Desde
el momento del accidente, no había cruzado palabra con ella, en gran parte
porque le dolía verla, pensar en ella, y más aún saber que lo negaba
fervientemente, pero ahora que los días habían pasado, que su brazo se sentía
un poco mejor y también su corazón, sabía que era momento de enfrentarla una
vez más.
_
Tengo que hablar contigo_ sentenció con firmeza.
_
No hay nada que hablar_ ella lo esquivo
_
¡NO VAS A NINGÚN LADO!_ gritó jalándola del brazo _ ME ATROPELLASTE, ME
ROMPISTE EL BRAZO Y NO TE IMPORTA_
_
Este no es lugar para escenitas, Arturo_
_
¿Tienes miedo de que tu novio se enteré?, ¡Tomás no está!_ insistió _ Eres mi
mamá, te necesito_ suplico con las lágrimas amenazando con salir
_
No soy tu mamá_ concluyó ella retirándose
La
declaración de guerra estaba bastante clara y él no pensaba rendirse hasta
poder sacar a Rodrigo del hotel. No dejaría que volviera a intimidarlo de esa
forma, quizá era mucho más pequeño y débil que él, pero tenía un arma a su
favor: su astucia. Ahora que no podía entrar a la suite, recurría a sus otros
medios, una investigación con aquellas personas que pudieran serle útiles.
Martín
formó una enorme sonrisa al encontrar el primer nombre de las personas que
debía buscar.
Mau
había tenido la idea de que Julián durmiera esa noche en el hotel para que ella
pudiera descansar, sin embargo, le era imposible simplemente marcharse. Subió a
la azotea del hotel, tal como solía hacer cuando salía con Mauricio, mucho
antes de la llegada de los chicos.
Ese
era el sitio que ocupaba para refugiarse, para ir a pensar y despejarse por
completo.
Avanzó
hacia la barandilla; que ya había sido reparada; desde ahí podía observar las
luces de la ciudad, pero también podía escuchar unos sollozos que llamaron su
atención. Siguió el sonido hasta encontrar al adolescente con la cabeza oculta
entre las rodillas. Se sentó a su lado.
_
¿Estás bien?_ le preguntó despacio
_
¿Qué haces aquí?_ respondió sin dejar de ocultar el rostro
_
Vine a pensar, ¿Y tú?_ acaricio su cabello, logrando que levantara un poco la
cabeza, dejando ver sus ojos hinchados por el llanto _ ¿Pasó algo con tu mamá?_
Él
asintió y la abrazó.
_
Ya no puedo más, Flor, ya no puedo_ confesó _ Quisiera irme y no verla más_
_
No dejes que ella te arruine, tienes a muchas personas que te quieren_
_
¡Yo quiero que ella me quiera!, ¡Es mi mamá!_
_
Quizá te quiere pero tiene miedo de hacer de madre_
_
¡Va a tener otro hijo!_ exclamó enojado _ ¡Yo no le importo!_
_
Sigue en pie mi propuesta de adopción_
Arturo
sonrió un poco, solo un ligero brote en sus labios, pero estaba mejor.
_
¿Estás aquí por el enano?_
_
Algo así_
_
No te quiebres la cabeza, él te va a querer aunque se enteré de la verdad.
Además, Garcés no es una persona a quien se le pueda tomar cariño_
_
¿Aún lo odias?_
_
Yo pensaba que él me había arruinado la vida, pero no, fue ella_
_
No te arruinaron la vida, solo formaron parte de ella. Piensa que si no los
hubieras conocido no estarías ahora en el hotel, no conocerías ni a los chicos,
ni a Cande, ni a Mau_
_
Sería más fácil, y a Fernández hubiera sido mejor no conocerlo_ lanzó un
suspiro _ ¿Puedo quedarme contigo y con el enano unos días?_ preguntó mirándola
fijamente
Aun
le era difícil ver a los chicos cada mañana atravesar el lobby del hotel,
especialmente cuando Mauricio los acompañaba. Esa curioso que después de casi
dos años de fantasear con darle al menos un beso, su relación hubiera durado
menos de medio año. Quizá lo había idealizado demasiado, o tal vez era que
simplemente no podían estar juntos, probablemente ese era su destino.
_
Buenos días, Estrella_ la saludo el joven de los ojos verdes
_
Hola, Rod_ respondió sin mucho ánimo
Detrás
del aprendiz, se encontraba Mauricio despidiéndose de Paula y Lucia, dándoles
un beso en la mejilla a cada una. Le encantaba verlo tan paternal.
_
¿Sigues mal por Fernández?_
Ella
se encogió de hombros intentando no demostrar su dolor.
