martes, 27 de septiembre de 2016

Capítulo 43: CARA A CARA

Tomó sus cuadernos y los guardó en su mochila, uno a uno, pero se detuvo, pues uno de ellos; de pastas azules; no le pertenecía. Seguramente Fernando lo había olvidado en su casa. Lo abrió para corroborar su teoría, pero se equivocó, la portada tenía otro nombre escrito: José Arturo Méndez Longoria.  ¡Longoria!, ¡LONGORIA!
¡Esa era la clave de todo!, ¡Había descubierto el misterio!

Estaba contento, el regalo que el ratón de los dientes le había dejado era bueno, era el primer diente que perdía y a cambio obtuvo un billete lo suficientemente grande para comprar helado para él, Lucía y Benja cuando los viera en el hotel.
_ Mamá, ¿Iremos hoy al hotel?_ preguntó con ilusión
_ No. Agus quedo hoy de venir a comer con nosotros_ respondió Flor _Quizá vayamos mañana_
_ ¿Tú y Garcés son novios?_
Flor se ruborizó, aún no habían decidido que título darse entre ellos. Solo sabían que existía un sentimiento reciproco que los unía más allá de una amistad.
_ Ayúdame a cocinar, enano_ le indicó a su hijo
Julián formó una sonrisa, consiente de la respuesta que había dado su madre adoptiva: ella tenía novio.

Tuvo que esperar hasta el mediodía para que la suite estuviera relativamente sola. Su tío se había marchado a trabajar y Ezequiel al parecer iría a ver a Emilia. Ese era el momento perfecto para enfrentarla y debía aprovecharlo. Entró en la recamara que su tío compartía con ella y la encontró sentada al borde de la cama con las manos apoyadas sobre las rodillas, mirando a la ventana.
_ ¿Mi tío sabe que tienes un hijo?_ preguntó recargándose en el marco de la puerta
Esmeralda volteó a ver al chico rubio con una expresión de confusión
_ ¿De qué me hablas?_ dijo sorprendida
_ Mi tío, Tomás, ¿Sabe que tienes un hijo de quince años que vive en el hotel?... Y por si no he sido lo suficientemente claro: ¿Sabe que tu hijo es Arturo?_
Ella se puso pálida ante el enfrentamiento del adolescente.
_ ¿De dónde sacaste eso?_
_ ¡Es tan obvio!, ¡No sé cómo no lo vi antes!... ¡Tienen el mismo apellido!_
_ Eso no significa nada, existen apellidos muy comunes como el mío_ dijo poniéndose de pie
_ Sí, pero también tiene tus ojos_ respondió Leo avanzando hacia ella
_ Yo era su mamá, pero ya no más. Por eso no es necesario que Tomás lo sepa_ respondió Esmeralda colocándose frente al chico _ Y te pido que no se lo menciones_
Leonardo quedó en blanco ante aquella respuesta, totalmente confundido, sin saber exactamente qué era lo que debía hacer a continuación, así que no hizo nada.

Faltaban cinco minutos para que su turno iniciara y ella aún no llegaba. La impaciencia lo consumía, pues esa tarde recibiría la respuesta a su propuesta. Quizá había sido demasiado acelerado preguntarle de esa manera algo tan importante, pero estaba desesperado, el tiempo se le acababa. La vio llegar corriendo, con su cabello castaño bailando con el viento del otoño. Mientras la veía acercarse, recordó su primer encuentro: ella mojada al interior de la fuente, después su primer día de clases y su desprecio, y finalmente su primer beso al interior del ascensor. La amaba y quería que fuera para siempre.
_ Chaim_ dijo ella
Él intento robarle un beso, pero ella lo esquivó.
_ No puedo hacerlo, lo siento_ sentenció Kía

Ezequiel la observó detenidamente. Estaban cara a cara y sabía que era momento de aclarar todo. Él estaba enamorado de ella, no tenía la menor duda, pero no sabía si ese sentimiento era reciproco.
_ Volví con Enrique_ confesó Emi con timidez _ Espero que no me odies por eso_ suspiró
Un golpe duro para su primera ilusión, sin embargo, no podía odiarla
_ No lo haré_ dijo con sinceridad _Es probable que con el tiempo lo olvide, pero siempre serás mi mejor amiga_ sonrió con cierta tristeza _ ¿Amigos?_ preguntó
_ ¡Los mejores!_ respondió ella
Se odio en ese momento por no confesarle antes lo que sentía, odio a su amigo por volver y sobretodo odio el hecho de saber que no lo olvidaría.

