domingo, 10 de abril de 2016

Capítulo 3:SORPRESA

_ Bueno chicos, quería esperar a mañana, cuando estén todos, pero quiero que lo sepan desde ahora_ anunció Mauricio en mitad de la celebración de reencuentro_ tengo novia_
_ ¿Qué?, Te deshaces de una y enseguida tienes otra, ¡No tienes vergüenza Fernández!_ exclamó Arturo
_  ¿Y quién es?, ¿Es otra bruja? Porque si es así, yo me regreso al hogar ¡eh!_ dijo Martín
_ Yo soy su novia_ los interrumpió Estrella acercándose a ellos
Los chicos celebraron la noticia, realmente eso les daba mayores esperanzas de que su familia se reconstruiría, de que las cosas podían mejorar.

Era de noche, él estaba en el ático tratando de ensayar, la música era el único refugio que le quedaba, pero nadie en esa casa lo entendía. Los mayores habían rotó la guitarra frente a sus ojos la noche anterior y tenía prohibido el acceso al ático para tocar el piano, pero a él no le importaba. Tocaba porque sentía que así podía expresarse, que de alguna manera al hacer vibrar las cuerdas al interior del piano, su hermana podía escucharlo, así la distancia era menos. Estuvo toda la noche ahí, uniendo acordes y creando melodías, hasta que el sueño lo venció por completo.
A la mañana siguiente escuchó que lo buscaban, compartía hogar temporal con otros tres chicos, todos mayores que él.  Cubrió el piano con la manta que lo mantenía oculto y bajo a ver que ocurría. Apenas puso un pie en el pasillo, el mayor de todos los chicos lo tomó por la oreja conduciéndolo hacia las escaleras.
_ ¿Estuviste tocando toda la noche cierto?_ lo regañó _ Sabes que lo tienes prohibido, ¡Ahora ve a la sala!, te están buscando_ lo empujó
Bajo las escaleras, sobando su oreja. Seguramente era el trabajador social que lo había estado visitando cada semana para preguntar sobre su adaptación a la nueva casa quien había ido a buscarlo, cuando vio a Mauricio, se quedó inmóvil. No sabía qué hacer ni que decir.
_ Es hora de ir a casa, Oscar_ le dijo el gerente del hotel
Entonces corrió a abrazarlo, sin dejar de preguntar por los chicos, especialmente por su hermana.

La niña veía fijamente lo que se suponía que era puré de papa, era una masa grisácea que si se le miraba con determinada atención parecía que fuera a cobrar vida en cualquier momento, sin embargo sus compañeras lo comían de buena gana. Ella por otra parte llevaba semanas comiendo apenas lo necesario para sobrevivir, además de que la cocinera de la casa hogar era pésima, había perdido el apetito desde el trágico día de la separación.
_ Lucia Pérez, te esperan en dirección_  le indicó la celadora
La pequeña se levantó de su asiento y camino arrastrando los pies por el pasillo, sin ganas, sin ánimo alguno, presa de su tristeza, lo que menos quería era además obtener un castigo, pero ¿Por qué podrían castigarla? Literalmente hablando ella no hacía nada más que seguir las órdenes de sus superiores.
Cuando lo vio sentado en la dirección frente al escritorio, fue como si hubiera vuelto a la vida, desde su llegada no hacía más que soñar con ese momento: volver a ver a Mauricio. Se abalanzó a abrazarlo, él la cargo y le plantó un beso en la mejilla.
_ Bueno señorita, si no hay más por el momento, ella viene conmigo_
Lucy apenas podía creer lo que ocurría, volvería al hotel. Estaba tan feliz que incluso se rehusó a regresar a los dormitorios para cambiarse, decidió irse con el uniforme puesto, ya que tenía miedo a que si volvía a adentrarse en el hogar, Mauricio se iría sin ella.

Esa noche cenaron en el apartamento de Estrella, festejando que estaban casi todos nuevamente juntos, al día siguiente Mauricio iría por Emi al hogar temporal al que la habían enviado y por Julián al orfanato. Una vez que estuvieran todos juntos podría sentarse a hablar detenidamente con ellos, por el momento se limitaba a celebrar su regreso.

Moría de hambre, llevaba toda la mañana sin probar bocado, castigada una vez más por intentar escapar. Era la tercera vez en el mes que lo intentaba, sin tener ningún éxito, las otras chicas no entendían su necesidad de salir de ahí, después de todo, en esa casa tenían quien las cuidara, comida y techo, pero ella necesitaba algo más: libertad y a su hermano, al menos verlo una vez más. Doce años juntos es demasiado tiempo para perder de golpe a quien ha sido tu compañero desde el momento de tu nacimiento, ojala alguien la entendiera y la ayudara a salir de ese lugar. Amarró la cuerda con fuerza a la pata de la cama, abrió la ventana y se dirigió a cerrar la puerta, esta vez tenía que lograrlo. Salió sujetándose con fuerza, cuidando no resbalarse, pero igual lo hizo, se hubiera llevado un fuerte golpe de no haber sido porque alguien la atrapó antes de caer.
_ Veo que aun haces de escapista_ dijo Mau haciendo mención a la forma en que había intentado escapar de su suite la vez que conoció a los chicos
_ ¿Qué haces tú aquí?_ lo cuestionó la chica
_ Vengo por ti, los chicos están impacientes por verte, en especial Oscar_
_ ¡Os!, ¿Dónde está mi hermano?, ¡Quiero verlo!_
Mauricio la bajo y le explicó que los chicos la esperaban en el hotel, irían allá pero primero debía hablar con sus tutores y después ir por Julián. 

Dos horas más tarde el gerente del hotel se encontraba en el interior de la dirección del orfanato público de la ciudad, lugar donde su malvada ex novia había decidido recluir al más pequeño de sus chicos. No entendía porque el director tardaba tanto en volver con él niño. Finalmente regreso, pero venia solo, aún no había señales de Julián.
_ Lo siento señor Fernández, pero el menor fue dado en adopción_ dijo el director _ Su nueva familia vendrá hoy por él_
_ ¿Podría verlo al menos?_ preguntó preocupado, si Julián tenía una nueva familia no había problema, solo quería verlo y quizá pedirle a sus nuevos padres que les permitieran visitarlo de vez en vez.
_ Venga conmigo_ indicó
El director lo guió hacia lo que parecía una pequeña sala de espera, ahí Julián observaba con atención la puerta, esperando a su nueva familia, cuando lo vio, su rostro se iluminó y corrió a abrazarlo.
_ ¿Eres tú?, ¿Tú eres el que me adoptó?_ preguntó el niño
_ No enano, aunque me habría encantado hacerlo_ respondió abrazándolo con fuerza
_ ¿Entonces quien me adoptó?_
_ Fui yo, Julián_ escucharon una voz familiar entrando a la habitación, se trataba de Florencia.
  

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