Florencia Elizabeth Contreras Alatorre es actualmente diseñadora de modas, famosa por su colección primavera-verano infantil y juvenil, pero antes de tremendo éxito, tuvo un camino largo por recorrer.
Flor fue hija única de un matrimonio que comenzaba a crecer económicamente, su padre creo poco a poco y con la ayuda de su madre una pequeña franquicia abarrotera, misma que permitió pagar los estudios de su padre quien terminó convirtiéndose en administrador de su propia empresa.
Creció en un barrio modesto, en compañía de su amigo de toda la vida: César. Fue así hasta que a los siete años, una simple casualidad los llevó a la zona adinerada de la ciudad y conocieron a Agustín Garcés. Se volvieron inseparables y de esa forma, Flor creció en medio de dos mundos: uno lleno de riqueza y despilfarro por parte de su amigo; y otro lleno de privaciones y construido mayormente de anhelos en el cual vivían sus padres.
Flor siempre tuvo en claro que deseaba repetir el éxito de su padre o bien superarlo, sin embargo el hacerse cargo de la empresa familiar (como sus padres deseaban) no era precisamente una opción para ella. Con el apoyo de Agus; quien siempre la impulso a seguir sus sueños; descubrió su verdadera pasión: el diseño de modas.
Y mientras la empresa de su padre crecía, también sus anhelos de crear su propia marca de ropa. Sin el apoyo de sus padres para concretar su sueño, luchó por conseguir una beca en la universidad que deseaba y tras una dolorosa despedida de sus dos mejores amigos, tomó sus maletas y se aventuró a la ciudad.
Alumna destacada de su clase, consiguió una pasantía en una importante firma de diseño donde escaló rápidamente aunque sin obtener el reconocimiento que tanto anhelaba.
Una tarde, tras recibir su primer pago realmente decente, decidió darse un lujo que jamás había podido disfrutar: una comida en un elegante restaurante, el restaurante del hotel Royal. Esa fue una de sus mejores decisiones, pues esa tarde conoció a un joven de cabello obscuro que la dejó flechada.
Y es que el muchacho además de ser atractivo, tenía grandes sueños de grandeza, una carrera en ascenso y el tipo de vida que ella deseaba; sin duda un gran partido.
Tras algunas citas logró formar una relación con Mauricio y continúo con su vida entre pasarelas, luces y bocetos de vestidos y chaquetas.
Tras un viaje de negocios, regreso al Royal en busca de su amado, encontrándose con siete infantes que amenazaban con terminar todo aquello que tanto le había costado construir. Entonces el amor se convirtió en obsesión y nació en ella un odio por aquellos chicos que terminaban con todo a su paso.
Por si fuera poco, la recepcionista del hotel se convertía en una potente amenaza a su relación. Llegó la desesperación y recurrió a jugadas sucias para recuperar aquello que creía, por derecho era suyo.
Con ayuda de su viejo amigo Agustín, logró sacar a los chicos de en medio, sin embargo eso la llevó a perder también a Mauricio, quien estaba ya dispuesto a casarse con ella.
Más desesperada que nunca, jugó su última carta: la adopción del más pequeño de los niños. Solo quería estar cerca de Mau, pero no contaba con que Julián; ese niño que tanto había detestado; terminaría derritiendo su corazón.
Poco a poco, el pequeño logró transformarla, pasando a ser su prioridad. Cuando al fin logró dejar atrás su obsesión por Mauricio, empezó una nueva relación con su amigo de infancia: Agustín. Pero donde hubo fuego, cenizas quedan. Y tal como el ave fenix, su amor por Mau renació, y volvió con más fuerza, llegando incluso a unirla con el resto de los chicos.
Julián es su punto débil, pues al ser su hijo es protectora con él. Así mismo formó una relación muy fuerte con Paula; quien la admira y comparte su pasión por el patinaje artístico; y también con Arturo, pues han compartido secretos muy profundos.
Su nueva visión del mundo no solo le permitió sentirse parte de una gran familia, sino que sirvió de inspiración para su primera línea de ropa infantil y juvenil; misma que la ha impulsado a alcanzar la fama en su carrera y a su vez la ha ayudado a forjar una fuerte relación con Sara.
Luchadora incansable, decidida, protectora y con metas tan altas como el cielo, así es Flor.
En esta nueva temporada tendrá que enfrentar grandes retos personales y profesionales, se enfrentará a difíciles decisiones y es posible que veamos nuevas caras aún no descubiertas de este ser en constante cambio.
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