_
Si lo lastimas, te denunciaré y volverás a prisión_
_
No me harías eso, somos amigos_
_
Por eso mismo te pido que lo sueltes. Julián es mi hijo y también es el hermano
de Agustín_
_
¿Su hermano?... ¿Así que tú eres el Garcecito?_ preguntó mirando al niño _
Entonces Agus y su tío me lo agradecerán_
Aplicó
aún más fuerza, Julián ya no podía respirar.
_
¡Suéltalo!... César, si lo dejas ir, prometo no denunciarte… Por favor…
Estaba
completamente aterrada, ver a su hijo así, en peligro, tan vulnerable, la tenía
completamente asustada, sin embargo intentaba razonar con César, estaba segura
que si apelaba a su lado humano, ese que sabía que existía… o existió cuando
eran niños. Lo más valioso podía usar para salvar a Julián era su amistad con
César.
_
Si lo dañas, jamás te perdonaremos, ni yo ni Agus… ¿Quieres arruinar una
amistad de toda la vida por una venganza?_
Vio
casi en cámara lenta como César liberaba al pequeño. Julián corrió hacia ella,
tratando de reponer fuerzas.
Abrazó
a Julián con fuerza, tenía miedo de volver a perderlo. Lo sujetó con fuerza y
lo levantó en sus brazos.
_
¡Flor!, ¡Julián!_ exclamó Mau corriendo a alcanzarlos _ ¿Están bien?_
Se
percató de que su hijo temblaba y aunque intento separarse un poco, el niño no
la soltaba.
_
Pensé que no los vería nunca más_ comentó sin soltarla
_
¿Dónde está ese enfermo?_ preguntó Mau
Volteo
en esa dirección, César ya no estaba ahí, pero no le importaba, solo le
importaba que su hijo estaba a salvo y de vuelta con ella.
_
¿Dónde están Lu y Arturo?_
_
En el auto, vamos_ respondió él
_
Vamos, enano_ indicó a su hijo
Julián
seguía temblando, claramente asustado. Lo cargó y empezaron a avanzar hacía la
salida.
Ahora
que habían recibido el llamado de Mauricio informándoles que Lucía y Julián
estaban bien, podían estar tranquilos. Los más jóvenes ya se habían marchado a
dormir, mientras que los mellizos, Sara y Ezequiel se encontraban en la sala
junto a él.
_
Me alegra que los hayan encontrado_ comentó Ezequiel
_
Si, pero César se escapó_ dijo Emi
_
Con él libre… No podemos estar tranquilos_ añadió Oscar
_
No creo que Mau y Flor permitan que él se vuelva a acercar por aquí… ¿Acaso no
han visto cómo se pone Flor cuando se trata de cuidar al enano_ dijo Sara
_Si,
los dos los cuidan muy bien_ comentó _ ¿Dónde está la madre de Arturo?_
cuestionó
_
Trabajando_ respondió Ezequiel _ Trabaja mucho_
_
No debería trabajar tanto estando embarazada… ¿Quién los cuida a ustedes?_
_
Están siempre aquí… como si no tuvieran casa_ exclamó Oscar
_
Bueno chicos, ya es tarde… deberían ir a dormir_
_
¿Puedo quedarme aquí?... Quisiera ver a los chicos cuando lleguen_ preguntó
Ezequiel
_
Si, pero vayan a dormir_
_
Gracias, señor Palacios_
Estacionó
el auto en la entrada del Royal, si bien ya estaban más tranquilos, seguían
alterados por los sucesos del día. Volteó al asiento trasero, los tres chicos
se encontraban dormidos.
_
No quiero despertarlos_ comentó
_
Podemos cargar a los enanos, pero con Arturo es mucho más complicado_ bromeó
Mau
_
¿Cuándo hablaremos con él?_
_
Antes de la fiesta de año nuevo… creo que por ahora necesita reponerse_
respondió _ Fuiste muy valiente hoy_
_
Tenía que salvarlo… No sé qué haría sin el enano_ confesó
_
De verdad me encanta verte tan preocupada por ellos_ sonrió
La
besó.
_
Vamos, los chicos deben estar preocupados_
Colocó
a la niña en su cama, procurando no hacer demasiado ruido. Al parecer todos los
chicos ya estaban dormidos y no quería despertarlos.
_
¿Puedo quedarme aquí hoy?_ preguntó Arturo desde el marco de la puerta
_
Si, sabes que tu cama estará siempre disponible_ respondió
_
Mau… Gracias_ dijo el quinceañero
Sonrió.
