miércoles, 19 de septiembre de 2018

Capítulo 16: BUSCANDO SORTIJAS



_ ¿Qué haces?_ la cuestionó Nico
_ Voy al cine_ explicó encogiéndose de hombros _ Estoy harta de que me olviden_
_ Pau… No lo hagas… ¡Sara vendrá pronto!_ dijo su mejor amigo _ ¡No pienso acompañarte!_ sentenció cruzándose de brazos
_ Bien, entonces vamos nosotros_ comentó tomando la mano de Max

Llegó corriendo, había tardado más de lo planeado en la sesión fotográfica, por lo cual Daniel la llevó en su auto hasta la pista de patinaje. Miro su teléfono una vez más, cuarenta minutos tarde, ¡Paula la mataría!
En la pista no había nadie, y en las gradas solo logró ver a Nicolás.
_ ¿Dónde está Pau?_ preguntó acercándose al niño
_ ¡Se fue!_ exclamó Nicolás _ ¿Quién es ese?_ cuestionó señalando al chico de cabello color chocolate
_ Un amigo_ respondió restándole importancia _ ¿Cómo que Paula se fue?, ¿A dónde?_
_ Al cine… con Max_ dijo molesto
_ ¿Se fue al cine sola, con un chico?_ exclamó alarmada
_ Si… está harta de que la hagan a un lado_ bufó Nico
Estaba en problemas, en grandes problemas. No podía ir al hotel y decirle a su primo que Paula se había marchado con un chico al cine, tampoco podía explicarle porque había llegado tarde por ella.
_ Vamos a buscarla_ indicó tomando al niño del brazo _ Nos dirás a qué cine fueron… Dan, ¿Puedes llevarnos?_
_ Por supuesto_ respondió el muchacho de encantadora sonrisa

Vio a su hijo, seguía igual: sumido en una profunda tristeza. Incluso le costaba inspirarse para crear nuevos diseños, ver a Julián de esa forma le partía el corazón.
_ Señorita Contreras, un caballero la busca_ dijo su asistente abriendo la puerta de su oficina
Recordó a quien esperaba y se levantó de su silla de inmediato. Acarició el cabello de su hijo antes de salir y cerró la puerta apenas estuvo fuera.
_ Hola Flor_ saludó Sergio _ Dime por favor que encontraste algo para mí_ suplicó
_ Hay un puesto… como intendente_ respondió _ ¿Puedes limpiar pisos y ventanas de todo el edificio?_
_ No es mi trabajo de ensueño, pero estoy desesperado_
_ Bien. Preséntate el lunes en recursos humanos y mantente lo más lejos que puedas de mi hijo_ concluyó volviendo a su oficina

Dio un ligero sorbo a su refresco, la película había resultado divertida y le agradaba pasar un tiempo con Max. El niño resultaba bastante atractivo, con el cabello negro y su estilo que lo hacía parecer mayor: usaba chaquetas de cuero y un peinado de chico mayor.
_ ¿Qué diablos haces aquí?_ escuchó la voz molesta de Sara
Volteó, efectivamente ahí se encontraba Sara con el ceño fruncido y corriendo en su dirección. Detrás de ella iban Nico y un chico que no conocía.
_ ¿Qué crees que haces aquí?_ volvió a cuestionar
_ Vine al cine_ respondió con indiferencia
_ ¡Sin permiso y con un chico!_ exclamó la chica tomándola del brazo
_ No es un chico… ¡Es Max!_ interrumpió Nico
_ ¡Si me olvidan, tengo derecho de hacer lo que quiera!_ dijo cruzándose de brazos
_ ¡Nos vamos de aquí!_ sentenció Sara llevándola a rastras _ ¡Y tú deberías irte a tu casa!_ añadió señalando a Max
¡Sara no tenía derecho de hacer eso!, ¡No podía avergonzarla de esa forma!... No sin recibir una merecida venganza.

