_ No lo sé, me parece que falto por un problema personal_
respondió Mauricio
_ Tú eres su único problema_
_ ¿De qué me estás hablando?_ pregunto el gerente
confundido
_ Mau, ¡Ella te ama!_
_ ¿Qué?_
La respuesta de Guillermo lo había tomado por sorpresa,
no podía ser posible, Estrella era su amiga, se había convertido en su mayor
apoyo con los chicos pero jamás imagino que ella sintiera algo mayor a una
amistad por él. Eso quería decir que ella lloraba el día anterior por su culpa.
_ Ella te ama Mau y tú le rompiste el corazón con la
noticia de tu compromiso_ continuo Guille
Mauricio quedo en blanco, no sabía que decir o que hacer,
sin duda le sería difícil procesar esa información
_ ¿Podrías encargarte de la recepción por un rato?_
pregunto Mauricio a su amigo mientras intentaba aclarar sus ideas _ Iré por Julián
y me encargare yo mismo_
Mauricio dio media vuelta para dirigirse a su habitación,
iría por Julián y regresaría a cubrir el puesto de Estrella. Estrella, su
amiga, la recepcionista del hotel, aquella que conocía hacía ya dos años, la
misma que le había ayudado tanto con los chicos, no podía ser posible que ella
estuviese enamorada de él, tantas veces se había paseado por el lobby abrazando
a Flor, besándola, justo frente a sus ojos, lastimándola. Todas esas noches
cuando ella cuidaba a los chicos y él llegaba acompañado por Flor, solo
alimentaba ese dolor sin saberlo, sin siquiera imaginarlo.
Camino concentrado
solo en sus pensamientos hacia el ascensor, presiono el botón para abrirlo, al
hacerlo se encontró con Estrella saliendo en dirección al lobby.
_ ¡Señor Fernández!, lamento la tardanza, encontré a Alma
cuando llegue y me comento que Julián estaba enfermo, así que decidí ir a ver
como estaba_ se disculpó ella
_ No… no hay problema_ dijo Mau aun con dificultad.
Ahora la tenía ahí, estaban frente a frente, sus bellos
ojos marrones lo observaban suplicantes, esos ojos que había comenzado a amar,
uno de ellos oculto tras un mechón de su rizado cabello. De pronto le parecía más
perfecta que nunca.
_ Iré a trabajar_ concluyo Estrella retirándose hacia su
puesto de trabajo
Mientras
tanto en la escuela Chaim aun intentaba adaptarse a ser el nuevo en el salón de
clases, para las chicas su nuevo compañero era el tema favorito para
conversar, sus compañeros por otra parte no estaban interesados en lo más
mínimo en socializar con él, por lo cual pasaba gran parte del día con las
chicas de su clase. Con todas menos con una, la única que lo evitaba en el
salón de clases y curiosamente la única que le importaba, Kía.
_ Tenemos que hacer un proyecto final en Química, ¿Te
gustaría que trabajáramos juntos?_ pregunto el joven príncipe a Kía
_ Me gusta trabajar sola, Gracias_ respondió cortante
_ ¡Vamos Kía!, ¿Por qué me evitas?_ exclamo Chaim _ ¿Por
qué nunca quieres hablar conmigo en clases?_
_ Porque eres un príncipe_ concluyo Kía dirigiendo su
atención hacia su profesor
Mauricio subió a la habitación, esperando encontrar a
Alma aun junto a Julián y así fue pero no estaba solo ella, sino que Flor
también estaba acompañando al pequeño, el lucia mucho mejor, más vivaz y con más
ánimos.
_ ¿Cómo estas enano?_ pregunto acercándose a Julián
_ Mejor y con hambre_ sonrió el pequeño
_ Sr. Fernández, ¿puedo hablar con usted?_ le pidió Alma
_ Claro, vamos a la sala_
_Vayan, yo me quedare con Julián_ les dijo Florencia
Alma y Mauricio salieron del cuarto de los chicos y
tomaron asiento en los sillones de la sala.
