Leonardo terminó su tarea justo antes de la hora del
desayuno; quizá había exagerado un poco en el número de materias que tomaba ese
semestre, pero no importaba, quería nivelarse con los otros chicos de su edad.
Dedicó una mirada a la fotografía de sus padres que descansaba en su escritorio
y guardo su carpeta al interior de su mochila. Salió al pasillo y se encontró
con ella, todo un misterio y debía descubrirlo: ¿Qué relación existía entre
Esmeralda y Arturo?
Florencia caminaba al trabajo junto a su amigo de toda la
vida, caminaban tomados de la mano con un andar tranquilo. Era extraño para
ellos acostumbrarse a esa nueva realidad, una jamás esperada.
_ Contrataré a un investigador privado _ comentó Flor _
Creo que Julián tuvo un recuerdo y quizá pueda servir para encontrar a sus
padres_
_ ¿Qué recuerdo?_ cuestionó Agustín con gran interés
_ Un accidente de auto, y que lo llamaban Valentín_
Agustín se detuvo en seco, la hizo girar un poco para
verla de frente.
_ Si llegaras a encontrar a sus padres, ¿Dejarías que se
lo llevaran?_ ella no respondió _ ¿Soportarías escucharlo decirle “Mamá” a otra
persona?_
Flor no respondió, pues no estaba segura de la respuesta.
Emi corrió hacia la salida, era viernes y el olor a
libertad impregnaba el aire, sin embargo, para ella también tenía un aroma a
ilusión. Había tomado su decisión y era momento de comunicarlo. Lo buscó entre la
multitud, cuando finalmente lo encontró, corrió hacía él. Envolviéndolo en un
fuerte abrazo.
_ ¡Emi!_ exclamó el chico _Tengo que hablar contigo_ dijo
serio
Ella se apartó un poco
_ Es mi último día aquí. Y está claro que si no has
tomado una…
_ ¡Quiero ser tu novia!_ dijo ella interrumpiéndolo _ Aun
si nos vemos poco, quiero intentarlo_ sonrió
Leo escuchó la puerta de la suite cerrarse,
inmediatamente salió de su habitación y corrió para poder seguirla. La vio
subir al ascensor, él prefirió bajar a toda velocidad por las escaleras. La
encontró en el lobby, iba de salida. Atravesó la recepción, pero no logró
llegar al exterior del hotel, pues su novia lo vio y lo detuvo para platicar
con él. Le había perdido la pista.
Florencia coloreaba el diseño de un hermoso vestido
infantil, que estaba segura se le vería perfecto a Lucía. Esperaba que los
chicos pudieran modelar su nueva línea de ropa.
_ ¡Mamá!_
Se puso de pie al escuchar la voz de su hijo y corrió a
verlo en su habitación
_ ¿Qué pasa, enano?_ preguntó
_ Se me cayó el diente_ explicó el infante mostrando su
diente
_ Bueno, esta noche debes dejar ese diente bajo tu
almohada y el ratón te dejará un regalo a cambio_ ella se colocó en cuclillas para estar a la
altura del niño y lo abrazó _ Julián, si pudieras, ¿Te gustaría encontrar a tus
padres?_
La pregunta lo tomó por sorpresa y su semblante cambio
por completo
_ Ellos no me querían_ respondió con tristeza_ El
director del orfanato decía que estaba ahí porque ellos me abandonaron_
Ella acaricio el cabello del pequeño, él la abrazó más
fuerte, sabía que estaba a punto de llorar.
_ No sabes cuál es la verdadera historia_ lo levantó en
brazos _ Te dejaron esa medallita, no creo que te hayan abandonado_ para ese
punto ya podía sentir los sollozos del niño _ Si tú quieres, te puedo ayudar a
descubrir la verdad_ lo abrazó con aun más fuerza
Emilia y Enrique paseaban juntos por los jardines del
hotel, en un par de horas, él se marcharía de regreso a su hogar junto a su
familia, pero se mantendrían en contacto, hablarían por teléfono todos los días
y se verían cada sábado por la mañana.
