miércoles, 2 de agosto de 2017

Capítulo 103: PIJAMADA

_ Mañana el señor Ochoa nos llevará a la escuela_ comentó Lucía
_ ¿Se van?_ preguntó Flor entrando a la suite
_ Al parecer todos se van de pijamada_ dijo _ Quedaremos solos_ le susurró al oído
_ No lo creo, Julián verá hoy a su hermano_ respondió _ ¿Me acompañas?_
_ Claro, lo que más quiero esta noche es ver a Garcés_ comentó con sarcasmo

El apartamento de Agustín parecía muy normal hasta que vio la magnífica habitación que había preparado para Julián. ¿Acaso todos eran mejores decoradores que él?
_ Preparé brownies_ anunció Garcés colocando una bandeja sobre la mesa
_ Son deliciosos_ dijo Julián dando una mordida a uno de los brownies _ ¿Puedo comer uno viendo la tele de mi habitación?_
_ Claro, en un momento voy contigo_ respondió su hermano
Julián bajó de su asiento y con otro de los pastelillos en la mano, corrió a su habitación.
_ Sobre la caja que apareció hoy misteriosamente frente a mi suite, ¿Tienes algo que decir?_ cuestionó una vez que el niño se había retirado
_ Espero que les haya gustado_ comentó Agustín
_ ¿Por qué lo hiciste?_ insistió
_ Me di cuenta que si quiero que me perdonen, tenía que empezar a ganármelos_
_ Debo ir por Julián, es hora de irnos_ señaló Flor
_ ¿Por qué no lo dejan quedarse aquí?_ preguntó Agustín
_ Ni lo sueñes_ exclamó
_ ¿Qué cosa?_ los interrumpió Julián
_ Que hagamos una pijamada de hermanos_
_ ¡Si!_ dijo el niño
_ Vamos, ustedes tendrán una noche libre y yo podré disfrutar de mi hermanito_
_ Tal vez no sea mala idea_ comentó Flor
_ ¡No!, ¡No!... No te quedaras aquí enano_
_ Por favor_ suplicó el niño
_ Mau, vendré temprano por él. Solo debes prometer que lo cuidarás bien_ concluyó Flor

Vivió siempre en un palacio, lleno de lujos y todas las comodidades posibles. Sus salidas solían ser a lugares elegantes, cenas de langosta y vino. Y ahora estaba en un bar no muy lejos del hotel con un enorme tarro de cerveza.
_ ¿Por qué no tomas?_ preguntó El lobo
_ Prefiero ir con calma_ respondió con su clásico tono diplomático
_ ¿No tomas cerveza, o si?_ cuestionó
_ No mucho_
_ Me lo imaginé_ comentó con ironía
Le molestó el comentario, pero decidió dejarlo pasar, después de todo no se encontraba ahí para discutir con ese chico, sino para averiguar más sobre él y Kía.
_ Así que conoces a los chicos, ¿No?_
_ Solo al cachorrito y a la roba autos_ respondió
_ ¿Roba autos?, ¿Te refieres a Kía?_
_ Si. Debiste verla cuando era más joven… era la mejor en el negocio_  sonrió
_ ¿Hace cuánto que la conoces?_
_ Como diez años… Se ve muy diferente ahora_
_ ¿Cómo la conociste?_
_ La conocí cuando no era tan buena robando autopartes, la salvé de los azules_
_ ¿Azules?_
_ Policía. La salvé varias veces_ comentó dando un sorbo a su tarro _ Hasta que fue mejorando poco a poco_

El ático era el lugar perfecto para una pijamada, con el grado adecuado de privacidad y comodidad. El sitio ideal para una plática de chicas.
_ Háblanos del chico_ comentó Candela con emoción

_ ¿Lo conocemos?_ añadió Sara
_ Supongo_ respondió _ Es Tiburcio_
_ ¿Quién?_ cuestionó Cande
_ El lobo_ explicó
_ ¿De dónde lo conoces?_
_ De toda la vida… Cuando vivía en las calles, robaba autopartes… en una ocasión, la policía casi me atrapa y él me salvó_ comentó _ Siempre me gustó, solo que parecía demasiado mayor para mí_ confesó
_ ¡Tiene 18!_ exclamó Sara
_ Cumplió 19 el mes pasado_
_ Veo que lo conoces bien_ dijo Cande con voz picara
_ Nos tratamos mucho durante años… La última vez que lo vi acababa de mudarme con mis padres, lo vi en la plaza con un niño pequeño; ahora sé que era Julián. Después de eso no lo vi más_
_ Te gustaba… y ¿Tú a él?_ cuestionó Sara
_ No lo sé… Lo averiguaré_

Se encontraban en la entrada de la suite, estaban listos para disfrutar su noche libre.
_ ¿Seguro que es buena idea venir a tu suite?_ preguntó Flor
_ ¿Prefieres que vayamos a tu apartamento?_
_ No, es solo que creo que encontraremos a Memo en tu sofá_
Se río ligeramente.
_ Me aseguraré de que no sea así_ dijo abriendo la puerta _ Tenemos una noche para nosotros, disfrutémosla_  añadió besándola
_ ¿Seguro que no vendrán?_
_ El enano está con Garcés, los pequeños con los Ochoa, Sara en casa de Kía y los mellizos y Paula están con los Lagos y Arturo_
 _ Sobre eso…
_ Ya me encargaré_ comentó interrumpiéndola con un beso
Y así se olvidaron de todo y de todos, concentrándose solo en ellos dos y su amor.

