Ahora que el gerente confiaba plenamente en ella, había
firmado sin darse a la tarea de revisar cada documento. Pronto esos ocho chicos
estarían fuera del hotel y de su vida también.
Para el quinceañero era difícil concentrarse en el
estudio de la química, esos protones, neutrones y electrones junto con la
formación de moléculas y la tabla periódica le hacían doler la cabeza, aun no
tenía idea de que carrera estudiaría en un futuro pero era claro que la química
no era una opción.
_ ¿Qué pasó contigo y Estrella?_ preguntó a su tutor para
despejar su mente de la lista de elementos que debía aprender.
_ Nada, no pasó nada. Después del beso apenas y hemos
hablado_ respondió Mauricio sin darse cuenta que era la primera vez que
mencionaba ese beso en voz alta
_ ¿Qué beso?... ¿Se besaron?, ¿Cuándo?_ insistió Arturo
lleno de curiosidad
_ ¡Ponte a estudiar!_ ordenó el gerente para evadir el
tema _ Te recuerdo que si no entras a esa preparatoria tendrás que esperar un
año_
_ No me cambies el tema, ¡Cuéntame!, ¿Qué pasó?, ¡Vamos,
dime!_
Finalmente y tras mucha insistencia del muchacho,
Mauricio cedió y terminó contándole toda la historia, sobre la carta de renuncia,
ese momento en que Estrella admitió estar enamorada de él y no ser capaz de
soportar seguir con el trabajo tan cerca de los chicos y de él, la forma en que
la detuvo y ese beso inesperado que le había robado. Desde entonces el dialogo
era escaso entre ellos y cada que sus miradas se cruzaban, cambiaban la
dirección de la vista para no tener que recordar el tema.
Escuchar esa historia había ayudado a Arturo, no sólo a
despejar su mete sobre las reacciones químicas, sino también para pensar que
aun podía hacer algo para evitar la boda que sin duda arruinaría sus vidas. Un
nuevo plan se estaba ideando al interior de su cerebro y no tardaría mucho en
ponerse en marcha.
Pasaron dos días hasta que Arturo tuvo su plan
completamente organizado, sólo necesitaba una cosa más: aliados. Encontrar
quien lo ayudará resultaba más complicado de lo que esperaba, Lucy y Julián no
harían nada que pudiera afectar la boda, estaban demasiado emocionados con la
idea de ser adoptados como para pensar en un sabotaje, por otro Sara estaba
concentrada en conseguir la invitación al baile por parte de su novio y Paula
se mantenía concentrada únicamente en sus lecciones de patinaje artístico. Eso
le dejaba únicamente a Martín y a los mellizos, convencer a Mar no fue difícil,
el seguía convencido de que Flor no debía formar parte de su familia. Y estaba
decidió a conseguir al menos un aliado más. El sábado a medio día encontró a los mellizos
y Ezequiel sentados en el lobby del hotel.
_ ¿Qué dicen?, ¿Me ayudan?_ preguntó el quinceañero a sus
amigos
_ No me parece correcto meternos así en la vida de Mau,
conmigo no cuentes_ respondió Oscar poniéndose de pie _ Él tomó la decisión de
casarse con Flor y nosotros deberíamos respetarlo_ concluyó mientras se
retiraba
_ ¡Cuenta conmigo!_ exclamó Emi entusiasmada
_ Y conmigo_ añadió Ezequiel
Tanto Emilia como Arturo miraron sorprendidos al menor de
los Lagos que se ofrecía a ayudarlos, algo que jamás creyeron que llegaría a
pasar.
_ ¿Estás seguro?_ lo cuestionó la chica
_ Si, llevo años esperando a ver a Estrella y Fernández
juntos, ¡Claro que los ayudare!_
El equipo estaba listo, el plan bien organizado, sólo les
quedaba llevarlo a cabo y rogar que funcionara, que finalmente la pareja que
todo el mundo esperaba ver en el hotel decidiera unirse, ellos tan sólo les
darían un empujón.
Esos días habían sido una completa locura para Leonardo,
entre los arreglos para el baile, los exámenes finales y más aún el estudio
para el examen de admisión sentía que apenas tenía un poco de tiempo libre. Por
eso, esa tarde le había pedido a Sara que lo ayudara a estudiar, quizá no fuera
la actividad más entretenida del mundo para pasar la tarde de sábado con su
novia, pero al menos estarían juntos. Repasaban las lecciones de Biología, que
era por mucho la materia más complicada para el chico rubio.
_ ¡No Leo!, Por milésima vez existen seis reinos: el
animal, el vegetal, protista, fungí, archaea y bacteria _ dijo Sara ya algo
cansada de repetir lo mismo una y otra vez
_ Biología no es lo mío, por eso estudiare derecho_ se
defendió el chico _ Pero dejemos un poco de lado el estudio_ comentó quitando
el libro que ella tenía en las manos _ Quiero hablar contigo sobre el baile_
La
chica se acomodó mejor en el sillón, atenta a cada palabra de su novio,
esperanzada escuchar la invitación que tanto tiempo había esperado.
Empezó a imaginar que vestido usaría y como ella y Leonardo bailarían un vals
juntos, terminando la pieza con un romántico beso.