_ Y bien, ¿Qué es lo que tiene el enano?_ pregunto
Mauricio
_ No encontré ninguna causa física que ocasionara la
fiebre, tal vez sea por estrés_ explico Alma _ para la edad que tiene ha pasado
por muchas cosas_
_ Lo sé, la falsa adopción fue una experiencia muy dura
para el_
_ Y ¿Cree que el hecho de que se va a casar con la mujer
que le tendió esa trampa no lo tiene estresado?_
_No… no lo había pensado_
Durante el recreo en la escuela Rayo de Sol, los mellizos
almorzaban al lado de los hermanos Catillo, no había nada mejor para ellos que
salir juntos con dos hermanos. Los cuatro juntos la pasaban muy bien,
compartían los almuerzos, paseos, tardes e incluso tareas. El timbre de la
escuela indico el final del recreo, los cuatro se levantaron de la mesa en la
que comían.
_ Vámonos o llegaremos tarde a clases_ indicio Oscar
_ Vayan, yo tengo que hablar con Diana antes de entrar_
dijo Enrique a los mellizos
Los mellizos asintieron y se retiraron
_ ¿Ya le dijiste a Oscar?_ pregunto Enrique a su hermana
menor
_ Aun no, ¿Y tú?, ¿Ya hablaste con Emi?_
_ No he podido. No sé cómo decírselo_
_ Yo tampoco_
_ Pues tendremos que decirles pronto_ concluyo Enrique
Mauricio entro al cuarto de los chicos, Julián se encontraba
dormido, recostado junto a Florencia, ella acariciaba el cabello del niño; tal
vez si había cambiado realmente; se acercó a ellos y tomo asiento en la cama
junto al niño.
_ Me parece que está mejor_ comento Florencia
_ Si pero no ha comido nada, iré a preparar algo_
_ ¿Mau?_ pregunto Julián abriendo un poco los ojos
_ Enano, ¿Quieres desayunar algo?_ le pregunto
_ Si pero no te vayas_ suplico Julián
_ Yo iré a preparar algo, puedes quedarte con el enano_
dijo Flor levantándose
Mauricio abrazo a Julián como fuerza, el niño estaba
temblando nuevamente, toco su frente, no tenía fiebre pero si se veía asustado
y nervioso.
_ ¿Qué tienes enano?_ le pregunto Mau
_ Tengo miedo. Tú no me abandonaras, ¿cierto?_
_ Claro que no_ respondió dando un beso en la frente al
pequeño _ ¿Por qué me preguntas eso?_
_ Porque no quiero volver a quedarme solo_
Mauricio lo abrazo con gran fuerza, al parecer Alma tenía
razón y debía encontrar la manera de tranquilizar a Julián.
Mientras tanto en la enfermería Franco ingreso para
entregar a Alma algunos documentos y además para invitarla a cenar esa noche;
lo que hacía por ayudar a los chicos; aunque en realidad la idea no le
incomodaba en absoluto.
_ Hola Alma, ¿lista para nuestra cena esta noche?_
_ ¿Qué cena?_
exclamo Alma confundida
_ ¿Nico no te lo dijo?_ hizo una breve pausa _ Bueno me
parece que tendré que invitarte yo mismo_ dijo nervioso _ Alma, ¿Te gustaría
salir a cenar conmigo esta noche?_
Alma lo analizo por un instante, Franco era un hombre de
mediana edad, era alto, refinado y atractivo; en realidad no entendía porque no
se había casado aun; era una gran persona, un hombre respetuoso, simpático y
educado. El hecho de que la invitara a salir le pareció extraño pero no podía
negarse a tal invitación, después de todo Franco era un amigo suyo de hacía ya
varios años, por lo cual se limitó a asentir y sonreír.
Por la tarde, después de la escuela los chicos regresaban
al hotel, entraron todos juntos al lobby, al frente iban Sara y Arturo
platicando como siempre, seguidos por Martin, Lucia, Paula y Nadia, finalmente los
mellizos y sus respectivas parejas. Todos caminaron hacia el ascensor para
dirigirse a sus habitaciones pero Enrique freno a su hermana y a los mellizos.
_ Tenemos que hablar con ustedes_ dijo el chico rubio
dirigiéndose a los hermanos Guzmán
_ ¿Sobre qué quieren hablar Kike?_ pregunto Emi
confundida
Enrique observo a su hermana, indicándole que ya era hora
de darles la noticia a los mellizos, Diana respiro profundo y lanzo un suspiro
al aire.
_ Creo que ya es hora_ dijo nerviosa
_ Bien… hay que decirles_
_ Si me parece que es lo mejor_
_ ¡Basta!, ¡Díganos ya!_ exclamaron los mellizos
impacientes
_ Emi, Oscar_ les dijo Enrique _ Diana y yo nos
mudaremos_
_ ¡¿Qué?!_
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