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Buenas noches a todos, les agradezco su presencia aquí… para los que no me
conozcan, yo soy Franco, el sub gerente del hotel… pero hoy no quiero hablar
sobre el hotel_
Hizo
una pausa, misma en la cual Olivia subió al escenario y tomó su guitarra
empezando a tocar y cantar.
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Hace poco más de medio año un par de niños tuvo una idea disparatada… ellos
creyeron que podían hacer que dos personas se enamoraran… y no sé si fueron
ellos con su insistencia o así era el destino, pero lo lograron. ¡Alma, te
amo!_ exclamó
Justo
en ese momento, todas las luces se enfocaron en su amada y Sara y Paula
llegaron hasta su lugar con una caja.
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Y es por eso que quiero iniciar bien el año, a tu lado… abre el regalo por
favor_ indicó
Alma
quedó muda al ver aquel anillo.
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¿Te quieres casar conmigo?_ preguntó más nervioso que nunca
Hubo
un silencio total en el salón y esos segundos le parecieron eternos.
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¡Si!_ exclamó Alma corriendo a abrazarlo
Se
besaron en el escenario y todos los presentes aplaudieron su compromiso. Vio
fugazmente las sonrisas de Nico y Paula y supo que ese sería un gran año.
La
noticia de la boda los tenía a todos muy contentos, esa noche sin duda estaba
siendo grandiosa, tanto que no le importaba compartir mesa con Ezequiel o que
su hermana estuviera sentada en otra mesa con Matías.
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Ahora es momento de dar un fuerte aplauso a nuestro siguiente invitado_ anunció
Mauricio _ Por favor, un fuerte aplauso para Arturo_
El
quinceañero subió al escenario y tomó el micrófono comenzando a cantar, no fue
difícil averiguar a quien dedicaba su canción, era la misma persona para quien
había cantado últimamente, solo que esta vez, no hablaba de amor, sino de lo
cansado que estaba de sus desplantes.
Vio
a Candela levantarse de su asiento completamente furiosa y a Arturo bajar del
escenario mientras seguía cantando, esperaba verlo seguir a su chica, pero en
lugar de ello, avanzó hacía una de las mesas del fondo. Tomó la mano de una
chica y le pidió levantarse. Al dar su nota final, para sorpresa de todos, la
besó.
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¡Lo mataré!_ exclamaron él y Ezequiel a dúo
La
chica que Arturo estaba besando era nada más y nada menos que ¡AMANDA!
Habían
llevado a los más pequeños a dormir a la suite, estaban seguros que era mejor a
que terminaran rendidos en las sillas del salón.
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Lu ya está dormida_ comentó Mau volviendo a la sala
_
Tincho y Julián también… así que supongo que nos quedaremos aquí a cuidarlos y
recibir el año nuevo_ dijo ella
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Podríamos iniciar el cuarto en mi habitación_ sonrió abrazándola por la cintura
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Ni lo sueñes… no con los chiquitos aquí_ respondió dándole un pequeño beso
Mau
aprisionó sus labios y comenzó a besarla apasionadamente, hasta que fueron
interrumpidos por el sonido de su teléfono. Respondió sin mirar, sabía
perfectamente quien le llamaba.
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Hola… no ya está dormido. Si, yo le digo. No llegues tarde_ colgó
_
¿Era Garcés?_ preguntó Mau soltándola
_
Si, dice que va saliendo hacía el aeropuerto… ¡A Julián le dará tanto gusto
verlo!_
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No quiero que lo vea… No le hace bien_
_
Mau, Julián es…
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¡Ya sé que es tu hijo!_ exclamó _ Tal vez deberíamos pensar en lo que dijo
Bruno… ¿Qué pasara con los chicos si nosotros terminamos?_ cuestionó
Después
de aquella canción, había salido enojada del salón. No podía creer que Arturo
hiciera algo así… Simplemente no comprendía como ese chico que días atrás decía
estar enamorado de ella, ahora la trataba de esa manera.
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Buenas noches, perdona… ¿Estás bien?_ le preguntó un muchacho que no logró
reconocer
Seguramente
era alguno de los que había pagado su entrada para asistir a la gran fiesta de
fin de año.
_
Si… ¿Acaso te perdiste?_
Se
encontraban en el lobby, el cual estaba completamente vacío, al parecer todos
están en la fiesta.
_
Algo así… vine a visitar a un amigo y no sé dónde encontrarlo… aunque creo que
es mi día de suerte_ sonrió _ ¿Por qué llora una mujer tan hermosa como tú?_
No
se había percatado de sus lágrimas hasta ese momento, de inmediato las limpio
con el dorso de su mano.
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Por nada… es una tontería… ¿No deberías estar en la fiesta?_
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Creo que no fui invitado… además, puedo quedarme aquí… si recibo el año en tan
buena compañía, sé que será mi año sin duda_
Sonrió
ante la excesiva confianza de aquel chico.
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Conozco un remedio milagroso para cualquier mal_
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¿Ah si?, ¿Cuál es?_
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El beso de un desconocido justo antes de que acabe el año_
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No creo que eso funcione_
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Al menos lo podrías intentar_
Quizá
era lo extraño del momento, tal vez solo seguía molesta por la actitud de
Arturo o simplemente era que en realidad aquel muchacho le parecía atractivo,
así que olvido todo por un momento y se acercó más a él hasta besarlo.
Veinte
minutos para que el año llegara a su fin, solo eso faltaba y él se encontraba
completamente abrumado caminando por los jardines del hotel. ¿Mudarse con los
huerfanitos?, ¡Eso era demasiado!
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¡Lagos!, ¡Te estás perdiendo la fiesta!... El brindis está por comenzar_
exclamó Olivia corriendo a alcanzarlo
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No me importa, no quiero ir_
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¿Qué te pasa, Leo?_ preguntó
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Voy a mudarme con el señor Fernández y el resto de los chicos, ¡Es una joda!_
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Pensé que estarías feliz de vivir con tu novia_
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Si… pero… no lo sé…
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Lagos… desde que llegué que te notó mal… yo creo que lo que tú necesitas es una
persona que… que te apoye más… ¿Sabes?... La tal Sandra nunca sabe lo que te
pasa, y creo que no te deja ver que hay personas que te quieren de verdad_ dijo
tomando su rostro entre sus manos
_
Se llama Sa…
Intentó
corregirla, pero Olivia no se lo permitió, pues aprisionó sus labios en un
beso, dejándolo perplejo.
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Oli… yo…
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¡Lo sabía!_ escuchó la voz de Sara acercándose a ellos _ ¡Sabía que algo pasaba
entre ustedes!_
_
Sara, no…
No
pudo explicarle, pues sintió al instante la palma de Sara impactando contra su
mejilla.
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¡No vuelvas a hablarme en tu vida!_ exclamó con los ojos llenos de
lágrimas para después dar media vuelta y
alejarse corriendo
La
había perdido y esta vez, para siempre.
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