jueves, 5 de julio de 2018

Capítulo 2: ¿EL ADIÓS DE BENJAMÍN?



_ ¿Qué hay de comer?_ preguntó Edgar entrando a la suite
_ ¡Largo de aquí!_ exclamó poniéndose de pie
_ Si, ya somos demasiados aquí_ comentó Leonardo
_ ¿Qué quieres aquí?_ preguntó impidiendo que el adolescente continuara avanzando
_ Dos cosas: primero, comer. No tienes idea de lo mal que cocina Clarisa. Y segundo: Memo me pidió que te avisara que te están buscando_ explicó Edgar
_ ¿Quién me busca?_ cuestionó extrañado
_ Ellos_ respondió abriendo más la puerta de la suite
De inmediato Lucía y Benjamín se pusieron de pie, completamente sorprendidos.
Tardó un poco en reconocer a la pareja que se encontraba frente a su puerta, pero finalmente logró recordarlos, eran los padres de Benjamín.
_ Buenas tardes, estamos buscando a nuestro hijo_ explicó el señor Gress
Volteó a ver a los niños, vio que Lucía y Benjamín dejaban la mesa y corrían a la habitación de las chicas.
_ ¿Ya hablaron con los Ochoa?_ cuestionó
_ Venimos de allá, dijeron que Benja estaba con su amiga… solo queremos hablar con él_

Desde su llegada al hotel había aprendido muchas cosas: ahora sabía andar en bicicleta, sabía hacer multiplicaciones, pero sobretodo había aprendido que cuando un familiar suyo o de Benja aparecía, significaba que habría problemas.
_ ¿Qué hacen aquí?_ preguntó su rubio amigo llevándose las manos a la cabeza
_ Tal vez vinieron a visitarte_ respondió acercándose a él
_ O vinieron por mí… Lu, no quiero irme_ dijo cabizbajo
Ella tampoco quería que él se fuera, era su mejor amigo, eran inseparables y no estaba dispuesta a perderlo.
_ ¿Y si nos escapamos?... ¡Podemos esconderte como el año pasado!_ sugirió
_ Chicos_ los interrumpió Mauricio _ Siéntense_ les indicó
Ellos obedecieron.
_ ¿Me van a llevar?_ preguntó Benja preocupado
_ No sé Benja… Tienes que hablar con ellos_
_ ¡Pero no quiero que se lo lleven!_ exclamó abrazando a su amigo
_ Sé que ustedes son muy unidos, pero ahora tú debes ir con tus padres y averiguar que pasa_ indicó acercándose a ellos _ Vamos, Benja, te están esperando_
Benjamín asintió y salió corriendo a encontrarse con sus padres.
_ Lu, tranquila. Quizá solo vinieron a visitarlo_
_ ¿Y si se lo llevan?_ preguntó a punto de llorar
_ En un par de horas te acompaño a su suite a ver qué pasa, ¿Si?_

Había acordado ir al hotel por la tarde, le gustaba ver a los chicos, pero sobretodo, ver lo feliz que era su hijo al estar con ellos. Sin embargo esa tarde, parecía que la suite estaba más abarrotada que de costumbre, con los chicos de vacaciones, existía un caos total.
_ ¡Suéltalo!_  exclamó Lucía molesta
_ ¡Basta, Tincho!_ lo reprimió Mauricio
Martín devolvió su lápiz a la pequeña Lucía.
_ ¿Qué hacen?_ cuestionó
_ Su carta a los reyes… así Lu se distrae un poco, está preocupada por Benja_ explicó Mau _ Toma_ le indicó entregándole una taza de café
_ ¿Qué recibirán los chicos de día de Reyes?_ preguntó
_ Un avión para Tincho y para Lu una mochila nueva_ explicó
_ ¿Y los demás?_
_ Bueno… ya son un poco grandes, ¿No?... Además no tengo tanto dinero_
Movió la cabeza en señal de negación.
_ Tú y yo nos vamos de compras_ indicó tomándolo de la mano
_ ¿Y los chicos?_ cuestionó _ Además le prometí a Lu que la llevaría a ver a Benja_
_ De acuerdo, cuida al enano… ahora vuelvo_ concluyó saliendo de la suite

La suite del señor Palacios era enorme, era como un inmenso castillo que coronaba el hotel. Últimamente pasaba mucho tiempo ahí, en gran parte porque ayudaba al dueño del hotel con sus investigaciones sobre como acercarse a los chicos, y en parte porque la suite se había vuelto un campo de batalla.
_ ¿Qué es todo eso?_ preguntó Sergio señalando una pila de cajas de regalo en medio de la sala
_ Son regalos para los chicos, mañana es día de Reyes_ explicó
_ Debería adoptarme a mí. Con un papá así, sí que sería feliz_ comentó
_ ¿Qué compró?_ cuestionó
_ Una muñeca para Lucía, un traje de patinaje para Paula, unos tacos nuevos para Emi, un helicóptero a control remoto para Tincho, un videojuego para Ezequiel, ropa para Sara, una back pack para Leo_ dijo
_ Todo bien, menos la muñeca… Lu no es de jugar con ellas… además faltó Oscar_
_ ¡Y nosotros!_ añadió Sergio
_ Sus regalos son una sorpresa y el regalo de Oscar, lo verán mañana_ concluyó

