viernes, 17 de agosto de 2018

Capítulo 11: BUSCANDO UN PADRE



_ ¿Los extrañas?... A tus padres_
_ Un poco… es extraño… estudié en el extranjero mucho tiempo, así que no los veía mucho… con Mau y los chicos, me siento en familia_ confesó
_ Y no deberías ocultarle secretos a tu familia… ni yo ayudarte a ocultarnos_
_ Les diré, ¡Lo prometo!_
Pero no lo haría, no se atrevía a contarle a su primo la verdadera razón por la cual todas las vacaciones había estado saliendo del hotel desde temprano.

Desde el inicio de año, había evadido por completo al señor Fernández. Sabía que tenían una charla pendiente y no quería tenerla por ningún motivo. Solo que al parecer su tiempo se había terminado.
_ Puedes esperar afuera_ indicó Mauricio a su amigo
Volteo a ver a Arturo suplicante.
_ Me quedaré aquí_ respondió el quinceañero
_ Hablaré a solas con Sergio_ comentó Mau _ Espera afuera_ repitió
_ Puedo esperar_
_ ¡Afuera!_
Vio a su amigo salir. Estaba solo frente al gerente del hotel.
_ Sergio, llevas casi dos semanas viviendo en la suite… quiero saber, ¿Cuándo hablaré con tus padres y cuándo vendrán por ti?_
_ Regresaran de su crucero en un mes… y llamaran esta noche_ respondió
_ Bien, espero su llamada_
Salió de la oficina, aterrado.
_ ¿Cómo te fue?_ preguntó Arturo
_ Fatal, ¡Tenemos tres horas para encontrar un adulto que se haga pasar por mi padre!_ exclamó

Dar vueltas dentro de la habitación no le ayudaba en absoluto en especial cuando el espacio era tan reducido. Completamente cansado, se dejó caer sobre el colchón que ocupaba Leonardo como cama. Cada vez tenían menos tiempo.
_ ¿Qué hay de Guillermo?_ sugirió Sergio
_ ¿Estás loco?... ¡Es el mejor amigo de Fernández… lo reconocerá enseguida!_ exclamó
_ No conozco a nadie en la ciudad_ explicó _ ¿Cómo voy a encontrar a alguien que se haga pasar por mi padre?_
_ ¿Para qué necesitan que alguien se haga pasar por tu padre?_ cuestionó Leonardo entrando a la habitación
_ ¿Acaso no existe la privacidad en este lugar?_ exclamó Sergio
_ No. Así que acostúmbrate_ respondió el rubio de mala gana _ ¡Fuera de mi cama!_ dijo tomándolo de la sudadera
Quitó la mano del mayor de los Lagos con agresividad.
_ Pensé que estarías con tu novia_
_ No es mi novia… además no es tu problema_ bufó Leonardo tirándose sobre su cama _ Ahora respondan… ¿Para qué necesitan que alguien fija ser padre del soldadito de plomo?_
_ No es tu problema, Ricky Ricón_ respondió Sergio
Desde la llegada de Sergio, ellos dos habían discutido… bueno su amigo tenía todo el derecho de odiar al mayor de los Lagos.
_ Como quieran… igual no me importa lo que hagan el callejerito y tú_ dijo abriendo un libro
_ Vamos a buscar a Tincho_ sugirió
_ ¿A ese enano?, ¿Para qué?_
_ Con algo de dinero puede conseguir lo que sea_ respondió _ ¡Vamos!_ dijo tomando a su amigo del brazo

Observó a los quinceañeros con una enorme sonrisa de satisfacción, sabía que ser el conocedor de sus secretos le estaba dando una gran cantidad de beneficios.
_ ¿Puedes o no?_ cuestionó Arturo impaciente
_ Será difícil y con tan poco tiempo, saldrá muy caro_ respondió rascando su barbilla
_ ¡Mira enano… di lo quieres a cambio y punto!_ exclamó Sergio ya molesto
_ ¿Cuánto nos costará?_
_ Quiero que hables bien de mí con el señor Palacios_ dijo
_ ¿Para qué?_ preguntó Arturo
_ Así llegará a España_ respondió Nadia
_ Ustedes dos están siempre con él… necesito que me promocionen… ¿Tenemos un trato?_
_ Bien_ bufó Arturo
_ Dale tu número a Nadia y tendrás tu llamada esta noche_ sonrió satisfecho

