martes, 31 de mayo de 2016

Capítulo 16: DE EX NOVIAS Y SORPRESAS

_ Esta noche te ves hermosa_ susurró Leonardo al oído de su novia
Escucharon como se abría la puerta de la entrada, uno a uno pudieron escuchar los pasos del hombre que finalmente se detuvo frente a la mesa, el famoso abogado Lagos había llegado a casa y la cena para presentar a Sara con el único familiar de su novio estaba por dar inicio.
_ Ella es Sara_ se adelantó a decir Leo señalando a su chica
Ella se levantó y dio un formal saludo al tío de su novio. A decir verdad era parecido a Leonardo, con el cabello rubio y los ojos marrones, se preguntó si el padre de Leo había sido asi también, y de ser así, sin duda Ezequiel había salido a la familia de su madre.
Se sentaron y empezaron la cena, con la misma formalidad que se acostumbra cuando un grupo de desconocidos se reúne por primera vez.

Corrió a abrir la puerta, él tocaba con gran desesperación, ella lo recibió un tanto alterada. En realidad nunca le pidió que fuera, simplemente le explicó que el niño estaba enfermo y el decidió ir corriendo a verlo.
_ ¿Dónde está?, ¿Cómo está?_ preguntó Mauricio preocupado
_ Relájate, te dije que está bien_ respondió Florencia con un tono de fastidio _ Tuvo fiebre en la mañana, el pediatra le recetó un poco de medicamento y…
_ ¿Lo llevaste al doctor?_ la interrumpió sorprendido
_ ¿Qué esperabas?, ¿Qué lo dejará a su suerte?_ cuestionó sarcástica mientras tomaba asiento en el sillón
_ Para ser sincero, si_ respondió asomándose por encima del hombro de su ex novia a la habitación del niño
Ella entendió enseguida el mensaje, se hizo a un lado para dejarlo pasar, en el cuarto, Julián se encontraba ya dormido, abrazando a Beto con fuerza. Mauricio se acercó a él, besó su frente y lo arropó. Ahora estaba tranquilo, él estaba bien.
_ Te dije que no era necesario que vinieras_ Florencia se cruzó de brazos en el marco de la puerta _ El pediatra dijo que necesita descansar, el cambio de casa lo tiene un poco estresado_
Mauricio se sorprendió de oírla hablar así, sonaba como si en realidad le importará Julián, como si no fuera solo una excusa para mantenerse en contacto. Como si ella hubiera cambiado.
_ Ya comprobaste que está bien, ahora puedes irte_ comentó ella mientras lo acompañaba nuevamente a la sala _ Estoy algo cansada, tuve que hacer el trabajo en casa para cuidarlo_
_ ¿Puedes llevarlo mañana al hotel?_ preguntó mientras avanzaba a la salida
_ Lo llevaré temprano, así podré ir al trabajo, pasaré por Paula a su ensayo y cuando la llevé al hotel, pasó por él_ explicó sus planes despidiéndose de Mauricio _ hasta mañana Mau_ concluyó cerrando la puerta de su apartamento 

La primera media hora de la cena había sido tan silenciosa que podría haberse escuchado el sonido de un alfiler al caer, pero después de que Esmeralda hiciera esa broma sobre las habilidades culinarias de Leonardo, el ambiente se había relajado por completo, ahora charlaban y bromeaban con total naturalidad.
_ Es lindo cenar todos juntos_ comentó Esmeralda sirviendo el postre a los sobrinos de su novio _ Ojalá Ezequiel hubiera traído también a su novia_
_ Sí, yo también quiero conocerla_ dijo Tomás Lagos probando la primera cucharada de su pastel de chocolate
_ Se las presentaré cuando tenga una novia_ respondió Ezequiel dando un sorbo a su vaso
_ ¿Qué hay de Emilia?, pensé que era tu novia_ Esmeralda volvió a tomar asiento
El menor de los Lagos casi se atragantó con su bebida al escuchar esas palabras.
_ Ellos son amigos_ intervino Sara al ver la incomodidad de su cuñado _ Emi vive conmigo, la conozco bien y estos dos son casi como hermanos_ sonrió ella
Ezequiel dio otro bocado a su pastel, feliz de que la novia de su hermano interviniera, pero no estaba muy seguro de querer ser “el hermano” de Emi, simplemente pensar en la comparación que la idea le causaba con respecto a Oscar lo hacía sentir mal. Quizá porque empezaba a ver a Emi como algo más que una amiga.