_ Kike_ dijo Oscar corriendo a alcanzarlos _ ¿Crees que
podrías decirle a Diana que me llame, o darme su nuevo número?_
_ ¿No le dijiste?_ preguntó el chico a su novia
Emi negó con la cabeza
_ Ella tiene novio_ confesó Enrique
Oscar miro a su hermana, ella lo sabía y no se lo había
dicho, pero más que nada, veía los recuerdos de su primer beso, esa certeza de
volverla a ver, se destrozaba por completo en su interior.
Le daba mil vueltas al asunto en su cabeza, ¿Qué conexión
existía entre la novia de su tío y su mayor enemigo? Para ese punto la duda ya
era lo suficientemente grande y tenía la necesidad de saberlo. ¿De dónde podían
conocerse?, ¿Y si se conocían de la calle?, ¡Peor aún, del
reformatorio/cárcel?, ¿Qué tal si Esmeralda era una de esas mujeres que
buscaban casarse con hombres ricos para quitarles su fortuna? ¡Era una caza
fortunas!
¡Tenía que decirle cuanto antes a su tío!
Mauricio entró al cuarto de los chicos con cautela,
estaban los tres ahí. Arturo y Martín se reunían alrededor del adolescente,
también Emi estaba ahí, intentando consolar a su hermano.
_ ¡Olvídala de una vez!_ exclamó Arturo _ Las mujeres son
así, te ilusionan y después te abandonan_
_ ¡No todas somos así!_ se defendió Emi
_ Pero casi todas, ¡No vale la pena que sufras por ella!_
_ Chicos, ¿Me dejarían a solas con Oscar?_ pidió Mauricio
_ Siempre me echan, ¡No es justo!_ se quejó Martín
_ Es solo un minuto, Tincho_
Los chicos asintieron y empezaron a desfilar hacia la
salida del cuarto al mismo tiempo que Estrella ingresaba. Al verla, Emi se
plantó frente a ella.
_ ¡Traidora!_ gritó enojada _ Dejaste al tarado de Matías
entrar en mi habitación_ reclamó
_ ¿Un chico entró a tu habitación?_ preguntó Mauricio con
una mezcla de sorpresa y enfado
_ No diría que es un chico_ respondió Emi
_ Bueno, no importa ahora. Vayan a la sala, tenemos que
hablar con Oscar_ indicó
El muchacho se incorporó sobre su cama, tenía lágrimas
escurriendo por su rostro. Ella lo había olvidado, solo cuatro meses habían
pasado desde su primer beso y ella ya tenía a otro.
_ Os, sé que esto es difícil ahora_ comenzó a decir Mau
sentándose junto a él _ Pero te aseguro que pasará pronto y verás que todo tuvo
una razón de ser_
_ Sí, porque fui tan tonto como para creer que ella aun
pensaba en mí_
_ Habrá más mujeres en tu vida_ intervino Estrella _ Y
una de ellas se ganara tu corazón al punto en que quieras estar siempre con
ella_ lo rodeó con el brazo _ Esto fue solo tu primera experiencia, ¿Qué hay de
la otra chica, con la que saliste a cenar?_
_ ¡No importa!, ¡Diana me cambio!_ chilló
_ Y no sabe el enorme error que cometió. Te aseguro que
perdió a un chico grandioso y que tú puedes ganarte el corazón de cualquiera_
lo animó Estrella
Sus palabras no le servían mucho como aliento, pero una
cosa era segura: se alegraba de tenerlos cerca en momentos como ese.
A la mañana siguiente, todo parecía indicar que sería un
gran día. Apenas eran las diez de la mañana y él ya estaba terminando con todas
sus tareas, lo cual le dejaba suficiente tiempo para ver a Sara y para
continuar investigando a la misteriosa mujer que vivía en su casa.
Tomó sus cuadernos y los guardó en su mochila, uno a uno,
pero se detuvo, pues uno de ellos; de pastas azules; no le pertenecía.
Seguramente Fernando lo había olvidado en su casa. Lo abrió para corroborar su
teoría, pero se equivocó, la portada tenía otro nombre escrito: José Arturo
Méndez Longoria. ¡Longoria!, ¡LONGORIA!
¡Esa era la clave de todo!, ¡Había descubierto el
misterio!
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