jueves, 14 de julio de 2016

Capítulo 29: SOSPECHAS

Guillermo analizó la hoja que los dos niños le habían llevado. Le sorprendió que ellos estuvieran interesados en investigar al aprendiz de Mauricio, sin embargo no podía negar que él también sentía curiosidad por averiguar la identidad del misterioso hombre.  
_ ¿De dónde sacaron esto?_ preguntó Guillermo sosteniendo el currículo de Rodrigo
_ Eso no importa, ¿Nos ayudaras?_ respondió Martín tomando el asunto en sus manos
_ Podría meterme en problemas… Lo que menos quiero es que me despidan cuando estoy a punto de ser padre, ¡De gemelos!_
_ Por cierto, ¿Cuál es tu trabajo dentro del hotel?_ cuestionó Nadia curiosa
_ Los ayudaré, pero Mau no debe saberlo_ dijo sin responder la pregunta de la niña
Pronto el misterioso hombre de ojos verdes dejaría de ser un misterio.

Ella giro sobre sus patines sin poder completar exitosamente su maniobra, cayó de golpe sobre el frío hielo de la pista, por suerte era la única que seguía ahí. Se había quedado un momento más puesto que su práctica fue fatal. Era incapaz de concentrarse en sus movimientos.
_ Si sigues asi, te lastimaras_ comentó Florencia desde las gradas
Desde el momento mismo en que las clases habían iniciado, era ella quien pasaba a recogerla después de las prácticas.
_ No consigo hacerlo_ respondió Paula con frustración
Flor bajo lentamente de las gradas. La niña observó como ella tomaba un par de patines y entraba a la pista.
_ Es fácil, solo sígueme_
Florencia se movía con gracia sobre el hielo, del modo que lo haría una profesional. Paula imitó sus pasos y logró el movimiento que deseaba, un salto perfecto sobre el hielo.
_ Eres muy buena en esto_ comentó asombrada
_ Yo practicaba a tu edad_ respondió Flor _ Ahora dime, ¿Qué te tiene tan distraída? Tú sueles ser muy prolija en tus prácticas_
_ Nico está enojado conmigo_ confesó la preadolescente _ Está molesto porque me gusta Rod_
_ Me parece que él es muy grande para ti, demasiado_ dijo Flor _ Y Nico solo está celoso. Creo que está enamorado de ti_
Paula frenó su andar sobre el hielo. ¡No podía ser verdad!

El segundo encuentro entre madre e hijo fue un poco menos privado que el primero, también más espontaneo. Ocurrió cuando Arturo se dirigía a la salida del hotel, iría a visitar Kía para contarle lo que el día anterior le había pasado. Justo en la puerta, se encontró con ella que entraba apresurada. Se miraron el uno al otro, esperando que el silencio se rompiera entre ellos.
_ Perdona lo que paso ayer_ dijo el chico armándose de valor _ Fui demasiado directo_
Esmeralda permaneció unos segundos en silencio. Viendo lo mucho que su hijo había  crecido, lo mucho que se parecía a su padre. Entonces reaccionó, Arturo no era parte de su nuevo plan de vida.
_ Mira, hable con Leo. Lamento mucho la confusión, pero yo no soy la persona que buscas_ respondió para después esquivar al quinceañero y seguir con su camino.
Arturo permaneció inmóvil en la puerta del Royal, intentando procesar todo aquello que le ocurría. Buscando el error en su búsqueda, pero no encontró nada. Ella era su madre y no tenía la menor duda.

