viernes, 20 de noviembre de 2015

Capítulo 89: CORAZÓN HERIDO

_ ¿Tú estás de acuerdo con que Mauricio cuide a eso mocosos?_
_ Me ha costado, pero nos estamos acoplando a ellos_
_ Deberías hacer algo para deshacerte de ellos, si quieres te podemos ayudar_ comentó la madre de Mauricio
Tenía una puerta, una escapatoria fácil a su problema, pero debía ser más lista, si aceptaba su ayuda seguramente terminaría por ser descubierta, aunque buscaría la manera de usar la propuesta a su favor.
_ ¡Claro que no!_ exclamó ofendida _ Quiero mucho a los chicos, y Mau los adora. Creo que tendrán que hacerse a la idea de que ellos serán parte de su familia_ concluyó

Ahora todo parecía marchar sobre ruedas, estaba a punto de salir de la secundaria, tenía un hogar, realmente sentía que no debía ser todo el tiempo el responsable de sus amigos, estaba próximo a realizar el examen de admisión y por primera vez se sentía como un chico normal de su edad. Con el baile de secundaria acercándose cada vez más, se decidió a invitar a Candela para que fuera su pareja, toda la mañana estuvo nervioso, ideando la mejor forma de invitarla. Apenas sonó la campana para el receso más largo del día, salió disparado hacia las aulas de preparatoria, esperando que su chica soñada aceptara acompañarlo.
Vio que los compañeros de Candela salían del aula y la espero en la entrada, salió el último alumno pero no la encontró. Se acercó a un par de chicas; que había visto un par de veces junto a Cande.
_ Disculpen, ¿Saben dónde está Candela?_ les preguntó
_ Salió de prisa, está por allá_ señaló una de ellas
Entonces la encontró, no estaba sola, tenía compañía, un chico. Era Fernando, el amigo de Leonardo y su principal dolor de cabeza durante clases. ¿Qué hacía hablando con ella? Avanzó dos pasos al frente para encontrarse con ella, se detuvo al ver que Fernando la tomaba de la mano y acto seguido le plantaba un beso en los labios. Sintió que su mundo se desmoronaba en un segundo, toda su valentía romántica y su felicidad se esfumaron en un instante. Dio media vuelta y se alejó lo más posible de esa siniestra escena.

Para los de primer año también el baile era importante, era el primero de tres, de alguna forma la noche del baile dejaban de ser los novatos en la secundaria y se integraban de lleno en la vida del mundo adolescente. Aunque a los doce o trece años ir con pareja no resulta el punto principal, sino simplemente divertirse.
_ ¿Quieres ir al baile conmigo?_ soltó Ezequiel mientras caminaban
Emilia se detuvo de golpe, jamás hubiese esperado esa invitación por parte del menor de los Lagos. Era cierto que en las últimas dos semanas se habían vuelto muy unidos, pero ir juntos al baile podía implicar un malentendido.
_ No me malinterpretes, quiero que vayamos en grupo. Dile a Oscar si quiere ir, algunos amigos del grupo me dijeron que los invitara_ explicó el chico
_ Seguro, iremos con ustedes_ respondió Emi más tranquila.

Oscar levantó su plato de la mesa, la idea de las comidas en familia le gustaba, aunque odiaba el momento de lavar los trastes, esa tarde era el turno de él y su hermana. Mientras lavaban la vajilla, Emi le comentó sobre la invitación al baile, si bien no le agradaba la idea de asistir con Ezequiel Lagos, eso era mejor que ir completamente solo.
Mauricio y Florencia escuchaban a los mellizos ponerse acuerdo para el baile, hasta que el gerente del hotel le indicó a su novia que salieran al pasillo, una idea rondaba su cabeza hacia días y era momento de plantearlo con su prometida.
_ ¿Qué pasa Mau?_ preguntó Florencia
_ Quería preguntarte algo_ dijo con seriedad _ ¿Te gustaría que adoptáramos al enano?_
_ ¡Sí!, Me parece una idea grandiosa_ exclamó _ Vamos mañana al consejo tutelar a revisar que tramites debemos hacer_
_ ¿Estas segura?, ¿En verdad estás de acuerdo?_ cuestionó Mauricio asombrado por la respuesta de su novia
_ Si, Julián quiere unos padres y nosotros nos casaremos: nos hará falta un hijo_ explicó como si la idea hubiera ya cruzado por su mente con anterioridad _ Bueno me tengo que ir al trabajo, chao mi amor_ le plantó un beso al gerente quien permanecía boquiabierto sin creer lo que pasaba y después se marchó.

