miércoles, 10 de agosto de 2016

Capítulo 36: LA PRUEBA

_ Te deje ganar_ confesó inclinándose ligeramente sobre la mesa que marcaba la distancia entre los dos
_ ¡Eso es lo que dicen los machos cuando no pueden aceptar que una mujer los ha vencido!_ dijo tomando la cereza que tanta tentación le producía
_ Eso hacen los chicos cuando no saben cómo invitar a salir a la chica que los vuelve locos_
Emi se congeló al escuchar esas últimas palabras, dejando esa suculenta cereza suspendida en el aire y su corazón completamente paralizado 
_ ¿Q-q-q- qué?_ preguntó la chica confundida
_ Me gustas, Emi, y mucho_
_ Me tengo que ir_ dijo ella poniéndose de pie para salir a toda prisa

El reloj marcaba las ocho de la tarde cuando Florencia regreso a su apartamento llevando consigo al niño, habían asistido a la fiesta de cumpleaños. Después del pastel, piñata y juegos, el pequeño estaba agotado.
_ Me iré a dormir_ anunció Julián avanzando lentamente hacia su habitación
Para ser un niño que volvía de una fiesta, se veía completamente desanimado.
_ ¿Estás bien, enano?, ¿Acaso no te gustó la fiesta?_ le preguntó Florencia hincándose para quedar a la altura del infante
_ Si, Flor, pero…
_ Me puedes decir mamá, si tú quieres_ lo interrumpió
Podía parecer extraño, pero le gustaba como sonaba esa palabra con la voz de ese pequeño
_ Si, mamá, pero estoy un poco triste_ explico Julián _ Yo nunca he tenido una fiesta de cumpleaños_
_ No te preocupes por eso. En tu cumpleaños te haremos una enorme fiesta_ intentó animarlo
_ Yo no sé cuándo es mi cumpleaños_ respondió el niño con tristeza
¿Estaba volviéndose loca?, ¿Por qué ese mocoso le causaba tanta ternura?, ¿Por qué quería cuidarlo y abrazarlo?
_ En ese caso, te ayudaré a averiguar qué día es_  le sonrió al mismo tiempo que lo despeinaba ligeramente _ Ahora ve a lavarte los dientes y después a dormir_ le indicó preguntándose una vez más, ¿Cómo hacía ese pequeño para robarle el corazón?

Sara entró a la habitación de los chicos por la mañana, observó cómo Oscar dormía plácidamente y Martín abrazaba con fuerza su almohada. Ella no prestó mayor atención a ellos, subió la escalera de la litera y despertó a su amigo.
_ ¿Te volviste loca?_ preguntó Arturo al ver a Sara sentada al borde de su cama_ ¡Es domingo por la mañana!_
_ Tengo que hablar contigo_ dijo la chica _ Creo que tengo una solución para lo de tu mam..
_ ¡Cállate! No quiero que nadie te escuche_ replicó el quinceañero incorporándose sobre la cama
_ Mira Leo es mi novio y puedo hacer que entres fácilmente a la suite de los Lagos, también puedo conseguir que hables a solas con ella. Quizá es lo único que necesitas_
_ ¿Crees que funcione?_
_ Hay que intentarlo_ sonrió Sara

El hombre observó a Julián de pies a cabeza. Era el entrenador del equipo infantil de futbol. La noche anterior Agustín había llegado al departamento con un sinfín de folletos sobre escuelas y clubs de diversas actividades para inscribir al niño. Julián había elegido  el futbol, de modo que esa mañana Florencia y Agustín lo llevaron a realizar una prueba para entrar al equipo.
_ La verdad es que es muy pequeño_ comentó el entrenador_ Y si entra al equipo, tendría que mandar a alguien a la banca_
En cuanto dijo estas palabras, el resto de los niños dejó de practicar y volteo en dirección al recién llegado.
_ No creo que sea seguro para él, los otros niños acostumbran jugar un poco rudo_
_ Déjelo hacer la prueba, después de eso podrá tomar su decisión_ argumentó Agustín
_ Ve al campo muchacho, juegas con el equipo azul_ le indicó a Julián
Apenas puso un pie en el campo de juego, resaltó que el niño no estaba hecho para ese equipo. Los niños que jugaban tenían entre seis y ocho años pero eran mucho más altos que él. Julián era pequeño y delgado, con movimientos torpes al correr a comparación de los demás infantes.
No pasó mucho tiempo hasta que uno de los niños más grandes, al parecer el delantero del equipo contrario, derribara a Julián con un simple empujón.  El pequeño se levantó con dificultad, pensaba seguir jugando y lo habría hecho si Florencia no hubiera corrido a detenerlo. Fue entonces que se dio cuenta que le sangraba la nariz.
_ ¿Podría decirles que sean más cuidadosos?_ dijo Flor al entrenador
_ Le dije que era demasiado pequeño, quizá en un año o dos lo puedas intentar_ respondió el hombre _ Lo siento_ se encogió de hombros
_ Puedes probar con otra cosa_ comentó Agustín acercándose a ellos
_ Yo quería futbol_ se quejó el pequeño
Florencia se hincó para quedar a la altura de Julián, viéndolo a los ojos.
_ ¿Es lo que quieres?_ preguntó con determinación
_ ¡Si!_
_ Entonces, vamos. Buscaremos un entrenador para ti_ concluyó