Esa noche la cena familiar amenazaba con ser caótica, pues Julián y Florencia estaban presentes en la mesa. Para los chicos era agradable tener a su amigo de vuelta en la dinámica familiar, pero mezclar a Estrella y Flor en la misma habitación era un tema completamente diferente. A pesar de la paciencia y amabilidad de Estrella, era imposible evitar la existencia de una rivalidad entre ella y la ex pareja de Mauricio.
_ ¿Irás a la tarde familiar en la escuela?_ preguntó Mauricio intentando hacer conversación en mitad de la cena
_ Si. Soy la madre de Julián, debo estar presente_ respondió Florencia mirando de arriba abajo a Estrella
_ No creo que dejen entrar brujas al colegio_ comentó Martín
Mauricio lo reprendió enseguida con una mirada matadora, haciéndolo callar.
_ Tal vez yo no sea la madre de los chicos, pero los quiero de esa manera_ dijo Estrella en su defensa
_ Podríamos ir juntos_ ofreció Flor dedicando una mirada seductora a su ex novio
_ ¡Desesperada!_ susurró Sara haciendo una mueca
_ Pasaré por ustedes por la mañana_ sonrió Flor
_ Me parece perfecto_ dijo Mau con amabilidad
Estrella luchó con todas su fuerzas para no oponerse efusivamente ante la idea. Sabía por demás que Flor tenía otras intenciones con su novio. Pero resistió, logró contenerse. Solo existía un problema: Todo lo que se guarda, termina tarde o temprano por explotar.

La mañana siguiente Emilia llegó temprano a la escuela, iba acompañada por Oscar y Ezequiel. A pesar de que ellos se llevaban mal, se habían acostumbrado ya a estar juntos por causa de Emi.
_ Hola nena_ saludo Matías al entrar al salón _ ¿Irás a verme jugar hoy?_ sonrió altanero
_ ¡Ni en tus sueños!_ respondió Emi _ Tengo entrenamiento hoy_
_ Las chicas deberían ir al campo solo a admirar a los jugadores_
_ ¡Cállate, machito!_ gritó ella a la defensiva
_ Creo que no te molestaría admirarme, nena_ le guiñó el ojo
_ Déjala en paz_ intervino Ezequiel interponiéndose entre ellos
_ ¿Por qué?, ¿Acaso es tu novia?_ lo retó Matías
_ ¡No!, ¡Solo deja de molestarla!_
_ ¿Y si no que?_
_ Te enseñaré a respetar_
_ Te enseñaremos_ corrigió Oscar mostrando su puño cerrado
_ ¡Son unos idiotas!_ exclamó Emi _ No necesito que ustedes me defiendan_ se dirigió a su hermano y a su mejor amigo _ Y tú, ¡Deja de molestar!_ gritó enojada a Matías
 
Arturo intentó con todas sus fuerzas concentrarse durante la práctica de esa tarde, pero le fue inútil. Lo único en lo que podía pensar era en salir de la escuela y buscar a su madre. ¿Por qué actuaba de esa manera?, ¿Por qué lo había abandonado de pequeño?, ¿Qué pasaría ahora?
Tomó el balón entre sus manos y lo lanzó hacia la canasta, pero este salió disparado varios metros más lejos del sitio al que apuntó.
_ Méndez, ve por el balón_ indicó el entrenador _ Te necesito con la mente aquí_ añadió señalando la cancha en que practicaban
 Mientras el adolescente corría para recuperar el balón, Fernando lo observó. Su enemigo estaba distraído, completamente fuera de sí. Era su oportunidad para dar el siguiente paso de su plan.

Kía se encontraba en la entrada del hotel, aún llevaba puesto su uniforme escolar y su mochila al hombro. Desde que se había enterado de la presencia del señor Garcés en el Royal, no se había acercado al lugar. Sentía un impulso de entrar al restaurante y buscarlo para golpearlo y vengarse por todo lo que sufrió en su infancia y adolescencia por causa suya, pero después pensó que no valía la pena y logró contenerse, al menos por ahora.
Vio a Chaim salir vestido con su uniforme de trabajo, se veía guapo con cualquier prenda. Ese era su príncipe y era todo lo que debía importarle en ese momento.

_ Mi teléfono desapareció_ anunció uno de los chicos del equipo _ Me lo robaron_
_ Bien muchachos, no permitiere esto en mi equipo. Abran sus mochilas y buscaré ese teléfono_

Arturo abrió su mochila sin mayor problema, sabía que él no era el culpable. Por eso al ver que un teléfono celular caía de su mochila cuando el entrenador pedía que la vaciara, quedó sumamente sorprendido.

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