_ ¿Crees que deberíamos contratar a un DJ?_ preguntó el
muchacho
Todas las ilusiones que ella se había formado se
desvanecieron en tan solo cuestión de segundos, le era difícil esconder la
decepción en su rostro, pero al parecer no era importante porque el chico rubio
no era capaz de notarlo.
_ ¿Es todo lo que querías preguntarme?_
_ Sí, quiero que todo salga bien esa noche, será mi
último evento escolar en secundaria_
_ Sería una buena idea_ respondió Sara con la voz salpicada de
decepción _ Creo que sería mejor volver a estudiar_ dijo tomando nuevamente el
libro.
Esa misma noche Mauricio dormía plácidamente, sumergido
en el extraño y maravilloso mundo de los sueños, donde se esconden nuestros más
profundos temores, pero también nuestros más grandes anhelos. Soñaba que estaba
en medio de una pradera, debajo de un frondoso árbol, llevaba puesto su usual
traje negro y no podía entender que hacia ahí, entonces llegaba Lucia corriendo
hacia él y lo abrazaba con fuerza, después Paula hacia lo mismo. Después
llegaban Sara y Emilia, las cuatro chicas le sonreían y usaban vestidos
blancos.
_ ¡Vamos, preparate!_ le decía Lucy
_ No puedes presentarte así_ comentaba Emilia
Las cuatro chicas lo rodeaban, le revolvían el cabello y
en un instante ya no era su traje negro lo que usaba, sino un pantalón blanco y
una camisa de igual color, su peinado era más relajado y usaba zapatos más
cómodos.
_ Se hace tarde, ¡Vamos!_ Paula lo tomaba del brazo y lo
llevaba corriendo por la pradera.
El aun no entendía nada de lo que estaba ocurriendo,
entonces la veía al otro extremo, corriendo hacia él. Estrella con su cabello
ondulado volando al viento, usando un vestido blanco, muy sencillo pero en ella
lucia precioso, Martín la llevaba de la mano y el resto de los chicos la
acompañaba. Quedaban frente a frente, en silencio. Como por arte de magia
Guillermo aparecía en medio de ellos dos, usando un traje completamente blanco
y llevando un libro entre sus manos.
_ Estamos aquí reunidos para celebrar la unión entre
Mauricio Fernández y Estrella Aguilar_ decía su amigo a los presentes, no
recordaba si habían realizado la ceremonia como era debido pues mantenía la
vista fija en los ojos marrones de Estrella _ Ahora puede besar a la novia_
Sus labios se acercaron lentamente, como si tuvieran
miedo de tocarse pero a la vez estuvieran ansiosos por hacerlo.
_ ¡Mau!, ¡Mau, despierta!_ la voz de Martín se filtró en
su sueño, impidiéndole saborear los labios que tanto anhelaba.
Despertó intentando separar la realidad de la fantasía.
Frente a él se encontraba el niño con su pijama y el resto de algunas lágrimas
en sus mejillas, para ese punto las pesadillas se habían vuelto algo usual para
él. Mauricio no hizo preguntas, simplemente hizo espacio en su cama para que
Martín durmiera ahí también. Le dio un beso en la frente y mientras esperaba a
que el pequeño volviera a dormir sólo podía pensar en ella, en el sabor de sus
labios y en lo mucho que deseaba volver a probarlos.
A varias calles del hotel, en un el tercer piso de un
complejo de departamentos, Estrella había despertado de golpe, sorprendida por
el contenido de su sueño. Estaba sentada en medio de una pradera, rodeada por
flores rosadas, llevaba puesto un vestido blanco muy sencillo y el cabello
suelto. De pronto veía a Oscar, Julián, Arturo y Martin corriendo hacia ella.
_ Es hora de irnos_ le decía Oscar
_ Si, o llegaremos tarde_ añadía Julián
_ Vamos, no querrás dejarlo esperando_ Martín la tomaba
de la mano y empezaba a correr.
Ella lo seguía divertida, sin entender que era lo que
tramaban esta vez los chicos. Entonces vio que las chicas corrían en dirección
contraria a ellos, pero había otra persona junto a las chicas, un hombre alto
de cabello negro que usaba un pantalón blanco y una camisa del mismo color, a
medida que se acercaban esa persona comenzó a hacérsele familiar: era Mauricio.
Quedaban frente a frente, en silencio. Como por arte de
magia Guillermo aparecía en medio de ellos dos, usando un traje completamente
blanco y llevando un libro entre sus manos.
_ Estamos aquí reunidos para celebrar la unión entre
Mauricio Fernández y Estrella Aguilar_
Ella quedó asombrada ante lo que estaba pasando, la voz
de Guillermo se escuchaba distante, sólo podía concentrarse en su amado que
estaba finalmente frente a ella. _ Ahora puede besar a la novia_
Sus labios se acercaron lentamente, como si tuvieran
miedo de tocarse pero a la vez estuvieran ansiosos por hacerlo. Despertó justo
entonces, inclusive su subconsciente sabía que no era posible que esa unión
ocurriera. Pero eso no evitaba que deseara volver a besarlo o que sintiera que
el corazón se le salía del pecho cada que lo veía. Su historia era así, era
sólo un sueño.
El lunes después de la escuela el quinteto estaba listo
para dar inicio a su plan, sin saberlo ellos podrían hacer el sueño realidad.