viernes, 23 de diciembre de 2016

Capítulo 58: LOS SENTIMIENTOS DE MAURICIO

_ De acuerdo, hablemos de ti, ¿Qué onda con Flor?_ preguntó sentándose frente a su amigo
_ Se lleva bien con los chicos, nada más… Procuró no convivir mucho con ella, lo que menos quiero es lastimar a Estrella o que ella piense que…
_ ¿No lo sabes?_ lo interrumpió _ Estrella ya te tiene superado, va a salir con tu aprendiz_
_ ¿Qué?_
_ Todos en el hotel lo saben_ respondió encogiéndose de hombros _ Pensé que no te importaría, es decir, se te ve mucho más interesado en Flor que en Estrella_
Tal vez era verdad, sin darse cuenta había entrado nuevamente al mismo triángulo amoroso en el que se encontraba seis meses atrás, solo que ahora era una mil veces más confuso que antes.

Martín negaba con la cabeza al ver la escena que se desarrollaba al interior de su habitación: Arturo empacando un sinfín de cosas en una maleta.
_ ¿Acaso piensas mudarte con ella?_ preguntó muy serio
_ Solo hasta que el enano esté mejor_ respondió cerrando su valija
_ Estás loco para irte con esa bruja_ comentó indignado
_ Ella no es tan mala_
_ ¡Nos separó!, ¿O es que ya te olvidaste?_
_ Yo tampoco lo he olvidado, Tincho, y te pido disculpas_ intervino Flor entrando al cuarto
_ ¡No te perdono, bruja!_ grito enojado
_ ¡Tincho!_ lo reprendió Mauricio
El niño se cruzó de brazos, estaba seguro de que jamás la perdonaría por eso.
_ Vamos, Flor_ indicó el quinceañero avanzando hacía la salida
_ En pocos días lo tendrás de vuelta_ comento Flor a su exnovio
Mauricio la observó, ¿Cómo era posible que ella hubiera logrado acercarse a Arturo mientras a él lo evadía todo el tiempo?

Durante la noche no pudo dormir ni un poco, cada que cerraba los ojos se encontraba con uno de esos rostros: el de Estrella enmarcado por su cabello ondulado, con esos grandes y hermosos ojos o el de Flor con el cabello de un negro intenso y esa mirada apasionada. ¿Qué le estaba pasando?

A la mañana siguiente se presentó muy temprano en recepción. Ellos dos habían salido la noche anterior, y aunque ya no eran pareja, sentía celos. Se encontró con Estrella bebiendo un café, con una expresión de cansancio imposible de disimular.
_ ¿Tuviste una noche ocupada?_ preguntó tratando inútilmente de disimular sus celos
_ Eso no le incumbe, mi vida personal es muy aparte de mi trabajo_ respondió ella dando otro sorbo a su bebida
_ Me importa si dos de mis empleados salen juntos, no quisiera ningún problema_
Estrella permaneció sin reaccionar, observándolo.
_ No se preocupe, señor Fernández. Está todo bien, y como dije antes la vida personal es independiente del trabajo_
_ Solo te digo que andes con cuidado con Rodrigo, no sabemos nada sobre él_
Se dio cuenta que le era imposible hablarle a Estrella de usted, la tuteaba, la seguía sintiendo cercana, pero ella había vuelto a tratarlo solo como su jefe.
_ Yo lo estoy conociendo, además es solo un amigo_
Así habían empezado ellos, como amigos. ¿Sería que la estaba perdiendo por el aprendiz?
_ No me importa tu situación sentimental, solo te lo advierto_ concluyó tratando de ser cortante y disimular que su corazón acababa de quebrarse.

Generalmente era Guillermo el encargado de lidiar con ese tipo de asuntos, pero dado que él quería pasar cada momento libre con sus hijos, le había delegado la responsabilidad.
_ Ella solo esta despechada, por eso salió con De la Cruz_ comentó Franco tratando de ser un buen amigo de repuesto
_ No lo sé… además ese “muchachito” le trae ganas a Estrella desde que llegó_ dijo Mau entrando a la pista de hielo en la que Paula iba a practicar
 _ Mira, si quieres a Estrella, esfuérzate y reconquístala_
Se sentaron en las gradas a esperar a que la práctica terminara.
_ Tampoco sé si sea lo mejor_
Notaron que la pista estaba sola, únicamente estaban en ella Paula y Florencia. Flor le enseñaba a la niña la mejor forma de dar un salto. Se deslizaban y reían casi flotando sobre el hielo.
Franco descubrió a su amigo observando detenidamente los movimientos de su ex al tiempo que formaba una sonrisa.
_ Ahora entiendo tu dilema_ comentó
_ Ella ha cambiado tanto_ dijo Mau sin dejar de observarla.

