_
No hay nadie aquí arriba, vamos con Arturo_ dijo Mau rodeándola con el brazo
Bajaron
y buscaron al quinceañero, pero no había rastro de él.
_Por
aquí_ señaló Mauricio hacía una puerta abierta
La
puerta daba a unas escaleras, donde la luz no llegaba en absoluto.
_
¿Qué es este lugar?_ preguntó
_
Es el sótano donde César nos encerraba como castigo_ respondió Arturo
abriéndose paso entre los escombros _ Pensé que estarían aquí_
La
piel se le erizó al imaginar a su hijo ahí encerrado y no pudo evitar recordar
la anécdota que Agustín le había contado, de esa ocasión en la que Julián había
sido encerrado ahí y debido al miedo, se desmayó.
_ ¡Tenemos que encontrarlo!_ exclamó alterada
_
No están aquí_ dijo Arturo con impotencia _ No tengo idea de dónde pueda estar_
_
Llamaré al señor Palacios, para ver cómo están los chicos y avisarle que iremos
de regreso_ comentó Mauricio subiendo las escaleras
_
¿Estás bien?_ preguntó acercándose al quinceañero
A
pesar de que existía muy poca luz, podía notar que él no se encontraba muy
bien, lo notaba en su voz y en la postura de su silueta.
_
Debí cuidarlos mejor_ exclamó _ Se los llevaron y mientras tanto yo estaba en
mi suite de niño rico jugando videojuegos_
_
No es tu culpa… eres un adolescente… no tienes la responsabilidad de cuidarlos
todo el tiempo_ dijo abrazándolo
_
Le prometí a Mónica que los cuidaría_ comentó a punto de llorar
_
Y los has cuidado bien, pero ahora es responsabilidad mía y Mau cuidarlos_ lo
abrazó con más fuerza _ Vamos_ dijo encaminándolo a las escaleras
Se
encontraba ya listo para su cita doble, sin embargo ni Martín ni Nadia habían
llegado al sitio acordado.
_
¿Dónde están?_ preguntó Kía
_
No lo sé… pero podemos ir al cine tú y yo, ¿No?_
_
¡No!_ exclamó ella _ Chaim… sé que es difícil, pero debemos dejar de
frecuentarnos_
_
Creí que estaba bien, tú me invitaste en navidad a tu casa_ comentó molesto
_
Si, pero es porque a mis padres les agradas y después de todo, te quiero… pero
creo que es momento de seguir nuestros caminos… me… me gusta un chico_ dijo con
timidez _ Veré cómo funcionan las cosas… quizá tal vez… podamos iniciar una
relación… Y tú te irás a tu país en unos días_
No
iba a regresar, había renunciado al trono, por ella. Pero no se lo dijo, guardo
silencio y asintió.
_
Si, seguiremos nuestros caminos_ concluyó bajando la mirada.
Estaba
desesperado, aunque trataba de mantener la calma. El hecho de no saber nada de
ellos lo estaba volviendo loco. Colgó el teléfono y espero a que Flor y Arturo
regresaran.
_
Vamos, los chicos nos esperan_ comentó al verlos
_
No es posible que no tengamos idea de dónde están_ exclamó Arturo
Concordaba
con él.
El
teléfono de Flor comenzó a sonar y le extraño que contestara sin siquiera mirar
el número.
_
¡Ahora no!, ¡No es un buen momento!... ¿Por qué?... Por qué César se llevó a
Julián y Lucía_ exclamó su novia al teléfono
_
¿Es Garcés?_ preguntó Arturo
_
Si…
El
quinceañero arrebató el teléfono a Flor.
_
¿Dónde está?... ¡Habla hijo de…
_
¡Arturo!_ lo reprendió
_
Si, si… ¡Claro que ubico el despacho!... entiendo… bien… Gracias_ colgó el
teléfono _ Ya sé dónde podrían estar_ comentó el quinceañero _ Vamos_ exclamó
corriendo de regreso a la casa hogar
Llevaban
un buen rato discutiendo, ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder.
_
¡No dejaré que me lleven a prisión por una venganza contra un niño!_ exclamó
Rodrigo
_
Lo que hagas con la enana no me importa, pero a ese mocoso no lo devuelves ni
por todo el oro del mundo_ gritó
_
En ese caso, abandono está misión_ concluyó Rodrigo _ Estás solo en esto_
Rodrigo
salió por uno de los túneles, dejándolo con los dos niños aún dormidos.
_
¿Dónde estamos?_ preguntó Julián empezando a despertar
_
Déjame responder a tu pregunta, cachorrito_ sonrió divertido
Entró
corriendo al despacho de Garcés, corrió el escritorio con brusquedad y se
dirigió al librero, comenzó a tirar cada libro que encontraba.
_
¿Qué haces?_ cuestionó Mauricio
_
Sigo las instrucciones de Garcés_ respondió _ Ayúdenme a tirar todos los
libros_
Mau
y Flor se miraron extrañados, pero lo ayudaron
Uno
de los libros que Flor intentó tirar, no cayó al piso, en lugar de ello, abrió
un compartimento en la pared.
_
¡Es ahí!, ¡Vamos!_ exclamó
Era
un túnel, una especie de pasadizo. Ahora entendía porque era tan difícil
encontrar a Garcés y a César cuando ellos vivían ahí.
_
¿A dónde lleva esto?_ cuestionó Flor
_
No tengo idea, Garcés solo dijo que seguramente estaban aquí_ respondió sin
dejar de avanzar
Estaba
asustado, no había persona que le causara más pavor que César, esa persona que
desde que lo conoció solo lo había maltratado.
_
Mau vendrá por nosotros_ dijo Lucía
_
Si, y mi mamá también_ añadió
_
¿Tu mamá?... Pero si tú no tienes padres, ni nombre, ni ¡Nada!_ le gritó
Se
encontraban atados en un par de sillas, les era imposible moverse y aunque no
sabían dónde se encontraban, presentía que nadie los podría escuchar por más
que gritaran.
_
Y es justamente por eso que a nadie le importara si un niño sin nombre y sin
historia, desaparece_
Se
sintió asustado, sabía perfectamente que César lo odiaba y no se detendría para
hacerle daño.
_
¡Mi mamá y Mau vendrán a salvarnos!_ exclamó
_
Nadie vendrá a salvarlos… ¿A quién le van a importar dos huerfanitos?...
Especialmente, ¿A quién le va a importar un niño sin nombre?_ dijo colocándose
frente a frente con él
_
¡Si tengo nombre!_ reclamó
_
Tiene dos nombres_ añadió Lucía
_
¿Dos nombres?... ¿Ahora resulta que el niño sin historia tiene dos nombres?_ se
burló César _ Pues ninguno de los dos importará cuando el cachorrito no vuelva
a ser visto_
Estaba
aterrado, pero no quería que él lo notara, así que intento mantenerse firme
ante tal amenaza.
_
Creo que están aquí_ escuchó la voz de Arturo
_
¡Están aquí, nos encontraron!_ exclamó Lucí aliviada
Apenas
escuchó la voz del quinceañero, supo que estaba en problemas. Se suponía que
nadie conocía esa sección de la casa. No deseaba volver a la cárcel, pero no
estaba dispuesto a abandonar su plan de venganza.
Se
olvidó por completo de Lucía y desató la cuerda que sujetaba a Julián a su
silla, levantó al niño sobre sus hombros y echó a correr por los túneles.
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