martes, 29 de noviembre de 2016

Capítulo 52: VALENTÍN GARCÉS

_ Ya es tarde, y Mau aún no regresa_ comentó ella poniendo pausa a la película
Los más pequeños se habían dormido ya. Y Arturo se había ido a su habitación.
_ Deberías irte ya_ le dijo Oscar
_ Espera hasta que…
Emi no pudo completar su frase pues él le plantó un beso.
_ ¡Aléjate de ella!_ exclamó Oscar tomando a Ezequiel por el cuello de su playera _ ¡Largo de aquí, pervertido!_ dijo empujándolo hacía la salida para finalmente cerrarle la puerta en la cara.
_ ¿Por qué hiciste eso?_ grito Emi enojada
_ ¡No quiero que él se te vuelva a acercar!_ respondió el chico
_ ¡No eres nadie para prohibirme verlo!, ¡Eze es mi mejor amigo!_
_ ¡Y Sara la mía y no la ando besando!_
_ ¡Basta!_ gritó Sara _ ¡Vayan a su cuarto!_ sentenció _ ¡TODOS!_ dijo mirando a Paula también
_ De acuerdo pero yo no besé ni corrí a nadie_ concluyó Paula


Florencia despertó con los primeros rayos del sol, sentía la espalda adolorida y también el cuello, pues había dormido en la habitación del hospital. Observó a su hijo, aún dormía, esa mañana le tomarían las muestras de sangre para el examen de ADN y la próxima cirugía.
_ ¿Cómo estás, enano?_ preguntó acariciando suavemente el cabello del infante
_ Cansado… ¿Podemos irnos a casa?_ suplicó
_ No, hoy deben hacerte unos estudios_ explico
Los ojos del niño comenzaron a cristalizarse y vio una pequeña lágrima caer de sus ojos.
_ ¿Qué pasa?_
_ Quiero irme, mamá_ insistió abrazando a Flor
_ Hola enano_ dijo Mauricio entrando a la habitación
_ Quiero hablar con ustedes_ interrumpió Agustín entrando también
Mauricio y Florencia salieron detrás del señor Garcés.
_ No quiero que le digan nada_ dijo sin más _ Cuando conozcamos los resultados del examen de ADN, no importa cuál sea el resultado, ¡No quiero que Julián lo sepa!_
_ ¿Por qué?_ preguntó Florencia
_ Simplemente, ¡No le digan!_ concluyó

Ezequiel tenía la cabeza vuelta loca, no dejaba de pensar en ese beso de la noche anterior. Intentaba no observarla tanto durante las clases, pero no podía.
_ Emi_ susurró a su mejor amiga _ ¿Podemos hablar?_ preguntó sabiendo que la hora del recreo se acercaba
Ella asintió al tiempo que sonaba el timbre.
Salieron juntos al patio, aun cuando Matías y Oscar los observaban con odio.
_ Emi, seré sincero contigo_ comenzó a decir sentándose en una banca _ ¡Odio ser tu amigo!_ exclamó
_ ¡¿Qué?!_ gritó indignada
_ Ya me escuchaste, Emi. ¡No soporto ser tu amigo!, ¡Me encantas!_ y una vez que dijo esto, volvió a besarla
Frente a los ojos impactados de Oscar y Matías.

_ ¿No se supone que tiene novio?_ preguntó Matías a Oscar
_ Si y es mi amigo… ¡Voy a matar a ese idiota!_
_ Yo te ayudo. Si Emi ya no está interesada en su novio, aprovecharé mi oportunidad_
_ Te ayudaré, te prefiero a ti como cuñado que a ese riquillo_

Martín entró al lobby del hotel después de la escuela, ese era uno de esos pocos días en los cuales Nadia no podía acompañarlo al Royal, a veces le molestaba que ella ya no viviera ahí.
_ ¿A dónde vas, Campos?_ le preguntó Rodrigo interceptándolo
_ ¡Suéltame, De la Cruz!_ exclamó el chico forcejeando para liberarse
_ Te haré pagar por ser un entrometido_ dijo cargando al niño

