¿Me quieres?_
En ese momento le pareció tan tierno que no pudo hacer
nada más que plantarle un beso en la frente.
_ Duérmete, enano_ se despidió y salió de la habitación
apagando la luz nuevamente, pero sin cerrar la puerta.
Interesante pregunta la del niño, pero más sorprendente
aun le pareció el hecho de saber responderla, ¿Lo quería?
_ ¿Lo quieres?_ preguntó Agustín
Florencia giró sobre sí misma, no sabía que él estaba
ahí. Lo vio sentado en el sillón de su sala, comiendo una manzana que había
robado de su frutero.
_ ¿Qué haces aquí?, ¿Cómo entraste?_
_ Tengo una copia de la llave. Solo vine de visita_
respondió dando una gran mordida a su manzana
_Deberías irte. Mañana es el día familiar en la escuela y
necesitaré energías_
_ ¿Puedo ir?_
_ ¡No!_
_ ¿Por qué no?_
_ No eres parte de la familia de Julián_ dijo Florencia.
Una vez más, caía en la cuenta de que se consideraba la madre del niño _ Además
no quiero que Mauricio sepa de nuestra amistad_
añadió para darse credibilidad a sí misma.
En el departamento de Franco los tres hombres disfrutaban
de un pequeño trago después de cenar. Era la primera vez en meses que podían
tomarse un tiempo para ellos. Mauricio había pasado todo el verano recuperando
la custodia de los chicos, Guillermo, preocupado por el embarazo de su esposa y
Franco con su nueva relación pasaba casi todo su tiempo libre con Alma.
_ ¿Y bien?_ preguntó Guillermo _ ¿Qué tan serio es lo
tuyo con Alma?_ dijo a Franco
_ No lo sé… Todo marcha bien y con Nico no hay ningún
problema_ respondió dando un sorbo a su bebida
_ ¿Y qué hay de ti?_ volteo a ver a su mejor amigo
_ Con Estrella todo va de maravilla_ sonrió Mauricio
_ No me refería a ella. Me preguntaba más bien ¿Qué ha
pasado con Flor?_ lo miro de una forma pícara
_ ¿Con Flor?, ¡Nada!_ exclamó _ Solo hablo con ella por
el enano_
_ Quién lo diría, el gerente es todo un rompecorazones_
comentó Franco _ Ella sigue muerta por ti… La pregunta es… ¿Qué sientes tu por
ella?_
_ ¡Nada!, ¡Absolutamente nada!_ respondió aparentemente
convencido
Los padres de familia del prestigioso colegio Rayo de Sol
eran en su mayoría hombres y mujeres ocupados, empresarios, políticos, personas
de poder. Por esa razón, la directora organizaba cada año un día familiar, en
el cual padres e hijos podían convivir, ayudando a los niños a pasar un poco de
tiempo con sus ocupados padres y limpiando la conciencia de estos por olvidar a
sus descendientes el resto del año.
Las familias se reunían en mesas alrededor del patio.
Arturo observó la mesa que se encontraba al lado suyo, la de los Lagos.
_ ¿Acaso te has enamorado de mi novio?_ le preguntó Sara
a manera de broma _ No dejas de mirar en esa dirección_
_ Es solo que me preguntaba, ¿Cómo puede ser tan tonto?_
respondió para no levantar sospechas
Sara lo miró con extrañeza. Seguía actuando agresivo,
sarcástico y evasivo. Empezaba a hartarse de él.
_ ¡Chicos, vengan!, ¡Está por comenzar la competencia!_
los llamó Mauricio
_ Genial_ susurró Arturo con sarcasmo
Definitivamente estaba harta de su actitud.
_ ¡Vengan ya!_ añadió Estrella
Los
dos adolescentes se unieron a la peculiar familia al centro del patio escolar,
donde cada una de las familias se agrupaba para dar inicio a “Las olimpiadas
familiares”. Se trataba de una serie de juegos en los que competían para ganar
un trofeo. Ellos eran la familia más numerosa del Colegio, quizá tuvieran
oportunidad de ganar.
La carrera de sacos involucraba a un adulto y un niño
saltando juntos dentro de un costal hasta llegar a la meta. Todos estaban
decidiendo que miembros de su familia competirían, pero en el caso de la
familia Contreras era muy simple decidir, pues solo la formaban Julián y su
madre adoptiva.