Colocó una enorme bandeja con piezas de pollo sobre la mesa, apenas la dejó sobre la madera vio como una docena de tenedores se disputaban las piezas más grandes.
_ ¡Suéltalo!_ exclamó Paula
_ ¡Es mío!_ gritó Martín
_ ¡Chicos, basta!_ gritó _ Quiero tener una cena tranquila, ¿De acuerdo?_
_ Deberías irte a un restaurante… esto es un circo_ comentó Leonardo
_ Sin De la Cruz siento que tengo el doble de trabajo_ explicó
_ Aún extraño al bombón_ dijo Paula
Volteó a verla molesto y ella guardó silencio al instante.
_ ¿A qué hora llamara tu padre?_ preguntó a Sergio
_ No debe tardar mucho_ respondió el chico
_ Buenas noches familia_ saludo Sara entrando a la suite _ Buenas noches, idiota_ añadió observando a Leonardo
El chico rubio revoloteo los ojos y volvió a concentrarse en su cena.
_ ¿Dónde estabas?_ cuestionó a su prima
_ En casa de Kía_ respondió sentándose a la mesa
_ Estás pasando mucho tiempo en casa de Kía, ¿No?_
_ Es mejor que estar aquí… con personas detestables_
Leonardo se levantó de su asiento.
_ Me voy a dormir. Hasta mañana_ dijo el rubio
_ Si que lo tienes a raya_ comentó Emi
_ ¿Cómo te fue en tu cita de hoy?_
_ ¡Emi tiene novio!_ se burló Martín
_ ¡Emi tiene novio!, ¡Emi tiene novio!_ corearon el resto de los chicos
Sergio miro la pantalla de su teléfono y se apresuró a contestar.
_ Es mi padre_ indicó _ Si, ya te lo pasó_ dijo pasándole el teléfono
_ Iré a mi oficina… regresando hablaré contigo_ comentó señalando a Emi

Pasaron treinta minutos, después cuarenta, cincuenta, una hora y Mauricio no regresaba de su oficina. Aprovecharon que Oscar había salido al baño y la indiferencia de Leonardo para cuestionar a Martín sobre su parte del trato.
_ ¿A quién conseguiste, enano?_ preguntó Sergio sujetando al niño del cuello de su pijama
_ ¿Solo sabes hablar siendo violento?_ cuestionó Martín
Era verdad, su amigo tendía a la violencia, incluso más que él. Sin embargo lo entendía perfectamente pues pasar el verano en la escuela militar lo había convertido en una máquina de peleas y Sergio prácticamente había crecido en ese lugar.
_ Bájalo_ indicó
_ Mucho mejor_ comentó Tincho alisando su pijama _ Ricardo hizo la llamada_
_ ¿Ricardo?_
_ ¿Quién es Ricardo?_ preguntó Sergio
_ Un mesero insoportable que siempre está buscando joderme… ¿Por qué diablos le pediste a él que hiciera la llamada?_ exclamó perdiendo la paciencia
_ Me debía un favor_
¡Era increíble!, ¡Martín se había convertido en un mafioso!
Se encontraba a punto de responderle a su pequeño amigo cuando la puerta de su habitación se abrió. Se asustaron pensando que habían sido descubiertos. Detrás de la puerta, su tutor sostenía el teléfono de Sergio.
_ Toma. Tu padre es muy agradable_ comentó Mauricio devolviendo el móvil a su dueño
_ Si… a veces lo es_ respondió Sergio
_ No sabía que te llamabas así por un viejo amigo suyo_
_ Papá no es muy original_ rio Sergio tratando de disimular
_ Creo que ya deberíamos dormir_ dijo para evitar que la conversación siguiera
_ Si, descansen chicos_ concluyó cerrando la puerta
_ ¿Zafamos?_ cuestionó Sergio
_ ¡Zafamos!_ confirmó
_ Les dije que todo estaría bien_ añadió Martín _ Ahora cumplan con su parte_
Abrazó a Sergio, le alegraba saber que lo tendría un rato más en casa. Después de todo, ese chico era su mejor amigo.

A la mañana siguiente, después del caos del desayuno, los chicos se retiraron a la escuela. Los adoraba, pero agradecía esos momentos de paz cuando ellos estudiaban en el colegio, sin embargo sabía que esa mañana no sería precisamente tranquila, pues tenía asuntos que resolver.
_ ¿A dónde vas?_ cuestionó a su prima mientras ella atravesaba la sala
_ A casa de Kía_ respondió Sara
Asintió, fijando la mirada en un hermoso brazalete que llevaba su prima.
_ No llegues tarde_
Sara le dedicó una sonrisa y se marchó.
Sergio se levantó de su asiento en la mesa y se dispuso a retirarse.
_ Vuelve a sentarte, tenemos que hablar_ sentenció



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