Capítulo 119: SECUESTRO

No había podido capturar a Martín, pero tenía a Lucía y eso era suficiente. Había dormido a la niña y ahora la llevaba a su guarida.

_ Todo salió bien_ comentó Rodrigo a su llegada

Cargó a la niña y la llevó a una habitación, donde la dejó junto a Julián.

Faltando tan pocos días para la fiesta de fin de año, y el cierre de mes, se encontraba lleno de trabajo en el interior de su oficina. Indicó a los chicos que no lo molestarán, que debía trabajar hasta tarde y que el señor Palacios los cuidaría.

_ ¡Mau!, ¡Mau!_ entró corriendo Martín junto a Nadia y Benjamín

_ ¿Qué hacen aquí?_ reclamó _ ¡Tincho, pedí que no me molestaran hoy!_

_ ¡Se llevaron a Lu!_ exclamó Benjamín alterado

_ ¿Qué?_

_ César vino al hotel, intentó atraparme pero escapé y se llevó a Lu_ explicó Martín alterado

_ ¿Dónde fue eso?_ comenzó a preguntar ya un tanto preocupado

_ En el jardín principal del hotel_

Se puso de pie, no tenía idea de que hacer, pero quería hacer algo para salvar a su pequeña Lucy.

_ Chicos, vamos a la suite_ dijo tomando a Martín y Benjamín de las manos _ Llamaré a sus padres_ indicó a Nadia y Benjamín

Avanzaba por el lobby sin perder de vista a los niños, lo que menos quería era extraviar a otro de ellos.

_ ¡Mau!_ vio a Flor corriendo alterada hacía él

Seguramente ella también se había enterado de lo ocurrido con Lucy. La abrazó tratando de calmarla.

_ Se llevaron al enano_ dijo entre llantos

Se encontraba completamente confundido, desorientado, asustado… dos de sus chicos habían desaparecido, justo los más pequeños y no tenía idea de que hacer.

_ V-v-va-vamos a la suite_ tartamudeó con dificultad

Cuando supo la noticia, salió de inmediato a buscar a su amigo. Estaba tan preocupado como todos y completamente consternado por lo ocurrido.

_ Ya vine, ¿Qué noticias tienen de los enanos?_ preguntó

_ Ninguna_ respondió Mau

_ ¡Fue César!, ¡Se llevó a los dos!_ exclamó Martín

_ Memo, por favor lleva a Benja y Nadia con el señor Ochoa_ indicó su amigo

_ Yo los llevo_ se ofreció Sara tomando de la mano a los dos niños

_ ¿Nadie ha llamado?_ cuestionó

_ Sí César se los llevó, no pedirá rescate… quiere vengarse_ comentó Arturo preocupado

Sara salió con los pequeños para evitar que escucharan más.

_ Si, César odia al enano_ añadió Emi

_ Pero, ¿Por qué se llevó a Lu?_

_ Me quería llevar a mí, pero escapé_ dijo Martín a punto de llorar _ ¡Debió llevarme a mí!_

_ No debió llevarse a nadie_ reprochó Flor abrazando al niño

Le parecía extraño ver a la novia de su amigo tan preocupada por los chicos.

_ Podemos salir a buscarlos_ sugirió

_ ¿A dónde?_ cuestionó Paula

_ ¡A la casa hogar!_ dijo Oscar _ Seguro que volvió ahí_

_ Es un buen lugar para empezar… ¿Vamos?_ preguntó Mauricio a Flor

_ Si…

_ Voy con ustedes, necesitaran quien los guíe_ dijo Arturo

Mauricio formó una mueca pero finalmente aceptó.

_ Cuídalos Memo_ le indicó Mau antes de salir

Los dos se encontraban reunidos, con los dos niños aun inconscientes. Estaba satisfecho con su trabajo, después de todo, concretaría su venganza.