Estaba feliz de tenerlo en el apartamento, por primera vez podía disfrutar de la compañía de su hermano menor sin tener que preocuparse.
_ ¿Quieres ver una película?_ le preguntó Julián
_ Enano, mañana tienes escuela. Si no despiertas a tiempo para ir a clases, Flor me asesinará_ comentó
_ Solo el principio, ¿Si?_ suplicó
_ De acuerdo, pero te tomas tu leche y a dormir, ¿De acuerdo?_
_ ¡De acuerdo!_ exclamó
_ Iré a preparar leche con chocolate. Ve poniendo la película, la primera de la fila. Papá y yo la veíamos mucho cuando era niño_ explicó mientras avanzaba hacia la cocina
Su teléfono comenzó a vibrar y los sacó de su bolsillo. Miró el número y respondió con cautela.
_ Bueno_
Hizo una pausa para escuchar la voz del otro lado de la línea.
_ ¿Ahora?... No hoy no puedo_ dijo volteando a ver a Julián poniendo play a la película _ En verdad no puedo esta noche, ¡Julián está aquí!_ repitió sin quitar la vista de su hermanito _ Está bien, entiendo, será esta noche_
Colgó. Lanzó un suspiro, claramente preocupado.
Abrió la alacena y sacó un pequeño frasco, después sirvió dos vasos de leche con chocolate y vertió un par de gotas del frasco en uno de los vasos.
_ ¡Ya empezó!_ dijo Julián desde el marco de la puerta
_ Ya voy. Toma, esta es para ti_ comentó entregándole su vaso de leche

Sabía que ella sospechaba aún, pero habían logrado mantener todo bajo control. Él y Arturo se turnaban para llamarse y fingir que era Esmeralda quien llamaba preocupada por ellos desde su despacho.
_ Si, mamá, está todo bien_ comentó Arturo sosteniendo su teléfono _ Si, espero tu llamada en media hora_
_ ¿Dónde está Eze?_ preguntó Emi
_ En el baño_ respondió _ Pensé que ya no eran novios_
_ ¿A qué hora llegará Esmeralda?_  
_ Está ocupada con un caso… Ya te lo explique_ respondió _ ¿Quieren una pizza?_
_ ¡Si!_ respondieron Paula y Oscar a la par
Se puso de pie y avanzó hacia la cocina. Tomó una tarjeta del refrigerador y comenzó a marcar.
_ ¿Qué haces?_ cuestionó Ezequiel
_ Pido pizza_
_ ¿Con qué piensas pagar?... ¡Recuerda que ya casi no tenemos dinero!_
_ Tengo unos ahorros. Relájate_ dijo _ ¿Ya sabes dónde está el idiota de tu hermano?_
Ezequiel se encogió de hombros.
_ Bien. En media hora bajaré por la pizza y te marcaré, ¿Ok?_
_ ¿En verdad crees que engañaremos a Emi?_
_ Por ahora funciona_

Había iniciado la noche vagando por los jardines del hotel, tratando de pensar en una forma de ganar un poco de dinero sin levantar sospechas. No quería terminar en un orfanato durante los próximos tres meses, mucho menos que su hermano estuviera en uno los siguientes cinco años.
En medio de ese mar de pensamientos se topó con ese par de ojos azules y esa marea de cabello rubio. Olivia. Con su claro encantó logró convencerlo de salir por una taza de café.
_ Estás muy extraño hoy, Lagos. Tú eres el chico divertido, o al menos lo eras_ comentó Olivia
_ Ahora es… diferente_ respondió
_ Leo, Leo, Leo… me parece que esa novia tuya está robando tu esencia_
_ No es eso. Es… complicado_
_ Nada era complicado para ti, quizá solo necesitas a la compañía apropiada_ sonrió _ Escuche que habrá una fiesta aquí pronto, ¿Quieres que vayamos juntos?_
_ No. Oli, en serio eres genial, pero iré con Sara. Ella es mi novia_
_ Por desgracia, nos divertiríamos tanto si fueras soltero_
_ Debo irme_ concluyó levantándose de su asiento.

Observó al pequeño, sin duda los somníferos habían hecho su efecto pues estaba completamente dormido. Lo levantó en brazos y lo llevó a su cama.
_ Perdóname, enano_ susurró arropándolo _ Prometo que nos volveremos a ver_
Entró a su habitación, tomó un bolígrafo y una hoja de papel. Empezó a escribir y una vez que terminó colocó un sobre encima de su cama, empacó un par de prendas y finalmente abandonó el apartamento.

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