Al
día siguiente Martín se dirigía a reunirse con Nadia y Nico en el lobby, recién
había salido de la suite de Rodrigo y llevaba consigo nueva información sobre
el aprendiz. Si algo tenía claro era que no le importaba en lo más mínimo las
amenazas que él le hiciera.
Se
detuvo al salir del ascensor, pues logró ver una escena que no era en absoluto
de su agrado, de hecho, era lo más aterrador que podía ver: César entrando al
hotel.
No
podía creer que él estuviera ahí, quizá era solo coincidencia. Decidió que lo
mejor sería ocultarse y espiarlo. Lo vio entrar al restaurante y con el mismo
cuidado de no ser visto, lo siguió.
César
se encontró con el Sr. Garcés, lo cual parecía bastante lógico: los dos
planeaban una venganza. Pero quería saber más, así que se ocultó debajo de una
de las mesas.
_
¡Largo de aquí!_ exclamó el Sr. Garcés
_
¡Vamos!, ¡Tú y yo podemos hacer pagar a esos mocosos por lo que nos hicieron!_
dijo César
_
No les haré nada a los chicos y si sabes lo que te conviene, tú tampoco_
respondió amenazante _ Ahora vete de aquí… por cierto si te veo cerca de Julián o cualquier otro de
los chicos, te las verás conmigo_
César
lanzó una maldición y salió del restaurante sin consumir nada.
¿Por
qué el Sr. Garcés se había negado a realizar una venganza?, ¿Por qué los había
defendido de esa manera? Estaba confundido y supo entonces que tenía un nuevo
caso de investigación.
Por
la tarde Mauricio se encontraba realizando su trabajo en su oficina, ahora
podía estar un poco más tranquilo, sabiendo que Lucía se quedaría con él y que
Arturo también, aunque su relación con el quinceañero seguía sin reconstruirse
del todo.
_
Hola, Mau_ saludo Estrella entrando en su oficina
_
Hola_ respondió volteando a verla
_
Estaba pensando, que sería buena idea salir con los chicos el fin de semana, no
lejos, quizá a pasear al bosque o al parque de diversiones_ comento ella
acercándose a su novio
_
Sería buena idea, lo comentaré con los chicos_ dijo aun concentrado en su
trabajo
_
Mau…
Él
volteo a verla.
_
Necesito hablar contigo_ agrego sentándose frente al escritorio
_
Si, dime_
_
¡Mau!, ¡Tienes que ayudarme!_ exclamó Emilia entrando a la oficina
_
¿Qué pasa, Emi?_ pregunto poniéndose de pie
_
Oscar está fatal_ argumentó tomando a Mauricio por el brazo
_
¿Hablamos luego?_ preguntó el gerente a su novia
_
¿Puedo ir con ustedes?_ dijo poniéndose de pie
_
¡No!_ exclamó Emi _ Él necesita hablar con Mau_ concluyó saliendo de la oficina
Una
vez más, la habían excluido de la vida familiar de la habitación 3 05. Estaba
sola, sin saber que ocurría con Mauricio o con los chicos.
Oscar
estaba tumbado sobre su cama, observando el color azul de la pared de su
cuarto. No tenía la menor intención de levantarse al menos hasta la mañana del
día siguiente.
_
Os_ escuchó la voz de su tutor
Se
giró sobre su cama para poder ver a Mauricio
_
Emi me dijo que no quieres salir a ningún lado_ dijo sentándose a su lado
_
No tengo ganas_ respondió el chico _ ¿Por qué el amor acaba?_ preguntó
incorporándose
_
Os, fue tu primer amor. Llegarán nuevas chicas, ¿Sabes?_
_
Lo sé, pero la cosa es que… yo quiero a Diana_ respondió cabizbajo _ No conozco
a otra chica como ella_
_
Ya la conocerás_ colocó su mano sobre el hombro del adolescente _ ¿Qué hay de
la tal Amanda?_
_
¡Está enamorada de Arturo!_ exclamó _ Y no la culpo_ se encogió de hombros _ A
todas las chicas les gusta Arturo porque es la estrella del equipo, yo en
cambio no doy una en los deportes, hasta mi hermana es mejor que yo_
_
Pero tienes otras cualidades, tú eres músico_ lo ánimo _ Y las chicas aman a
los músicos_ sonrío _ Si te gusta Amanda, intenta conquistarla_
Una
vez más, Oscar se sintió feliz de tener a Mauricio cerca. Era un excelente
hermano mayor.
Por
la noche Estrella se encontraba lista para salir de su trabajo, pero antes
quería hablar con Mauricio. Durante las últimas semanas, se sentía
completamente desplazada de la vida de su novio.
_
Buenas noches, Estrellita_ la saludo Rodrigo
_
Hola, Rod_ respondió
_
Hace días que te notó triste_ comentó _ ¿Pasa algo?_ preguntó recargándose
sobre el mueble de la recepción
¿Cómo
era posible que siempre notara lo que le pasaba?
_
Es por Fernández, ¿Cierto?_ tomó su mano
Ella
no dijo nada.