¿Dónde estaba cuando más lo necesitaba?, ¿Dónde se había metido? Se recostó sobre la cama de su hermano esperando su llellegada, sin embargo quién entró fue Florencia.
_ ¿Qué haces aquí?_ le preguntó
_ Vine por un par de cosas que me encargo Arturo… ¿Estás bien?... Te ves… preocupada_
_ Esperaba a Oscar, necesitaba hablar con él_ respondió Emi incorporándose en la cama _ Quizá tú me puedas ayudar_
_ Dime_ se sentó junto a ella _ ¿Sigues con líos de hombres?_
_ Algo así… Mañana viene Kike, pero no me siento emocionada y… creo que me pasa algo con otro chico… pero no lo sé_
_ Es normal que te sientas así, ¡Tienes 13!... Es parte de crecer, quizá es que Kike ya cumplió con lo que tenías que vivir con él y es momento de cerrar ese ciclo_
_ ¿Cómo sabes cuándo es el momento?_
_ Simplemente, un día lo sabes. Te das cuenta que terminó y que está bien_
_ Gracias Flor_ dijo abrazándola
Mau se encontraba por entrar pero se detuvo al ver ese abrazo. Ella estaba cambiando, no había duda y esa nueva Flor le gustaba. La pregunta era: ¿Le gustaba más que Estrella?

Sábado por la tarde, uno de los días más llenos de trabajo para él. Un príncipe estacionando autos, que irónico,  justamente él que en su palacio disponía de seis coches distintos para salir a pasear y ahora conducía los autos de otros a cambio de unas monedas. Antes lo hacía con gusto, estaba convencido que su vida estaba en el Royal, que cualquier esfuerzo valía la pena por ella, pero ahora comenzaba a cansarse.
_ Aquí tiene señor_ dijo entregando las llaves de un porche
_ Eres un idiota, niño, lo estacionaste mal_ vocifero el hombre molesto
_ ¡Yo no tengo porque aguantar esto!_ exclamó Chaim _ ¡Soy el príncipe de Banjar, usted debería arrodillarse ante mi presencia!_ estaba rojo de ira
_ Calma, principito_ intervino Candela tomándolo del brazo  _ Disculpe, señor, está un poco estresado_
El hombre se encogió de hombros y se marchó sin dar importancia a los puños cerrados del muchacho.
Cande guío a Chaim a las escaleras de la entrada del hotel, para que pudieran sentarse.
_ ¡Estoy harto!_ gritó el príncipe _ ¡Volveré a mi palacio!_
_ Quédate_ suplicó Candela _ Aquí están tus amigos_
_ No puedo más_ dijo a punto de romper en llanto
_ Yo te sostengo_ respondió ella con una sonrisa

No entendía porque pero volvía a sentirse nervioso al hablar con ella, más o menos como cuando se conocieron; casi tres años atrás. ¿De verdad estaba volviendo a interesarse en ella?
Y es que era distinta, había cambiado, en solo tres meses, era una nueva persona. Lo entendía, lo mismo le había pasado al conocer a los chicos.
_ ¿Dejaste al enano solo con Arturo?_ preguntó intentando no resaltar su nerviosismo
_ Y con Agus_ añadió ella
_ ¿Arturo y Garcés están juntos?, ¡¿Te volviste loca?!... ¡Se van a matar!_ exclamó
_ Sé bien lo que hago… confía en mí_
Si le hubiera dicho esa frase tres meses atrás habría reaccionado agresivo y desconfiado, pero ahora, ahora confiaba en ella.
_ ¿Quieres salir a cenar mañana?_ preguntó tan rápido que apenas se le podía entender
_ Creo que sería una gran idea_ 
Mauricio sonrió sin saber del todo la razón, quizá era que viejos sentimientos estaban comenzando a aflorar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario