en 3 años?
_ Parece un poco descuidada_
_ La idea de una casa de madera le encantaba a mi padre… creo que no fue su mejor idea_ explicó bajando del auto
Corrió a la entrada y buscó en una vieja maceta con una planta completamente marchita. Sacó una llave y abrió la puerta.
El interior de la sala era obscuro y se encontraba inundado de un penetrante aroma a humedad. Los muebles seguían ahí, pero todo se veía mucho más tiste.
_ ¿Qué es lo buscamos exactamente?_ cuestionó ella
_ Pistas. Quiero saber quiénes son las personas de la fotografía_ dijo subiendo las escaleras a toda prisa.
Entró a su cuarto, encontrándose con todos esos viejos recuerdos. Sus juguetes de infancia y sus tarjetas de baseball que su padre le había regalado.
_ ¿Juegas baseball?_ le preguntó Flor señalando un bate y un guante
_ Si, mi padre me enseño… Pero hace años que no lo practico_
Tomó ambos objetos y salió de ahí. Cruzó el pasillo para llegar al cuarto que era de su padre. Desde su partida, no había entado ahí… consideraba esa habitación como un sitio sagrado, pero ahora quería respuestas.
_ Ayúdame a buscar cualquier cosa que pueda darme información de esas personas_
Comenzaron a buscar. Estaba profanando ese lugar sagrado, si su padre realmente había muerto, necesitaba conocer todas las respuestas posibles.
Vio en el estante superior, lo que era su más valiosa posesión, el avión a control remoto que su padre le había regalado antes de irse.
_ Encontré algo_ dijo Flor distrayendo su atención
Avanzó en dirección a ella, vio una pequeña caja de madera que la mujer sostenía en sus manos. En el interior había diversas fotografías y dibujos. Fotos de esa mujer y su padre besándose.
_ ¿Es tu mamá?_ cuestionó ella
_ No, no lo es_ respondió molesto
Después otra foto de esa mujer, su padre y una bebé. Vio debajo un dibujo infantil de una niña y su padre, debajo estaba escrito con crayolas. “Te quiero papá. Atte: Mariza”

_ Mi papá tenía otra familia_ dijo sorprendido

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