_
No quiero que se vuelva a acercar a él después de lo que le hizo_
_
Es su hermano, y cuando vuelva lo verá_
_
No pienso permitirlo_
_
Mau, es mi hijo y yo decido si ve a su hermano o no_ concluyó
Entonces
lo entendió, ya no tenía ningún derecho sobre Julián. No era su padre ni su
tutor legal. Quizá Bruno tenía razón y debía empezar a pensar que sucedería si
él y Flor llegaban a terminar.
Navidad.
¿Época de paz y felicidad? No, no lo creía así. Esa mañana había despertado en
la casa de Kía, pero no de la manera que esperaba. El lobo toda la noche había
platicado con Kía y sus padres, era obvio que estaba interesado en ella y que
era clara competencia para él.
Volvió
al hotel solo para encontrarse con una amarga llamada de su padre. Ahora
discutían por teléfono.
_
No, papá. No voy a volver_
_
En una semana cumples los 18, o vuelves o te olvidas del trono_ amenazó su
padre
_
¡No quiero volver!, ¡No quiero casarme con esa tipa!_
_
Esa tipa, como tú la llamas, es tu prometida y es una princesa. ¡Tienes hasta
esta noche para decidir!_ concluyó y después colgó
Lanzó
el teléfono sobre la cama y gritó con fuerza. Estaba llegando a su límite.
Julián
abrió los ojos cuando el auto se detuvo. Se encontraba aun reponiéndose de la
noche anterior.
_
Vamos, enano, aún falta que yo te de tu regalo_
_
Mamá, ¿Tú y Mau se van a casar?_ preguntó dejándola sorprendida
_
No lo sé, ¿Por qué lo preguntas?_
_
Mau es como mi papá y si se casan me pueden adoptar_ explicó bajando del auto _
Julián Fernández Contreras suena bien, ¿No?_
_
Y Valentín Garcés Mondragón, ¿No te gusta?_
_
No quiero ser un Garcés, los Garcés son malos_ dijo cruzándose de brazos
Entraron
al ascensor.
_
Tú eres un Garcés y eres muy bueno_
_
Mamá, ¿Mis papás me querían?, ¿Les dio gusto cuando nací?... ¿Cuándo murieron?_
Lanzó
un suspiro al aire. El ascensor abrió sus puertas. Tomó la mano de Julián y
avanzó hasta su puerta, abrió y entró a su apartamento.
_
Julián_ dijo bajando a su altura _ Tus padres te querían mucho. Cuando tu
naciste yo estaba estudiando, así que no te conocí entonces, pero Agus me contó
que tus padres estaban muy emocionados por tu nacimiento_ hizo una pausa _
Ellos murieron un par de meses después de que naciste_
Vio
los ojos del pequeño cristalizarse. Sintió una punzada en el corazón, solo
quería que él estuviera feliz en su cumpleaños.
_
¿Agus quería un hermano?_
_
Agus te quiere_ rectifico _ Ahora vamos por tu regalo_ dijo acariciando el
cabello castaño de su hijo
Tomar
una decisión. Decidir si quería casarse con una desconocida y tomar el trono o
si quería elegir que hacer de su vida y ser un plebeyo.
Sé
terminó de abotonar el uniforme, y avanzó a la entrada. Aun en navidad tenía que
trabajar.
_
¿Así que es tu cumpleaños, cachorro?_ peguntó El lobo
Ese
chico platicaba con Julián a lo lejos.
_
Feliz cumple, enano_ dijo acercándose a ellos
_
¿Cuándo es tu cumpleaños, Chaim?_ cuestionó el niño
_
En unos días, cumpliré 18_
_
¿A dónde te irás de joda, principito?_
_
No lo sé_ respondió molesto
_
Enano, ¿No irás con Lucí y los chicos?_
Julián
asintió y salió corriendo a buscar a sus amigos.
_
El cachorro anda contento_ comentó
_
Tengo que hablar contigo, sobre Kía_
_
¿Qué pasa con la roba-autos?_
_
¿Te gusta?_
_
Uf… No hablaré de ella contigo_ respondió
Observó
al joven, no había duda de que eran competidores por el amor de Kía.
La
Navidad resultaba la oportunidad perfecta para acercarse a los chicos y
conocerlos mejor.
_
Me parece que es demasiado_ comentó Mauricio
Como
regalo navideño había dado a los chicos una consola de videojuegos.
_
Es solo un pequeño regalo_
_
Es increíble_ exclamó Ezequiel
_
Y pronto te venceré_ dijo Emi
_
Señor Fernández, no podemos aceptarlo_
_
¡Claro que si!_ exclamaron los mellizos a dúo
_
Se queda. Disfrútenlo chicos_
La
noche estaba por caer y tenía que tomar su decisión pronto. Seguía rumeando
sobre el asunto. Si Kía le diera tan solo una pequeña señal, no lo pensaría dos
veces, quería quedarse por ella, ¿O no?
Quizá
solo deseaba ser dueño de su propia vida, elegir con quien casarse y a que
dedicar su vida en lugar de solo hacer lo que su padre le ordenaba.
_
Leo, necesito un consejo_ le dijo a su amigo
_
Ahora no puedo, tengo un ligero problema_ dijo el rubio
Leo
no estaba disponible y Arturo no aparecía por ningún sitio. Ahora no tenía a
nadie para pedir un consejo.
Había
pasado casi dos días evitando estar a solas con el señor Palacios, pues sabía
que le pediría una respuesta sobre su oferta de empleo. Que él adoptara a uno
de los chicos sonaba a una gran oportunidad para él o la afortunada, pero, ¿Qué
pasaría con el resto?
No
se imaginaba la vida sin los chicos, no desde que regreso de la escuela
militar, ¿Cómo podían dejar de ser los siete inseparables?, ¿Cómo podría uno de
ellos vivir al otro lado del mundo?
_
¡Arturo!_ exclamó el señor Palacios al verlo frente a la entrada de su suite
_
Hola, señor Palacios_ respondió incómodo. Deseaba huir de ahí.
_
Te fuiste ayer tan rápido que no me diste respuesta_
_
Si, tuve… una emergencia familiar_ se disculpó
_
¿Trabajaras para mí?_ insistió el dueño del hotel
_
Lo sigo pensando_ dijo _ No me parece adecuado darle información sobre los
chicos. Ellos son mi familia_
El
señor Palacios se acercó a él.
_
Estarán bien conmigo_
_
Le daré mi respuesta mañana_ concluyó
Los
últimos días se encontraba muy unido a Olivia, ahora que ella conocía su
secreto se sentía en extremo cómodo al estar con ella.
_
¿Te va bien en el trabajo?_ preguntó Olivia mirándolo con sus enormes ojos
verdes
_
Si, tu padre sigue siendo igual de agradable que antes_ comentó
_
Y le sigues cayendo bien. Dice que eres muy parecido a tu padre_
Se
encogió de hombros. La mayor parte de las ocasiones no se sentía como su padre.
_
¿Sabes? Te extrañé mucho, Lagos_
_
Y yo a ti. Había olvidado lo mucho que nos divertíamos_
_
Quizá podríamos volver a divertirnos_ sonrío ella
La
noche llegó finalmente, era momento de llamar a su padre y decirle su decisión.
No era nada fácil, pero sabía que debía hacerlo. Tomó el teléfono y comenzó a
marcar.
_
Padre, lo he decido. Renuncio al trono_ dijo con seguridad
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