_ ¿Ha visto a Flor?_ preguntó el niño a su maestra
mientras la buscaba con la mirada
_ ¿Qué es eso de Flor?, ¡Ella es tu mamá!, ¡Dile mamá!_
exclamó la profesora _ Pregunta otra vez_ le indicó
_ ¿Ha visto a mi mamá?_ corrigió
_ Si, allá está_ le señaló
El infante asintió y fue en la dirección que le habían
indicado.
_ ¡Mamá, la competencia ya va a empezar!_ dijo el pequeño
mostrando el saco que llevaba en las manos
_ ¿Cómo me llamaste?_ preguntó Florencia inmediatamente
_ Mamá_ susurró Julián _ Mi maestra dijo que te llamara
así. Perdón_
Flor lo observó, tenía la cabeza gacha, como si lo
hubiera regañado. “Mamá”. No era que no le gustara que la llamara de esa forma,
solo que no estaba acostumbrada. Al escucharlo entendió y aceptó la realidad:
ahora él era su hijo.
_ No tienes de que disculparte. Está todo bien_ respondió
acariciando el cabello del niño _ Vamos_
La carrera a tres piernas era la favorita de los
mellizos, su perfecta sincronía les ayudaba para ser los elegidos para
representar a la extraña familia.
_ Perderás, nenita_ dijo Matías altanero pasando junto a
los hermanos
_ ¡Idiota!_ gruñó Emilia
_ ¿No es ese el chico con el que saldrás mañana?_
preguntó Paula
_ ¿Saldrás con él?_ exclamó Mauricio
_ Es guapo_ comentó Estrella
Mauricio le dedicó una mirada de disgusto, la idea de Emi
con nuevo novio no era algo que le agradara demasiado.
_ Ellos no se soportan_ dijo Oscar
_ Si, solo quiere fastidiarme mañana_
Esta vez el gerente observó al muchacho de ojos verdes y
cabello castaño. Era una verdadera amenaza.
Arturo tomó asiento para ver a sus amigos competir. Vio
el equipo de los Lagos, formado por Ezequiel y su tío, en las gradas, Leonardo
se encontraba abrazando a Sara, plantándole un beso en los labios. La buscó.
Estaba sola. Era el momento perfecto para enfrentarla. Se sentó a su lado.
_ ¿No te sientes mal de estar aquí?_ preguntó casi en un
susurro
Esmeralda volteó a ver al chico. Estaba casi convertido
en un hombre.
_ No, me agrada estar con mi familia_ respondió tranquila
_ ¿Cómo puedes hacer eso?_ exclamó el muchacho _ ¡Estar
tan tranquila acompañando a los Lagos y hacer de cuenta que tu hijo no existe!_
_ Sigo sin saber de qué me hablas, ¿Arturo, no es así?_
Eso era el colmo. Estaba furioso. Era momento de terminar
con toda esa farsa. Enojado tomó a la mujer por el brazo, se levantó y se
marchó con ella, alejándose del público. Muy pocos notaron que se marchaban,
pero Sara logró ver la escena.
_ Regreso, amor. Debo ir al tocador_ se disculpó la chica
con Leonardo
_ ¿Qué te pasa?, ¿Estás loco?_ preguntó la mujer cuando
el chico la soltó
Estaban detrás del área de laboratorios. La única zona
despoblada en ese día.
Arturo la miró una vez más, era la mujer de la
fotografía, esa que había observado tantas veces. Durante esas noches duras en
el hogar del señor Garcés, con la esperanza de que ella volviera, que lo
rescatara. Físicamente era la misma persona, pero en el interior, era
completamente diferente a la persona que imaginó.
_ Solo estoy confundido, ¿Cómo puedes actuar como si yo
no existiera?_ respondió el muchacho levantando la voz
_ Mi vida ahora es diferente_ dijo ella en un susurró _
Yo no soy tu mamá_ añadió _ Lo fui hace mucho tiempo, pero ya no más_
Sara se ocultaba para que no la descubrieran, entonces
esas palabras retumbaron en sus oídos: “Yo no soy tu mamá. Lo fui hace mucho
tiempo, pero ya no más”. La madre de su mejor amigo había estado viviendo en el
hotel todo ese tiempo.
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