No entendía porque motivo Fernández les había pedido que lo ayudaran, le parecía absurdo buscar una sortija, aún más absurdo le parecía que lo llevaran a él. Justo él que no tenía el menor interés en lo que ocurriera dentro de esa suite. Dentro de solo mes y medio cumpliría la mayoría de edad y entonces se marcharía.
_ Esa me gusta_ comentó Sergio señalando un pequeño anillo con una piedra color rosa
_ Flor es un poco más.... ¡Ese es perfecto!_ exclamó Arturo indicando una sortija con una piedra color turquesa
_ ¿Por qué no le pediste ayuda a las chicas?_ cuestionó molesto
Llevaban dos horas visitando joyerías sin que Fernández se decidiera por un anillo… ¿Cuánto tiempo más tendría que soportar esa tortura?
_ Sara y Paula aún no llegaban...
_ Y yo soy una chica_ exclamó Emi cruzándose de brazos
_ No lo pareces_ comentó
_ ¡No la molestes!_ gritaron Ezequiel y Oscar a la par
Era un fastidio estar ahí. Incluso haberse quedado a cuidar a los más pequeños parecía más interesante que estar ahí.

Revisó el formulario del nuevo huésped, todos sus datos estaban en orden. Escuchó ruido en el lobby, volteó de inmediato. Sonrió al ver al grupo de adolescentes entrando al hotel: Leo avanzaba enfadado, seguido de Arturo y Sergio que conversaban mientras que Ezequiel, Oscar y Emi sonreían al platicar con su tutor. Mauricio, su jefe. Aún le gustaba, por más que intentaba negarlo, seguía teniendo fuertes sentimientos hacia el gerente del hotel y estaba dispuesta a recuperarlo.

Con total fastidio entró a la suite, ese tiempo buscando sortijas había sido lo más insoportable de toda su vida, peor aún debía volver a ese horrible lugar en el cual vivía atrapado con ese grupo de huerfanitos.
_ ¿Qué hay para comer?_ preguntó sentándose a la mesa
_ Pastel de carne_ respondió Martín saliendo de la cocina
Rodó los ojos, estaba harto también de esa comida. Se dispuso a levantarse para lavarse las manos, entonces se encontró con un chico de cabello color chocolate y prominente musculatura.
_ ¿Quién eres tú?_ cuestionó observando al muchacho
_ Es el novio de Sara_ respondió Paula con una sonrisa
_ ¿Qué?_
¡Sara no podía tener novio!, ¡No su Sara!... ¡Además no podía tener un novio que fuera más alto y atlético que él!
_ No es mi novio_ intervino Sara
Eso lo relajó ligeramente, sin embargo… ¿Qué hacía entonces ahí ese sujeto?
_ Dan, te presento al mayor idiota de la historia: este es Leonardo_ lo presentó su exnovia _ Idiota, este es Daniel_
Daniel. En ese mismo momento supo que ese chico no sería de su agrado.

Estaba furioso, los contadores habían visitado el hotel Castillo para evaluarlo como sede de su próximo congreso. Sin embargo, rechazaron su oferta, y logró escuchar que uno de ellos mencionaba que el Royal era un sitio más adecuado para su evento. Por suerte aún tenía a Estrella.
_ Tengo que hablar contigo_ dijo Estrella con seriedad
Se encontraban en la entrada del Castillo, donde siempre se veían para después comer juntos.
_ ¿Qué pasa, amor?_ preguntó intentando besarla, pero ella lo esquivó
_ Tenemos que terminar_ explicó con la mirada clavada en el piso
_ ¿Qué?, ¿Por qué?_
_ Rod, esto no está funcionando_ comentó _ Casi no nos vemos y yo…
_ Sigues enamorada de Fernández, ¿Cierto?_
Estrella guardó silencio y vio los mechones de su rizado cabello castaño cubrir su rostro.
_ No digas más…
Dio media vuelta y volvió a su lugar de trabajo. Fernández le había robado todo: su novia, su empleo, su congreso… ¡Debía pagar por ello!

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