martes, 24 de enero de 2017

Capítulo 67: FELICIDAD

_ Algunos de ustedes ya lo saben, pero tengo un hijo_
_ Todavía no_ interrumpió Ezequiel _ Mi primo aún no nace_
_ Lo sé, pero tengo un hijo un tanto más grande. Quince años más grande, de hecho y es Arturo_ explicó ante los ojos sorprendidos de la mayoría
_ ¿Qué?_ exclamaron los mellizos a la par _ ¿Por qué no nos contaste?_
_ ¿Cómo no vi eso?_ dijo Martín molesto
_ Ahora que lo saben, quisiera que él venga a vivir conmigo_
_ ¿A nuestra suite?_ cuestionó Ezequiel
_ Por mí está bien, solo que no pienso compartir cuarto con el callejerito_ dijo Leonardo
Él por otra parte no podía dejar de sonreír. Finalmente parecía que su vida se estaba acomodando.

A la mañana siguiente, despertó realmente emocionada, feliz y muy alegre. Bajó de su cama de un salto, cantando alegremente.
_ ¡Despierten chicas!_ exclamó moviendo a Sara para que se levantara
_ Deja dormir_ dijo Emi lanzándole una almohada
_ ¡Es mi cumpleaños, chicas!, ¡Hay que celebrar!_ insistió
_ ¡Felicidades, Pau!, ¡Ahora, déjanos dormir!, ¡Es sábado por la mañana!_ dijo Emilia cubriéndose con su cobija por completo
Se encogió de hombros y salió del cuarto para entrar a la habitación de los varones, la cual parecía demasiado vacía.
_ ¡Despierten!_ gritó saltando sobre la cama de Oscar
_ Pau, feliz cumple… ahora ve a dormir_ respondió el chico empujándola
Cayó al suelo y se puso de pie. De inmediato fue subió las escaleras a la cama de Martín.
_ ¡Despierta, bobo!, ¡Hoy es mi cumpleaños!_ exclamó feliz
_ ¡No me importa, tonta!_ gritó él y la empujó haciéndola caer nuevamente
Se levantó indignada y salió del cuarto, parecía que nadie se interesaba por su cumpleaños. Se sentó en la sala cruzada de brazos, claramente molesta.
La puerta de la suite se abrió y por ella entraron Mauricio y Florencia.
_ Me parece que la cumpleañera no está muy contenta_ comentó Flor al verla
_ Los chicos me ignoraron_ explicó molesta
_ Siguen dormidos, dales tiempo_ comentó Mau
_ Yo tengo un regalo para ti_ dijo Flor entregándole una caja con forro purpura y un gran moño
Lo abrió de inmediato encontrándose con unos patines nuevos, justo lo que necesitaba.
_ Gracias_ dijo abrazándola con fuerza
_ Ve a probártelos_
Los tomó y entró corriendo a su cuarto dando pequeños saltos de alegría.

Quedaron solos en la sala de la suite, hace unos meses habría hecho cualquier cosa para tener un momento así con Mauricio, ahora deseaba huir.
_ No terminaste de explicarme porque vienes sola_ comentó Mau
_ Julián sigue dormido y Arturo está vuelto loco empacando. Realmente está muy emocionado por mudarse con su mamá_ explicó
_ Si, aunque me preocupa un poco. No sé si confiar en Esmeralda_
_ Yo tampoco, pero él está tan feliz_
Mauricio asintió.
Hubo un silencio incomodo entre ellos. Un silencio extraño que no habían experimentado desde su primera cita.
_ ¿Te quedas a desayunar?_ preguntó finalmente Mauricio
_ Debo ir a casa… Agus está ahí y no quisiera hacerlo esperar mucho_
Notó al instante que el semblante de Mau cambiaba al nombrar a su novio. Se sintió extraña, no sabía si triste por saber que lo lastimaba o feliz por darse cuenta que él aún sentía algo por ella.
_ Te veo más tarde, en la fiesta de Pau_ se despidió

El cuarto le parecía inmenso, era al menos dos veces más grande que la recamara que compartía con Oscar y Martín. Más aun, era su propio cuarto, por primera vez en los últimos diez años.
_ ¿Qué te parece?_ preguntó su madre colocando su maleta sobre la cama
_ ¡Es hermoso!_ exclamó lleno de emoción
_ ¿No tienes problema con que Leo tenga el cuarto de enfrente?_
_ Mamá, solo estoy feliz de vivir contigo_ sonrió y corrió a abrazarla.

