_
Mi tío regresó, es tu última oportunidad para decirle la verdad, o lo haré yo_
comentó Leo sentándose a la mesa
_
¿Qué hay de desayunar?_ preguntó Ezequiel tomando su lugar
_
Huele delicioso_ mencionó Tomás Lagos entrando
Leo
volteo a ver a la futura esposa de su tío, casi esperando un milagro.
Una
vez que terminaron de desayunar, los chicos se marcharon a la escuela, todos
excepto los dos niños que ahora esperaban en el sillón a escuchar lo que
Mauricio quería decirles.
_
Chicos, sé que descubrieron información valiosa, que le salvó la vida al enano,
pero ¡No pueden entrar sin permiso a una casa!_ exclamó el gerente
_
Pero fue por una buena causa_ apeló Martín
_
Lo sé, pero es ilegal y no es la primera vez que lo hacen. Nadia: una más y tus
padres lo sabrán. Tincho: si vuelves a hacerlo tendré que informar a Bruno y
dejar que el consejo tutelar decida que hacer_
_
¡Me entregarás!_ reclamó
_
Es mi deber educarlos, chicos_ explicó _ Y una cosa más, no le cuenten a nadie
lo de Garcés y Julián, ni siquiera al enano_
_
¿Por qué?_ cuestionó Nadia
_
Es una condición que puso Garcés para realizar la cirugía. ¿Puedo contar con
ustedes?_
Los
dos asintieron.
_
Ahora, vamos, los llevaré a la escuela_ indicó
Cada
día que pasaba era más complicado ver a Emi, una cosa era ser humillado en
público al perder contra una chica frente a toda la escuela, pero ser rechazado
por esa misma chica y además verla todo el tiempo junto a otro, era mucho peor.
Se
levantó de su asiento, ignorando por completo que estaban en mitad de su clase
de español y se plantó frente a ella.
_
¡Me tienes harto, nena!_ exclamó _ ¡Decídete de una buena vez a quién quieres!_
Toda
la clase volteó a verlo, era el momento más inapropiado para solucionar sus
problemas personales.
_
Déjala en paz_ dijo Ezequiel
_
No estoy hablando contigo, muppet_ respondió Matías _ Emilia, ¿Lo quieres a
él?_ preguntó señalándolo a Ezequiel
_
¡Es mi mejor amigo!_
_
Guzmán, Lagos y Santillán, ¡A la dirección, AHORA!_ exclamó el profesor
completamente furioso
La
vuelta a casa era generalmente tan caótica como las mañanas, los chicos
regresaban acelerados de la escuela, con la energía casi al máximo, salvo por
esa tarde. Mauricio había tenido que presentarse a la escuela para recoger a
Emi de la dirección.
_
Siéntate_ indico el gerente a la chica apenas entraron a la recepción
Emilia
hizo caso a las indicaciones tomando asiento en el sofá de la recepción.
_
Y tú también_ indicó a Ezequiel quien había regresado con ellos _ Ahora si,
díganme, ¿Qué pasa con ustedes dos?_
_
Nada_ respondieron a la par
_
Últimamente escucho mucho sobre ustedes dos, y anoche me enteré de que se
besaron… así que espero su explicación_
Los
dos se miraron mutuamente, guardando un completo y sepulcral silencio.
_
Ok, entiendo. Ezequiel está enamorado y tú estás confundida, y supongo que ese
chico Matías encaja en alguna parte de esta historia. Pero tienes un novio, Emi.
Y tú, Ezequiel necesitas aclarar que
quieres_ explicó_ ¡Arréglenlo! Y si necesitan ayuda, cuentan conmigo_ concluyó
poniéndose de pie.
Se
quedaron solos, en completo silencio. En uno de los momentos más incomodos de
su corta vida.
_
¿Estás enamorado de mí?_ preguntó Emi en voz baja
_
Si, ¿Tú estás enamorada de Kike?_
_
No lo sé_ respondió con sinceridad
_
¿Sientes algo por Matías?_
_
¡No!_
_
¿Y por mí?_
_
No lo sé, Eze… simplemente no lo sé_
Mauricio
avanzaba por el pasillo, esperaba en muy poco recibir la visita de alguno de
los adolescentes en muy poco tiempo, sin embargo fue otro de sus chicos quien
lo interceptó: Martín.
_
Quiero hablar contigo_ dijo el niño con firmeza _ Sobre tu aprendiz_
_
¿Qué pasa con Rodrigo?_ preguntó abriendo la puerta de su oficina
_
¡Me amordazó y me encerró en su suite toda la noche!_ exclamó enojado
_
Tincho, eso es mentira. Tú dormiste en casa_
_
No anoche, hace dos días cuando estuviste en el hospital con el enano_
_
Eso no puede ser verdad_
_
¿Alguna vez te he mentido?_
Ese
era un buen punto. Martín era travieso, no tenía ningún respeto por la
propiedad privada ni sutileza al hablar, pero siempre era sincero y era quién
había descubierto varios secretos respecto a otros.
_
¡Tienes que echar a De la Cruz del hotel!_ grito al tiempo que Rodrigo entraba
a la oficina
Sara
acostumbraba hacer su tarea en compañía de Leo, en la sala de su suite
generalmente. Era un lugar mucho más tranquilo que su hogar donde Lucía y Benja
estaban siempre jugando y Martín y Paula peleando.
_
¿Todo bien, chicos?_ les preguntó Esmeralda llevando un par de limonadas
_
¡No!, ¡Si no le dices la verdad a mi tío esta misma noche, lo haré yo!_
respondió Leonardo
_
Leo, tu novia…
_
Ella lo sabe_ la interrumpió
_
Y lo ayudaré si es necesario_ añadió Sara _ Arturo es mi mejor amigo, no puedo
creer que él sea su hijo… no merece algo así_
_
Es mi última advertencia, Esmeralda_ concluyó Leo volviendo a su tarea
Verse
amenazado por un niño de nueve años era algo que jamás había imaginado, cuando
encerró a Martín estaba seguro que de ese modo se libraría del pequeño
entrometido, pero al parecer ese infante era mucho más decidido de lo que
imaginaba.
_
Espero tu respuesta Rodrigo, ¿Lo que dice Tincho es verdad?_ sentenció Mauricio
_
¡Claro que no!, ¡Solo está molesto porque le gané una apuesta!_ se defendió
_
¡Tincho!, ¿Es cierto?_
El
niño lo miro con enojo, había descubierto la manera de jugar en su contra.
_
Bueno, si… Pero deberías echarlo, ¡Hizo trampa!_ alegó
_
No exageres y ve a hacer la tarea_ le indicó Mauricio al niño
_
Me las pagarás_ susurro el pequeño antes de salir
Sin
duda ese niño era oficialmente su enemigo.
Al
caer la noche, la familia Lagos se reunió a cenar. Eran tan contadas las
ocasiones en que estaban todos juntos que en los extraños casos que eso suponía,
se preparaba un gran banquete.
_
Atención, familia_ exclamó Tomas Lagos levantándose de su asiento _ Tengo que
irme mañana a un viaje de negocios, cerraremos un trato con unos socios en
Alemania_ anunció _ Pero después de eso prometo que me comprometeré de lleno a
la boda, amor_ dijo mirando a su prometida
Leo
no podía más con esa farsa, ya no soportaba a esa mujer.
_
Esmeralda tiene algo que decirte tío_ comentó el chico rubio _ Te escuchamos_
dijo decidido.
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