Sara abrió la puerta para recibirlo, irían juntos al cine y después quizá pasearían el resto de la tarde por algún sitio de la ciudad.
_ ¿Está el callejerito?_ preguntó su novio sin saludarla
_ Está en su cuarto, con Oscar_ respondió ella con extrañeza _ ¿Por qué?_ cuestionó confundida
_ Tengo que hablar con él_ dijo avanzando hacia la puerta del cuarto de los varones
_ ¡Espera!_ lo frenó tomándolo por el brazo _ ¿Acaso no iremos al cine?, ¿Qué ocurre, Leo?_
El chico rubio soltó un suspiro. Sabía que no podía ocultarle información a su novia o al menos no en ese momento en que se ponía insistente.
_ Descubrí algo sobre Esmeralda y tiene que ver con el callejerito_ explicó vagamente
_ ¿Ya lo sabes?_
_ ¿¡Lo sabías!?_ exclamó sorprendido _ ¡Lo sabías y no me lo dijiste!_ gritó
Estaba enojado. Molesto ante el hecho de que su novia le ocultara algo tan importante como el secreto de la que podría ser su futura tía.
_ ¿Qué ocurre aquí?_ preguntó Arturo saliendo de su habitación
_ Tengo que hablar contigo_ respondió Leo tomando al quinceañero del brazo para sacarlo de la suite.

Sin importar las amenazas del aprendiz, él no estaba dispuesto a rendirse. Martín extendió las hojas del currículo de Rodrigo. Estaba dispuesto a descubrir cada uno de los misterios que ocultaba ese hombre. Nadia, como siempre, lo acompañaba incondicionalmente. Por otra parte, Nicolás; con sus extraños motivos personales; hacía un gran trabajo como detective novato.
_ Nos falta mucha más información personal_ comentó Martín, se tomaba muy enserio su papel de líder.
_ Si, pero, ¿Cómo la conseguimos?_ preguntó Nico
_ Es momento de ir más lejos_ sonrió el niño _ Debemos entrar nuevamente a su suite, pero buscaremos únicamente en su habitación. Ahí es donde las personas guardan sus secretos más íntimos_ indicó a su equipo

Los dos adolescentes se detuvieron en medio del salón Real; Leonardo habría preferido el salón Joya, pero una convención de dentistas se lo impidió. Llevaba a Arturo del brazo, el quinceañero forcejeaba para liberarse del agarre del mayor de los Lagos.
_ ¡Suéltame!_ exclamó Arturo con enfado
_ Necesito hablar contigo, callejerito_ comentó Leonardo soltando al muchacho
_ ¡Tú y yo no tenemos nada de qué hablar!_ dijo el quinceañero avanzando hacía la salida
_ Es sobre Esmeralda_
Arturo se frenó en seco, dio media vuelta y avanzó hasta donde se encontraba el chico rubio
_ ¿Qué pasa con ella?_ preguntó intrigado
_ Sé que ella es tu mamá_ respondió con firmeza _ Y quiero ayudarte_
_ ¡¿Qué?!_
_ Mira, yo perdí a mi madre cuando era muy pequeño… y no puedo creer que Esmeralda te dé la espalda… ¡Es ilógico!_
_ Bien, ella es así_ suspiró y tomó asiento sobre el escenario del salón _ Ya no soy parte de su vida_
_ Tampoco puedo permitir que una mujer así salga con mi tío_ dijo Leonardo sentándose a su lado _ Debemos desenmascararla en la cena de esta noche_
_ ¿Has planeado algo?_
_ Si, déjame contarte_

Mientras tanto, Mauricio hablaba con su novia en el interior de su oficina. Aún debían aclarar el hecho de que Estrella había permitido a un muchacho entrar a la habitación de Emi sin tener ninguna autorización.
_ ¿Por qué lo hiciste?_ preguntó con voz seria
_ Ellos salieron la otra vez, pensé que había algo entre ellos_ respondió Estrella _ Solo quería ayudarlos_
_ ¿Lo conoces al menos?, ¿Sabes quién es ese chico?_ insistió Mauricio
_ No… pero…
_ ¡Pero nada!, ¡No puedes dejar que un chico desconocido entre a la suite, mucho menos al cuarto de las chicas!_
_ ¡Tienen 13 años, no pasaría nada!_ se cruzó de brazos
_ Prefiero no arriesgarme y te voy a pedir, por favor, que no vuelvas a tomar decisiones sobre los chicos sin consultarme antes_ dijo con firmeza
Esa era quizá la primera discusión que tenían después de tres meses de salir juntos; o al menos la primera que se volvía tangible, pues Estrella había aguantado las ganas de discutir con su novio en un sinfín de ocasiones
_ Bien_ respondió cortante
En ese momento la puerta de la oficina se abrió de golpe, Franco asomó la cabeza al interior, vio a la pareja con expresiones serias e intentó volver a cerrar.
_ Ya abriste la puerta, así que mejor dime: ¿Qué ocurre?_ comentó Mauricio aun molesto
_ Ammm… lo que pasa es…
_ ¡Habla de una vez!_ empezaba a perder la paciencia
_ Los tíos de Lucía están en mi oficina, vinieron a visitarme…. Y quieren verla_
  

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