_ Kía, antes de comer, tengo una pregunta que hacerte_ la
interrumpió
La chica lo miro un poco extraña, pero asintió en señal
de aprobación y curiosidad hacia lo que su novio quería saber.
_ ¿Te casarías conmigo?_
Kía abrió los ojos como platos, sin saber exactamente
cómo reaccionar ante tal pregunta, recién había cumplido diecisiete años, el
matrimonio no figuraba en sus planes próximos en absoluto y jamás imagino que
lo hiciera en los de Chaim.
_ No ahora, entiendo que somos muy jóvenes… Pero en un
par de años, ¿Te casarías conmigo?_ explicó el príncipe
_ En unos años Chaim, me encantaría_ respondió aun
extrañada
El joven no dio más explicaciones, simplemente la besó.
El fin de semana trascurrió con rapidez, y antes de darse
cuenta los chicos se encontraban ya en sus ceremonias de fin de curso, el
primero fue Julián, quien termino sus estudios de preescolar y recibió sus
documentos el lunes siguiente; aun no sabía leer, a diferencia de la mayoría de
sus compañeros, pero había hecho grandes avances.
Por otra parte Lucia, Martin y Paula tuvieron su
ceremonia de clausura al día siguiente que Julián, debido a que Lucy había
recibido un reconocimiento por su excelente desempeño académico, su tutor le
hizo un regalo: una muñeca con grandes ojos azules y cabello rizado, era linda
y no tardó mucho en convertirse en su juguete favorito.
Pero el evento más importante para la recién formada
familia aún quedaba pendiente, la ceremonia de graduación de Arturo seria el
próximo sábado, justo un día después de la entrega de resultados del examen de
preparatoria. Quizá era un evento sin mucha importancia, pero para el
quinceañero, significaba un verdadero logró haber terminado ese último año que
había resultado el más difícil de su historia académica, la muerte de Mónica,
su llegada al hotel y los problemas posteriores a estos sucesos le habían
dificultado las cosas. Sin embargo ahora todo parecía marchar de maravilla y
tenía la sensación de que su vida estaba al fin llegando a una estabilidad.
Ezequiel entró a la cocina del hotel con mucho sigilo,
aun recordaba aquella ocasión en la que el chef Pablo lo había echado por
pelear con Oscar, muchas cosas habían cambiado desde entonces, pero su
rivalidad con aquel chico permanecía, en especial desde que era tan amigo de
Emi. Era extraño, pero después del baile
se sentía diferente cuando estaba con ella, como si algo hubiera cambiado esa
noche. A partir de entonces la buscaba con mayor frecuencia y se descubría a si
mismo extrañándola cuando pasaban mucho tiempo sin hablar.
_ Hola Emi_ la saludo en un susurro
Ella preparaba una deliciosa crema de elote, que emanaba
un exquisito aroma, llevaba puesto el uniforme de los cocineros, igual que el
de todos los que ahí trabajaban, sin embargo a él le pareció que ella lo lucia
mejor que los demás.
_ Hola_ respondió la chica
_ Tengo algo que contarte_ anunció _ Adivina quién ira al
campamento de verano_
_ Supongo que tu… lo cual es una lástima, te extrañaré
durante las vacaciones_
_ ¿Tú no iras?_ preguntó sorprendido y algo decepcionado
_ Justo venía a contarte que Enrique y Diana irán. Kike me mando mensaje esta
mañana_ dijo sacando su celular
_ ¿En verdad?_ exclamó _ Tendría que hablarlo con Mau_
Ezequiel se sentía extraño, no sabía si le agradaba la
idea de que ella volviera a estar con Enrique, pero si eso la animaba a pasar
el verano más cerca de él, estaba bien.
Escuchó con atención la historia del niño, sin restar
importancia a sus palabras, le sorprendió lo mucho que su paciencia se había
desarrollado desde la llegada de los chicos, antes de eso jamás hubiera pensado
que le sería posible pasar media hora escuchando a un niño de seis años hablar
y hablar.
