jueves, 31 de agosto de 2017

Capítulo 111: EL REGALO PERFECTO

_ ¿Por qué se fue?_
_ No lo sé, no me dijo. Pero prometió volver para tu cumpleaños_
_ No quiero verlo, nunca más_ comentó
_ Si no quieres, no dejaré que se acerque a ti… ahora podrías pensar en algo más… ¡Tu cumpleaños será la siguiente semana!, ¿Quieres que planeemos algo juntos?_
_ Ahora no_ respondió _ Voy al baño_ dijo saltando de su asiento
Salió de la oficina de su madre y avanzó sin rumbo por los pasillos del edificio, hasta que terminó perdido.  

Después de escuchar esa propuesta no pudo más que fruncir el ceño y dar un rotundo “No”.
_ ¿Por qué no?_ cuestionó el señor Palacios
_ Tiene 15 años, destrozó un auto y usted no puede pagar todos los gastos por lo que él hizo_ respondió
_ Le daré un empleo en las vacaciones_ se justificó
_ No. No quiero que trabaje, ¡Tiene quince!... Quiero que lleve una vida de adolescente, que se preocupe solo por su siguiente cita y sacar buenas notas_
_ Bien, no tendrá empleo. Pero pagaré lo que hizo_ concluyó el señor Palacios

Una vez más lo había perdido, se encontraba incluso más desesperada que la vez anterior, salió al pasillo y comenzó a buscarlo sin cesar.
_ Flor, la jefa quiere verte… ¡Ahora!_ le dijo una de sus compañeras
_ Pero…
_ ¡Ahora!_ repitió
Se dirigió a la oficina de su jefa, sin dejar de pensar en su hijo.
_ Tengo algo suyo, Flor_ comentó su jefa señalando a su sillón
Julián se encontraba ahí sentado
_ ¡Un día me matarás de un susto!_ exclamó abrazándolo
_ Lo encontré en el área de marketing_ explicó su jefa _ ¿Por qué no se toma el resto del día?, Julián me comentó que deben ir de compras para un intercambio_
_ ¿Segura?_
_ Si, vámonos, mamá_ exclamó el pequeño
_ Vayan, ha hecho un excelente trabajo_ sonrió su jefa
Tomó la mano de su hijo y agradeciendo a su jefa salieron de la oficina.
_ ¿Ya pensaste que compraras para el intercambio?_ preguntó a Julián
_ Si, un balón de futbol edición especial_
_ ¿Le darás regalo a Emi?_
_ No, a Oscar_
_ A Oscar no le gusta el futbol… Me parece que estás eligiendo un regalo para ti. Vamos a buscar algo para Os, ¿Está bien?_
_ De acuerdo, pero el balón era grandioso_ dijo el niño cruzándose de brazos

Las finanzas iban cada vez peor, sus ahorros se agotaban y empezaban a resentir los efectos de la pobreza. Los Lagos tenían dinero en el banco, claro, pero solo Esmeralda podía disponer de él hasta que Leonardo tuviera la mayoría de edad.
_ Es todo lo que tenemos, además tenemos que pagar los daños del auto_ dijo Leo molesto viendo sus escasos recursos
_ Y no se olviden de los regalos para el intercambio_ añadió Arturo
_ Yo no necesito mucho, buscaré una muñeca barata_ comentó
_ ¿Muñeca?_ cuestionó el quinceañero _ ¿A quién le regalaras una muñeca?_
_ A Lucía_
_ Pésimo regalo, ella no juega con muñecas, así que busca algo que en verdad le guste_ concluyó Arturo _ Ahora debo irme, el señor Palacios dijo que quiere hablar conmigo. Cenare con él y ustedes pueden ir a la suite, así ahorramos un poco_
El quinceañero tomó su chaqueta y se marchó.
_ ¿Quién te tocó?_ preguntó a su hermano
_ El callejerito… ¡Vaya suerte!_ dijo sarcástico
_ Pues si, lo conoces a la perfección… En cambio yo, por mucho habré hablado con la enana dos veces en toda mi vida_
_ Habla con Emi, seguro que te ayuda_
_ Si…. Entonces, ¿Vamos a cenar con ellos?_
_ Ve tú, yo quedé con Oli_
Observó a su hermano, sabía que esa historia solo podía terminar mal.

La cena era su momento favorito del día, cuando se encontraban todos reunidos a la mesa y con gran ánimo contaban lo que les había ocurrido durante el día. Si bien extrañaba a Estrella, la convivencia con la nueva familia; con Flor; no estaba nada mal.
_ Buenas noches_ saludo Ezequiel sentándose a la mesa
_ ¿Otra vez aquí?, ¿Acaso no te alimentan en tu casa?_ cuestionó
_ Yo lo invité_ lo defendió Emi
Odiaba que su hermana lo defendiera todo el tiempo. Desde que habían regresado al Royal, ella parecía no separarse de Ezequiel jamás.
_ Bien, me alegra que estén casi todos, porque tengo algo que decirles_ anunció Mauricio _ El intercambio será en unos días y espero que sus regalos sean un claro reflejo de cuanto conocen a la persona a quien se lo entregaran_ indicó
Eso resultaba un problema, pues no tenía ni idea de que regalar, especialmente porque debía buscar algo para nada más y nada menos que para Ezequiel.

Mau había insistido tanto en buscar el regalo perfecto que después de la cena, ese parecía ser el único tema de conversación que existía.
_ ¿A quién le darás regalo, Sara?_ preguntó Emi llena de curiosidad
_ No les diré, solo puedo decirles que es una de ustedes y que puede estar tranquila, ¡Será fabuloso!_ exclamó emocionada _ Por cierto, ¿Ezequiel no te comentó algo sobre su hermano?_
_ Nada_
_ Últimamente no se frecuentan tanto_ comentó Lucía
_ ¡Duérmete enana!_ gritó lanzando una almohada a la más pequeña _ Seguramente está con Olivia_ dedujo _ No se separa de ella ni un momento_
_ Relájate, la mantendremos vigilada_ dijo subiendo a su cama _ ¿Mañana me acompañarías a comprar mi regalo?_
_ Claro, Pau… ¿A quién le regalaras?_
_ A Mau… solo espero que le guste_
Dentro de esa casa existían dos personas a las que quería y admiraba: Mauricio y Sara, y no quería decepcionar a su tutor en navidad. Quería darle el regalo perfecto.

Le seguía pareciendo extraño que el señor Palacios lo invitara a cenar, toda la noche le había hablado sobre lugares increíbles que conoció alguna vez, sobre los hoteles que tenía y las actividades que se podían realizar en ellos. Pero lo más extraño era que también le había hecho muchas preguntas sobre su vida, su pasado e incluso sus planes a futuro que permanecían siendo un misterio.
_ ¿Ya has pensado a que universidad irás?_ preguntó el dueño del hotel
_ En realidad no, aún falta para eso_ respondió
El hombre asintió sin dejar de observarlo.
_ Debo irme, es un poco tarde y mi mamá empezara a preocuparse_ comentó poniéndose de pie.
Estaban en el restaurante del hotel y empezaba a incomodarle tanto interés por parte de aquel hombre al que apenas conocía.
_ Vamos, mi suite está junto a la tuya_ dijo el señor Palacios poniéndose de pie también
Avanzaron por el lobby en silencio y entraron al ascensor.
 _ ¿Cómo te rompiste el brazo?_ cuestionó
_ Es una larga historia y un poco complicada_

_ Entiendo_ hizo una pausa _ Tengo entendido que debes una buena suma por el auto que destrozaste, quizá te vendría bien un empleo, ¿Te interesaría?_

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