_ ¿En qué momento llamaremos a Fernández?_ preguntó Rodrigo _ No veo la hora de dejar en quiebra a ese idiota_

_ No busco dinero… Si quieres negociar a Lucía, adelante… pero el cachorrito no volverá a ver a ninguno de los chicos_

_ ¿Qué piensas hacerle?_ cuestionó

_ Vengarme_ respondió con una sonrisa

Los chicos se encontraban inquietos, los veía asustados y completamente nerviosos.

_ Vamos chicos, cocinaré algo rico para cenar… ¿Me ayudan?_ sugirió Guillermo

_ No tengo hambre_ dijo Paula con desanimo

_ ¿Qué tal una partida?_ preguntó tomando el control de la consola que les había regalado

_ ¡No!_ respondieron los mellizos a la par

_ César los va a matar_ comentó Martín preocupado

Se acercó a él para tranquilizarlo.

_ ¿Por qué les haría daño a dos niños?_ preguntó Sara

_ ¡Porque por nuestra culpa lo mandaron a la cárcel!, ¡No quiero que nada les pase!_

_ No les pasará nada_ lo abrazó

_ Si, señor Palacios… no debí dejar que se llevara a Lu_ comenzó a llorar

_ Mau y Flor los traerán de regreso_ dijo Sara

_ Si, Tincho… Mau siempre nos salva_ apoyo Emi

_ Ya verás que pronto estarán de regreso_ comentó Guillermo _ Pero por ahora necesito dos ayudantes de cocina y ustedes son perfectos para el trabajo_ dijo tomando a Paula y Tincho de las manos

_ ¿Tienen alguna forma de rastrear al tal César?_ preguntó a los mellizos

_ No… pensamos que…_ empezó a decir Oscar

_ Había desaparecido_ completo Emi

Estaba temblando aun, la idea de que su hijo estuviera en peligro la estaba consumiendo por dentro. Necesitaba encontrarlo lo antes posible.

_ ¡Es ahí!_ señaló Arturo

Conocía la casa hogar debido a que los padres de Agustín la habían llevado en una ocasión, pero eso había sido mucho antes de que alguno de los chicos viviera ahí.

_ ¿Qué pasa?_ preguntó Mau al quinceañero

Volteó a ver al adolescente que se encontraba paralizado afuera del auto.

_ No había estado aquí desde que arrestaron a Garcés_ comentó _ No creo que estén aquí_

Colocó su mano sobre el hombro del chico y comenzaron a avanzar.

Si bien la casa hogar era tan grande como la casa en la que los chicos habían vivido con Mónica, era también mucho menos alegre.

Arturo movió una palanca al lado de la puerta y pudieron ver como  se abría una pequeña compuerta bajo una ventana.

_ La puerta siempre estaba cerrada, para evitar visitas inesperadas_ explicó el quinceañero

Entraron a la casa que se encontraba obscura y llena de polvo.

_ En verdad no creo que estén aquí_ comentó Arturo

_ Vamos a buscar, antes de descartar la posibilidad_ mencionó Mauricio

_ Bien. Vayan al piso de arriba… yo buscaré en los otros sitios_

Asintieron y subieron las escaleras. Todo estaba vacío y obscuro.

_ ¿Aquí vivían los chicos?_ cuestionó Mau al abrir una puerta

Había dos camas literas y otra más individual, todas llenas de polvo, un mueble desgastado que servía de ropero y unas paredes color gris.

_ No parece un sitio muy agradable_ comentó ella

Sentía una punzada en el pecho de solo pensar que algún día los chicos estuvieron ahí, en ese lugar tan lúgubre y frío.

_ No hay nadie aquí arriba, vamos con Arturo_ dijo Mau rodeándola con el brazo

Bajaron y buscaron al quinceañero, pero no había rastro de él.

_Por aquí_ señaló Mauricio hacía una puerta abierta

La puerta daba a unas escaleras, donde la luz no llegaba en absoluto.

_ ¿Qué es este lugar?_ preguntó