_
¿Qué te parece tan gracioso?_
_
Me llamaste Mau, hacía mucho que no lo hacías_
_
Me confundí, no te acostumbres, Fernández_ dijo saliendo hacía la habitación de
los varones
_
¿Todo bien con el quinceañero?_ preguntó Flor acercándose a él
_
Creo que si… ¿Cómo está el enano?_
_
Agotado… acabo de hablar con Agustín…
_
¡Otra vez ese tipo!...
_
Nos ayudó a encontrar a los chicos y estaba muy preocupado por el enano_
_
Si estuviera tan preocupado vendría a verlo_ reclamó _ Flor, quédense aquí esta
noche… por si acaso_
A
la mañana siguiente despertó, estaba en su cuarto, a salvo. Se sintió feliz de
saber que estaba nuevamente en casa. Sin embargo cuando buscó a las chicas, no
las vio.
_
¿Dónde están todos?_ preguntó saliendo de su cama
Abrió
la puerta de su habitación y se encontró con todos reunidos en la sala, sobre
la mesa se encontraba uno de esos desayunos que el señor Palacios acostumbraba
llevarles.
_
Bienvenida de nuevo, enana_ comentó Ezequiel con una sonrisa
_
Si, ustedes nos pegaron un gran susto ayer_ añadió Oscar
_
Así que para festejar que están de regreso y César no les hizo nada, preparamos
un desayuno genial_ sonrió Martín _ Perdóname por correr y no revisar si estabas
bien_
_
No te preocupes, no le habrías ganado a César_ respondió
_
Pero mi mamá lo venció_ alardeó Julián orgulloso
_
Si, ¿Cómo hiciste para que soltara al enano?_ cuestionó Arturo
_
Aunque no lo crean, es buena persona_
Todos
hicieron gestos de incredulidad.
_
César y yo somos amigos desde los cinco años, solo tuve que recordárselo_
_
Deberías elegir mejor a tus amistades_ comentó Paula _ Primero Garcés y ahora
ese desquiciado_
_
Pero descuida, nosotros somos buena influencia_ bromeó Emi
Estaba
en casa y estaba feliz por ello.
Después
del desayuno se dirigía a la suite del señor Palacios, después de todo, debía
continuar con su extraño empleo. Llamó el ascensor, el cual no tardó mucho en
abrir. Candela se encontraba en el interior.
_
¿A dónde vas, bonita?_ le preguntó
_
A la suite de Fernández… Benja me contó lo de Lu y Julián_ respondió saliendo
del elevador
_
Cande… ¿Podemos hablar?_ pidió
_
¡No!.. Arturo tú estás loco… pasas la vida entera peleando con todos… Y en
definitiva no es eso lo que quiero para mí_
_
Mira sé que me he equivocado, pero quiero arreglar las cosas… quizá…
_
No_ lanzó un suspiro _ Volví con Fer anoche y quiero que nuestra relación
funcione… así que lo mejor será que nosotros guardemos distancia_
Esas
palabras lo golpearon con fuerza.
_
Pero somos amigos, ¿No?_
_
Ya no… De verdad no quiero que me causes más problemas_
Sintió
rabia en ese momento, deseaba poder golpear algo, lo que fuera.
_
¿Qué DICES?_ gritó furioso _ ¿CAUSARTE PROBLEMAS?... ¿YO TE CAUSO PROBLEMAS?_
_
Peleas con todos, rompes cosas, te lanzas sobre autos en movimiento, mientes
sobre quien eres y no tienes ningún respeto por las reglas… si, causas muchos
problemas y no quiero estar con una persona así, ni como novios, ni amigos, ¡NI
NADA!_
_
¡BIEN!_ exclamó molesto _ No volveré a causarte problemas_ concluyó entrando al
ascensor
Apenas
se cerró la puerta, comenzó a lanzar golpes contra las paredes.
Habían
pasado la noche en la suite y ya era momento de volver a su apartamento. Ahora
que la calma había vuelto.
_
¿Ya estás listo?_ preguntó a su hijo
_
Si… mamá… quiero hacerte una pregunta_ dijo el niño acercándose a ella
_
¿Qué pasa enano?_ cuestionó Mauricio acercándose a ellos
_
César mencionó a mi tío… ¿Tengo un tío?, ¿Cómo se llama?_ cuestionó curioso
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