Llevaba en las manos el pastel que ocuparían para la fiesta, feliz de poder colaborar con el cumpleaños de su mejor amiga. Esa mañana Paula lucia mucho más feliz de lo habitual, como si hubiera estado esperando ese día por largo tiempo.
_ Si así te pones a los once, no quiero imaginarme cuando cumplas quince_ comentó
_ Ese día será maravilloso_ contestó ella con una sonrisa inmensa
Vieron a Rodrigo a lo lejos, como era de esperarse, ella no dudo en llamarlo.
_ ¡Hey, bombón!_ gritó Paula
_ Hola linda_ respondió con una sonrisa
Lo odiaba. Definitivamente lo odiaba a él y su estúpida sonrisa.
_ Supe que hoy es tu cumpleaños, muchas felicidades princesa. Ya eres un poco mayor_
_ Gracias, Rod_
¡Rod!, ¡Lo estaba llamando Rod frente a él! Enfureció, porque entonces entendió la prisa que tenía su amiga por crecer: quería estar lo más cerca posible de la edad de aquel sujeto insoportable de ojos verdes. Pero si todo salía bien con su regalo esa tarde, pronto Paula se olvidaría por completo del aprendiz y comenzaría a fijarse en él.

Se encontraban sentados en la entrada del hotel, durante las últimas semanas acostumbraban platican en los ratos libres del principito. Le gustaba pensar en la posibilidad de que surgiera algo más entre ellos, después de todo, Chaim le parecía el hombre ideal.
_ ¿Irás a la fiesta de Paula?_
_ No me van mucho las fiestas infantiles, Cande_ respondió Chaim
_ A mí tampoco, quizá en lugar de eso, podríamos ir por un helado_ sugirió
_ Me parece una buena idea_
Al instante se sintió feliz, quizá esa mínima esperanza era real y podía llegar al corazón de su príncipe azul

Estaba todo listo, era una magnifica fiesta. Once años. Quizá no eran muchos, pero era la primera fiesta de cumpleaños que podía disfrutar desde que había dejado al almirante.
_ ¡Falta mi regalo!_ exclamó Nico tomando su mano
Lo siguió sin saber a donde la llevaba, pues pronto se encontraban fuera del salón.
_ ¿A dónde vamos?_ preguntó cuando dejaban atrás el lobby del hotel
_ Solo sígueme_ respondió él con una sonrisa
Estaban ahora en el jardín del hotel, pero pasaron de largo, hasta llegar al jardín más pequeño. En él había solo un  cuadrado de pasto, unos rosales y un pequeño kiosko adornado con luces blancas.
_ ¿Qué hacemos aquí?_
_ En el kiosko está tu regalo_
Avanzó despacio, subiendo con cautela los escalones del kiosko. Ahí, en una mesa, se encontraba un cuaderno de pastas gruesas y en ellas un dibujo: una caricatura de ella con un fondo de múltiples colores.
_ Es un diario nuevo_ explicó Nico _ Sé que el que tienes se está quedando sin hojas_
No lo pensó dos veces y envolvió a su mejor amigo en un fuerte abrazo. Ese era el mejor regalo que le habían dado.

Al caer la noche, la fiesta había terminado y los chicos habían caído rendidos. Veía a Julián dormir tranquilamente en la sala de la suite 3 05.
_ Deja que se quede aquí_ le sugirió Mauricio
_ Creo que no es mala idea. Mañana puedo venir por él_ respondió plantando un beso en la frente de su hijo
Giró sobre sus talones para dar media vuelta. Antes de darse cuenta se encontraba apresada en los brazos de Mauricio, teniendo esos ojos que la habían cautivado tantas veces justo frente a ella.
_ Flor, no lo compliques_ le dijo acercándose aún más
_ ¡No lo compliques tú!_ exclamó estirando los brazos, buscando generar distancia
_ Teníamos una bella historia_ comentó Mau tomando su barbilla _ Podríamos revivirla_ continuó acercando sus labios a los suyos _ ¿Si?_     

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