viernes, 28 de abril de 2017

Capítulo 84: DESVELADOS

_ No digas nada. Hablé con Chaim… Ahora entiendo cómo te sientes_ confesó
No supo que decir, así que permaneció en silencio.
_ Se siente horrible_
La miro, al menos ahora lo comprendía.
Quedaron en silencio, observándose. Estaban solos, en medio del lobby, con ese abrumador silencio y no sabía qué hacer. Así que hizo lo primero que le vino a la mente. Besó a Candela.
Su primer beso. Tan impulsivo. Tan repentino. Tan inexperto. Tan único.
Se apartó para verla, para saber si había hecho bien. Nunca antes había besado, no tenía idea de que hacer después.
_ Debo ir con mis padres_ fue lo único que ella dijo antes de marcharse.

Se encontraban juntos, solos, besándose en medio de la obscuridad de la noche, festejando sus tres años de compartir momentos en la vida. Se besaban apasionados, disfrutándose y recordando todos esos momentos compartidos.
_ ¿Qué fue eso?_ preguntó Flor parando de besarlo
_ No fue nada, continuemos_ respondió volviendo a apropiarse de sus labios pero ella lo detuvo
_ Escuché algo, ¿Estarán bien los chicos?_
_ Eres una excelente madre_ sonrió intentando besarla una vez más
Al instante los dos escucharon el sonido de un jarrón al caer al piso. Voltearon en esa dirección y se encontraron con Leonardo y Sara entrando a la cabaña.
_ ¿Qué hacen?_ preguntó cruzándose de brazos
_ Nada_ respondió Leo rascándose la cabeza
_ Volvimos_ anunció Sara
_ ¡Los felicito chicos!_ exclamó Flor abrazándolos
_ Yo también, pero no es hora de que estén juntos_ dijo molesto _ ¡Vayan a sus habitaciones!_
_ ¿Qué hacían ustedes?_ cuestionó Sara
_ Nos íbamos a dormir_ contestó sin más
Los dos adolescentes se retiraron, dejándolos solos nuevamente. Él intentó besarla una vez más, pero ella lo esquivó.
_ Acá no, están los chicos_ le dijo _ Descansa_ se despidió dándole un beso fugaz.
Se sentía pleno y lleno de alegría.

Era maravilloso, se encontraban sentados en una roca, en lo más alto de la montaña, juntos, observando el amanecer. ¿Eso era el amor?, ¿Era sentirse tan pleno y no querer soltarla nunca?, ¿Era no poder dejar de sonreír?, ¿Era todo eso que estaba viviendo?
_ Deberíamos volver_ comentó Emi volteando a verlo
_ Si estamos tan a gusto aquí_ respondió
_ Si, pero si Mau llega a notar que no estamos, nos matará_ explicó
Sabía que ella tenía razón, así que se puso de pie y la ayudó a levantarse.
_ ¿Podemos guardarlo en secreto por un tiempo?_ preguntó ella
_ ¿Por qué?_ cuestionó inseguro, le preocupaba que Emilia no sintiera lo mismo que él
_ Nosotros seguimos averiguando que nos pasa, no quisiera que nos aceleráramos_
Siempre tan cautelosa, tan cuidadosa, tan madura.
_ Bien, pero apenas sepamos qué nos pasa, le cuento a todos_ puntualizó con una sonrisa

Un par de horas más tarde, se encontraban desayunando en una mesa al exterior de la cabaña, en muy poco tiempo volverían al hotel, pero ahora disfrutaban de la convivencia.
_ ¿Por qué echaste al bombón?_ preguntó Paula
_ Eso no es asunto suyo_ respondió
_ ¡Claro que si!, ¡Si corres a mi futuro esposo claro que es mi asunto!_
_ ¿Futuro esposo?_ se burló Martín _ No puedes ni conquistar a Nico y quieres estar con De la Cruz_
_ Ni con Nico ni con Rodrigo_ dijo molesto _ Además De la Cruz te lleva 20 años_
_ ¡Solo son 12!_ exclamó molesta
_ El chico ideal para ti es Nico_ comentó Oscar
_ ¡Nada de eso!, ¡Nada de novios!, ¿Entendido?_
Flor le dio un codazo.
_ Alguien es un padre celoso_ se rio
_ ¿A ustedes que les pasa?_ preguntó Leo al ver que su hermano se estaba quedando dormido sobre su desayuno, al igual que Emilia
_ ¡Nada!_ exclamaron los dos abriendo los ojos

