jueves, 13 de octubre de 2016

Capítulo 47: LA VERDAD

_ Es hora de irse chicos_ los interrumpió Mauricio
Enseguida ellos empezaron a desfilar hacia la salida, todos con un fuerte sentimiento de tristeza, incluyendo a Leonardo, quién había ido por Sara para irse juntos. Justo cuando estaba a punto de abandonar la suite, el mayor de los Lagos se detuvo, dio media vuelta y se plantó frente al gerente del hotel.
_ Usted tiene que saber la verdad_ exclamó muy seguro de sí mismo
Arturo observó asombrado a su rival desde su llegada al hotel. Esperaba que no dijera nada que lo pudiera comprometer.
_ Arturo no se colocó frente a ese auto porque estuviera enojado, bueno si, pero tenía un motivo_ empezó a decir el chico rubio _ Esmeralda, la prometida de mi tío conducía ese auto y ella es la mamá del callejerito_
_ ¡Te voy a matar riquillo!_ dijo Arturo amenazándolo con el puño
_ Él solo quería hablar con su desconsiderada madre sobre el bebé que está esperando_ continuó Leo sin prestar atención a la amenaza del quinceañero _ Pero ella se negó a hablar, por eso Arturo la confrontó de ese modo_
_ ¡Eres un traidor!_ gritó lanzándose sobre él, pero Mauricio lo detuvo justo a tiempo
_ Yo no te debo ninguna lealtad_ sonrió altanero
_ ¿Todo eso es cierto, Arturo?_ preguntó el gerente del hotel al muchacho
_ ¡Lo es!_ intervino Sara _ Perdón Arturo, pero no es justo que te marches por culpa de ella… Además con el brazo así, te destrozaran en la militar_
El muchacho lanzó un bufido y se dejó caer sobre el sillón de la sala
_ Igual me mandarán a la militar, me sentiré mejor estando lejos de ella_
_ ¿Por qué no me dijiste nada?_ Mauricio se sentó a su lado
_ No tiene importancia… a ella no le importo_
_ Voy a hablar con Bruno, veremos qué podemos hacer_

La clase de cálculo transcurría lentamente. No porque no fuera interesante, ya que el profesor parecía estar fascinado resolviendo integrales, sino porque los estudiantes no tenían el menor interés en aprender.
_ ¿No piensas hablarme en todo el día?_ preguntó Kía al joven príncipe
_ Si, pero intento aprender… Después de todo, este será mi último semestre aquí_ respondió Chaim
_ ¿De qué hablas?_
_ Hablé con mis padres ayer, apenas acabe el semestre, regresaré a mi país_ concluyó clavando la vista en su cuaderno para resolver la siguiente operación matemática

Bruno Casas observaba atentamente al muchacho, llevaba casi tres meses siguiendo su caso y ahora se encontraba frente a una gran decisión que tomar: dejar al chico en el hotel, cerca de su madre biológica que lo rechazaba o bien, enviarlo a la escuela militar para corregir su conducta agresiva.
_ Eso no quita el hecho de que tuviste peleas anteriores_ comentó el trabajador social
_ ¡Yo quiero irme!_ exclamó Arturo _ ¡No tengo nada porque quedarme: ya no soy parte del equipo, tampoco tengo un empleo, ni novia y mi madre me odia!.... Simplemente envíeme a la militar_
_ No creo que esa sea la solución_ comentó Bruno rascando su barbilla _ Es verdad que tu conducta no es la adecuada, pero creo que mucho tiene que ver con esto que sabemos ahora… Si te envió a la militar, nada cambiará_
_ ¡Estaré lejos de ella!_ gritó
_ No te servirá de nada_ intervino Leonardo _ Y es probable que ella hago lo mismo con mi primo_
_ También tengo que valorar eso_ comentó el trabajador social _ Te quedarás aquí y yo me entrevistaré con Esmeralda_
_ ¡No!_ dijo Arturo poniéndose de pie _ ¡Si me quedo aquí, nadie hablará con ella!, ¡Ni le dirán a los chicos de esto!_
_ Está bien, guardaremos el secreto por ahora_ mencionó Mauricio _ Bruno, por el momento no hablé con ella, trataremos de ser discretos. Mantendré a Arturo vigilado, cualquier anomalía en su conducta, se la informaré_
_ Bien, por el momento haremos eso, pero seguiré muy atento a este caso_ concluyó