_
No tiene idea de lo que tiene_ comento _ Si yo tuviera una novia tan hermosa y
tan buena persona como tú, no dejaría que estuvieras triste por ningún motivo_
_
Gracias Rod, eres un gran amigo_ dijo alejando su mano de la de él
_
Si no fuera porque estás tan enamorada de Fernández, yo sería mucho más que tu
amigo_ comentó dedicándole una sonrisa
_
Debo irme_ concluyó ella saliendo de su estación de trabajo
Generalmente
los miércoles los chicos acostumbraban comprar un helado de camino a casa
después de clases, era ya una tradición que los mellizos, Martín y Nadia. Si
bien la niña ya no vivía en el hotel, pasaba la mayor parte del tiempo ahí, lo
cual funcionaba bien para sus padres, pues trabajaban casi todo el día.
_
Tenemos que terminar la tarea de matemáticas_ comentó Nadia dando un lengüetazo
a su helado de vainilla
_
Si, pero antes iré por un bocadillo con el Chef Pablo_ respondió el niño _
Adelántate a la suite_ le indicó a su amiga
Nadia
se encogió de hombros y camino hacia el elevador, mientras que él se dirigió al
restaurante. Pero justo antes de entrar,
fue interceptado por Rodrigo.
_
¿A dónde crees que vas, Martincito?_ preguntó tomando al niño por el brazo
_
¡Suéltame!_ gruñó Martín
_
¿Qué te dije sobre entrar a mi suite?_ le dijo amenazante
_
¡Suéltame!_ gritó soltándose bruscamente
_
Está me la pagarás, mocoso_ fue lo último que dijo
Estrella
tocó a la puerta de la oficina, esperando está vez poder encontrarlo. Escuchó
un pequeño “Adelante” y entró. Mauricio se encontraba detrás del ordenador,
aparentemente realizando las cuentas mensuales del hotel.
_
Tuve un poco de tiempo libre y decidí venir a verte_ comentó sentándose frente
al escritorio _ Hace mucho que no salimos_ añadió
_
Aún no he hablado con los chicos_ dijo
_
Mauricio…
Él
levantó la vista
_
¿Por qué no me has contado lo que pasó con Arturo?, ayer Memo me contó sobre
los tíos de Lucí, ¿Por qué tampoco me dijiste?_ preguntó
_
Son asuntos familiares_ respondió _ Y lo de Arturo no te lo puedo contar, se lo
prometí_
_
¿Y con Oscar, que pasó?_
_
Estrella_ hizo un gesto de fastidio _ ¿Debemos hablar de esto ahora?_ cuestionó
_ Tengo mucho trabajo hoy_
_
Lo entiendo, hablamos más tarde_ se levantó
_
Te amo_ dijo Mau
_
Yo a ti_ dijo mientras salía de la oficina
Las
cenas familiares en la suite 3 05 eran cada vez más animadas, los chicos
pasaban la mayor parte del tiempo bromeando y contándole a su tutor sobre todas
las actividades que habían realizado durante el día.
_
Es hora de ir a dormir_ indicó Mauricio a los chicos
_
No, es súper temprano_ se quejó Martín
_
Vayan chicos. Arturo, quiero hablar contigo_ comentó
El
chico rodó los ojos con fastidio.
_
Vamos, dejemos que hablen solos_ dijo Sara al resto de los chicos
Ellos
se fueron a su habitación. Mauricio se puso de pie, abrió la puerta de la suite
y le indicó a Arturo que salieran.
_
Seamos sinceros, en la suite no tendremos privacidad_ comentó mientras
avanzaban por el pasillo
Arturo
formó una ligera sonrisa.
Bajaron
por el ascensor y salieron al jardín principal del hotel, cerca de la fuente.
_
¿Qué ha pasado con tu mamá?_ preguntó
_
No he hablado con ella, ni quiero hacerlo_ respondió molesto _ Debiste dejar
que me llevaran a la militar_ bufó
_
Solo me preocupo por ti_
_
No tienes por qué hacerlo_ hizo una pausa _ Cuando confié en ti, me fallaste y
ya no quiero nada que venga de ti_
Esas
palabras le dolieron. Solo esperaba algún día recuperar el cariño y confianza
de Arturo.
Martín
estaba decidido a averiguar el misterio del señor Garcés y César, por lo cual
fue a la tarde siguiente a espiar al restaurante. Apenas entró se detuvo al ver
que Rodrigo se encontraba hablando con su anterior tutor. Se ocultó rápidamente
debajo de la mesa más cercana.
_
No lo ayudaré_ decía el Sr. Garcés _ Si quiere hacerle algo a los chicos, no
cuente conmigo, al contrario, si algo les pasa, me tendrá como enemigo. Y
créame que no le conviene tenerme como enemigo_
_
Creí que usted quería…
_
No, no tengo la menor intención de dañarlos_ comentó con tranquilidad _ Y
espero que usted tampoco_ sentenció
Ahora
si estaba completamente confundido, era la segunda vez que escuchaba al sr.
Garcés abogar por ellos. ¿No debería querer vengarse?, ¿No se suponía que los
odiaba?
Necesitaba
respuestas, ¡Y las necesitaba ya!
Esa
misma tarde logró convencer a Nadia para que lo ayudara a conseguir la
dirección del señor Garcés y entrar a su casa. Al día siguiente, después de la
escuela, le dijeron a Mauricio que irían a casa de Nadia, y a los padres de
Nadia que estarían en el hotel, mientras que ellos emprendieron una excursión
al apartamento de el misterioso hombre. Sin saber lo que encontrarían ahí
adentro.
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