jueves, 26 de julio de 2018

Capítulo 8: ¿QUÉ SOMOS?



Tuvo que disculparse una infinidad de veces, pero finalmente había logrado que Olivia reprogramara su cita. Lo único que quería era dejar todo en claro… aunque ni él lo tenía definido.
_ Responde… ¿Qué somos?_ presionó la chica de los ojos azules
Quedó mudo sin saber que responder.
_ ¡Lagos!... ¡Nos besamos la noche de fin de año y después de eso has actuado como un tonto!_ insistió
Él y Olivia tenían historia, años de encuentros y desencuentros… pero él siempre estaba soltero…o en una relación sin importancia, sin embargo con Sara… con ella era diferente… habían estado juntos medio año y habían vivido infinidad de momentos juntos.
_ Ya terminaste con Sandra, ¿No?_ continúo
_ Sara_ la corrigió _ Se llama Sara… y es complicado…
_ Según escuché, ustedes terminaron… Así que nada evita que salgamos juntos… No digo que seamos novios… ni una pareja… solo que… quiero saber que pasa entre nosotros_
_ ¿Puedo pensarlo un poco más?_ cuestionó
_ Si… y creo que esto te puede ayudar a pensar_ dijo besándolo

Intentaba concentrarse en lo que decía el presentador, o en esa pareja que bailaba con una inmensa sonrisa en el rostro, sin embargo, solo podía mirar en una dirección: ella.
_ ¿Quieres una bolsa para la baba?_ preguntó Emi
_ ¿Qué cosa?_
_ Es tan obvio que te gusta_ comentó
_ Pero… para variar… ¡Le gusta tu hermano!_ exclamó _ No creo que exista una chica que se pueda enamorar de mí_
Tenía trece años y su única relación había sido un noviazgo de una semana con Emi.
_ Invítala a bailar_ lo animó su amiga
Se levantó de su asiento intentando armarse de valor, sin embargo toda su valentía se esfumó cuando vio a Laura tomar la mano del músico y llevarlo al centro de la pista.
_ ¡Vamos!_ le sonrió Emi extendiendo su mano
La tomó. Sonrió, después de todo no importaba si no tenía suerte con las chicas, mientras tuviera a Emi en su vida, todo lo demás eran solo banalidades.

Seguía llorando, lo escuchaba y se le partía el corazón en mil pedazos. Llevaba toda la tarde así y sin importar lo que hiciera, no lograba calmarlo.
_ Vamos, enano, come un poco_ dijo ofreciéndole un tazón de helado
_ No, no quiero nada_ respondió con el rostro lleno de lágrimas secas y otras aun frescas
_ Campeón, mañana vuelves a clases…
_ No quiero ir_ lloró con más fuerza
_ Julián, escucha… Sé que es difícil, a mí también me duele la muerte de Agus_
Sintió un sabor amargo al decir esa frase, aun no podía creer que él ya no estuviera más.
_ La última vez que hable con él, le grité… ya no quise decirle nada… soy un mal hermano_ dijo el niño entre llantos
_ No lo eres, enano… Yo también estaba muy molesta con él… a veces pasa, son errores que comete cualquier persona_
Abrazó a su hijo con todas sus fuerzas. De cierta forma ella también se sentía desprotegida sin Agustín, después de todo, él era el único que conocía todos los misterios de la familia Garcés.

El cuarto de las chicas era en general un lugar tranquilo, pero no esa noche. Tres de las chicas volverían a clases a la mañana siguiente y los ánimos se encontraban elevados. Especialmente porque todas querían saber las novedades respecto a Emilia y Matías.
_ ¿Son novios?_ cuestionó Lucía
_ ¡No!... Solo vamos a intentar salir juntos_ respondió Emi subiendo a su cama
_ ¿Salir?... ¡Ustedes se besaron, como pueden no ser pareja!_ exclamó Paula
_ Es como Leo y Olivia, se besaron pero no son novios_ comentó Lu
Sara volteó a verla, atravesándola con los ojos.
_ Pero si, enana… hay hombres que besan a las chicas y al final no son nada… solo juegan con sus sentimientos_ dijo
_ ¿Matías es uno de esos hombres?_ preguntó la más pequeña
_ Espero que no_ respondió _ Matías parece un buen chico_
_ No lo sé… solo vamos a… probar_ comentó Emi encogiéndose de hombros _ Ni siquiera sé que siento por él_
Y era verdad, sabía que entre ella y el chico de ojos verdes pasaba algo, existía química, pero no estaba segura que eso fuera el amor en realidad.
_ Chicas, vayan a dormir_ indicó Mauricio entrando en la habitación
El teléfono de Sara sonó e inmediatamente lo ocultó debajo de su almohada.
_ Ya vamos, Mau_ respondió Lucía
Emi se acostó, pensando en Matías, el simple hecho de recordar su sonrisa y sus brillantes ojos verdes, hizo que su corazón se acelerara a niveles que no creía posibles. Lo volvería a ver, por primera vez desde ese beso en la víspera de año nuevo.