Regresó lo más rápido que pudo, esperando encontrarla todavía, pero cuando llegó todo lo que encontró fue a Alma y Franco terminando de acostar a los más pequeños. Debía compensarlo, eso era seguro, ella se merecía una noche especial, una que fuera solo para ellos dos y se la daría, la sorpresa más romántica que ningún hombre antes hubiera hecho para una mujer.

Sonrió completamente feliz, su plan había resultado a la perfección, y ella parecía disfrutarlo, y ni siquiera habían salido lejos, estaban en la azotea del hotel, con una magnifica vista de las luces de la ciudad y un cielo lleno de estrellas, en medio de la azotea, había colocado una pequeña mesa, solo para dos, iluminada por un par de velas. Un par de platillos, cortesía del chef Pablo, y una botella de vino, eran su cena esa noche. Por primera vez, desde que habían empezado a salir, estaban los dos solos, sin preocupaciones, sin problemas que resolver, solo ellos dos y su amor.
_ Brindo por nosotros_ dijo levantando su copa _ Por muchas noches más como esta mi amada_
Estrella levantó su copa, haciéndola sonar al chocar contra la de él, y después de un pequeño sorbo, se acercó para sellar su brindis con un tierno y pasional beso.

Había olvidado lo aburridos que podían llegar a ser los domingos en el hotel, después de todo, sus amigos estaban ocupados; antes de ser enviado a la escuela militar había empezado a disfrutar la compañía de Fernández los domingos por la mañana, pero ahora lo aborrecía y lo que menos quería era estar con él y con Estrella en la suite.   
Por eso había salido a caminar esa mañana, para intentar despejar su mente de todos esos problemas que lo aquejaban, que lo hacían tener ganas de golpear, esa era la forma en la que solucionaba todo últimamente, un par de golpes y listo. Pero no había nada para golpear en ese momento y lanzar golpes al agua de la fuente sería algo estúpido. 
Se detuvo en seco al ver una silueta conocida avanzar por los jardines del hotel, a medida que se acercaba podía ver mejor sus facciones, era ella, su fantasma, la persona que no había visto en años y que era solo parte de sus recuerdos lejanos, era su madre.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Capítulo 15: LA CENA CON LOS LAGOS

Conocía a Esmeralda, la novia del tío de Leo, pero su tío en sí era aún un completo desconocido para ella y no sabía que esperar de esa noche, ¿Sería lo suficientemente buena para conseguir la aprobación de Tomás Lagos o sería despreciada por la familia de su novio?

Tocó la frente del niño por tercera vez, no había duda, estaba enfermo, tenía fiebre. ¿Cómo era eso posible si recién la noche anterior se veía completamente sano? Se sentó en la orilla de la cama, sin saber exactamente qué era lo que debía hacer, era claro que no podía enviarlo así a la escuela, pero ella debía ir a trabajar y no podía dejarlo solo.
_ Tengo mucho frio_ susurró el niño con apenas un hilo de voz
_ Llamaré a un doctor_ comentó Florencia mientras salía a la sala en busca de su celular, entonces vio la puerta de su apartamento abrirse.
Ahí estaba nuevamente su amigo de la infancia: Agustín. Entonces lo entendió, él era el culpable, Julián estaba enfermo a causa del helado que le había llevado, lo mismo había ocurrido en el hotel meses atrás. Sin dudarlo se lanzó contra él, sujetándolo de la camisa, lo aprisionó contra la pared.
_ ¿Qué le hiciste al enano?_ preguntó enojada
_ ¡Nada!, ¡No le he hecho nada!_ gritó Agustín quitando la mano de su amiga bruscamente _ ¿Qué le pasó?_ cuestionó acomodándose la camisa
_ Tiene fiebre, seguramente por el helado que le diste anoche_ respondió Flor _ Lo mismo pasó cuando lo llevaste a comer al hotel, después de eso, se desmayó_
_ Tú y yo también comimos ese helado_ se defendió Agustín _ No tuve nada que ver con esto_

