lunes, 2 de enero de 2017

Capítulo 61: NO ESTÁS SOLO

_ Tienes que decirles_ sentenció el quinceañero
_ No puedo hacerlo_ confesó ella
_ Leo y Eze necesitan saberlo_ continuó _ Es horrible cuando eres el último en enterarte. Hazlo por ellos_
Ella asintió en silencio, aun con lágrimas en los ojos.

Florencia observaba a su ex novio mientras él terminaba de recoger los platos después del desayuno. Lo conocía a la perfección y sabía que estaba preocupado.
_ ¿Estás así por los Lagos?_ preguntó acercándose a él
_ Sí, estoy preocupado_ confesó dejando los platos sucios sobre el fregadero _ Esmeralda no es la mejor persona para cuidarlos, y además Arturo…
_ Arturo está bien, fue a buscarla_ comentó tomando un trapo para secar
_ ¿Cómo estás tan segura?_
_ Lo conozco, quiere ayudar_
_ Pareciera que ahora conoces bastante bien a los chicos, ¿No?_ le entregó un vaso escurriendo
_ He hecho méritos, ¿No es así?_
_ Si, pero no solo con los chicos_ sonrió

Ahora que su relación con Mauricio había terminado era como si al mismo tiempo hubiera desaparecido mágicamente de la vida de los chicos también. Los veía cuando se marchaban a la escuela y cuando volvían, a veces hacían su tarea en el lobby o salían, pero no le hablaban. En realidad desde tiempo atrás no se comunicaban mucho con ella.
Vio a Martín, Nadia y Nicolás caminar juntos hacía los jardines del hotel. ¿En qué momento las cosas habían cambiado tanto?, ¿Cuándo se había vuelto tan innecesaria?
_   ¿Todo bien, bonita?_ le preguntó Rodrigo acercándose a ella
Estrella se ruborizó un poco ante el adjetivo que su compañero de trabajo le estaba dando.
_ Quisiera que las cosas fueran como antes_ dijo con desanimo
_ Quizá lo que viene es aún mejor_ le sonrió
_ No lo creo_ bajó la mirada
_ Te demostraré que si_ levantó su barbilla y la hizo mirarlo a los ojos. Sus profundos ojos verdes _ Ya lo verás_

Un par de horas más tarde, los chicos; todos incluyendo a los Lagos, Chaim, Kía y Candela; se encontraban reunidos en el salón Joya, el lugar de ensayos de “Music Hotel”.
Sobre el escenario se encontraban Mauricio y Esmeralda. Nerviosos y un tanto asustados.
_ ¿Para qué nos trajeron aquí?_ se quejó Leonardo _ Hay un partido buenísimo en la tele_
_ Tienen que darles una mala noticia_ dijo Arturo mirando a su archienemigo
_ ¿Qué pasa?_ preguntó Ezequiel alarmado
_ Leo, Eze. Acérquense_ empezó a decir Mauricio con dificultad
Ellos se pusieron de pie y subieron al escenario, Emi los siguió, quedando al lado de su mejor amigo.
_ Tomás… él… _ intentó hablar Esmeralda, pero su voz se quebró y empezó a llorar _ Su tío murió_ soltó al fin en medio del llanto
Ezequiel sintió como sus piernas flaqueaban, al tiempo que Emi lo rodeaba en un abrazo. Leo permaneció en silencio, inmóvil.
_ Hubo un atentado y…
Mauricio no pudo terminar su frase, pues el mayor de los Lagos bajo del escenario y salió del salón.
Sara intentó seguirlo pero Arturo la detuvo.
_ Yo me encargó _ dijo siguiéndolo