A la mañana siguiente la suite se había convertido en un verdadero campo de batalla, los chicos  corrían y gritaban en todas direcciones. Él había tenido que levantarse hora y media antes para poder preparar el desayuno y tenerlo listo a tiempo.
_ ¿Estás seguro que debemos ir?_ cuestionó Martín bostezando
_ Muy seguro_ respondió sirviendo un enorme plato de panqueques sobre la mesa
_ ¡No es justo!... ¡Los de preparatoria siguen de vacaciones!_ exclamó indignado
_ Y aun así nos obligaron a levantarnos temprano_ se quejó Arturo
_ Sigues castigado… debes ir a cumplir tus deberes_ comentó audaz _ Así podré platicar contigo_ añadió señalando a Sergio
El chico asintió sirviendo una porción de panqueques en su plato.
_ ¿Listos chicos?_ preguntó el señor Palacios entrando a la suite
Si bien agradecía que el dueño del hotel lo ayudara con el cuidado de los chicos, pero en ocasiones le parecía excesivo.
_ Iré hoy a visitar a Kía_ comentó Sara _ Ya debo irme_ añadió levantándose de la mesa
Los últimos días su prima había actuado de forma extraña, pero pronto averiguaría que pasaba con ella. Debía ir un paso a la vez.

Estaba teniendo un gran problema, Julián estaba aún en su cama, negándose a salir. Si bien el niño ya tenía el uniforme puesto, se había cubierto con las cobijas hasta la cabeza.
_ Vamos, Julián_ insistió
_ No, no quiero ir_ exclamó el niño
Cansada de la negativa de su hijo, lo levantó en brazos, sacándolo del apartamento.
_ ¡Mamá bájame!_ gritó _ ¡No quiero ir!_
Lo llevó así hasta llegar al estacionamiento de su edificio, donde finalmente lo bajó frente al auto.
_ ¡No voy a subir!_ dijo el niño cruzándose de brazos
_ ¿Por qué no?_
_ Mis padres murieron en un auto y mi hermano también… no quiero que nos pase lo mismo_
Resignada, bajó al nivel del niño.
_ No va a pasarnos lo mismo… esos fueron accidentes…
_ Mamá, no quiero perderte a ti también_ confesó el pequeño al borde del llanto
_ Julián, ¡No me vas a perder!... Te prometo que manejare con mucho cuidado_ dijo acariciando el cabello de su hijo _ Ahora debemos irnos_ añadió abriendo la puerta del auto

Se sentía nerviosa, volvería a ver a Matías. ¿Qué le diría?, ¿Cómo reaccionaría al verlo?... estarían todo el día juntos, tenían clases juntos y además tenían el taller de carpintería… ¿Cómo sobreviviría a ello?
Entró al salón acompañada por su hermano y Ezequiel, ahí se encontraba Matías, observándola con sus brillantes ojos verdes.
_ Hola, nena_ sonrió
Sintió que sus piernas comenzaban a temblar y su corazón latía a mil por hora. Quedó sin palabras, sin nada en que pensar, solo en esos ojos verdes que la miraban aún más brillantes de lo normal.
_ ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?_ preguntó Matías acercándose a ella
Su boca seguía sin reaccionar y su cerebro al parecer había decidido tomar un descanso.
_ Bien, Santillán_ los interrumpió Ezequiel
_ Tengo que hablar contigo_ indicó el chico de ojos verdes ignorando por completo a su amigo
La tomó del brazo y la llevó al pasillo. Ella seguía flotando en una dimensión alterna.
_ ¡Dime algo por favor!_ suplicó Matías _ Después del beso yo me tuve que ir… llevo todas las vacaciones quebrándome la cabeza con ese momento… necesito saber qué pasa entre nosotros_ explicó llevándose las manos a la cabeza _ ¡Dios!, ¿Puedes decir algo o es que como eres mujer me harás sufrir?_
Entonces reaccionó, ese seguía siendo el mismo Matías de siempre, aquel con el que adoraba competir, el machista del salón… Entonces su espíritu guerrero volvió.
_ No sé qué pasa entre nosotros… Y no creo que un beso lo defina_
Matías la miro confundido.
_ ¡Eres insoportable!, ¿No puedes por una vez en tu vida ser clara?_
_ ¿Y tú no puedes por una vez en tu vida ser educado?_ se cruzó de brazos _ No sé qué diablos somos… si quieres podemos averiguarlo… sino damos todo este asunto por terminado_ sentenció


lunes, 23 de julio de 2018

Capítulo 7: EL MÚSICO


_ Se sienten culpables_ dedujo
_ ¿De qué?_ cuestionó Paula _ El sujeto nos arruinó la vida_
_ Por qué ustedes no lo perdonaron_ dijo Lucía
_ ¡Exacto!_
_ Pago el viaje con mis padres y no se lo agradecí_ comentó Kía
_ Sí, pero… ¿Todas las palizas que nos dio?, ¿Las veces que nos encerró?, ¿Sus castigos?, ¿La vez que casi me arrestan por su culpa?_ exclamó Arturo _ ¡Eso no se puede perdonar!_
_ Igual no importa, ¡Ya murió!_ dijo Sergio
Notó en el rostro de sus amigos que eso era lo que los tenía tan mal, su verdugo había muerto, pero anteriormente intentó reivindicarse con ellos. No lo perdonaron y ahora ese peso estaba sobre sus consciencias.

Desde el inicio del año, había estado muy atento a Oscar, el músico de la familia. Si bien Arturo, Ezequiel, Emi e incluso Leonardo tenían dotes musicales, era él quien demostraba un mayor talento en el área.
Lo había visto practicar con esmero para su presentación en la boda para la cual lo habían contratado. Usualmente lo observaba al practicar, pues deseaba acercarse a él.
Pero esa tarde, Oscar parecía más callado de lo usual.
_ ¿Todo bien?_ preguntó acercándose al adolescente
_ Si… solo que creo que hoy no llega la inspiración_ respondió apartando sus manos del piano
_ ¿Es por el funeral?_ se sentó a su lado
_ Supongo… no sé… Garcés era detestable… pero nos obsequió el disco de mis padres… intentó arreglar las cosas y era hermano del enano…
_ Debe ser complicado_ comentó
_ Un poco…
_ ¿También escribes?_
_ Un poco… lo último que escribí fue para una chica que me gusta_
_ ¿Tu novia?_
_ La chica que Arturo besó en la fiesta de fin de año_
Asintió.
_ Ahora veo porque están enojados_
_ Si… y la chica también le gusta a Ezequiel… En fin… es la manzana de la discordia_ sonrió
Le agradaba que Oscar mantuviera su sentido del humor, muy a pesar su personalidad seria y tímida.  Sin duda sería un gran hijo.
_ ¿Seguimos con las lecciones?_
_ Si_ dijo volviendo a concentrarse en el piano

Aunque lo intentaba, no podía dormir. Las imágenes de Agustín en las distintas facetas de su vida la inundaban su mente. El día en que se conocieron, cuando eran niños y su amigo era increíblemente parecido a Julián. Sus travesuras de adolescencia, la graduación de Agus y su fiesta de quince, el día que tuvieron que despedirse porque ella se marchaba a la universidad. Y su reencuentro, siendo ya mayores.
_ Mamá_ escuchó la voz de Julián
El niño se encontraba en el umbral de su cuarto, sosteniendo con fuerza su osito de peluche.
Se levantó de su cama y caminó a su encuentro.
_ ¿Qué pasa, enano?_ preguntó aunque conocía la respuesta
_ No puedo dormir_ contestó
En ese momento notó las lágrimas que se deslizaban por las mejillas de su hijo, de forma casi instintiva lo abrazó y lo levantó en sus brazos.
_ ¡No es justo!_ exclamó Julián _ ¡No es justo!, ¡No es justo!_ repitió
_ Lo sé, enano, lo sé_ respondió acariciando su cabello
_ Tardé toda mi vida en encontrarlo… ¡Si no se hubiera ido, estaría con nosotros!... Mamá, ¿Agus se fue por mi culpa?_
_ Julián, claro que no_ respondió sentándose sobre su cama, colocando al niño a su lado _ ¿Por qué dices eso?_
_ Creo que fue mi culpa_ confesó el pequeño incrementando su llanto
_ No es así… de ninguna forma es así_ dijo plantando un beso en la coronilla de su hijo _ Ahora vamos a dormir_