Empezaba a acostumbrarse a la presencia de Rodrigo, no era tan malo después de todo, pues tenía un poco de ayuda extra, lo cual le sentaba de maravilla para mantenerse al tanto de los chicos e incluso cocinar la comida de vez en cuando. Bajo un poco la intensidad del fuego, los chicos no tardarían mucho en llegar.
_ La mesa ya está puesta_ dijo Rodrigo entrando a la cocina _ Gracias por invitarme a comer hoy_
Casi al instante la puerta de la suite se abrió, dando pasó a la voz de los chicos, los mellizos estaban teniendo una especie de discusión por el tiempo que Emilia pasaba con Ezequiel y Paula gritaba para callarlos.
_ ¡Ya me cansaron!_ exclamó la niña _ ¡Todo el camino con lo mismo!, ¿No pueden… _ se detuvo al ver que Rodrigo se encontraba en la suite _ Hola lindo_ saludo con una sonrisa tímida
_ Hola Pau_ dijo Mauricio incomodo por el interés de su pequeña en su aprendiz _ ¿Por qué discutían?_
_ Los mellizos_ respondió Martín _ Oscar tuvo un ataque de celos_ explicó dejando su mochila sobre el sillón
_ Basta de discusiones, vengan a comer_ indicó el gerente a los chicos, al mismo tiempo que Estrella llegaba para unirse a ellos en la mesa
Esas comidas familiares se estaban volviendo una linda costumbre, Estrella y Rodrigo empezaban a volverse una presencia contante durante ellas, haciendo que todos los lugares en la mesa estuvieran llenos.
_ Esta noche Estrella y yo saldremos a cenar_ anunció Mauricio una vez que todos empezaron a comer
_ Yo puedo cuidar a los chicos_ se ofreció Sara deteniendo su siguiente cucharada en mitad del aire
_ Mau dijo que hoy irías a cenar con los Lagos_ intervino Estrella _ Franco y Alma se ofrecieron a cuidarlos_
Sara asintió, decepcionada de no haber obtenido una excusa para faltar a la cena con la familia de su novio. Desde la mañana no había dejado de buscar la manera de escapar de tan importante compromiso.
_ El enano no fue hoy a clases_ comentó Lucia cambiando el tema_ Benja y yo lo fuimos a buscar, pero nadie sabía nada de él_
_ Seguro que la bruja le hizo algo_ infirió Martín
_ Llamaré a Flor más tarde para preguntarle_ dijo Mauricio para tranquilizarlos

¿Qué debía usar?, ¿Vestido o pantalón de mezclilla?, ¿Con el cabello suelto recogido? Faltaba solo una hora para que la cena con los Lagos diera inicio y ella estaba hecha un manojo de nervios. Llevaba toda la tarde encerrada en su habitación, tratando de decidir cómo debía ir a la dichosa cena. Nunca antes había cenado con la familia de alguno de sus novios, bueno no es que hubiera tenido muchos noviazgos en su vida, pero era la primera vez que sentía una relación tan formal.
_ ¿Sigues aquí?_ preguntó Emi entrando a la habitación _ Eze me dijo que Esmeralda cocino para su cena de hoy_ añadió subiendo a su cama en la parte superior de la litera
_ ¡No me pongas más nerviosa!_ gritó Sara _ No sé ni cómo ir vestida_ exclamó mostrando un cumulo de ropa sobre su cama
_ Tanto lío por eso_ Emi se sentó en la orilla de su cama, colgando los pies sobre la cabeza de Sara _ Solo sé tú misma_
Para Emilia era sencillo, a ella no le importaba la opinión que pudieran tener sobre su apariencia, usaba siempre tenis y acostumbraba compartir playeras y sudaderas de su hermano, era lo más opuesto a una chica femenina. En cambio Sara era pura vanidad, se arreglaba siempre antes de salir y combinaba todo su atuendo.
_ Si te quiere, Leo estará feliz uses lo que uses_ se encogió de hombros y bajo de un saltó de su cama para dejarla sola nuevamente.

Estaba listo, esa noche seria especial, llevaba su mejor traje y no había forma en que pudiera disimular su sonrisa, una cena con Estrella a solas era el gran motivo de su felicidad, salió a la sala y ella ya estaba ahí, con un vestido sencillo pero realmente favorecedor. La besó, casi ignorando por completo que Lucia, Benjamín y Tincho estaban jugando con su cachorro justo frente a ellos.
_ ¿Estás lista, hermosa?_ le preguntó con una sonrisa seductora
En ese preciso instante, antes de que Estrella pudiera contestar, Sara salió finalmente de su cuarto, vestida con un blusón de licra; muy fresco, un pescador de mezclilla ajustado y unas Valerinas juego con su blusa, con el cabello suelto y apenas un toque de maquillaje.
_ Te ves muy bella_ comentó Estrella _ Seguro que a Leo le vas a encantar_
_ Y hablando de eso, de irme_ dijo tomando su bolso apresurada _ No quiero llegar tarde, chao_ se despidió mientras salía de la suite
Mauricio se dispuso a darle otro beso a su novia, cuando sintió su celular vibrar en el interior de su bolsillo, lo sacó, viendo el nombre de Florencia en la pantalla.
_ Te estuve marcando, ¿Por qué no respondías?, ¿Cómo esta Julián?_ empezó a interrogarla _ ¿Qué tiene?_ se apartó un poco de Estrella _ ¡No!, Voy para allá_ colgó finalmente.
Estrella lo miró expectante, curiosa de saber lo que le había dicho, pero casi segura de que su cita se cancelaria.
_ El enano está enfermo_ dijo a manera de disculpa _ Debo ir a verlo, ¿No hay problema?_ preguntó con una expresión suplicante de preocupación
Estrella asintió en silencio, sabiendo que esa probablemente no seria la única cita que terminaría en cancelación, pero después de todo lo entendía, los chicos eran lo más importante para Mauricio.
_ Gracias mi amor, eres la mejor_ le plantó un beso en los labios y salió de la suite sin decir nada más.

Se sentaron todos a la mesa, solo faltaba una persona: Tomás Lagos, quien venia del trabajo a reunirse con la familia. La suite de los Lagos era de las más grandes del hotel, con dos pisos, cuatro habitaciones, dos baños, la cocina, el comedor y una espaciosa sala de estar.
_ Esta noche te ves hermosa_ susurró Leonardo al oído de su novia
Escucharon como se abría la puerta de la entrada, uno a uno pudieron escuchar los pasos del hombre que finalmente se detuvo frente a la mesa, el famoso abogado Lagos había llegado a casa y la cena para presentar a Sara con el único familiar de su novio estaba por dar inicio.


lunes, 23 de mayo de 2016

Capítulo 14: FACTORES ESTRESANTES

_ Ahora intento arreglar mi vida y ustedes no lo arruinaran_ dio un paso al frente, quedando cara a cara con el quinceañero.
La última vez que habían tenido un encuentro así, Arturo tenía trece años y era un chico lleno de miedos y rabia, ahora era apenas cinco centímetros más bajo que él, y su miedo se había convertido en odio. Eso era la guerra. 
_ Ya no te tengo miedo_ lo observó desafiante_ Ni yo ni ninguno de los chicos_ se cruzó de brazos _ Estás ahora en nuestro hogar, y aquí nunca nos podrás ganar_
_ Estás muy equivocado, Turo_
El chico despegó los brazos de su pecho, cerrando los puños, listo para atacar. Odiaba que lo llamara así, odiaba que se viera tan seguro. Lo odia, lo odia, necesitaba al fin dejar escapar tanto odio en un solo y certero golpe.
_ ¡Ni siquiera lo pienses!_ sintió la mano de Sara sosteniendo su brazo _ Déjalo ya_
Arturo la observó con una expresión de verdadero disgusto, no estaba dispuesto a detenerse justo en ese momento.
_ ¿Qué pasa aquí?_ los interrumpió el aprendiz de Mauricio, ante el silencio de todos, se decidió a proseguir con su deber _ Fernández los está buscando_ anunció a los dos adolescentes
_ Por hoy te salvaste, Garcés_ dijo Arturo mientras abandonaba la cocina, sin saber exactamente quien había ganado esa batalla.

Mauricio se encontraba sentado en su sillón, el más grande, dejando en claro que él era el líder de la familia, o al menos eso pretendía. Los chicos se encontraban repartidos en los otros sillones, observando a su tutor, cuando Sara, Arturo y; para su mala suerte; Rodrigo, entraron en la suite, supo que era momento de iniciar su sesión.
_ Sara me dijo lo que estaban planeando respecto al señor Garcés_ inició el gerente del hotel _ ¡Chicos no se pueden mandar así!_ exclamó observándolos fijamente
Arturo le dedico una mirada de enojo a su mejor amiga, ¿Cómo podía haberlos delatado de tal manera?, y él que pensaba que Sara estaba de su parte.
_ Tenemos que manejarnos con cuidado, si por alguna razón, los trabajadores sociales consideran que tienen problemas de conducta, nos separarán_ explicó
_ Yo no quiero que nos separen_ comentó Lucia con la voz salpicada de miedo y tristeza
_ Dejen esto en mis manos, ¿De acuerdo?_
_ ¡Ni loco!_ Arturo se puso de pie enojado _Tú no sabes todo lo que nos hiso, ¡Es hora de pagarle con la misma moneda!_
Sara le suplicó en voz baja que volviera a sentarse, y siguiera escuchando a Mauricio, pero era inútil, Arturo era un huracán, lleno de rabia e incapaz de ser controlado.
_ Chicos, pueden irse_ indicó Mauricio_ Menos tú, Arturo_
El adolescente gruñó con enojo y se dejó caer nuevamente sobre el sillón, un nuevo sermón de Mauricio Fernández estaba por dar inicio y él no estaba en absoluto dispuesto a escucharlo.
_ Me mantendré al margen, ¿Ok?_ dijo el quinceañero _ Ahórrate el discurso_ concluyó  cruzándose de brazos.