Lo encontró en el interior del otro salón, solo y recargado en la pared, a punto de llorar.
_ ¿Qué quieres callejerito?_ preguntó enojado
_ Acompañarte_ respondió _ Riquillo, sé por lo que estás pasando_ dijo ubicándose junto a él
Leo dejó que su cuerpo se deslizara hasta tocar el piso.
_ No es lo mismo_ comentó bajando la mirada
_ Yo y los chicos pasamos por esto_
_ Pero es la tercera vez que me pasa… ¡Ya no tenemos a nadie!, ¡Estamos solos!_ exclamó _ ¿Quién va a ser nuestro tutor?, ¿Esmeralda?... Perdóname, pero tu mamá no es la persona indicada para cuidar de mi hermano_
_ Lo sé, es pésima. Pero no están solos, está Chaim, Kía, Cande, Guille, Fernández…
Leo mantenía las lágrimas en el borde de sus ojos, sin dejarlas caer.
_ Sé que tienes que ser fuerte por Ezequiel_ dijo sentándose a su lado _ Pero él no está aquí ahora_
Dejó caer un par de lágrimas. Sentía que el mundo entero se derrumbaba sobre él. Era la tercera vez que recibía una noticia tan horrible, la tercera vez que se preguntaba ¿Qué pasaría después?
_ No estás solo, amor_ comentó Sara entrando
Se sentó a su lado y lo abrazó con fuerza. Esta vez las lágrimas empezaron a caer en cascada. Por tercera vez sentía que se le partía el alma, solo que está vez; a diferencia de las otras; no estaba solo.
Por la noche Florencia llegó al hotel para recoger a Julián. Iba saliendo del trabajo y se sentía un tanto agotada. Tocó el timbre, fue entonces que se encontró con Mauricio usando una camisa azul claro y un pantalón negro; sin saco ni corbata; lucía relajado y despedía un agradable aroma a loción masculina. La misma que había utilizado en su primera cita.
_ Adelante, pasa_ la invitó cordial
Al entrar enseguida notó algo muy poco usual en la suite: silencio.
_ ¿Dónde están los chicos?_ preguntó
_ No están. Sara, Arturo y los mellizos me pidieron ir con los Lagos. Paula fue con Franco, Alma y Nico al cine y los chiquitos están de pijamada con Benja_ explicó _ Estamos solos_
Se sintió incomoda al instante, desde la ruptura, no habían estado solos antes, siempre alguno de los chicos estaba cerca.
_ Creo que iré a buscar a Julián_ dijo nerviosa
_ Deja que se divierta, ¿Cenamos?_ dijo señalando la mesa adornada con un par de velas.

Miraba el cuarto con atención, pero principalmente miraba el regalo que recién le había llegado el día anterior: un mameluco amarillo. Estaba embarazada de un hombre que ya no existía. Tomó la diminuta prenda, abrazándola con fuerza y empezó a llorar.
Escuchó la puerta de su recamara abrirse, pero no se molestó en mirar quien era. Sintió unos brazos rodearla y entonces supo que se trataba de Arturo.
_ Sé que es difícil, pero pasará. Todo pasa_ dijo el quinceañero
_ ¿Por qué me tratas así?... No lo merezco_
_ Eres mi mamá, y aunque tú no me quieras, yo a ti si_ respondió el chico
Lo abrazó con fuerza, era un gran chico y se había perdido trece de sus quince años de vida. Quizá había hecho bien, Mauricio había hecho un buen trabajo al cuidarlo.
Siguió abrazando a su hijo al tiempo que lloraba la pérdida de su amado.
_ No estás sola_ susurró Arturo dándole un beso en la frente

Ezequiel entró en su habitación. Seguía sin poder creer lo ocurrido. Emilia lo siguió.
El chico se dejó caer sobre su cama, ocultando su rostro. Su amiga lo rodeo con los brazos, sin decir una sola palabra. Él se incorporó, la abrazó con fuerza y se soltó a llorar.
_ No estás solo_ dijo Emi abrazándolo con más fuerza.

A pesar de que disfrutaba de conversar con él, no dejaba de sentirse incomoda por la situación: una cena para dos, con Mauricio.
_ Te has vuelto cercana a los chicos_ comentó el gerente
_ Si. Un poco. Creo_ respondió para después tomar un sorbo de agua
_ Paula está siempre hablando de lo bien que patinas, Emi parece tenerte bastante confianza… el enano te llama “mamá” y ahora hasta Arturo decidió mudarse contigo_ resumió
_ Solo quería alejarse de Esmeralda_
_ Y de mí_ añadió
_ No lo creo, es solo que…
_ ¡Me gustas!_ soltó de golpe
Y sin darle tiempo a responder, a pensar o incluso a sentir, Mauricio se puso de pie y la besó con la misma intensidad que había hecho años atrás en su primera cita.



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