Ese era el gran día o al menos así lo sentía. Si bien había tocado anteriormente en la escuela y tiempo atrás lo había hecho en algunas plazas y parques, sin embargo nunca tuvo un público real, y menos un pago por su labor artística.
_ ¡Date prisa!_ exclamó Ezequiel
Al parecer el menor de los Lagos estaba incluso más ansioso que él.
_ ¡Vamos, Os!_ dijo Emi entrando a la habitación
_ ¿Están listos?_ preguntó el señor Palacios detrás de ella
_ Ya voy_ respondió un poco de mala gana
Todos lo apresuraban y él moría de nervios, ¿Acaso no podían tener un poco de consideración?
_ Te ayudo con la guitarra_ dijo el señor Palacios tomando el instrumento
Seguía sin entender el motivo por el cual el dueño del hotel seguía ahí, porque los cuidaba y especialmente, ¿Por qué lo seguía tanto?

Sabía de sobra que los chicos no se encontraban en su mejor momento, aunque ninguno se atrevía a admitirlo, la muerte de su tutor anterior los había consternado. Observaba a Arturo, el quinceañero se encontraba en la sala viendo una película con Sergio. Sabía que estaba mal, lo intuía.
_ ¿Qué ven?_ preguntó sentándose junto a ellos
_ Una película aburrida_ respondió Sergio _ ¡Es domingo!, ¡Vamos, salgamos!_ suplicó a su amigo
_ ¿Nos dejarías a solas?_ cuestionó
_ Claro… si pueden_ comentó el chico poniéndose de pie
_ ¿Todo bien, quinceañero?_
_ ¡Detesto que me llamen así!_ exclamó _ ¡No puedo esperar a cumplir 16!_
_ Oye… te he visto un poco… un poco… ¿distraído?...
_ No pasa nada_ bufó
_ La muerte de Garcés fue… difícil… ¿Quieres hablar sobre eso?_
_ ¡No!... ¡Garcés no era importante!, ¿De acuerdo?_
Cuando Arturo se ponía a la defensiva, era porque había tocado algún punto sensible… a esas alturas ya lo conocía bastante bien.
_ Entiendo, cuando quieras hablar sobre el tema… sabes que puedes buscarme_ concluyó

Llegaron a la fiesta, era un salón enorme con decorados en tonos blanco y rosa pastel. Los invitados aun no llegaban, pues ellos debían ayudar a Oscar a instalar su guitarra y ecualizar el sonido.
_ ¡Me alegra mucho que pudieras venir!_ comentó una chica de cabello castaño y largos rizos con una sonrisa hermosa
_ Estoy nervioso_ confesó Oscar
_ Te irá de maravilla_ dijo animando al muchacho
_ Soy Emi_ comentó extendiendo su mano a la chica de cabello castaño
_ Soy Laura, un gusto_ respondió con amabilidad _ ¿Eres la novia de alguno de ellos?_
Emi soltó una carcajada.
_ Soy hermana de Oscar y amiga de Ezequiel_ explicó _ Los dos están solteros_
Notó al instante que el músico se ruborizaba. Era tímido y eso le agradaba. El chico tenía potencial.
Oscar tomó su guitarra, evadiendo ese momento de incomodidad. Lo siguió para ayudarlo.
_ ¿Te gusta la chica?_ preguntó acercando una de las bocinas
_ ¿Laura?... No lo sé… es linda, pero…
_ ¿Pero?_
_ A Ezequiel le gusta también… no quiero tener más problemas… ¡Pelear por tercera vez por una chica es demasiado!_
_ Tienes oportunidad con ella_
_ La que me gusta es Amanda… ella solo me parece linda_ comentó encogiéndose de hombros
_ Podría ayudarte a conquistarla_ dijo _ ¿Cuándo la verás nuevamente?_
_ Mañana… supongo_
_ Bien, mañana te daré un par de consejos_
No sabía si estaba yendo por el camino correcto, pero deseaba empezar a formar una relación padre e hijo con el joven músico.

Tuvo que disculparse una infinidad de veces, pero finalmente había logrado que Olivia reprogramara su cita. Lo único que quería era dejar todo en claro… aunque ni él lo tenía definido.
_ Responde… ¿Qué somos?_ presionó la chica de los ojos azules
Quedó mudo sin saber que responder.