Una hora más tarde, Sara se encontraba en la sala de la suite 5 12, el hogar de los Lagos, donde le contaba a su novio todo lo ocurrido con respecto al nuevo mesero. No era que Leonardo estuviera muy interesado en saber respecto a los chicos, en especial sobre Arturo, pero Sara era su pareja y como todo un buen novio, la escuchaba y apoyaba.
_ Desde que regresamos, es como si fuera otra persona_ comentó Sara respecto a su mejor amigo.
Tenía toda la razón, el quinceañero era una bomba del tiempo, lista para explotar en cualquier momento. Si bien, antes era rudo y reservado, ahora era agresivo y sumamente frio.
_ No te armes lío por el callejerito_ la tranquilizó Leonardo mientas observaba su recién impresa tira de materias
_ ¿No te parece que exageraste un poco con la cantidad de materias?_ preguntó Sara cambiando abruptamente de tema
_ Quiero nivelarme_ aclaró _ No es justo que mi novia se vaya a la universidad en un año y siga en preparatoria dos años más. Adelantaré materias hasta haber avanzado al menos un año_ sonrió _ No quiero quedarme atrás_
Leonardo estaba decidido a recuperar sus años escolares retrasados, no solo porque era el mayor en su clase, o porque pronto cumpliría la mayoría de edad, sino que su principal motivación era Sara, quería que estudiaran en la misma universidad.
_ Por cierto, mi tío y Esmeralda me pidieron que te invitará mañana a cenar en casa_ comentó Leo tomando la mano de su novia

La puerta no tenía seguro, así que entró sin ningún problema, pudo escuchar los sollozos del pequeño en su habitación, avanzó decidido en esa dirección, pero no logró llegar, puesto que Florencia se interpuso en su camino.
_ ¿A dónde crees que vas?_ lo frenó
_ A ver a Julián_ respondió Agustín tranquilo _ Le traje algo_ levantó una bolsa que traía en la mano para mostrársela a su amiga
_ Lo que le dijiste al enano, ¿Era verdad?_
El hombre hizo una cara de fastidio y esquivo a su amiga para entrar a la habitación del infante, una vez más el niño estaba llorando. Se sentó a su lado, Julián abrazaba su osito de peluche con fuerza.
_ Hola, Julián_ saludó con una enorme sonrisa _ Traje helado de galleta, tu favorito, ¿quieres un poco?_
El niño lo observó confundido, aun no estaba seguro que lo ocurrido el día anterior fuera algo real, no era fácil olvidar los maltratos que había vivido en el hogar del señor Garcés y empezar a confiar en él. Volteó a ver a su madre adoptiva, en busca de un poco de ayuda, pero ella se veía tan confundida como él.

Dos horas más tarde, Julián ya se encontraba profundamente dormido, Florencia lo llevo cargando de regreso a su cama, el niño aun abrazaba su oso de peluche. Lo dejó en su habitación y regresó a la sala junto a su viejo amigo. Se detuvo frente al sillón, observando a Agustín con detenimiento, colocando los brazos en jarras, exigiéndole una explicación.
_ ¿Por qué siempre está llorando?_ preguntó el hombre sin dar mucha importancia a la expresión corporal de su amiga _ ¿Es porque extraña a los demás?_ insistió sin obtener respuesta _ Deja de mirarme así, haces que me sienta incomodo_ dijo Agustín al ver que ella no le respondía _ Bueno, ya es muy tarde, debo irme_ se puso de pie y camino hacia la puerta
_ Antes me dirás: ¿Qué es lo que pretendes?_ lo detuvo su amiga tomándolo por el brazo
_ Descansa Flor_ se soltó y salió finalmente sin decir ni una palabra más.


A la mañana siguiente Sara despertó antes que el resto de las chicas, pero permaneció en su cama, ese día terminaría su primera semana de clases, y eso le alegraba, era el fin de las clases de presentación y de revisión de temarios y reglamentos, pero también era el día en que cenaría con la familia de su novio.  

Conocía a Esmeralda, la novia del tío de Leo, pero su tío en sí era aún un completo desconocido para ella y no sabía que esperar de esa noche, ¿Sería lo suficientemente buena para conseguir la aprobación de Tomás Lagos o sería despreciada por la familia de su novio?