_ Benja, la cuestión aquí es que tienes a tus padres, si
te dejo quedarte y ellos no quieren que estés aquí, incluso podrían demandarme_
explicó una vez que el pequeño terminó de hablar
_ Por favor señor Fernández, ya vera que yo no doy
trabajo, ni notara que estoy aquí_ suplicó Benjamín
_ Dejalo quedarse, yo lo cuidare_ lo secundo Lucia
Mauricio no pudo evitar formar una sonrisa al escuchar el
último comentario de la niña, sabía que al final cedería, siempre lo hacía cuando la pequeña utilizaba
una de sus sonrisas soñadoras. La idea de dar asilo a Benjamín durante las
vacaciones no le parecía mala ni incomoda, pero si riesgosa por su padres, hablaría
con ellos y los convencería, después de eso, el niño podría quedarse ahí.
_ Lo pensaré_ dijo _ Les daré mi veredicto por la noche_
concluyó
Sara observó a su novio, indicándole que empezaba a
desesperarse, hacía ya veinte minutos
que él hablaba por teléfono y para
hacerlo se había apartado de ella. ¿Por qué tardaba tanto? Finalmente lo vio
guardar el móvil en el bolsillo de su pantalón, se acercó a ella con una
expresión preocupada en el rostro, se le veía un poco inquieto.
_ ¿Está todo bien, Leo?_
_ Si_ respondió el chico rascando su rubia cabellera _
Era mi tío, hacía meses que no llamaba y ahora dice que vendrá la próxima
semana para presentarnos a su nueva novia_ comentó
Era normal que Leonardo se tensara con la noticia,
llevaba tanto tiempo viviendo solo con su hermano que no sabía cómo llevar la
presencia de su tío, mucho menos aun si llegaba acompañado, pero todo parecía indicar
que ese verano lo pasaría en familia, por primera vez en muchos años.
El jueves por la noche, Mauricio pidió a los chicos;
incluido Benja, quien pasaría el verano con ellos; que se reunieran en la sala
de su suite. Faltaba solo una semana para su boda, lo que significaba un cambio
radical en su vida y que el siguiente sábado vería por última vez a Estrella,
cuando ella pasará a recoger su liquidación. Era momento de hablar con los
chicos y explicarles la dinámica que manejarían en los próximos días. Él se
iría de luna de miel con Florencia durante dos semanas a la playa, tiempo en el
cual Guillermo, Franco y Alma se turnarían para cuidarlos. Sara cubriría a
Estrella durante las vacaciones, mientras que Arturo; en caso de ser aceptado;
asistiría a su curso de inducción y continuaría con su trabajo como mesero,
Paula tomaría el curso intensivo de patinaje artístico, Martin, Lucy y Julián
seguirían trabajando a medio turno en el hotel, aunque con un horario más
reducido. Y finalmente los mellizos irían al campamento de verano.
_ ¡Volveremos a ver a Diana y Enrique!_ exclamaron los
hermanos emocionados
_ Pero, ¿Cómo es que… _ inicio Emi
_ pagaste la inscripción?_ completo Oscar
_ Arturo y yo juntamos nuestros ahorros_ respondió
Mauricio
Esa noche cenaron todos juntos, eran realmente una
familia y ese verano parecía realmente prometedor para ellos. Mauricio observó a cada uno de los chicos, llevaban
muy poco tiempo viviendo con él, apenas cuatro meses, pero habían cambiado,
todos en ese mesa eran diferentes a como lo fueron entonces. Sara era más responsable,
ya no peleaba con Emi y era su principal ayudante con el cuidado de los chicos,
los mellizos si bien eran menos unidos, eran más grandes, se habían enamorado y
aprendían a seguir su propio camino, Paula ahora practicaba su deporte
favorito, Martin y Paula también peleaban menos, además el niño ya no tenía esa
fachada dura, sino que había dejado que él lo cuidara, contándole sus miedos,
mientras que los dos más pequeños ahora eran más confiados y pronto serian
legalmente sus hijos. Arturo era quien más había cambiado, ya no era el adolescente rebelde y duro, sino
un chico brillante y sensible. Pero de todos, quien más había cambiado era él
mismo, era responsable de ellos, los quería, ahora era un hombre de familia.
La idea de casarse en una semana cruzó su mente, aun no
estaba seguro de lo que estaba haciendo, pero se tranquilizó enseguida, después
de todo, las cosas estaban de maravilla en sus vidas. Aunque ninguno sabía que
todo cambiaria radicalmente al día siguiente.
Solo dos capítulos para el final, espero que la historia esté siendo de su agrado y aprovecho para desearles a todos una muy feliz Navidad en compañía de sus seres queridos
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