lunes, 19 de octubre de 2015

Capítulo 79: ¿CHARLA DE HERMANOS?



_ Debes disculparme Mau, anoche había quedado de ir a verte y ya no pude ir_ dijo Flor dándole un beso a Mauricio
_ Aunque hubieras ido no lo hubieras encontrado_ comento Lucí
_ Si, él no durmió en casa anoche_ añadió Julián sin darse cuenta del problema que estaba por causar
_ ¡¿Qué cosa?!_ pregunto Florencia enojada _ ¿Cómo que no pasaste la noche en casa?, ¿Dónde estabas?_
Mauricio miro para todos lados, intentando encontrar una excusa para decir a su novia, sin encontrar nada que le fuese realmente útil. Finalmente decidió probar con lo primero que se le vino a la cabeza.
_ El señor Palacios me llamo anoche y me pidió que fuera buscar unos documentos a su suite, yo estaba muy cansado, me recosté en el sillón y me quede dormido_ respondió Mauricio
_ ¿Esperas que te crea eso?_ reprocho Flor_ ¡Yo me voy!, Cuando tengas una mejor excusa me llamas_ concluyo Flor mientras tomaba sus cosas y se retiraba del restaurante
Mauricio volteo a ver a los dos más pequeños con una mirada matadora, ellos bajaron la cabeza y se dedicaron a comer nuevamente.

Minutos más tarde Mau y los chicos regresaban a su habitación. Mauricio se encontraba muy molesto con los chicos, no tenía idea de cómo solucionaría las cosas con Florencia.
_ Se van a su cuarto_ índico molesto a los pequeños
_ Pero… ¿Por qué?_ reprocho Julián
_ ¿Cómo que porque?_
_ Lo único que hicimos fue decir la verdad_ dijo Lucí _ ¿Acaso eso está mal?_
Mauricio respiro profundo, los niños tenían razón, era el quien había estado mal al mentirle a su novia y no tenía por qué desquitar con ellos.
_ Tienen razón, lo siento chicos, vayan a jugar_ se disculpo
Lucia, Julián y Martin salieron de la habitación para ir jugar a los jardines del hotel, Paula también salió, iría con Nicolás a la pista de hielo, mientras que Malena había salido a pasear con Candela y Kía.
_ Si no estuviste con Flor_ dijo Emi
_ ¿Dónde pasaste la noche?_ pregunto Oscar a su tutor   
_ Eso no es algo que les incumba_ respondió Mau_ Y si quieren que les dé permiso de salir con los Castillo esta semana serán prudentes y no preguntaran mas_
Los mellizos bajaron la mirada
_ ¿Podemos ir con ellos a cenar?_ pregunto Emi dudosa
_ Si pero no lleguen tarde_
_ Lo intentaremos_ dijeron los mellizos a dúo mientras entraban a sus respectivos cuartos para alistarse para esa noche
De eso modo Arturo y Mauricio quedaron solos en la sala, el quinceañero aún estaba molesto por la discusión que habían tenido horas antes, por lo cual el ambiente entre ellos era tenso. Para el quinceañero era incomodo permanecer a solas con su tutor, quería una forma de salir, de escapar de esa situación,  buscó rápidamente un pretexto que le permitiría abandonar la habitación.
_ Iré a visitar a Chaim_ comento Arturo dirigiéndose hacia la puerta
Mauricio se interpuso en su camino, ese adolescente rebelde era el único con el que aún tenía fuertes conflictos y había decidido que era momento de limar todas esas asperezas.
_ No iras a ningún lado sin que hablemos antes_
_ No tengo nada de qué hablar contigo_
_ Si tenemos de que hablar, ¡Siéntate!_ indico Mau
 Arturo de mala gana se dejó caer sobre el sillón de la sala, no le gustaba que nadie se entrometiera en su vida. Estaba acostumbrado a resolver sus problemas por su cuenta, a ser el responsable, a ser quien tenía las riendas de la situación, era independiente, no necesitaba de nadie y mucho menos del engreído gerente del hotel.
_ Y bien, ¿De qué quieres hablar?_ pregunto el quinceañero molesto
_ De Mónica, de tus problemas con Leonardo, de Candela… de ¿Qué rayos es lo que te pasa?_ exclamo Mau _ Yo intento llevarme bien contigo y tú siempre me evades, me parece que ya es hora de que hablemos claro_
_ ¡Yo no tengo nada de qué hablar contigo!_ grito Arturo poniéndose de pie pero Mauricio lo hizo volver a sentarse
_ Pues que lastima porque hasta que no hablemos tú no te iras de aquí_ concluyó Mauricio con gran determinación

Mientras tanto Sara, Candela y Kía se encontraban paseando por el centro comercial, las tres juntas visitaban tienda tras tienda, saliendo  cada vez con más bolsas.
_ ¡Esto es grandioso!_ exclamo Kía _ Deberíamos hacerlo cada mes_
_ Si sería genial pero creo que no podría pagar cada mes unas compras así_ sonrío Sara
Ella, a diferencia de sus dos amigas, tenía un menor ingreso de recursos, casi todo lo que recibía provenía de la  herencia de su padres, o del trabajo de su primo.  Pero esa tarde podía darse el lujo de disfrutar, de gastar un poco en ella misma y pasar la tarde entera en compañía de sus amigas.
Decidieron durante esa tarde ponerse al tanto sobre sus vidas, especialmente sobre sus historias de amor, Kía estaba muy feliz con su nueva relación con Chaim, aunque temía que al ser el un príncipe, ese noviazgo fuera demasiado complicado. Por otra parte Sara se encontraba emocionada con su situación con Leonardo y aunque aún no eran novios, tenía la sensación de que pronto lo serian y que serían muy felices juntos.
Mientras escuchaba a sus amigas hablar sobre sus romances, Candela se preguntaba porque ella no había encontrado aún a su amor, esa sensación de no estar hecha para el amor, que todos experimentan tarde o temprano, se apoderó por completo de su ser.