Por la tarde, Agustín se presentó al campo de futbol, era su día libre en el trabajo y al parecer Florencia se encontraba muy ocupada con su trabajo esa tarde, por lo cual le había pedido que recogiera a Julián en su práctica. Emilia no había asistido al entrenamiento, debido a un pequeño festejo en la suite 3 05.
_ Vámonos enano. Flor me pidió que viniera por ti_ dijo al niño
_ ¿Qué hace usted aquí?_ preguntó el entrenador de Julián al escucharlo
Era El lobo, ese chico que había cuidado a Julián en sus días de calle, el mismo al que había amenazado años atrás para que dejara al niño en el hogar a cambio de no entregarlo con la policía.
_ Es el novio de mamá_ respondió Julián
Sin embargo ya era demasiado tarde, El lobo tenía al señor Garcés sujeto por el cuello de su playera, y con la otra mano formando un puño frente a la cara del anterior tutor de Julián.
_ No te acerques a él_ dijo El lobo soltando el primer golpe
Después derribó al hombre sobre el césped del campo y se lanzó en una tormenta de golpes sobre él.
_ ¡Basta!, ¡Lobo, no!_ gritaba Julián intentando detener a su amigo _ ¡Suéltalo!_ ordenó
_ ¿Por qué lo defiendes, cachorro?_ preguntó parando un poco
_ Él es bueno ahora_ dijo acercándose a Agustín _ Es el novio de mi mamá y ya no es malo como antes_ explicó
El joven se puso de pie, liberando a Garcés. Él se puso de pie y limpió la sangre que salía de su labio. Rodeó al niño con el brazo y miró a los ojos a su agresor.
_ Igual, lo merecía_ comentó El lobo con sinceridad
_ Es posible que si, pero no era necesario_
_ Más vale que no le haga daño al cachorro, o no me detendré la próxima vez_ concluyó el joven

Después de un pequeño festejo en la suite 3 05, con motivo de la permanencia de Arturo en el hotel, Mauricio se reunió con el quinceañero en su oficina.
_ ¡No le digas NADA a los chicos!_ ordenó Arturo
_ De acuerdo_ respondió Mauricio _ Pero quiero entender, ¿Por qué no me dijiste nada?_
_ ¡Hasta cuando entenderás que no eres nada mío!_ exclamó el chico _ Así que deja de meterte en mi vida_ concluyó poniéndose de pie para salir

Por la noche Florencia se encargaba de curar las heridas que El lobo había generado en el rostro de Agustín. Ahora podían tener un poco de paz.
_ Debiste decirme que El lobo era su entrenador_ se quejó Agustín
_ No pensé que fuera a golpearte_ se rio ella
_ Parece que últimamente recibo muchos golpes, ¡Ese muchacho me odia!_ exclamó _ Por cierto, Julián dijo que soy el novio de su mamá y quisiera saber si eso es verdad_
_ Lo es_ sonrió ella para después besarlo
_ ¡Lo sabía!_ comentó Julián saliendo de su habitación _ ¡Ustedes son novios!_
_ Y tú debes ir a dormir_ dijo Flor acompañando a su hijo nuevamente a su cuarto
_ ¿No encontraron mi medallita?_ preguntó ilusionado
_ No, enano_ respondió Agustín _ La buscamos por todos lados, pero no creo que debas preocuparte, ahora tienes una nueva familia_ añadió abrazándolo
 Era lo más extraño que podía haberle pasado, esos dos sujetos que tanto lo habían dañado en el pasado, ahora lo cuidaban y lo más extraño de todo, era que ahora los quería.

Al día siguiente Martín se dirigía a reunirse con Nadia y Nico en el lobby, recién había salido de la suite de Rodrigo y llevaba consigo nueva información sobre el aprendiz. Si algo tenía claro era que no le importaba en lo más mínimo las amenazas que él le hiciera.
Se detuvo al salir del ascensor, pues logró ver una escena que no era en absoluto de su agrado, de hecho, era lo más aterrador que podía ver: César entrando al hotel.

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