Sentía la mano de Lucía aferrándose con fuerza a la suya, avanzaban por el pasillo en dirección a la suite de los Ochoa. La notaba nerviosa y asustada.
Tocó el timbre y esperaron.
La puerta se abrió, detrás de ella estaba el pequeño niño rubio con los ojos llenos de lágrimas, apenas la vio, corrió a abrazarla.
_ Me tengo que ir, Lu_ explicó el niño a su amiga
_ ¡No!_ exclamó Lucía _ Mau, ¡Haz algo!, ¡No se lo pueden llevar!_ suplicó observándolo fijamente
_ Niños, Benja debe ir con sus padres_ explicó la señora Ochoa
_ ¡Yo quiero quedarme con ustedes!_
Benja corrió a abrazar a la señora.
_ Cariño, acordamos que te quedarías aquí hasta que nosotros arregláramos nuestros problemas… ahora está todo bien, volveremos a ser una familia_ dijo su madre
_ Mi familia está aquí_ lloriqueó Benja
_ No pueden llevárselo _ suplicó Lucía
_ Debemos irnos_ indicó el señor Gres
_ ¡No!_ exclamó Lu abrazando a su amigo _ No pueden separarnos_
_ Lu, él tiene que ir con su familia_ intentó explicar a la pequeña
_ ¡No!, ¡No quiero que se vaya!_ insistió
_ Ni yo quiero irme_ dijo Benjamín aferrándose a Lucía
_ Déjenme hablar con ellos_ pidió a los señores Ochoa y Gres
Ellos asintieron y lo dejaron a solas con los dos niños en mitad del pasillo.
_ Escuchen, sé que son amigos, que se quieren mucho y que no se quieren separar, pero Benja debe ir con sus padres_
_ Cuando mis tíos me querían llevar, les pedimos que me dejaran aquí para estar juntos… podemos hacer lo mismo, ¿No?_
_ Benja, ¿Tu hiciste un trato con tus padres, no?_
El niño asintió.
_ Entonces debes cumplirlo_ indicó _ Yo voy a hablar con ellos para que ustedes se puedan ver en vacaciones, ¿De acuerdo?_
_ Si_ respondieron a dúo
_ Vamos, hablaré con ellos y mientras pueden despedirse_ dijo tomándolos de las manos

Despedirse era lo más difícil que había tenido que hacer en sus siete años de vida. Desde su llegada al hotel su vida había sido mejor, y todo gracias a Lu, a los chicos y a los Ochoa. No quería que todo eso terminara.
_ Benja, eres mi mejor amigo_ dijo Lu rodeándolo en un abrazo
_ Y tú mi mejor amiga_ respondió con lágrimas en los ojos
_ Prométeme que vendrás_
_ Claro que vendrá_ los interrumpió Candela _ Dejaré la cama aquí para cuando nos visites_ dijo despeinándolo un poco
La abrazó. Ella era como su hermana mayor y la iba a extrañar muchísimo. Habían compartido habitación durante medio año, le costaría tanto volver a ser hijo único.
_ ¿Listo?_ preguntó su padre
_ Si_ dijo en voz baja
_ Tus padres dijeron que puedes pasar las vacaciones de primavera aquí_ explicó el señor Ochoa acercándose a abrazarlo
Ellos eran sus segundos padres, los más amorosos y bondadosos que había conocido.
_ Te vamos a extrañar mucho_ añadió la señora Ochoa
_ ¿Vamos?_ preguntó su madre
_ Te veré en primavera_ dijo como despedida a su mejor amiga
Lu corrió a abrazarlo y llorando se despidió de él.
Su padre tomó sus maletas y su madre le dio la mano para que salieran juntos. Sin duda, extrañaría tanto ese lugar.

Vivir en esa reducida suite era algo nuevo, pero también le resultaba interesante. En su vieja suite, por lo general había silencio, pero ahí, siempre existía ruido. Risas, gritos, canciones y ladridos, todo, todo el tiempo.
¿Llanto?
Eso sí era nuevo. Escuchar llorar a alguien ahí, era extraño.
_ ¿Todo bien?_ preguntó abriendo ligeramente la puerta del cuarto de las chicas
No logró ver a nadie, pero seguía escuchando sollozos.
_ ¿Quién está aquí?, ¿Emi?_
Notó que los sonidos venían de una de las literas de arriba, así que subió. Ahí, escondida detrás de una muralla de peluches, se encontraba Lucía.
_ ¿Qué pasa enana?_ preguntó
_ ¡Vete!_ gritó
_ ¡Hey!, Tranquila… solo quería ayudar_ dijo acomodándose mejor _ ¿Estás así por Benja?_
_ Sí, no quería que se fuera_ respondió sin dejar de llorar
_ Te entiendo, Emi es mi mejor amiga… me pondría muy triste si ella se fuera_ comentó _ Pero, ¿Sabes una cosa?... No importaría, ella seguiría siendo mi amiga aunque viviera al otro lado del mundo. Así funciona la amistad, no importa que tan lejos esté el uno del otro o cuanto pasen sin verse, su amistad seguirá ahí_
_ Pero lo extraño_
_ Bueno, si gustas yo puedo ser tu amigo… quizá así lo extrañas un poco menos_ sonrío
_ Puede ser_ dijo Lu limpiándose las lágrimas

Era casi media noche, se suponía que todos debían estar dormidos, pues los reyes magos llevarían regalos a los niños. Pero él estaba despierto, porque no era un niño, ni creía en que unos sabios del oriente fueran a llevarle regalos. Esperaba la llegada de la media noche, porque al dar las doce, sería oficialmente mayor de edad.



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