De regreso en la habitación 2 15, un silencio aterrador, el gerente del Royal y el quinceañero se miraban el uno al otro, esperando que ese silencio terminara de una vez por todas, aunque estaba muy claro que no sería el adolescente el primero en hablar sobre lo que ocurría en su vida.
_ ¿No piensas decir nada?_ retó Mauricio al quinceañero
_ ¡No!, ¡Esto es ridículo!_ se quejó Arturo _ ¡Tú y yo no somos amigos!, ¡No puedes encerrarme aquí y obligarme a confiar en ti!_
Mauricio observó al chico, tenía las manos cerradas en puños, y la mirada llena de ira, pero eso era lo que quería, quería llevar al adolescente al límite para que finalmente sus diferencias desaparecieran.
_ ¿Por qué te comportas siempre así conmigo?_
_ ¡Porque alguien tiene que cuidar a los chicos!... Y está claro que ese no serás tu_
 _ ¿De qué hablas?, Los he cuidado desde que llegaron_
_ Y ¿Hasta cuándo lo harás?, ¿Hasta que te cases con Flor, o cuando te canses de nosotros y decidas enviarnos a un orfanato?_
Quedó sorprendido ante la respuesta del muchacho, entonces entendió que en realidad todo lo que le ocurría a Arturo, solo tenía miedo. Le pareció casi imposible de creer que ese adolescente con voluntad de hierro estuviera asustado.
_ Yo no los voy a abandonar, mi matrimonio con Flor no cambiara nada_ Mauricio avanzó hacia el chico que permanecía sentado en el sillón, con la mirada clavada en la alfombra, sus manos ya no estaban cerradas en puños, sino que descansaban nerviosas sobre sus rodillas. Se sentó junto a él con tranquilidad.
_ Eso dices ahora, pero nos abandonaras y ellos van a sufrir, se han encariñado mucho contigo_ dijo Arturo con un tono muy bajo de voz
El gerente del hotel rodeo al chico con el brazo, el muchacho tuvo el primer impulso de alejarlo, de gritarle a su tutor, pero no lo hizo, simplemente lo dejó estar. Arturo guardó silencio, clavando la mirada en la alfombra color vino de la habitación.
_ No me alejare de ustedes_ Mau acercó al muchacho hacia él, abrazándolo _ Lo prometo_
Arturo puso un poco de resistencia, pero finalmente  correspondió el abrazo. Era la primera vez en mucho tiempo que se sentía protegido y aunque aún tenía muchas dudas sobre el gerente del hotel, eligió confiar en él.

Estrella se encontraba en la recepción, recordando cada momento de la noche anterior. La forma en que el Señor Fernández había llegado a su apartamento, su charla tan amena que tuvo una duración de horas y finalmente como Mauricio había caído rendido, como sus ojos se habían cerrado lentamente, llevándolo al mundo de los sueños. Y ella lo observó dormir, lo vio soñando e imagino que soñaba con ella, pero ¿Cómo podía estar tan enamorada de un hombre comprometido? No, no podía, no debía enamorarse más de Mauricio Fernández, debía dejarlo ir.
_ ¡Estrella!, ¡Estrella, te estoy hablando!_ la voz de Florencia la devolvió a la realidad
_ Disculpa Flor, ¿Qué me decías?_
_ Te pregunte si ¿Sabes dónde está Mau?_
_ Me… me parece que está en su habitación_
_ Gracias_ Florencia se despidió con un gesto para retirarse en busca de su novio
La joven recepcionista la observó marcharse, era una mujer elegante, de figura delgada y estilizada, vistiendo un traje sastre, propio de una diseñadora de modas. Florencia se movía con elegancia y tenía un gran porte, era la chica ideal para el Señor Fernández, no  ella.

Minutos más tarde, Flor ingreso a la habitación 2 15, donde Mauricio y Arturo aún se encontraban sentados en el sillón platicando. El gerente del hotel le contaba al chico sobre la manera en que había conocido a Guillermo, se conocían desde niños cuando estudiaban juntos en el internado y desde entonces eran como hermanos.
_ Hola Mau_ saludo Florencia
_ Hola Flor_ Mauricio se puso de pie para saludar a su novia con un beso, el hecho de que ella estuviera ahí significaba que ya no estaba molesta
_ Hola_ dijo Arturo de mala gana
_ Mauricio, ¿Realmente dormiste anoche en la suite del Señor Palacios?_ preguntó con un tono desafiante
_ Si, así fue amor_ respondió plantándole otro beso. Sabía que estaba mal mentir, pero la verdad arruinaría su relación y después de todo, la visita a casa de Estrella había sido una completa locura.
_ De acuerdo, entonces para reponer la comida de esta tarde, te invito a ti y a los chicos a cenar mañana en mi casa_
_ Ahí estaremos_ sonrió Mauricio, dando un beso más a su prometida
Florencia se despidió, diciendo que tenía algunos pendientes que terminar en su oficina. Mauricio se sentía aliviado ahora que no tenía que preocuparse más por su noche fuera de casa.
_ ¿A dónde fuiste anoche?_ preguntó Arturo a su tutor una vez que Flor se marchó _ Y no quiero la mentira que le dijiste a tu noviecita, ¡Yo quiero escuchar la verdad!_

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