martes, 13 de diciembre de 2016

Capítulo 55: ENFRENTAMIENTOS

_ Mi tío regresó, es tu última oportunidad para decirle la verdad, o lo haré yo_ comentó Leo sentándose a la mesa
_ ¿Qué hay de desayunar?_ preguntó Ezequiel tomando su lugar
_ Huele delicioso_ mencionó Tomás Lagos entrando
Leo volteo a ver a la futura esposa de su tío, casi esperando un milagro.

Una vez que terminaron de desayunar, los chicos se marcharon a la escuela, todos excepto los dos niños que ahora esperaban en el sillón a escuchar lo que Mauricio quería decirles.
_ Chicos, sé que descubrieron información valiosa, que le salvó la vida al enano, pero ¡No pueden entrar sin permiso a una casa!_ exclamó el gerente
_ Pero fue por una buena causa_ apeló Martín
_ Lo sé, pero es ilegal y no es la primera vez que lo hacen. Nadia: una más y tus padres lo sabrán. Tincho: si vuelves a hacerlo tendré que informar a Bruno y dejar que el consejo tutelar decida que hacer_
_ ¡Me entregarás!_ reclamó
_ Es mi deber educarlos, chicos_ explicó _ Y una cosa más, no le cuenten a nadie lo de Garcés y Julián, ni siquiera al enano_
_ ¿Por qué?_ cuestionó Nadia
_ Es una condición que puso Garcés para realizar la cirugía. ¿Puedo contar con ustedes?_
Los dos asintieron.
_ Ahora, vamos, los llevaré a la escuela_ indicó

Cada día que pasaba era más complicado ver a Emi, una cosa era ser humillado en público al perder contra una chica frente a toda la escuela, pero ser rechazado por esa misma chica y además verla todo el tiempo junto a otro, era mucho peor.
Se levantó de su asiento, ignorando por completo que estaban en mitad de su clase de español y se plantó frente a ella.
_ ¡Me tienes harto, nena!_ exclamó _ ¡Decídete de una buena vez a quién quieres!_
Toda la clase volteó a verlo, era el momento más inapropiado para solucionar sus problemas personales.
_ Déjala en paz_ dijo Ezequiel
_ No estoy hablando contigo, muppet_ respondió Matías _ Emilia, ¿Lo quieres a él?_ preguntó señalándolo a Ezequiel
_ ¡Es mi mejor amigo!_
_ Guzmán, Lagos y Santillán, ¡A la dirección, AHORA!_ exclamó el profesor completamente furioso

La vuelta a casa era generalmente tan caótica como las mañanas, los chicos regresaban acelerados de la escuela, con la energía casi al máximo, salvo por esa tarde. Mauricio había tenido que presentarse a la escuela para recoger a Emi de la dirección.
_ Siéntate_ indico el gerente a la chica apenas entraron a la recepción
Emilia hizo caso a las indicaciones tomando asiento en el sofá de la recepción.
_ Y tú también_ indicó a Ezequiel quien había regresado con ellos _ Ahora si, díganme, ¿Qué pasa con ustedes dos?_
_ Nada_ respondieron a la par
_ Últimamente escucho mucho sobre ustedes dos, y anoche me enteré de que se besaron… así que espero su explicación_
Los dos se miraron mutuamente, guardando un completo y sepulcral silencio.
_ Ok, entiendo. Ezequiel está enamorado y tú estás confundida, y supongo que ese chico Matías encaja en alguna parte de esta historia. Pero tienes un novio, Emi.  Y tú, Ezequiel necesitas aclarar que quieres_ explicó_ ¡Arréglenlo! Y si necesitan ayuda, cuentan conmigo_ concluyó poniéndose de pie.
Se quedaron solos, en completo silencio. En uno de los momentos más incomodos de su corta vida.
_ ¿Estás enamorado de mí?_ preguntó Emi en voz baja
_ Si, ¿Tú estás enamorada de Kike?_
_ No lo sé_ respondió con sinceridad
_ ¿Sientes algo por Matías?_
_ ¡No!_
_ ¿Y por mí?_
_ No lo sé, Eze… simplemente no lo sé_

Mauricio avanzaba por el pasillo, esperaba en muy poco recibir la visita de alguno de los adolescentes en muy poco tiempo, sin embargo fue otro de sus chicos quien lo interceptó: Martín.
_ Quiero hablar contigo_ dijo el niño con firmeza _ Sobre tu aprendiz_
_ ¿Qué pasa con Rodrigo?_ preguntó abriendo la puerta de su oficina
_ ¡Me amordazó y me encerró en su suite toda la noche!_ exclamó enojado
_ Tincho, eso es mentira. Tú dormiste en casa_
_ No anoche, hace dos días cuando estuviste en el hospital con el enano_
_ Eso no puede ser verdad_
_ ¿Alguna vez te he mentido?_
Ese era un buen punto. Martín era travieso, no tenía ningún respeto por la propiedad privada ni sutileza al hablar, pero siempre era sincero y era quién había descubierto varios secretos respecto a otros.
_ ¡Tienes que echar a De la Cruz del hotel!_ grito al tiempo que Rodrigo entraba a la oficina

Sara acostumbraba hacer su tarea en compañía de Leo, en la sala de su suite generalmente. Era un lugar mucho más tranquilo que su hogar donde Lucía y Benja estaban siempre jugando y Martín y Paula peleando.
_ ¿Todo bien, chicos?_ les preguntó Esmeralda llevando un par de limonadas
_ ¡No!, ¡Si no le dices la verdad a mi tío esta misma noche, lo haré yo!_ respondió Leonardo
_ Leo, tu novia…
_ Ella lo sabe_ la interrumpió
_ Y lo ayudaré si es necesario_ añadió Sara _ Arturo es mi mejor amigo, no puedo creer que él sea su hijo… no merece algo así_
_ Es mi última advertencia, Esmeralda_ concluyó Leo volviendo a su tarea

Verse amenazado por un niño de nueve años era algo que jamás había imaginado, cuando encerró a Martín estaba seguro que de ese modo se libraría del pequeño entrometido, pero al parecer ese infante era mucho más decidido de lo que imaginaba.
_ Espero tu respuesta Rodrigo, ¿Lo que dice Tincho es verdad?_ sentenció Mauricio
_ ¡Claro que no!, ¡Solo está molesto porque le gané una apuesta!_ se defendió
_ ¡Tincho!, ¿Es cierto?_
El niño lo miro con enojo, había descubierto la manera de jugar en su contra.
_ Bueno, si… Pero deberías echarlo, ¡Hizo trampa!_ alegó
_ No exageres y ve a hacer la tarea_ le indicó Mauricio al niño
_ Me las pagarás_ susurro el pequeño antes de salir
Sin duda ese niño era oficialmente su enemigo.

Al caer la noche, la familia Lagos se reunió a cenar. Eran tan contadas las ocasiones en que estaban todos juntos que en los extraños casos que eso suponía, se preparaba un gran banquete.
_ Atención, familia_ exclamó Tomas Lagos levantándose de su asiento _ Tengo que irme mañana a un viaje de negocios, cerraremos un trato con unos socios en Alemania_ anunció _ Pero después de eso prometo que me comprometeré de lleno a la boda, amor_ dijo mirando a su prometida
Leo no podía más con esa farsa, ya no soportaba a esa mujer.
_ Esmeralda tiene algo que decirte tío_ comentó el chico rubio _ Te escuchamos_ dijo decidido.


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