_
Es un tonto por dejarte ir. Además, tengo algo para animarte_ sonrió coqueto
mostrando dos entradas para un concierto
_
¡Edgar Oseransky!_ exclamó entusiasmada _ Es mi cantante favorito_
_
Lo sé, el concierto inicia a las nueve. Te espero en la entrada del hotel_
concluyo dando media vuelta.
Desde
su llegada al Royal, Rodrigo había mostrado interés en ella, y no hacía ningún
intento en disimularlo. Ahora que su relación con el gerente había terminado,
quizá podría darle una oportunidad.
Desde
la ruptura de Kía y Chaim, para Sara el ambiente en la escuela era complicado.
Era amiga de ambos y le costaba mantener una actitud neutral ante la situación.
Esa mañana durante la clase de historia, le era aún más complicado. La lección
era sobre las dinastías chinas.
_
Los príncipes lo complican todo_ comentó Kía cuando su profesor comenzó a
explicar la causa de la guerra entre china sus imperios cercanos
_
En China hay emperadores, no reyes, por lo tanto no hay príncipes_ la corrigió
Chaim
_
Eres insoportable_
_
Y tú una ignorante_
_
¡Basta chicos!_ interrumpió Sara que se encontraba en medio de los dos
_
Bueno, veo que ustedes tres están muy interesados en la historia, por eso
mañana tendrán que exponer el tema de la edad media_ sentenció el profesor
Le
gustaba verla jugar, era la mejor del equipo, tan decidida, tan entregada al
juego que era imposible no notarla. Había llamado su atención desde la primera
vez que la vio, ese día que echó a perder la que pudo ser su primera relación.
Le gustaba, le gustaba en serio, quizá si fueran un poco menos competitivos, ya
serían pareja.
_
Nena, juegas muy bien_ sonrío al verla salir de la cancha
_
¡No me molestes!_ gritó ella apartándolo
_
No quiero pelear_ dijo Matías _ Quiero hablar contigo, quizá después ir por un
helado, que sé yo_ se acercó a ella
_
Tengo novio_ lo frenó
_
No creo que eso te impida salir conmigo_
_
¿Qué insinúas, machito?_ preguntó ella a la defensiva
_
Digo, si besas a Ezequiel, no creo que ese novio tuyo sea tan importante_
Apenas
terminó de hablar, Emi le plantó una fuerte cachetada y un puñetazo en el
estómago.
Quizá
lo más difícil de una ruptura es seguir viendo a esa persona, pasar de la magia
a la cotidianidad, ese retorno es el más complicado que puede existir. Para
Chaim resultaba casi imposible ver a Kía como una chica más, todo en su
historia había sido especial, la forma en que se conocieron al caer a la
fuente, ir juntos a clases y su primer beso atrapados en el ascensor. Todos
recuerdos imposibles de borrar.
Y
ahora, ahora eran solo dos compañeros de equipo intentando realizar un proyecto
juntos.
_
Borra eso, es horrible_ comentó Chaim a Sara mientras hacían juntos su
presentación
_
Déjalo, a mí me parece perfecto_ argumentó
Kía
_
¡Es de mal gusto!, ¡Demasiado corriente!_ exclamó el príncipe
_
Se me olvidaba que al principio le gusta
la elegancia_ comentó Kía en tono burlón
_
Y a mí que tu odias la elegancia_
Sara
comenzaba a fastidiarse, llevaban así toda la tarde. Estar en medio de ellos
era la más grande tortura que podía existir.
_
¡Tengo que hablar con ustedes!_ dijo Candela entrando a la suite sin ninguna
consideración _ ¡Urgente!_ exclamó tomando a sus dos amigas
_
Estamos trabajando_ la interrumpió Chaim
Candela
miro al príncipe directo a los ojos.
_
Acabo de romper con Fernando_ dijo con tristeza.
Quizá
nadie lo notó, quizá era solo su imaginación, pero Sara sabía que un nuevo
triangulo estaba comenzando a formarse.
Guillermo
estaba vuelto loco con el nacimiento de sus primogénitos, tanto así que no
hacia más que hablar de ellos.
_
Sé que amas a tus hijos, pero para un poco de hablar de los gemelos_ comentó
Mau sentándose detrás de su escritorio
_
Está bien, pero aún no te contaba que Mauro…
_
¡Memo!_
_
De acuerdo, hablemos de ti, ¿Qué onda con Flor?_ preguntó sentándose frente a
su amigo
_
Se lleva bien con los chicos, nada más… Procuró no convivir mucho con ella, lo
que menos quiero es lastimar a Estrella o que ella piense que…
_
¿No lo sabes?_ lo interrumpió _ Estrella ya te tiene superado, va a salir con
tu aprendiz_
_
¿Qué?_
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