Era casi medio día cuando su madre entró a su cuarto, arrebatándole las cobijas, haciéndolo despertar, aun cuando solo había dormido un par de horas. Ese beso lo había descolocado, especialmente porque la reacción de Candela lo dejó en la nada. ¿Le había gustado?, ¿Lo había odiado?
_ Arturo, levántate, es medio día y tú dormido_ exclamó Esmeralda
_ ¡Medio día!_ dijo con sorpresa _ Debo irme_
Se puso de pie y salió corriendo sin dar explicación a su madre.

Durmieron todo el camino, no podían más con el cansancio de una noche observando las estrellas y platicando sin parar.
_ Despierten_ dijo Oscar dando un codazo a su hermana
_ Si, perdón_ respondió abriendo los ojos
Vio a Ezequiel a su lado, dormido. ¿Lo amaba?,¿Qué era el amor en realidad?, ¿Era lo que sentía por él?

Después del paseo se encontraban más cansados que nunca, habían pasado la noche en vela, recordando sus primeras citas, su primer beso y la forma en que sus vidas habían cambiado al llegar los chicos.
_ Debo irme_ dijo Flor
_ ¡No!_ exclamó Arturo uniéndose a ellos en el lobby _ Ustedes tienen que venir conmigo_ indicó tomando la mano de Flor y de él
_ ¿Qué haces?_ preguntó confundido
_ Se está haciendo tarde y deben tener hambre_ explicó Arturo guiándolos al jardín del hotel _ Ustedes cumplen 3 años de estar juntos y merecen una celebración_
El adolescente se detuvo dejándolos frente a una mesa para dos, con una deliciosa comida preparada.
_ Nosotros cenaremos en el restaurante, que lo disfruten_ añadió Paula con una sonrisa
Los chicos se fueron, dejándolos solos con esa cena romántica tan inesperada.
_ Parece que están de acuerdo con nuestra relación_ comentó feliz
_ Eso parece, aunque la verdad, preferiría descansar un poco_ sonrió
_ Podríamos dormir juntos, digo descansar_ dijo con picardía
Flor lo golpeó suavemente en el hombro. La vio sonrojarse e inmediatamente pensó en la primera vez que la vio. ¡Cuánto habían cambiado desde entonces!, ya no eran los jóvenes frívolos y despreocupados, egoístas y ambiciosos de aquel tiempo, ahora y después de la llegada de ocho chicos a sus vidas, eran maduros; o eso aparentaban.
_ ¿Comemos?_ preguntó ella tomando asiento
_ Por supuesto_ respondió deleitándose con ese momento.

Fue como tener una segunda primera cita, porque los dos habían cambiado mucho en los últimos meses, en cierta forma habían crecido y se redescubrían en  esta nueva etapa de sus vidas. Brindaron por su regreso y por tener a los chicos en sus vidas, comieron todo lo que Arturo les preparó y platicaron de los cambios que esos revoltosos habían provocado con su llegada.
Finalmente volvieron a la suite, dónde encontraron a los chicos en la sala mirando una película. Julián y Lucia dormían en uno de los sillones, Martín y Paula discutían sobre un argumento de la trama mientras que Oscar intentaba alejar a Ezequiel de su hermana.
_ Debemos irnos_ dijo ella tomando en brazos a su hijo
_ Pueden quedarse_ comentó Paula dejando de lado su discusión con Martín
_ No lo creo, pero gracias Pau_ sonrió sorprendida por la amabilidad de la niña que meses atrás la detestaba
Se dirigió a la puerta cargando a Julián que dormía profundamente.
_ Gracias por todo Flor_ le dijo Martín antes de que abriera
Se enterneció por el gesto, pero no tuvo mucho tiempo para procesarlo pues detrás de la puerta se encontraba Agustín. 


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