Ezequiel se miró al espejo, se veía bien. Hacía mucho que no usaba camisa, lo cierto era que desde que se hizo amigo de Emi, se vestía mucho más sport, pues debía seguirle el paso. Pero esa tarde había decidido que debía lucir bien para el gran momento, el momento en el cual le confesaría a su mejor amiga sus sentimientos hacía ella.
_ ¡Necesito hablar contigo!_ exclamó Emilia entrando en la habitación
_ Yo también tengo algo que decirte_ respondió el chico _ Pero, habla tu primero_
_ El idiota de Matías me dijo que yo le gusto_ soltó
_ ¡¿Qué?!_ exclamó Ezequiel _ Pero, él no te gusta, ¿O si?_
_ No lo sé_ respondió dejándose caer sobre la cama de su amigo _ Nunca me ha gustado otro chico además de Kike_
Y como si lo hubiera invocado, en ese preciso instante el celular del chico vibro, anunciando una llamada entrante del exnovio de su amiga.
_ Bueno_ contestó un poco de mala gana _Muy bien. Amm… si, está conmigo_ dijo _ Quiere hablar contigo_ comentó entregándole el teléfono a la chica
Después de eso, se marchó a su escritorio, decidido a ignorar las palabras que intercambiaban sus amigos y a enterrar sus sentimientos pos Emilia.


Paula se marchó a su práctica de patinaje artístico, dejándolo solo en medio del lobby. Odiaba los domingos porque debía pasar solo la mayor parte de ellos. Su madre trabajaba, lo mismo que Franco y Paula, su mejor amiga, tenía práctica. Nicolás se dejó caer sobre el sofá del lobby, intentado descubrir que podría hacer para pasar el tiempo.
_ Deberíamos aprovechar el día e ir a investigar más sobre De la Cruz_ escuchó que decía la voz de Martín
_ ¿Qué quieren saber sobre él?_ preguntó poniéndose de pie frente a los dos niños
Martín y Nadia lo observaron con desconfianza.
_ No soporto a ese sujeto y si hay una forma de sacarlo del hotel, los ayudare_
_ En ese caso, bienvenido a nuestro club_ dijo Martín extendiendo su mano
Nico la estrechó, feliz de saber que existía la posibilidad de deshacerse de Rodrigo.

Mauricio colocó un tazón con palomitas en la mesa de centro, una buena tarde viendo películas en familia era lo que más le apetecía en una lluviosa tarde de inicios de otoño: ver películas en compañía de toda la familia.
_ ¿Qué película quieren ver?_ preguntó Mau
_ El ogro del hotel_ respondió Arturo con sarcasmo
_ Se llama Hotel Transilvania_ lo corrigió Benjamín
Aun cuando Benja, Nico, Ezequiel y Nadia no eran realmente parte de la extraña familia, eran una presencia constante en la suite 3 05.
_ Se refería a Mau_ intervino Martín
_ Como sea, pero veamos Hotel Transilvania_ dijo Lucía con entusiasmo
Mauricio tomó la película y la insertó en el DVD. Rodeó a Estrella con el brazo y le plantó un beso ligero en los labios.
_ Es genial tener a toda la familia aquí_ comentó _ Solo falta el enano_ añadió con cierta nostalgia _ Mañana iré a visitarlo_
Estrella hizo una pequeña mueca, el asunto de Florencia empezaba a cansarle. No sabía que esa mueca era solo una pequeña chispa de la futura bomba que explotaría en muy poco tiempo.
       

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