El quinceañero abrió ligeramente la puerta de la habitación, iba a visitar a Julián pero cuando entró se encontró con una escena conmovedora: Florencia cuidando a su pequeño amigo, acariciando su cabello y cantándolo una canción. Después de ver eso, no pudo entrar.
Incluso Florencia, esa mujer fría y cruel que había conocido a principios de año, era ahora una madre cariñosa. Avanzó por los pasillos del hospital intentando que las lágrimas no nublaran su vista, sin darse cuenta llegó al área de maternidad.
Ahí se encontró con la esposa de Guillermo cargando a sus hijos y le fue imposible detener el llanto.
Se recargo en la pared y se dejó deslizar hasta estar en suelo. No importaba si lloraba ahí, los hospitales son lugares tristes, la gente llora todo el tiempo y nadie lo conocía.
_ ¿Cómo llegaste aquí?_ escuchó que le preguntaban _ Te vi salir de la habitación_ comentó acariciándole el cabello
_ Me perdí_ dijo tratando de contener las lágrimas
_ No me mientas_ insistió
_ Incluso tú eres una mejor como mamá de lo que fue Esmeralda_ dijo volteando a verla
Ella se rio al escucharlo.
_ Gracias_ respondió con sarcasmo
_ Lo siento, pero me siento realmente mal al verte con el enano_ explicó _ Debería irme_ _ Oye, Mau está cuidando a Julián ahora. Podemos ir por algo a la cafetería_

Las sogas le apretaban y comenzaba a asustarse en verdad. Rodrigo lo había llevado a la que solía ser su habitación antes de ser enviado al orfanato. Estaba comenzando a sentirse preocupado.
_ Listo, pasarás la noche aquí, Martincito_ comentó Rodrigo en tono burlón _ Eso te enseñará a no meterte en donde no te llaman_
_ ¡Mau se va a enterar de esto!_ amenazó el niño
_ Fernández no está en el hotel, y mientras tanto, yo estoy a cargo… además me aseguré de que nadie ocupará las habitaciones cercanas, aun si gritas, nadie te escuchará_
_ Mau vuelve mañana y le voy a contar todo_ volvió a amenazar
_ Si tú le cuentas algo a Fernández, tú y tu amiguita Nadia pagarán las consecuencias_
_ ¡Con Nadia no te metas!_
_ O quizá con Lucía o Julián_
Martín comenzó a forcejear para liberarse, sin embargo le era imposible.
_ Así si sabes lo que te conviene, no me causarás más problemas_ concluyó saliendo de la habitación.

Leo entró al cuarto de su tío, sabía que la encontraría ahí. Si bien con Arturo no se llevaba muy bien, ni tampoco le importaba demasiado, pero tendría un primo y quería que estuviera en buenas manos.
_ Esmeralda, tengo que hablar contigo_ pidió sentándose en la cama
_ En tanto no tenga que ver con tu amigo Arturo, no tengo problema_ respondió ella sentándose a su lado
_ Primero que nada, el callejerito no es mi amigo. Segundo no quiero hablar sobre él, sino sobre mi primo_ aclaró _ No quiero que lo abandones también. Es por eso que cuando mi tío regrese de su viaje le contaré todo_ concluyó saliendo del cuarto

Flor y Arturo regresaron a la sala de espera, donde se encontraban Mauricio y Agustín, esperando los resultados del examen.
_ ¿Qué hace él aquí?_ preguntó Arturo enojado señalando a su anterior tutor _ ¡No puede estar cerca del enano!_ exclamó dando un paso al frente para atacarlo
Florencia lo detuvo sujetándolo del antebrazo.
_ Él debe estar aquí_ dijo Flor
_ ¿Estás de acuerdo con eso, Fernández?_ cuestionó enojado
_ Flor ya lo dijo, él debe estar aquí_
_ ¡Cada día eres peor cuidando de ellos!_
Justo en ese momento el medico llegó para unirse al resto de los presentes.
_ Aquí tengo los resultados del análisis de ADN_ comentó el medico
_ ¿ADN?, ¿De qué habla?_ preguntó el quinceañero confundido
Ese era el momento, estaban a punto de descubrir si Julián era o no Valentín Garcés.




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