A la mañana siguiente la habitación 2 15 era un caos, los chicos se habían levantado tarde y corrían de un lado a otro buscando sus sacos, mochilas y tareas. Por si fuera poco los padres de Mauricio habían ido a desayunar y se quejaban por cada pequeño movimiento que los pequeños realizaban, mientras su tutor intentaba mantener la calma. El devoraba su cereal, recordando la escena del día anterior, Candela besando a otro, a Fernando por si fuera poco. Era en todo lo que podía pensar.
_ ¿No piensas ir a clase?_ lo interrogó Mauricio
Arturo volvió de su recuerdo, topándose con la realidad, todos se habían ido ya, incluso los señores Fernández, dejándolo solo con su tutor y medio plato de cereal remojado.
_ ¿Qué te pasa? Desde ayer has estado muy callado_ el gerente del hotel tomó asiento a su lado _ ¿Quieres contarme?_
_ ¿Por qué te metes siempre en mi vida Fernández?_ reclamó el chico poniéndose a la defensiva
_ Porque me importas_
_ Candela tiene novio_ susurró casi para sí mismo _ Ayer iba a invitarla al baile y la vi besando a otro_
Mauricio lo rodeó con el brazo, lo entendía perfectamente. La primera decepción de amor siempre es dura, es difícil de procesar y te destroza el corazón. Lo sabía de primera mano y por un breve instante recordó su adolescencia.
_ Sé que es difícil, pero ella no es la única chica. Date la oportunidad de conocer, si te quieren que mejor y si no, no saben de lo que pierden_  dijo para animarlo _ Eres la estrella del equipo de basquetbol, si Candela prefiere a un estudiante común y corriente, seguramente tiene un problema_
Logró sacarle una sonrisa, pensó que seguramente era lo que le diría su padre en esa situación, y por primera vez desde su llegada al Royal se sintió feliz de tener a Mauricio cerca.
_ Ahora ve a clases, que quiero verte en la lista de aceptados_
Arturo se puso de pie y tomó su mochila, antes de llegar a la puerta de la suite se detuvo.
_ Gracias Fernández_ dijo despacio _ Gracias por todo_ concluyó y salió a toda velocidad para alcanzar a sus amigos.

La noche del jueves Arturo se encontraba de mucho mejor ánimo, había descubierto que Fernández tenía razón y ser la estrella del equipo de baloncesto tenía sus ventajas,  todo ese tiempo su atención estaba en Candela, ahora que se había dado la oportunidad de ver más allá había descubierto que tenía varias admiradoras y una de ellas; la más valiente quizá; lo había invitado al baile.
Su ánimo se denotaba mientras ayudado por Martin y Lucia preparaba la cena de esa noche, los padres de Mauricio llegaron a la suite pero no les prestaron mayor atención. Leonardo se acercó a ver qué era lo que preparaban, Martin quien caminaba hacia el fregadero llevando en las manos una pesada cacerola llena del espagueti que acababan de hervir, chocó de lleno contra el padre de su tutor, llenándolo de agua con aceite y pasta.
_ ¡Mira lo que has hecho mocoso!_ gritó Lorenzo enfurecido _ Pero yo te voy a enseñar a fijarte por donde vas_ levantó la mano para golpear al niño pero Arturo lo detuvo, sosteniendo la muñeca del hombre con fuerza.
_ A él no le pone una mano encima, ¿entendió?_ dijo el quinceañero enojado
 _ Otro insolente, lo que necesitan es aprender a respetar_ Lorenzo lo observo desafiante
_ ¿Me va a pegar?, ¡Adelante!, ¡Hágalo pero a los chicos no los toca!_
Mauricio entro en el momento exacto que Lorenzo le propinaba un puñetazo al quinceañero en mitad del estómago. Arturo se dobló en dos por el dolor, dejando escapar un pequeño alarido, el hombre estaba a punto de rematar con un segundo golpe pero el gerente del hotel se interpuso entre ambos.
_ ¡Basta!_ gritó Mauricio a su padre _ Arturo, ¿estás bien?_ el chico asintió con la cabeza, aun incapaz de pronunciar palabra _ He sido paciente durante toda la semana, pero esto no pienso permitirlo, ¡Se van ahora mismo!_
_ ¿Vas a defender a ese grupo de vándalos?_
_ Tú fuiste quien lo golpeo, el único vándalo aquí, eres tu_  
_ ¡Soy tu padre y me respetas!_ Lorenzo alzo la voz claramente enojado
_ ¡Tú no eres mi padre! Llevo tu sangre y apellido pero sabes bien que nunca supiste ser mi padre_
Lorenzo estaba furioso, su esposa se había colocado detrás de él, apoyando su mano en su hombro, como si intentara detenerlo en caso de que las cosas se complicaran y diera inicio una pelea entre padre e hijo.
_ Chicos déjenos solos por favor_ indicó Mauricio, ellos permanecieron inmóviles, sorprendidos por la tensión de la escena que presenciaban _ ¡Arturo, Sara, llévenselos de aquí!, ¡AHORA!_ gritó.
De inmediato los chicos abandonaron la habitación, sin decir ni una palabra. Los más pequeños parecían asustados, nunca habían visto a Mauricio tan enojado, mientras que los mayores, llenos de dudas deseaban investigar la misteriosa y conflictiva relación de su tutor con sus padres.


N/A: ¿Qué les parecen los padres de Mauricio?, ¡Son todo un caso!, ¿No creen? 

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